Youjo Senki (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Una Misión De Reconocimiento De Largo Alcance

Parte 1

Las cosas horribles tienen muchos amigos.

Tome las malas noticias por ejemplo.

Siempre se obtienen muchas a la vez.

Teniente General von Zettour en la reunión de revisión de situación oriental.

15 DE MARZO, 1926 DEL AÑO UNIFICADO, SOBRE LA REGIÓN DE LA FRONTERA ORIENTAL DEL IMPERIO

Volando discretamente a través del cielo sobre la frontera oriental del Imperio hay un avión de transporte bimotor. El caballo de batalla de la Unidad de Transporte Aéreo del Ejército Imperial está haciendo un inusual vuelo nocturno.

Las luces de navegación, normalmente configuradas para ser tan brillantes y claras como sea posible en un espacio aéreo amigable para evitar colisiones, se han apagado…

El cuerpo camuflado del avión vuela sin prisa hacia su destino al amparo de la oscuridad sin hacer ruido, salvo el ligero zumbido de sus motores. Noventa y nueve de cada cien personas que miraran hacia el cielo no tendrían forma de saber que había algo allí.

Su trabajo de pintura fue diseñado para volar al territorio enemigo, haciendo que la nacionalidad no sea clara.

Originalmente un caza, la nave ha sido equipada contra la detección con todas las posibles contramedidas disponibles para el comando aéreo de un grupo de operaciones especiales que, hablando claramente, no dudaba en violar las fronteras.

Incluso si el controlador en el Centro de Dirección de Combate de Defensa Aérea del Este, organizado bajo el Grupo de Ejércitos del Este del Imperio, informara que habían visto algo extraño en el radar, no se notaría oficialmente en ningún informe. Si alguien intentara archivar uno, los oficiales visitantes del Estado Mayor simplemente se pasarían para insistir, no viste nada, y eso sería todo.

El personal a bordo de esta embarcación bastante problemática podía llamarse prácticamente un secreto militar imperial. Después de todo, la unidad es el proyecto favorito del Estado Mayor, preparado para incluso hacer trabajos sucios en caso de ser necesario.

Sí, la inclusión en este tipo de grupo de operaciones especiales era sinónimo de reconocimiento como la crema y nata del Ejército Imperial. La mayoría de los oficiales estaban asombrados de su legendario valor y habilidad. … Por supuesto, para la comandante de la unidad en cuestión, el asombro era totalmente innecesario.

Todo lo que quiero es que alguien intercambie lugares conmigo.

Consciente de que no estaba llegando a ninguna parte con este tren de pensamiento inútil, la líder del grupo de operaciones especiales asignado a esta larga misión de reconocimiento detrás de las líneas enemigas, la Mayor Tanya von Degurechaff, da un pequeño suspiro interno.

Mirando hacia abajo, veo mis dos pequeñas manos. No importa cómo lo mires, esto es una carga demasiado pesada para el frágil cuerpo de una niña. Si cumplo con todos los requisitos para ser menor de edad, me gustaría solicitar las protecciones apropiadas. Pero no, incluso los sueños de Tanya no incluyen la posibilidad de abandonar las líneas del frente al sacar repentinamente la carta de ser una niña pequeña y decir que no quería pelear.

El 203vo Batallón de Magos Aéreos estaba bajo el mando directo del Estado Mayor del Ejército Imperial y, por lo tanto, era un tipo de batallón extremadamente raro… tenía la autoridad para actuar de forma independiente. Además, habíamos acumulado una pila respetable de logros. En otras palabras, cometimos el error de probarnos útiles. También funcionó para nuestra desventaja que originalmente fuimos creados a través de los buenos oficios del Estado Mayor en casa. Para los superiores, somos una herramienta muy conveniente.

Gracias a eso, hemos sido arrojados a cada frente, maquillados en una banda de veteranos. Desde la Comandante von Degurechaff hasta abajo, cada oficial magistral en el batallón disfruta de la reputación de ser una élite.

Es por eso que Tanya acuna su cabeza en sus manos y se lamenta, no quiero pelear, pero supongo que es difícil escapar en este momento.

Habiendo pensado hasta ahora, reflexiona sobre los acontecimientos de hace varias horas y cómo su felicidad al aterrizar de regreso en la capital imperial fue tan efímera.

Volvamos unas horas.

Al llegar a la capital imperial por primera vez en mucho tiempo, notó que el cielo se sentía abarrotado debido a la densa línea de intercepción. Estaba completamente harta de que alguien en el suelo la desafiara cada vez que pasaba por la zona de defensa antiaérea de varias capas.

Puede que se hayan duplicado como patrullas, pero su necesidad de saludar a sus colegas de la unidad de instructores también era a menudo molesta.

En primer lugar, los humanos no estaban hechos para disfrutar de ser desafiados a punta de pistola, incluso por fuerzas amigas que simplemente cumplían con su deber.

Aun así, hace unas horas, cuando Tanya voló a lo largo de la ruta previamente designada sobre la capital, fue bendecida con una sensación de calma que fue tan total que los procedimientos complicados no la molestaron ni un poco.

Después de todo, finalmente había logrado regresar a la capital. Después de que la ciudad que tanto habían extrañado se vislumbraba desde lejos, toda la unidad estaba de buen humor. Era imposible para los soldados ocultar su deleite al ser convocados de regreso al país de origen y lejos de la arena estéril y sin límites del frente sur.

En verdad, la única palabra para el sentimiento era éxtasis. En el presente, sin embargo, Tanya encuentra su optimismo tan completamente idiota que quiere literalmente maldecirse.

En su defensa, sin embargo, en ese momento no era de extrañar.

La Mayor Tanya von Degurechaff estaba harta del campo de batalla, por lo que cualquier motivo que le permitiera liberarse de las líneas del frente era motivo de verdadera celebración. Una citación al país de origen era una buena noticia si alguna vez existía tal cosa, y ella no tenía motivos para sospechar de la orden.

Hasta que aterrizaron a su destino designado, Tanya felizmente lo había creído… que habían sido llamados a casa de permiso. Era tan generoso el mando de rotar adecuadamente al personal, que estaba casi impresionada.

Luego, sus conocidos, el Coronel von Lergen y el Mayor Uger aparecieron para recibir su informe. Para una unidad que regresaba, un saludo de caras conocidas era sin duda un alivio. Los jefes eran tan considerados que admiraba sus habilidades de recursos humanos.

Después de permitir que sus tropas descansaran cómodamente, instruyó a los oficiales para que cuidaran a sus hombres mientras se volvía hacia el Coronel von Lergen para darles su informe.

“Todos los miembros del 203vo Batallón de Magos Aéreos que informan directamente al Estado Mayor, incluida la Mayor Tanya von Degurechaff, han regresado del frente sur sin dejar a nadie atrás.”

“Buen trabajo, Mayor von Degurechaff. Escuché del Ejército Expedicionario del Sur sobre las magníficas cosas que ha logrado. Dijeron que realmente fue por todo, y cuando miré los informes de combate, me conmovió encontrarlo verdadero.”

“¡Gracias, Coronel von Lergen!”

“Y no tiene que preocuparse por las aplicaciones de condecoración que envió para sus tropas. Haré lo que sea necesario para hacerlas aprobar… piénselo como algo de agradecimiento personal por su distinguido servicio en el sur.”

Intercambiaron saludos con la conciencia y el orgullo de los profesionales. Fue tranquilizador que Lergen hubiera declarado que se encargaría de las solicitudes.

Era la declaración de un soldado de carrera… un oficial del Estado Mayor, nada menos, por lo que probablemente no era un simple comentario. El peso de sus logros y su confianza en ellos hizo que sus palabras pudiesen tomarse como un contrato.

“Lo siento, me hubiera gustado presentarlas en este mismo momento junto con mi gratitud, pero sólo recibimos las recomendaciones hace unos días. Personalmente traté de agilizarlas, pero… aparentemente, los administradores necesitan algo de tiempo para completar el papeleo.”

“No, me disculpo por no haber mantenido un mejor contacto. Los servicios postales militares eran tan limitados en la zona de guerra que ni siquiera podía enviar una nota amistosa con anticipación.”

Fue un intercambio de cortesía de libros de texto y arrepentimientos con respecto a la comunicación interrumpida.

A Tanya le hubiera gustado haber hecho un mejor seguimiento de la situación en el país de origen, pero… lo único disponible era cartas enviadas por barco, nada tan simple como telégrafo o correo electrónico. Y es por eso que hablar cara a cara era tan esencial.

Ella debería haber pulido sus habilidades de comunicación no verbal. Su guardia debería haber estado arriba. En cambio… en ese momento, cometió el grave error de dejar que la bondad del Estado Mayor hacia su unidad la atrapara. … Debería haber tenido mucha más cautela, Tanya reflexiona amargamente a bordo del avión de transporte. Sería imposible arrepentirse más de ese error.

Cerrando los ojos y recordando ese momento, se dio cuenta en ese momento que Lergen parecía extrañamente comprensivo y asintió con toda seriedad.

“Está bien. Creo que entiendo las circunstancias en las que estaban.”

Recordar lo que dijo en respuesta la hace sentir nauseas. Ella sacudió la cabeza, le dio las gracias y luego le preguntó sobre el estado general de las cosas en la capital y cómo estaban las cosas en casa.

Uno pensaría que habrían reaccionado para entonces, pero fue cuando vio la expresión vacilante del Mayor Uger que finalmente sintió que algo extraño estaba sucediendo.

“Ahora bien, hablemos de negocios. El Mayor Uger ha estado a cargo de esto, así que lo dejaré explicar. Dígale a la Mayor von Degurechaff sobre la división de transporte.”

“Sí, señor… lo explicaré una vez que haya recibido los documentos informativos.”

“Es muy amable de su parte, Mayor Uger.”

Ahora sólo puede arrepentirse de lo despreocupada que había sido. ¿Acaso el continente meridional entorpeció tanto mis sentidos?

Qué irónico que refinara mi sensibilidad para matar hasta el punto de que ahora tengo una discapacidad de comunicación en la sociedad normal.

¿Las cosas habrían resultado diferentes si hubiera dudado cuando Lergen me preguntó si todavía tenía un complemento completo de tropas? Tenía que preguntarse a sí misma.

“Sí, sólo sufrimos bajas leves en el continente sur. La orden del General von Romel fue de gran ayuda, y regresamos sin grandes pérdidas.” Ella no debería haber informado debidamente de pocas bajas.

La retrospectiva es veinte-veinte, pero no pude esquivar una misión que probablemente podría haber evitado. El Coronel von Lergen había encontrado a alguien a quien podía obligar a asumir una tarea imposible, y su deleite se manifestó en una sonrisa encantadora.

Este fue el momento en que todo comenzó a ponerse feo. Probablemente tomó sólo una hora.

Un oficial de Reconocimiento Estratégico en Operaciones apareció de la nada con una sonrisa y vino trotando ante una ola del Coronel von Lergen. Tanya sintió definitivamente que entonces algo andaba mal, pero ya era demasiado tarde.

Después de todo, debería haberle dicho al Estado Mayor que su unidad estaba agotada y no apta para el combate. El 203vo Batallón de Magos Aéreos les informaba directamente. En la mayoría de las cadenas de comando de grupos de ejércitos regionales, tenemos el privilegio de elegir nuestras propias misiones. Dicho eso… también significa que no podemos rechazar las órdenes del Estado Mayor.

Lamentablemente, mientras que normalmente alguien en la cadena de mando vetaría la idea como demasiado imprudente, internamente en el Estado Mayor, sobre el principio de confidencialidad, esto tenía que permanecer entre el que daba las órdenes y Tanya.

No hubo oportunidad para que un tercero interviniera. Supongo que podemos decir, gracias a eso…… Tanya está actualmente atrapada al mando de algún grupo militar misterioso en una misión secreta para cruzar la frontera.

Más precisamente, ella lo estaría.

Técnicamente, Tanya y los demás en el avión de transporte estaban volando sobre la región de la frontera oriental del Imperio para un ejercicio.

Incluso si ese es sólo el pretexto oficial, ahí es donde se encuentran en este momento.

Sus órdenes son realizar un ejercicio, supuestamente. Ella había informado a sus subordinados, como lo indicaron los superiores, que estas órdenes de ejercicio llegaron repentinamente del Estado Mayor.

Pero seguramente nadie creía eso.

En el momento en que llegaron al área de preparación, fueron a bordo de un avión que el Estado Mayor había esperado junto con sus órdenes de “ejercicio” supremamente sospechosas, y luego despegaron sin siquiera saber a dónde iban.

Y además de todo, ¿el avión de transporte era un avión de operaciones especiales equipado para maniobras nocturnas?

Todos podían decir que había más en las órdenes de lo que parecía. Incluso los crédulos Tenientes Primeros Grantz y Serebryakov podían entender eso.

En el corto tiempo antes de embarcarse, los oficiales experimentados habían agarrado todo lo que podían tener como si no hubiera un momento que perder. Grantz, que había sido asignado para manejar armas y municiones, arrojó orbes de cómputo de repuesto y un complemento completo de munición al avión. Mientras tanto, Serebryakov estaba absorta en inspeccionar un aparato de radio que ella se había apropiado hábilmente de alguna parte.

En cuanto al Capitán Weiss, que había estado trabajando tan duro como Tanya, se había ocupado de meter el favorito de los veteranos de reconocimiento de largo alcance, barras de chocolate, en los equipos de sus unidades.

Y en cuanto a dónde se dirige el avión lanzado precipitadamente, técnicamente es un secreto, pero los miembros del 203vo Batallón de Magos Aéreos saben cómo navegar.

De hecho, tienen experiencia navegando de noche con nada más que conocimiento de astronomía. Una onda recorre el grupo cuando se dan cuenta de que están volando hacia la frontera este. Como soldados, el autocontrol para mantenerse en silencio hasta que algo se anuncie oficialmente está en vigencia… pero sus ojos inquisitivos, aparentemente preguntando, ¿no están los ejercicios del Grupo del Ejército del Este en una dirección diferente…? Son increíblemente desagradables.

No creo que haya ningún cabeza hueca que crea que el piloto de un avión perteneciente a un grupo de operaciones especiales cometerá un error de navegación y nos alejará de los rangos de ejercicio.

Incluso si Tanya finge ignorancia y dice: “Los superiores deben haber agregado un giro creativo para nosotros”, lo suficientemente fuerte como para que todos lo escuchen, todos sus subordinados ya saben que estaba conversando profundamente con un oficial de comunicaciones del Reconocimiento Estratégico en Operaciones sobre un “encargo personal” justo antes de despegar.