Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: La Violenta Princesa Vampiro, Lamilexia

Parte 1

…Segundo día del Phoenix, Límite Exterior del Área del Distrito Comercial Central.

“Um, Domo Procyon… Oh. Ese es.”, cuando Ayato desvió su atención en esa dirección y confirmó que la bandera de espacio estaba flotando ligeramente por encima de él, un techo en forma de cúpula se asomaba desde el otro lado de varios edificios, de pie en una fila, entre oleadas de personas.

Era uno de los tres estadios de gran escala existentes en Asterisk, comúnmente conocido como el Domo Procyon. Además de este, había siete salones de escala media; el estadio principal de mayor escala, donde Ayato y Julis tuvieron su encuentro, era el Domo Sirius.

La fase de clasificación del Phoenix se llevaba a cabo en once etapas en total, hasta la final, cada una en diferentes salones y cúpulas. Además, parecía que entre las cuatro fases de clasificación a gran escala, en varios lugares, y la etapa final; sólo el Domo principal se utilizaría después de las semifinales.

Con el fin de animar a Saya y Kirin en su encuentro de clasificación, Ayato y Julis se dirigían hacia el Domo Procyon.

“Sin embargo, en realidad hay un número increíble de personas…”

Con la multitud llenando la calle, por lo mucho que uno apenas podía caminar en línea recta, una vez más se dio cuenta de lo grande que era Asterisk como una ciudad turística.

En cuanto a la Festa; todos los cafés y restaurantes frente a la calle estaban llenos de personas que habían abierto ventanas espaciales. Lo más probable era que todos estaban viendo el encuentro en emisión. Ya que las entradas del día dependían de la disponibilidad y de la capacidad de los sitios del salón era posible que muchos no hubieran podido entrar.

“Durante el período de la Festa, la densidad de población por aquí por lo general aumenta docenas de veces. No se puede evitar.” Dijo Julis mientras incluso revelaba una expresión harta.

Además del hecho de que su avance a través de la multitud era lento, mientras caminaban, a menudo eran repentinamente abordados por los aficionados que los animaban o pedían apretones de manos y autógrafos, y ocasionalmente por aficionados rivales que se burlaban, se retrasaban aún más por inesperadas circunstancias.

“A pesar de que las marionetas de Allekant atraparon los principales titulares, no hay duda de que ustedes también lograron un debut totalmente sorprendente. Después de todo, a diferencia de los estudiantes dentro de la academia, los fans de fuera no tienen muchas oportunidades de conocer directamente a los participantes.” Fue mencionado por un fan anónimo.

Aunque por otro lado también había fans que de vez en cuando llamaban a Julis en una actitud demasiado familiar. Ella rechazó a todos ellos (Como solía hacer).

Sería más fácil si Ayato también pudiera hacerlo pero ya que solo negarse sería doloroso, como era de esperar, no podía hacerlo.

“*Suspiro*… Me pregunto cuánto tiempo tomará.”

A pesar de que no había más que poca distancia de la estación de metro al Domo Procyon, iban sin duda a paso de caracol.

Como si todo eso no fuera suficiente, la luz, bajo el sol abrasador del verano ardía lentamente la piel, era de una intensidad sin piedad. El sudor de Ayato se estaba derramando mientras él lo limpiaba con su manga.

“Su encuentro era el segundo, ¿no? Si es así, entonces, nos podemos permitir un poco más de tiempo… ¿Hmm?”, Dijo Julis, quien se abanicaba, mientras daba una mirada sospechosa hacia adelante.

Del mismo modo, cuando Ayato miró hacia la misma dirección se dio cuenta, por alguna razón, el movimiento de personas estaba retrasado por allí.

También, oyeron débilmente sobre el ajetreo y el bullicio, había voces furiosas de personas.

“Qué, cuando me preguntaba por qué no avanzaba, es debido a algún tipo de problema. Huh…”

También había gente huyendo hacia este lugar, y no parecían estar muy calmados.

Cuando Ayato y Julis se miraron y asintieron, se abrieron paso a través de la multitud de personas, tratando de avanzar.

Cuando llegaron a la primera fila, varios hombres estaban rodeando a una chica de pie en medio de la calle. Instintivamente, porque él había sido atacado de una manera similar antes, Ayato casi levantó la guardia ya que estaban todos con el uniforme de Le Wolfe. Más alarmantemente, cuando miraba más de cerca, varios estudiantes varones ya estaban tirados en el suelo. Ya parecía un verdadero problema.

Sólo por decir, con toda honestidad, la diferencia de la capacidad entre la chica y los hombres era evidente. Aquí estaba una chica con las manos vacías, derribando uno tras otro, a los hombres armados con un Lux. La chica, incluso en este calor, llevaba una chalina envuelta alrededor de su cuello y revoloteando en el viento como si bailara junto con los movimientos de la chica.

“……Esa mujer es la Violenta Princesa Vampiro, Lamilexia.”

“¿Eh?”

Ese apodo también hizo sonar una campana para Ayato.

Ella era el rango #3 de Le Wolfe, y entre los participantes en este Phoenix, la participante nombrada por Julis era la rival más problemática.

Si no recordaba mal, su nombre era…

“…Irene Urzaiz, me pregunto qué está haciendo aquí en un momento tan… no creo que esté en su sano juicio.”

Julis murmuró con un rostro realmente sorprendido.

Sin embargo, durante el período de la Festa, los duelos en las zonas urbanas estaban naturalmente, del todo prohibidos. Por supuesto, fue por preocupación por la seguridad de las personas que venían de fuera.

En lugares con una barrera de defensa, éstos (duelos) se permitirían, pero aun así, se limitarían a medianas y grandes instalaciones. Sin embargo, ya que esos lugares estaban utilizados durante la Festa, era más o menos lo mismo que decir que, mientras dure el período de tiempo de clasificación, los duelos sólo podían realizarse dentro de un campus de academia.

Y entonces, ya que los duelos estaban prohibidos, tales refriegas eran, por supuesto absurdas. Si un participante de la Festa participara en ello, no había duda de a que él o ella podría serle impuesta una pena adecuada. Si él/ella fuera imprudente, él/ella podría incluso ser privado de los requisitos de ingreso.

“Caray, eres persistente, amigo. Hoy en día tratar de un ajuste de cuentas no es frecuente.”

Mientras tanto, Irene puso en su lugar a la mayoría de los hombres. De los cerca de diez hombres, que estaban allí, sólo uno permanecía.

“¡C-Cállate! ¡De lo contrario mi honor nunca se mantendrá!” El hombre gritó, mientras retrocedía, como si fuera a morder.

“Con solo uno o dos casinos aplastados, eres alguien de mente estrecha, amigo. En primer lugar, tu trampa fue la causa. Además, si eres tan egoísta, serás regañado por ese pequeño gordinflón, ¿sabes?”

“¡Como si me preocupara por ese maldito presidente! Tenemos nuestro propio camino para…” Pero antes de que el hombre terminara de hablar.

“Caray, eres molesto.” Una patada giratoria de Irene lo golpeó en la región temporal.

Mirando hacia abajo, con ojos fríos al hombre que en silencio se derrumbó, Irene dejó escapar un profundo suspiro. No era un movimiento de alguien, que aprendió artes marciales. Era un taijutsu flexible y animal. (NT: Taijutsu. Literalmente ‘Técnica/Habilidad corporal’ refiere a algún estilo de combate cuerpo a cuerpo, no necesariamente un arte marcial.)

“¡Ora! ¡No es un espectáculo!” Irene gritó hacia la tribuna que les rodeaba.

Su mirada, que daba la vuelta, se detuvo exactamente en Ayato.

“¿Ah?”

Sus agudos ojos se fijaron en el rostro de Ayato.

“E~eh… Como era de esperar; es el Murakumo. Huh. Esto es bueno y me ahorra problemas.”

Irene dejó que sus colmillos afilados se asomaran de su boca y sonrió.

Julis entonces pensó que parecía que Irene de alguna manera sabía de Ayato.

Mientras Irene venía, caminando rápidamente, miró a Ayato como si lo evaluara. Ayato realmente no entendía pero no sentía ninguna hostilidad remanente de cuando estaba hace un momento; en poco tiempo Irene empezó a reír con desprecio como si se burlara de él.

“Hmm. Ese es él. Huh…”

“¿Quieres algo de mi compañero de equipo, Lamilexia?”

Julis rompió allí con una voz disgustada.

“… La Gruene Rose. Huh. No tengo negocios contigo. Largo.”

“No puedo hacer eso. Puesto que gente como tú tiene gusto de sacar enfrentamientos durante el período de Festa, y lo que es más, hacerlo en esta multitud es extremadamente peligroso.”

Ante estas palabras, los ojos de Irene bruscamente se agudizaron.

“Fue una pelea que el otro lado provocó. No es como si yo la empezara.”

“Incluso si es el caso, no es razonable defenderse en un lugar público.”

Una atmósfera amenazante se extendió gradualmente.

¿No es ésta una situación un tanto mala?

“E-Espera, ¡Julis…!”

“Interesante. Entonces, ¡muéstrame lo que debería haber hecho en esa situación!”

Cuando Irene dijo eso tomó un Lux de la funda de su cintura y lo activó.

“…¿¡Tch!?”

Ayato y Julis al instante tomaron distancia, y se pusieron en guardia.

Un instante después, una enorme guadaña tan larga que superaba su altura se manifestó en manos de Irene.

Su hoja de color púrpura era un tanto siniestra, y estaba envuelta con una atmósfera siniestra.

“E~eh, es una mejor reacción de lo que esperaba. Ya veo, las personas no pueden ser solo juzgadas por su apariencia.”

“Esa es… la Guadaña Sangrienta de Suprema Destrucción, Gravi-Sheath.”

Ayato tragó saliva.

…Un Ogre Lux, de escolaridad de Le Wolfe, que manipulaba la gravedad.

Debido al hecho de que la evaluación de compatibilidad figuraba bastante alta para cualquier persona, era inusual para un Lux Ogre, se dice que ha causado estragos en Festa’s del pasado en incontables ocasiones.

De hecho, el número de personas que fueron capaces de utilizarla con eficacia era igual a ninguno. Era aún desconocido cómo era para Irene.

“Vamos a retirarnos, Ayato.”

“… ¡Lo sé!”

Era obvio que no podían tener un duelo aquí.

“Ya veo, en tales ocasiones, elegirían huir. Huh. ¡Pensamiento inteligente!”

Aunque, mientras que Irene estaba gritando, una luz feroz de repente brilló en sus pupilas y blandió la Gravi-Sheath.

“… Bueno, Eso es si pueden huir.”

Una sed de sangre escalofriante fue liberada y en ese instante la atmósfera se tensó.

Una tensión que uno, si perdía el enfoque, inmediatamente perdería.

Incluso la audiencia que los rodeaba se mantuvo uniformemente en silencio y con atención observaba el curso de los acontecimientos.

… Sin Embargo.

“¡Oyeeee————!”

De repente, una voz fuera de lugar hizo eco.

“¡Onee-chan, estás luchando de nuevo! ¡A pesar de que te dije muchas veces que te portaras bien, cielos!”

La dueña de la voz era una chica que aparecía entre la multitud con una asombrosa actitud amenazante.

Su cabello, que caía en un cordón trenzado, era del mismo color que el de Irene, y su aspecto era también muy similar. También llevaba un uniforme de Le Wolfe.

“¡Mierda! ¡Pr-Priscilla…!”

“Cuando me preguntaba por qué desapareciste de repente… ¿Cómo se volvió así? ¡Explícate Onee-chan!” Clamó Priscilla con preocupación.

“N-No. Eso es… verás…” Murmuró la sorprendida Irene.

Aunque Ayato y Julis miraban sin comprender el intercambio de las dos, la nueva chica pronto se dio cuenta de sus miradas y rápidamente bajó la cabeza.

“¡Lo siento! ¡Por todos los problemas que mi hermana les ha causado…!”, Dijo con seriedad Priscilla.

“Ah, no, no es nada…” Mientras Julis, que había sido completamente desconcertada, acabó regresando una respuesta sutil.

Priscilla instigó a su hermana. “Oye. ¡Pide disculpas también! ¡Onee chan!”

“¡Q-Qué tengo…!”, Dijo Irene que fue interrumpida por su hermana.

“Está bien, ¡Simplemente pide disculpas!”

“……Sí, e-entiendo.” La voz casi apagada a Priscilla.

Cuando Irene, que fue regañada por la chica, quedó mirando a Ayato y Julis con una cara frustrada, ella de mala gana inclinó un poco la cabeza.

“M-Mi error… hey vamos.” Pero la hermana de Irene no aceptaría nada de eso.

Priscilla, poniéndose ligeramente irritada, volvió a hablar. “¡Oye! ¡Debes pedir disculpas correctamente!”

Cuando la chica puso su mano sobre la cabeza de Irene, ella profundamente inclinó la cabeza, junto con la cabeza de Irene.

“Lo siento mucho. Bueno… ya le he avisado.”

A medida que la chica decía eso en tono de disculpa jaló a Irene y desapareció entre la multitud.

“…”
Parecía que no sólo Ayato y Julis, sino también la audiencia se quedó sin habla.

“… Ah, si no me equivoco, esa niña de ahora era… la pareja de Irene Urzaiz, ¿verdad?”

“… S-Sí. Ya que ella llamaba a Irene ‘Onee-chan’ no hay ningún error.”

Aunque ambos Ayato y Julis aún no habían vuelto a sí mismos por completo, aún cuando tomaron un terminal portátil y confirmaron los datos, ahí estaba el rostro de la chica de antes.

Priscilla Urzaiz. Hermana menor de Irene Urzaiz y pareja de equipo.

De hecho, no sólo casi no habían datos sobre ella, sino que sólo su nombre y su rostro eran conocidos.

“Por cierto… ¿Por qué te comportaste de esa manera antes?”

“¿De qué estás hablando?”

Mientras ella hacía un puchero mientras culpaba a Ayato, Julis fingió ignorancia y miró hacia otro lado.

“No te hagas el tonto. Incluso sin tal manera provocativa de hablar, ¿no debería haber salido bien?”

Ciertamente, Irene era excesivamente beligerante, pero si Julis no hubiera interrumpido, podría no haberse convertido en una situación tan peligrosa.

Entonces, Julis suspiró como si no pudiera evitarse, y le susurró al oído de Ayato en voz baja.

“¿No te das cuenta?”

“¿Eh…?”

“Irene Urzaiz se volteó hacia mí y me dijo: ‘No tengo negocios contigo’. Eso significa que no se habría quejado incluso si yo no me hubiera metido en el camino. Eso significa que definitivamente tenía una razón para apuntar a ti.”

“Incluso si dices eso… No estoy familiarizado con ella”

No era de extrañar que ella conociera su nombre y su rostro. Era evidente que tendría datos sobre ellos (ayato y los otros), y sobre todo de Ayato que era actualmente el rango #1 de Seidoukan. Probablemente era inevitable si era puesto como objetivo.

Pero, ahora que lo mencionaba, ciertamente sentía que había algo implícito en las palabras de Irene.

“Le Wolfe usaría cualquier medio para su propósito. No sería de extrañar si estuvieran tramando algo malo.”

“Hmm. Bien…”

Aunque no podía decir que ella estaba pensando demasiado en ello… Él sabía que esta ciudad era un lugar aterrador.

“Quería investigar un poco más sobre ella, pero… Bueno, no se puede evitar. Nunca esperé que fueran a hacer en serio algo como esto. Lo siento.”

Ya que Julis francamente inclinó la cabeza, Ayato apresuradamente hizo un gesto con la mano.

“Está bien, está bien… ¡Oh sí! Más importante aún, si no nos damos prisa, ¡vamos a perdernos el partido de Saya!”

Cuando de repente entró en razón y comprobó la hora que era, ya casi no había tiempo antes del inicio del encuentro.

“Oh, es cierto. Por ahora será mejor que nos apresuremos al salón.”

Después de decir eso se dieron cuenta de que estaban en la estación y se dirigían hacia el Domo Procyon. Al mismo tiempo que, de nuevo, se dieron cuenta de que se estaba haciendo un poco ruidoso en el camino de adelante.

“Caray… Qué es ahora… ¡Eh! ¡Eso es malo! ¡Los guardias!”

Por delante, donde Julis miró con una mueca, dos grupos de hombres, que llevaba un uniforme nunca antes visto, se abrieron paso entre la multitud en dirección aquí.

“Si son los guardias, entonces eso significa… E~eh, así que ese es Stjarnagarmr.”

Era una organización para el mantenimiento del orden público, que actuaba como la fuerza de policía en Asterisk.

A pesar de que había oído hablar de ellos, en realidad era la primera vez que los veía.

“¡Como si fuera momento de decir las cosas despreocupadas! ¡Huyamos rápidamente!”

Tomando la mano de Ayato Julis corrió en dirección opuesta.

Pero Ayato estaba a la defensiva.

“No, pero no es como si realmente hiciéramos algo…”

“No quiero tener que decirlo, pero de todos modos, esos tipos de la estación son inflexibles. Incluso si los convencemos, explicar esta desastrosa escena, no sé cuánto tiempo vaya a tomar.” Dijo Julis que parecía un poco en pánico.

Ayato, que estaba escuchando, miró a su alrededor, a los hombres que yacían en el suelo.

…Ya veo; de hecho, sería problemático.

“Bueno… No hay remedio.”

Ya que los guardias vinieron de la dirección que Ayato y Julis estaban tomando, hacia el Domo Procyon, ahora terminaron alejándose de su destino. Era una preocupación pero no había remedio.

“¡Oigan! Esperen un minuto, ¡Ustedes dos allí!” Los guardias parecían haberlos notado.

Sin mirar hacia la voz amenazadora, que venía de atrás, Ayato y Julis escaparon a un callejón. Luego desaparecieron entre la multitud.