Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Poder y Precio

Parte 3

Al día siguiente. Noche.

La dirección, que Priscilla le dio, era la de una habitación de una mansión en la zona residencial. (NT: El término japonés para complejos de apartamentos asequibles que no están en el interior de edificios de gran altura, no una mansión real de estilo occidental. Son esos uno o dos apartamentos de una habitación que se ven en cada manga y anime.)

Aunque no era hasta el grado de ser llamado una mansión de clase alta, era un edificio aseado con una sensación de limpieza y estilo.

“Ya que dijiste que te invitaron a cenar, pensé que sería en un restaurante… ¿Por qué es una mansión?”

“No, no me preguntes.” Ayato estaba sorprendido también.

Así. Él no pudo contestar de ninguna otra manera.

“Espero que en realidad no sea una especie de trampa…”

Llevando consigo a la desconfiada Julis con él, se dirigió hacia la habitación designada.

Entonces, la puerta se abrió rápidamente y Priscila vestida con un delantal les dio la bienvenida con una gran sonrisa.

“¡Bienvenidos! Ah, usted es Riessfeld-san, ¿no? Lamento no haber sido capaz de saludarla el otro día.”

“Ah, no, lo mismo…”

“Ahora, por favor entren sin reserva. Voy a preparar de inmediato los platos.”

Al entrar en la habitación con Julis, que estaba completamente desconcertada, había una mesa en la sala de estar, que fue limpiada cuidadosamente, e Irene estaba sentada en una de las sillas con una mirada agria. Como era de esperar, no estaba en su uniforme, sino estaba más o menos vestida con una camiseta y jeans.

“… Hey.” Dijo Irene, mientras dirigía su mirada hacia Ayato y Julis por un instante, y pronto la apartó nuevamente.

Desde el principio, ya que Ayato no parecía estar de acuerdo con esto, aunque Irene lo invitó, se podría decir que era natural.

Aunque la actitud de Irene era demasiado contrastiva con las interacciones cordiales de Priscilla. Era, actualmente, bastante parecida a la de Julis.

Su habitual sonrisa llena de confianza regresó y se sentó al frente de Irene sobre la mesa.

“Mis saludos, Lamilexia. ¿Es esta la actitud de tener frente a tus invitados?”

“…… No recuerdo haberte invitado, Gruene Rose.” Afirmó Irene.

“Hmph, como ustedes saben, este tonto de corazón blando es mi pareja de equipo. Tendría problemas si algo llegara a sucederle. Así que, bueno, lo acompañé.” Defendió Julis.

Entonces, Irene reveló una sonrisa burlona.

“Pareces muy preocupada por él. ¿Eres su madre o qué?”

“¿Q-Quién es una madre?”

Julis e Irene estaban revisándose mutuamente de esta manera, pero extrañamente no había una atmósfera muy seria allí. Parecía que ambas conocían la línea fronteriza.

Mientras pensaba que en un sentido se llevaban bien, Ayato también se sentó junto a Julis.

“Gracias por esperar.”

Priscilla llevó los platos allí.

Muchos platillos, que eran probablemente aperitivos que habían sido colocados sobre platos pequeños estaban alineados en la mesa.

“Hay garbanzos y ensalada de tomate, aderezo de papa, camarones frito al ajo pimienta y champiñones al estilo de Segovia.” (NT: Segovia. Ciudad española.)

“¡Oh! ¡Estaba esperando esto!” Irene dijo, obviamente, anticipándose a las comidas de su hermana.

“¡Onee-chan! ¡Cuida tus modales!”

Irene extendía rápidamente sus manos a un plato con una sonrisa nunca vista hasta ahora, pero Priscilla la golpeó y la detuvo.

“¡Eeeeh! ¿No esta bien, sólo un poco?”

“¡No está bien! En primer lugar, si Onee-chan es la primera en empezar a comer aunque esto se hace para agradecer Amagiri-san hoy… ¡Oh!”

“¡Bon appetite!”

Irene, sin prestar atención a lo que dijo Priscilla, casualmente cogió un plato.

“Caray, ¡Onee-chan!”

Mientras Julis reía al verlo, ella en voz baja susurró al oído de Ayato.

“Ya veo, parece que Lamilexia es también una persona bondadosa.”

“¿Hmmm?”

“Probablemente tiene la intención de probar si esta envenenada.”

Julis dijo eso y ligeramente sacudió sus hombros.

“Hey, ustedes también deberían comer. La cocina de Priscilla es la mejor, ¿saben?”, dijo Irene, obviamente, con un enorme apetito.

Irene estaba llenando continuamente su boca mientras, mientras decía eso.

Priscilla pareciendo ya haber renunciado suspiró y volteó la mirada hacia Ayato y Julis.

“Lo siento, los dos.”, dijo Priscilla en tono de disculpa.

“No, está bien. Bueno… Entonces también vamos a comer.”

Así. La comida comenzó sin debate y no había ninguna mentira en las palabras de Irene.

“…E-Es delicioso.”

Julis murmuró, quien comió un bocado de champiñones, mientras estaba sorprendida.

De hecho, todos los platos eran muy deliciosos. No eran en absoluto platos de alta clase, pero, tenían un cálido sabor hogareño que hacía a uno sentirse aliviado. Sin embargo, estaba añadido correctamente un poco de ingenio.

“Wow. Gracias.”

“Fufufu. ¿Verdad?”

Irene alardeó. Irene con orgullo hinchó su pecho.

“…En realidad no es como si fueras quien está siendo alabada, ¿sabes?”

Aunque Julis estaba asombrada, Irene parecía estar, sobre todo, feliz de que Priscilla fuera elogiada.

“Ah, ahora que lo pienso, es un poco tarde, pero… ¿Qué tipo de habitación es esta?”

Ayato recordó una pregunta que había olvidado por completo y la hizo.

Entonces, Irene quien estaba tragando una copa, dijo secamente.

“Es la habitación que suelo usar; ¿qué hay con ello?”

“Que normalmente usas… ¿Y qué pasa con el dormitorio?”

Todas las seis academias de Asterisk requerían que todos los estudiantes vivan en sus dormitorios. Como regla general, no se admitía que un estudiante viviera en el área de la ciudad.

“Hay un gran privilegio para el Top Doce de Le Wolfe. Por supuesto, eso no quiere decir que lo diga abiertamente.”

“Así que, yo también vengo aquí a menudo a limpiar y cocinar, pero… Aunque a menudo le digo a Onee-chan, ella se niega a volver a su habitación en la residencia de estudiantes.”

Priscilla dijo eso y sonrió con ironía.

“Pero, esto es seguro en esta ocasión. Puesto que después de todo, no podía tener a los dos viniendo a Le Wolfe.”

“Debo decir como se espera de Le Wolfe, tiene una libertad terrible…”

“Pero, ¿por qué expresamente una habitación fuera del dormitorio?”

Aunque pensó si la residencia de estudiantes de Le Wolfe era un entorno tan severo, comprendió de inmediato que no era correcto.

“…El distrito de entretenimiento está cerca de aquí. Es de alguna manera conveniente.”

Irene contestó con una cara un poco molesta mientras comía energéticamente.

“Ya veo. El negocio de la diversión nocturna, huh.”

Cuando Julis dijo eso con sarcasmo, Irene frunció el ceño aún más.

“No es como si pasara mi tiempo jugando. Sólo hago dinero ya que lo necesito.”

“¿Dinero…?”

La mano de Julis se detuvo ante esas palabras.

“Lo que me recuerda, escuché de Ayato. Al parecer, tuviste problemas con algunos casinos ilegales.”

“… ¿Y qué?”

“Si es sólo para ganar dinero, hay muchas otras maneras de ganarlo. ¿Por qué es necesario tomar tales riesgos?”

“Otras formas, eh… entonces, dime esas maneras.”

Irene se rió en una sensación como de auto-desprecio.

“Ya sea que te lo diga yo o quien sea, ¿no es por esa razón exacta por la que ahora participas en el Phoenix?”

“Ah, ya veo. Si no me equivoco, también viniste aquí con el fin de ganar dinero, ¿verdad, Gruene Rose?”

“¿¡Qu-!? ¡Cómo…!”

“La agencia de inteligencia de Le Wolfe es excelente, ¿sabes?”

Viendo a la nerviosa Julis, Irene se calmó, y aclaró su garganta.

“Mmm. Pero sabes… nuestras circunstancias y posiciones son diferentes. Incluso si yo fuera a ganar el Phoenix, ya se ha concedido mi deseo. Es un contrato de este tipo.”

“¿Contrato, dices?”

A la desconfiada Julis, Irene dio una mirada hacia Priscilla por un instante.

“… Ah, entonces voy a ir brevemente a ver el horno.”

Priscilla dejó su asiento con una sonrisa ambigua, y se dirigió hacia la cocina.

Irene exhaló después de confirmarlo, y dejó su silla que ligeramente crujió.

“En pocas palabras, soy el peón del presidente del consejo estudiantil del Instituto Le Wolfe Black, Dirk Eberwein. Hace mucho tiempo, recibí prestada una gran cantidad de dinero de ese bastardo Dirk, y cumplí mi deseo. Y entonces, siguiendo sus órdenes, estoy saldando mis deudas poco a poco.”

“El Rey Sin Escrúpulos, Tyrant, huh…”

Julis se hundió en silencio con una cara desagradable.

Ese nombre también sonó una campana para Ayato. Incluso en Asterisk, mientras innumerables malos rumores surgieron de la persona infame que ascendió lo suficientemente cerca como para luchar por el primer lugar, por el contrario, ni una vez había oído hablar de un buen rumor.

“El contrato está hecho para que mis participaciones en la Festa sean limitadas, y que incluso si yo ganara, no sería capaz de asignar el premio como el reembolso. Bueno, probablemente quiere usarme como su peón el mayor tiempo posible. Realmente, es un hijo de puta desagradable, ese tipo.”

Irene dijo eso, y se encogió de hombros.

“Dicho esto, yo tampoco quiero trabajar siempre bajo suyo. Es por eso que, con el fin de devolver el dinero tan pronto como sea posible, hago esfuerzos dolorosos noche tras noche.”

“¿Es esa deuda tan grande cantidad de dinero?”

“Quién sabe cuántas décadas necesitaría para devolver el dinero si fuera a trabajar legítimamente.”

Debe ser una cantidad considerable.

“… Ya veo. Así que eso significa, el hecho de que participes en este Phoenix se debe a la sugerencia de Eberwein. Huh. Hay un propósito, que no es ganar el Phoenix, ¿verdad?”

Irene aflojó sus labios sonrientes ante la afirmación de Julis y miró a Ayato.

“Buena deducción. La instrucción que recibí esta vez de Dirk es… aplastarte a ti, Amagiri Ayato.”

“¿¡Qué!?”

Aunque Julis se paró rápidamente, ella no sentía hostilidad de Irene.

…Al menos, no por ahora.

“¿Por qué expresamente nos dices eso?”

Incluso si era cierto, no había necesidad de decirlo.

“También tengo lo que ustedes llaman honor, ¿sabes? Te lo debo por haber salvado a Priscilla. A este ritmo, sería difícil saldarlo… es algo así, así que siéntate… Gruene Rose. No tengo la intención de iniciar aquí.”

“… ¿Por qué Eberwein apunta a Ayato?”

Aunque todavía en guardia, Julis lentamente se sentó.

“De acuerdo con lo que dice Dirk, porque parece que quiere aplastar a Amagiri antes de que sea demasiado tarde, el Ogre Lux que él utiliza es algo problemático.”

“¿La Espada Demoníaca del Horno Negro, Ser-Versta? Ciertamente, es un poderoso Ogre Lux, ¿pero iría tan lejos sólo por eso?”

Ante la pregunta de Julis, Irene asintió mientras también estaba de acuerdo.

“Soy de la misma opinión. Dirk es el peor bruto bastardo de sangre fría, pero él no es incompetente o un cobarde. Ya que ese tipo es tan cauteloso, debe haber alguna razón más grande.”

Mientras Irene dijo hasta allí, se volteó hacia Ayato.

“No sé lo que está tramando Dirk, pero esto es lo que fui capaz de adivinar por su forma de hablar. Parece que él también se encontró con el usuario anterior de ese Ogre Lux, con sus propios ojos, antes.”

“…”

Por esas palabras, Ayato involuntariamente medio se puso en pie.

“Es extraño. Por lo que he visto en los registros pasados de préstamos disponibles para el público, no debería haber algún usuario de ese Ogre Lux en esta última década. Y sin embargo, dónde y cómo es que lo vio…”

Su corazón estaba latiendo muy rápido.

En otras palabras, significaba que Dirk Eberwein conocía a la persona, que es la hermana mayor de Ayato, Amagiri Haruka, que había utilizado a Ser-Versta antes de Ayato.

“Pensé que por allí, podría estar la razón por la que te señalaron, pero… Parecía como si perdiera el rastro.”

“Bueno…, sí, probablemente. Gracias de todas formas.”

La razón por la que Ayato vino a Asterisk fue con el fin de descubrir una meta a seguir. Ya que su hermana mayor salió de casa por su propia voluntad, probablemente había algún tipo de razón allí. Por lo tanto, no pensaba buscar a la fuerza sobre ello. Eso demostró cuánto Ayato creía en su hermana mayor.

Sin embargo… sería una mentira decir que él no estaba interesado.

Y mucho más desde que encontró algunas pistas.

“Bien, bueno entonces, con esto pago mi deuda.” Dijo Irene con una cara renovada

Priscilla entonces apareció con una sartén grande de hierro.

“Lamento haberlos hecho esperar. Aquí está la paella de mariscos y setas.”

Eso, que extendió un olor fragante, con un sonido humeante, parecía bastante delicioso.

“Fufufu, La paella de Priscilla es realmente una gran obra maestra. Cómanlo con cuidado.” Irene golpeó con orgullo su pecho.

“Deja de alardear… Onee-chan. Vamos, sírvanse rápidamente.”

Priscilla respondió con una cara avergonzada.

(Onee-Chan. Eh…)

Viendo a esas dos figuras, Ayato sintió una emoción, que no podía poner en palabras, brotando en su interior.