Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: Un día Normal

Parte 2

 

 

—Ahora, General. Yo misma hice amorosamente su desayuno. Asegúrese de limpiar su plato.

El desayuno había comenzado en la cafetería.

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Manos y brazos entrecruzaban la mesa, agarrando cuencos de sopa caliente y tortillas esponjosas antes de que desaparecieran. El líder de la familia, un hobbit llamado Finn, se sentó en la cabecera de la mesa, pero estaba en su mayor parte escondido detrás de la gran cantidad de comida colocada delante de él. Un pescado gigante, con la cabeza, las aletas y las escamas todavía atadas, había sido asado entero sobre fuego; Un desayuno salvaje apto para una Amazona.

El pez en cuestión era a menudo confundido con un monstruo debido a su tamaño ridículo y la forma torcida de sus gruesas escamas— un dodobass. Una especie fácil de coger en el lago de agua salada al suroeste de Orario, este era vendido en toda la ciudad. Este pez en particular era aún bastante joven cuando se había capturado, pero medía más de un metro de largo. El hobbit sólo miraba el pescado sin decir una palabra.

Tione parecía extremadamente orgullosa de su trabajo mientras convencía a Finn, bajo fuerte presión, que comenzara a comer. No pasó mucho tiempo antes de que todos los demás ojos alrededor de la mesa lo miraran con lástima.

—Aiz, ¿Qué vas a hacer hoy?

—Bueno, um…

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Las numerosas conversaciones de más de cincuenta personas en la mesa se hicieron eco por la larga cafetería.

Ajustando el ruido, Tiona tomó un mordisco del sándwich que Aiz le dio antes de hacerle la pregunta.

—Rompí una espada el otro día, y tengo que pagar por ella…

— ¿Estás hablando del estoque que usaste durante la Monsterphilia?; Preguntó Lefiya desde el otro Aiz le asintió con la cabeza.


Ella contó la conversación de ayer con el dios Goibniu— y por qué era necesario para ella ganar ese dinero en el Calabozo. Se sentía un poco tímida al ser el centro de atención y se quedó en silencio una vez que su historia había terminado.

— ¡Bueno, yo también iré! Conociéndote, estarás allí por una semana, ¿Verdad?

—Pero, Tiona…

— ¡Está bien, está bien! Voy a regresar con Urga sin ningún rasguño, y necesito conseguir algo de dinero.

— ¡Si… si no va a ser una molestia, por favor, déjame ayudarte también!

Tiona se ofreció a acompañarla con la excusa de que tenía sus deudas. Lefiya simplemente no quería quedar fuera. Aiz sintió verdaderamente pena de haber conseguido que dos de sus amigas estuvieran envueltas en su propio problema, pero no podía rechazarlas.

Después de todo, le hacía realmente feliz que ellas le habían ofrecido su ayuda en primer

lugar.

—…Bueno. Por favor únanse a mí.

El rostro de la rubia se relajó mientras una pequeña sonrisa aparecía en sus labios. Las otras dos muchachas sonrieron de inmediato.

—El hogar estará bastante vacío con nosotras fuera. ¿Deberíamos hablar primero con Finn?

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—Estoy de acuerdo. La próxima expedición no va a suceder por un buen tiempo, pero si estamos planeando pasar más de unos días en el Calabozo, creo que sería una buena idea informar a Loki y a todos.

Lefiya respondió a Tiona diciendo que desaparecerse sin previo aviso haría que los demás se preocuparan innecesariamente por ellas.

Las tres chicas comenzaron a discutir cuánto tiempo permanecerían en el calabozo y qué necesitarían para prepararse para su viaje. Otros miembros de la familia habían terminado su desayuno y empezaban a salir de la cafetería, volviendo a sus habitaciones uno por uno.

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Aiz observó la habitación vacía y de repente se dio cuenta de que Loki no se veía por ninguna parte. Le parecía extraño que su diosa que era normalmente viva y enérgica no se detenía a saludar. Ella no había oído nada acerca de Loki bebiendo tanto la noche anterior que la dejara en cama nuevamente.

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—Ustedes tres, ¿De qué están hablando?

—Oh, señorita Tione.

—Vamos a pasar una semana ganando algo de dinero en el calabozo. ¿Quieres unírtenos?

Después de desayunar con Finn, Tione se acercó al grupo de chicas sentadas en la mesa.

Finn se había negado a comer su dodobass amorosamente preparado en el terreno que él nunca podría esperar para terminarlo. Así que ella lo tomó para sí misma para comer el resto de la comida que su “amor” tomó unas cuantas mordeduras. Tione parecía bastante satisfecha con las cosas que habían salido esta mañana, pero su expresión se agrió después de escuchar el plan de Tiona para conseguir dinero.

—¿Una semana? No quiero pasar tanto tiempo lejos del general, así que es un no.

Tiona había tenido la sensación de que su hermana decía eso. Con un brillo en sus ojos y una sonrisa en sus labios, ella jugó su carta final.

—¿Sabes que también vamos a invitar a Finn?

—Entonces supongo que no tengo otra opción que darles una mano. Sean agradecidas.

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Aiz miró a Lefiya mientras las dos chicas compartían una sonrisa ante la súbita voluntad de Tione por ayudar.

***

 

 

La casa de la Familia Loki, la mansión Twilight, se parecía más a un proyecto de viviendas de varias torres altas reunidas en un solo lugar. La torre más grande y gruesa estaba en el centro y estaba rodeada por seis restantes.

La forma y altura de las seis torres variaba, pero todas estaban conectadas en la base

—creando un anillo alrededor de la torre central independiente— y cada una estaba conectada en los pisos superiores por puentes de piedra para hacer más cómodo el viaje de torre en torre. Tres de ellos eran dedicados a los miembros masculinos de la familia, y cuatro a los miembros femeninos. Los espacios compartidos como los almacenes y la cafetería no estaban centralizados en una sola torre. En pocas palabras, el lugar estaba libremente supervisado en caos.

Los cuartos privados y la oficina de Finn estaban situados en la torre norte.

—Finn—Vamos a entrar.

Tiona tocó dos veces y se presentó antes de abrir las puertas dobles y entrar en su habitación. Aiz estaba muy cerca, seguido por Lefiya y Tione.

Las habitaciones de Finn y los espacios de oficinas conectados eran amplios y espaciosos—para alguien a cargo de la familia. Una estantería cubría una pared entera en un lado y una alfombra tan colorida como una guirnalda de flores decoraba el suelo. Un alto reloj antiguo estaba de  pie contra la pared trasera. La habitación entera tenía un calmante color marrón, haciendo que la chimenea de mármol blanco destacara.

En el fondo de la habitación, Finn estaba sentado detrás de un gran escritorio que no encajaba con el tamaño de su cuerpo en lo más mínimo.

— ¿Qué es lo que ha ocurrido para que vengan todas aquí?

—Ah, Señorita Riveria… ¿Estaba aquí también?

Finn estaba concentrado en la tarea que tenía a la mano, con sus ojos mirando por encima de una pila de papeles. Riveria estaba de pie junto a su hombro.

Los dos habían ido directo a sus habitaciones para trabajar en las finanzas de la familia justo después del desayuno. La segunda al mando de la familia tenía otra pila de papeles en sus brazos mientras miraba a los recién llegados.

—Nos gustaría hablar con Finn acerca de algo.

—Hmm. ¿Pueden esperar unos minutos? Estoy casi a punto de terminar. Finn ni siquiera levantó la vista cuando le respondió a Tiona.

Su bolígrafo emplumado estaba borroso mientras firmaba su nombre una y otra vez antes de recibir otra pila de Riveria.

Aiz aprovechó el tiempo para echar un vistazo a sus aposentos. Primero, ella fue a dar un vistazo al reloj antiguo. Ella admiraba los cristales incrustados, probablemente piedras

mágicas, en la esfera del reloj que se leía las 9:30 de la mañana, y escuchó el chasquido del péndulo moviéndose. Luego, el tapiz que colgaba sobre la chimenea, frente a la estantería, llamó su atención.

Este mostraba a una mujer blindada que estaba rodeada prominentemente por lanzas y una cantidad de otras armas.

Hilo de oro y plata se había tejido en la tela para crear la imagen de una diosa.

La deidad era conocía como Phiana, una diosa ficticia que muchos Hobbits creyeron con todo su corazón y alma. Ella fue representada por un grupo de caballeros de los Tiempos Antiguos.

Aquellos caballeros eran el primer y último sabor de la gloria para los Hobbits como

raza—-incluso Aiz conocía su historia. Sin embargo, tan pronto como los dioses vivientes habían descendido del cielo, la creencia en Phiana había desaparecido de la noche a la mañana. Los Hobbits perdieron la creencia de que los unifico y pronto se desvaneció con irrelevancia.

Ahora, en un mundo donde las personas de muchas razas diferentes recibieron la bendición de las deidades y forjaron sus propias historias de heroísmo, el número de Hobbits famosos era sorprendentemente bajo. Aiz había oído que Finn había venido a Orario para defender su raza y revigorizar a sus parientes.

En un movimiento que él mismo no negaría que era vergonzoso, Finn había firmado un contrato con Loki y recibió a su Falna en el centro del mundo, la Ciudad del Laberinto, con la esperanza de que su nombre sonara.

Considerando que un tapiz de Phiana estaba colgando orgullosamente en sus aposentos, era seguro suponer que Finn no había perdido la fe en ella. También demostró que Loki o bien era bastante generosa o indiferente al hecho de que el líder de su familia tenía fe en una diosa distinta de ella. Aiz también sabía que Loki no pedía ser adorada, ni nada parecido.

También era muy posible que Loki lo permitiera porque era Finn.

Aiz miró por encima del hombro hacia el Hobbit que estaba sentado en el fondo de la habitación. La bandera de la familia, la sonrisa cómica del bromista, emblema de su familia, colgaba en la pared detrás de su escritorio. Su tren de pensamiento finalmente se detuvo.

—Esto debería bastar. Lamento haberlos hecho esperar. ¿Qué tienen en mente?

—Vera, General, Tiona y estas dos les gustaría pasar algún tiempo en el calabozo y querían saber si está interesado en unirse a ellas…

Tione se puso delante de las otras chicas en el momento en que Finn levantó su vista de su papeleo ya terminado.

Finn tuvo una respuesta rápida y sencilla: “Seguro”. Él estuvo de acuerdo no solo en dejarlas entrar en el calabozo por un largo período de tiempo, sino también unirse a ellas.

—Estaba pensando en hacer una excursión en el calabozo yo mismo muy pronto de todos

modos. Es agradable rondar a tu propio ritmo de vez en cuando.

Como jefe temporal de la familia, él se encargaba de organizar y supervisar todas las expediciones que ellas emprendían. Él sonrió y dijo que sería divertido ir sin planes importantes o personas para cuidar durante su tiempo libre. — ¡No hay marcha atrás ahora, Finn!; Dijo Tiona con una sonrisa, sabiendo que su participación significaba que Tione vendría por defecto.

—Esto podría ser una buena oportunidad para salir y estirar las piernas, Riveria. Recientemente has estado sobrecargada de trabajo, ¿Por qué no te unes a nosotros?

—… Es absolutamente cierto. Te acompañaré. Lo siento por Gareth, pero él tendrá que hacerse cargo en nuestra ausencia.

Con eso, su equipo se convirtió en seis.

Con la excepción de Lefiya, cada miembro era un aventurero de primera clase. Los cinco eran un grupo muy formidable.

—¡Oh, guarden este secreto a Bete! Si alguien le dice, él querrá Y si viene, nunca tendremos un momento de paz.

Con la conversación de la mañana todavía fresca en su mente, los labios de Tiona se estremecieron de forma amenazante mientras miraba a cada uno de sus aliados a la vez.

Su advertencia fue recibida por unas sonrisas forzadas. Al mismo tiempo, sabían que enviar todos sus guerreros importantes bajo tierra causaría sus propios problemas, por lo que no hubo objeciones.

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—¿Qué tal si nos reunimos en la torre de Babel una vez que todos los preparativos estén completos? ¿Por ejemplo, alrededor del mediodía?

—””¡Sí!””

Las gemelas amazónicas empujaron sus brazos derechos en el aire. Aiz hizo lo mismo, con Lefiya siguiendo el ejemplo, aunque un poco más reservada.

Riveria optó por mantener la boca cerrada, cerrando sus ojos e ignorando su emoción infantil. Y así todas aceptaron la propuesta de Finn.

***

 

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La calle principal del noroeste de Orario, “El camino de los aventureros”, estaba llena de gente para contar.

El sol del amanecer brillaba desde un cielo azul, brillando y deslumbrando sobre todo tipo de armaduras cuando los humanos y semi-humanos se apresuraron en terminar sus preparativos para entrar al calabozo. Las persianas y pesadas puertas de cada tienda habían sido abiertas de par en par en un intento de dar la bienvenida a los clientes. La propietaria de una tienda más sombría más abajo en los callejones sostenía en una mano varios tipos de pociones de aspecto

sospechoso, tratando de convencer a una aventurera inexperta de que comprara unos cuantos. Los aventureros a toda prisa se enfrentaban constantemente el uno con el otro, chocando hombro a hombro y gritando insultos de un lado a otro, gritando a alguien más de algún otro lugar sobre algo u otro.

Los aventureros que se preparan para ir al calabozo nuevamente hicieron que esta calle cobrara vida.

— ¡Amid, unas pociones grandes, por favor! ¡Esta cosa de aspecto bueno, y un montón de estos!

—Me gustaría lo mismo que Tiona… Cinco por favor. Y una poción mágica, también.

—Si, por supuesto.

Un emblema que representaba una bola de luz entre hierbas medicinales colgaba dentro de un edificio de una piedra blanca limpia y pura.

Tiona y Aiz habían hecho su camino a uno de los muchos mostradores.

De pie en el otro lado de este estaba Amid, una chica con aspecto de muñeca de cabello largo y color plateado. Un vasto inventario de pociones en frascos de diferentes colores cubría los estantes detrás de ella. Con su cabello plateado ondeando de un lado a otro, ella recogió rápidamente los objetos que pidieron y los colocó en el mostrador. Las caras de las dos chicas se reflejaban en los líquidos azul cielo y cítricos de color naranja frente a ellas.

—¿Planean pasar mucho tiempo en el Calabozo a partir de hoy?

—Sí. Tione, Lefiya… Finn y Riveria también vienen.


—¿Amid, hay algo que quieras? ¡Vamos a ir por lo menos hasta el piso trece, así que si nos dices qué hay que conseguir podemos recoger algo para ti!

—¿Puedo hacer tal petición? Ya que te .. ¿Podrías recuperar algunas hojas blancas para mí?

Ella le pidió a Aiz y Tiona conseguir los suministros para la Familia Dian Cecht, que se especializaba en medicina y otros artículos curativos. Revisando sus memorandos una vez más, las chicas se abastecieron de todo lo que pudieran necesitar.

El Calabozo no era un lugar indulgente, y mantenerse en condiciones óptimas era extremadamente difícil. Por lo tanto, una gran cantidad de aventureros trajeron más artículos y armas de lo necesario con ellos sí planeaban permanecer allí por un período prolongado de tiempo. Sus mochilas podrían ser un poco voluminosas, pero los aventureros tendían a creer que era mejor tener algo y no necesitarlo que necesitar algo y no tenerlo. Esta era la única manera de prepararse para lo inesperado.

Aceptando la petición de su amiga Amid, las dos chicas compraron una pequeña montaña de artículos antes de salir de la tienda.

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