Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 8

Extra 6: Sargento Kinue Y El Escuadrón Silky

Los Silkies fueron sorprendentemente duros cuando se trataba de jerarquías. Mantuvieron una estratificación de estatus de hierro, con el patriarca en la cima, en este caso, Keima, ejerciendo un poder absoluto. Los Silkies en la posada encarnaban este concepto. Permíteme presentarte cómo se entrenaron.

La escena es el pasillo del dormitorio de empleados adjunto al Hospedaje Muñeca Danzante. Allí estaban los Silkies.

“Solo debes hablar cuando te hablen. Consulte a la criada principal, yo, antes de hablar con un cliente. ¿Entiendes, gusanos?”

“¡Señora sí, señora!”

Kinue era la criada principal, mientras que Hanna, Nicole y Pio eran aprendices. Kinue asintió y continuó.

“Si las cerdas sucias sobreviven a mi entrenamiento, cada una se convertirá en una sirvienta. Muebles que existen para mantener la casa ordenada y limpia. Pero hasta ese día, ustedes son vómitos. Tienes menos valor que un trapo viejo.” Kinue caminó frente a las tres Silkies alineadas, sus zapatos golpeando el piso de madera. “Puedes odiarme por ser tan dura. Pero cuanto más me odies, más aprenderás. Soy dura, pero justa. No hay fanatismo racial aquí. No menosprecio a los vampiros, las brujas aprendices o los humanos. ¡Aquí, todos ustedes son igualmente inútiles!” Kinue se giró para mirar a las tres. “Mis órdenes son eliminar a todos los no hackers que no empacan el equipo para servir en mi amada posada.

¿Ustedes gusanos entienden eso?”

“¡Señora, sí, señora!” Todos saludaron a la vez. Su organización fue perfecta. Lo que permitió a Kinue suavizar su expresión aguda y dejar escapar un pequeño suspiro.

“… Hanna. ¿Es esto realmente necesario? “¡Señora sí señora! ¡Es necesario!”

“Prefiero entrenarlos a todos de una manera más relajada, Nicole”. “¡Señora no señora! ¡Una jerarquía firme es la Vía Silky!”

“¿Nunca había oído hablar de eso antes? ¿Y tú, Pio?”

“Señora, se trata de la diversión”.

¿Qué tiene de divertido esto? Y sí, el duro entrenamiento fue solicitado por los tres jóvenes Silkies. Desde su perspectiva, Kinue era más su hermana mayor que su sirvienta principal. Le habían pedido que los entrenara, y luego le entregaron un guion para leer.

De hecho, todo antes de ahora había sido programado. Básicamente una obra de teatro con todos los que actúan. ¿Una jerarquía de hierro? Eso no existía. Kinue era técnicamente su jefe, pero todos compartían la misma puerta. A lo sumo, las órdenes de Keima y Rokuko eran absolutas, pero todo lo demás era lo más relajado posible.

“Aun así, ¿de dónde sacaron este guion?”

“¡El Maestro e Ichika lo escribieron para nosotras!”

Parecía que había hecho referencia a una historia militar de su hogar original. Quizás debería aconsejarle que este tipo de filosofía es realmente destructiva, pensó Kinue mientras miraba el guion.

“Sabes, preferiría no decir líneas vergonzosas como esta”.

“¿Qué? ¿Qué líneas…? Aaah, estos definitivamente son demasiado sucios para ti. No esperaría nada menos de las líneas elegidas por el instructor Ichika”.

“Oh bien. Supongo que tendremos que cortarlos todos y pasar directamente al final… ”

“Espere. De hecho, quiero que ella las diga ahora. ¡Sé valiente, valiente!”

Excluyendo a esa última persona, todos acordaron cortar la mayoría de las escenas de entrenamiento y despotricar insultantes del guion, saltando directamente a la línea. Sucedió sin problemas, como si estuvieran barriendo las líneas sucias.

Kinue marchaba de un lado a otro frente a los tres Silkies. El sonido agudo de sus pasos en realidad tenía un tono suave para ellos.

“… Hoy, te gradúas de ser gusanos. Ahora eres un verdadero Silkies, atado por los lazos de la servidumbre. Hasta el día de su muerte y regreso a DP, serán las Hermanas Silkies sin importar dónde trabajen”.

“¡Señora sí, señora!”

Aunque realmente, ustedes han sido los Silkies desde el principio, independientemente de cualquier entrenamiento, pensó Kinue mientras continuaba. “La mayor parte de tu trabajo será la limpieza. Algunos de ustedes ayudarán en la cocina. Pero hay una cosa que nunca debes olvidar. Las sedas son hadas de la casa. Existimos para la casa. Pero somos hadas. En resumen: ¡podemos hacer las tareas por el resto del tiempo!”

“¡Señora, sí, señora!”

Kinue no pudo evitar inclinar la cabeza confundida por lo emocionados que se estaban poniendo las tres Silkies. Se habían omitido todas las escenas de entrenamiento, por lo que su entrenamiento real vendría más tarde. Bueno, ¿tal vez esto los animaría a tomar su entrenamiento más en serio, al menos?

“Oh, esperen, ustedes dos. Hay otra escena después de esto, y en realidad estamos matando a nuestro sargento”.

“¡¿Qué?!”

“¿Hmmm? ¿Ustedes tres, matándome?” Kinue miró el guion y vio que efectivamente había un recluta que mató al sargento y luego a sí mismo.

¿Estaba este guion realmente basado en la instrucción militar de la vida real? Fue un poco serio para jugar.

“… ¡Cortemos esa parte también!”, Dijeron las tres Silkies al unísono.

“Haaah. Bueno, de cualquier modo. Comencemos tu entrenamiento pronto. Te enseñaré a cocinar”.

“Okaaay”.

Por cierto, hubo otra escena después de que todos fueron a pelear en el calabozo después de decir la frase “¡Quien se escapa es un duende!

¡Quien no huye es un duende bien entrenado!”, Pero todos estaban tan satisfechas que no se molestaron.