Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Poder y Precio

Parte 4

“Bueno, entonces es casi hora de ir a casa.”

“Sí, de hecho.”

Tomando café después de terminar la comida, Ayato y Julis se miraron y se pusieron de pie.

“¿Eh, ya? Pueden tomarlo con calma un poco más…”

“Alto, Priscilla. Incluso si quieres de tan mala manera ser amiga de ellos, mañana, vamos a enfrentarnos de todos modos. Todos nosotros hemos terminado con nuestro negocio… Así que es ya suficiente. ¿Cierto?”

Irene dijo mientras frenaba a Priscilla que intentó detenerlos.

“Pero…”

“No me gusta, pero, eso no cambia el hecho de que todavía estoy moviéndome por orden de Dirk. Con esto… no voy a dudar más y mañana… te voy a aplastar hasta que mi corazón esté satisfecho. Si no te gusta… deberías rendirte rápidamente.”

“… Se amable conmigo.”

Ayato respondió a ella con una sonrisa irónica y salió de la habitación.

“Ah, entonces, ¡Al menos puedo verlos partir…!” Priscilla corrió rápidamente después de ellos.

Irene, sin embargo, no tenía ganas de detenerla.

“Gracias por la comida de hoy. Priscilla-san. Estaba deliciosa.”

“No, de nada, eh. Lo siento por todo lo causado por mi hermana.”

Priscilla iba a inclinarse de una manera humilde, pero Julis la detuvo amablemente.

“No. No es que no entendiera tampoco el punto de Lamilexia. No pienses mal de mí, pero también vamos a luchar con todas nuestras fuerzas mañana.”

“Eso… entiendo.”

Priscilla bajó la cabeza con desaliento.

“Priscilla-san… veo que no te gusta mucho luchar.”

Puede ser que sea natural para los estudiantes ordinarios. Pero cuando se trataba de los estudiantes de la ciudad de Asterisk…, y lo que es más, estudiantes de Le Wolfe, debe ser bastante raro.

Pero, ciertamente, no había duda de que Priscila era una chica que parecía más encantadora, mientras cocinaba en un delantal como hoy, que en una imagen sosteniendo un arma y luchando.

Sólo una chica normal, que, uno encontraba en todas partes. Ésa era Priscilla Urzaiz.

La razón de tal chica para poner un pie en el escenario del Phoenix era…

“… Mi hermana mayor está luchando por mi bien. Es por eso que no puedo huir.”

“¿Incluso si tu sangre es aspirada?”

Esa visión fue bastante chocante.

Sin embargo, Priscilla débilmente negó con la cabeza las palabras de Julis.

“Ese tanto no es nada. Ya que sólo he sido protegida por Onee-chan todo el tiempo hasta ahora, me alegro de que al menos puedo ayudarla, aunque un poco. Solo…”

Priscilla detuvo sus palabras allí.

“¿Solo?”

“… Cuando mi hermana esta utilizando a Gravi-Sheath es un poco aterradora.”

Como Ayato la instó, ella dijo eso con voz débil.

“Al principio pensé que tal vez era porque aún no estaba familiarizada con el arma, pero… Cómo debo decirlo, mi hermana, cuando está usando eso, es algo muy loco, como si fuera una persona diferente… y, recientemente, es más y más…”

Priscilla, que parecía murmurar casi todo lo que estaba diciendo, de repente levantó la cara allí.

“¡L-Lo siento! Por decir una cosa tan extraña…”

Agitando suavemente ambas manos, Priscilla se disculpó.

Mientras tanto Ayato y Julis, que llegaron a la entrada de la mansión, se despidieron allí.

“Nos vemos.”

Agitaron sus manos a Priscila, que profundamente inclinó la cabeza, y salieron de la mansión.

“… Julis, ¿qué te parece?”

Después de caminar por el paisaje urbano de noche iluminado por las farolas por un tiempo, Ayato preguntó de repente.

“¿Sobre Gravi-Sheath? Ahora bien, desde mi punto de vista, no veo la diferencia que cuando Lamilexia es violenta normalmente… qué, ¿no me digas que sientes compasión innecesaria?”

“No… No, bueno, es cierto, pero no es así.”

Mientras Ayato ponía mala cara, Julis sonrió irónicamente y se encogió de hombros.

“Fufufu. Estoy bromeando. Sé lo que estás tratando de decir, pero… aún así, es un hecho que no hay nada que podamos hacer al respecto.”

“…Sí.”

Ella ciertamente tenía razón.

“Tenemos nuestra propia lucha en qué pensar. Así que primero debemos concentrarnos en ello.”