C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 17

Extra 2: Outro

Ella abrió los párpados. Había pasado mucho tiempo desde que sus ojos capturaron los datos de “visión”. Esto le causó una sensación similar al mareo.

Poco a poco, se fue acostumbrando, lentamente sentándose, girando la cabeza y parpadeando.

¿Cómo se llamaba este piso verde frente a ella? Recordó que era algo así como ta… ta-tami…

Cierto, tatami.

No sentía molestia. Más bien, sintió una leve sensación de nostalgia envolviendo las profundidades de su pecho. Ella recordó que esto se conocía como “olor”. Estimulación experimentada a través del sentido de olfato. El olor a tatami se parecía a la hierba fresca, era relajante. Ella inhaló profundamente.

El olor a tatami conectaba toda clase de recuerdos. Lentamente permitió que este olor impregnara todo su cuerpo. Por lo tanto, su mente también, de forma natural, comenzó a conectar otras cosas. Poco a poco el lenguaje y los conceptos originalmente olvidados fueron despertando.

Este lugar, una habitación de estilo japonés cuyo piso estaba cubierto de tatami. Actualmente estaba en una esquina, un lugar elevado un nivel por encima del piso… Ahhh, estaba empezando a recordar cómo se llamaba. Una alcoba. Actualmente estaba sentada en la alcoba.

Esta habitación era muy familiar. Sin embargo, las manchas en el techo, las marcas en los pilares, la madera de la alcoba, algo sobre todo también le parecía un poco extraño.

La razón: hubo un cambio. Cambio claramente indicativo del paso del tiempo.

Como nuevas marcas, nunca antes vistas, el desvanecimiento de los colores o el reemplazo del papel en la puerta corredera, volviéndolo blanco puro y completamente nuevo. Mientras ella estaba en un estado desprovisto de todo sentimiento, ¿exactamente cuánto tiempo había pasado…?

Su mano tocó algo de forma accidental. Mirando hacia abajo, vio una pequeña tela que parecía un pañuelo, atrapada en la punta de sus dedos. Esto estimuló un área de nostalgia en su mente. Aparentemente antes habían usado un paño similar para limpiar la olla índigo inconsciente.

Como en aquel entonces, probablemente alguien también estaba limpiando su cuerpo todos los días, pensó para sí misma. Ella levantó la mano y la miró. Piel blanca como la nieve. Su propia mano.

Algo extremadamente cálido estaba llenando esa mano, todo su cuerpo, incluso el interior de su pecho.

Era completamente diferente a la maldición que solía llenar su interior, que se sentía como barro frío y pesado. Esto parecía ser algo opuesto a una maldición.

Probablemente debido a esta razón, ella entendió a través del sentimiento en lugar de la lógica. Como existían las maldiciones, debería haber un cálido poder complementario a él.

Al igual que las maldiciones, probablemente ese poder cálido era capaz de fenómenos increíbles.

En el borde de la habitación, una luz brillaba en diagonal desde el espacio en la puerta corredera. En ese momento parecía ser de día. Por lo tanto, podía escuchar fragmentos de voces vivas en el fondo.

“Hey, mi jugo de tomate se ha agotado…”

“… Oh no, voy a llegar tarde al trabajo… Absolutamente ridículo…”

“… Hweh… Yo atenderé la llamada, es Kuroe…”

“Entiendo, entiendo. En un viaje alrededor del mundo… Al menos deberías informarnos de inmediato… ¿Dónde estás ahora…? ¿Perú? Bueno, es bueno saber que estás bien… Además, tienes un guardaespaldas confiable a su lado, por lo que preocuparse sería un desperdicio de energía…”

Voces familiares. Fragmentos ordinarios e incomprensibles de conversaciones que volaron sobre su cabeza pero no le importó.

“¿Qué tipo de recuerdo quiero de Perú? Oh… Permíteme preguntarles a todos.”

“¿Eh? Uh, no me hagas ese tipo de pregunta. No es que sepa qué especialidades locales tienen. Solo dile que decida ella misma, lo que sea que esté bien… Hmm, no es necesario que me pongas al teléfono. Las llamadas internacionales son caras, ¿verdad? Y estoy feliz siempre y cuando sepa que está bien. Luego me iré a hacer mi rutina diaria.”

En respuesta a esa voz final que escuchó…

De repente su corazón comenzó a latir rápidamente. Al mismo tiempo una cierta emoción se desbordó en su pecho. Se sentía como si algo estuviera explotando de forma agresiva.

El ruido sordo de unos pasos se acercaba a donde estaba.

Ese ritmo familiar, no podía confundirse. ¿Quién iba a venir aquí? Sin necesidad de pensar, su cuerpo ya entendía. Sus sentimientos entendieron. Era él.

Al darse cuenta de que estaba completamente desnuda, miró frenéticamente a su alrededor y cogió el pañuelo. No es bueno, demasiado pequeño, y es solo una pieza. Pero debajo de la tela había otras cosas.

Como ofrendas: había un pequeño montón de galletas de arroz presentadas en un plato para servir refrescos.

Justo cuando agarró apresuradamente las galletas de arroz en pánico, la puerta corrediza se abrió con un golpecito.

La persona que apareció allí se congeló en estado de shock, mirándola atónita con la boca abierta. Para bloquear su vista, ella cruzó los brazos frente a su cuerpo.

Mientras se protegía el pecho con dos galletas de arroz, gritó en voz alta:

“¡T-Tú, maldito mocoso desvergonzado! ¡N-No mires, aléjate! Si te acercas, yo…”

La frase, que se suponía que debía seguir de inmediato, quedó atrapada en su garganta por solo un instante.

Era una mentira que no podía continuar. Ella experimentó algo por primera vez. Qué increíblemente feliz era poder mentir. Una voz muy extrañada. Una muy feliz primera mentira.

Como si necesitara lubricante para sacar esas palabras de su garganta, naturalmente las lágrimas cayeron mientras sonreía.

“¡Te maldeciré!”

-FIN-