Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 8

Extra 1: Wataru El Héroe Y Su Experiencia En Goren

Parte 2

“Oh, sin vino. Lo que significa que estoy fuera de aquí. Vas a venir al bar esta noche, ¿sí?”

“Sip. Hasta luego.” Gozou salió del onsen después de beber el último vino. Wataru también salió, sintiéndose agradablemente borracho.

“… Aaaah”.

“¡Ah!”

Allí se topó con Neruneh. Ella podría haber estado decepcionada de él por ser el tipo de fracaso que bebió al mediodía.

“Eres un fracaso, ¿huuuuh?”

“Ngh!” Era ella. Y ella se lo dijo directamente a la cara. Eso fue un poco deprimente.

“¡E-Está bien, básicamente estoy de vacaciones mientras estoy aquí!”

“Entonces, en otras palabras, ¿siempre estás de vacaciones cuando estás en Goreeen?”

“¡Sí! Puede parecer un poco flojo ya que estoy de vacaciones, ¡pero generalmente soy un gran trabajador! ”

“¿Sabes qué significa eso? Como vivo en esta ciudad, cada vez que te veo, siempre estás siendo flojo”.

“¡Ngh!” Neruneh lo golpeó dos veces. Ella debe haber estado trabajando, ya que pasó junto a él con su sonrisa perezosa. Wataru, después de haber experimentado algún daño emocional, decidió animarse yendo a la iglesia.

La iglesia de Beddisto era la única iglesia en la ciudad, y era bastante alto nivel. Tenía elegantes vitrales y una gran herramienta mágica en forma de abanico unida al techo, que mantenía la habitación a una temperatura y humedad cómodas. Incluso había estanterías que cualquier creyente podía leer libremente.

Sin mencionar que los libros tenían una capa de vinilo de algún tipo que les impedía ensuciarse. El recubrimiento probablemente se había aplicado con magia. Eso significaba que estaba bien quedarse dormido y babear sobre ellos, pero eso probablemente era solo una tapadera. La verdadera intención era sin duda dejar que los aldeanos tocaran los libros caros sin dudar en ensuciarlos. Probablemente iba un poco por la borda cubrir todos los libros con un recubrimiento tan preciso, pero gracias a eso, la gente los estaba leyendo.

… Eso nunca sucedería en una ciudad normal. Las herramientas mágicas de aire acondicionado masivas tampoco eran normales, pero bueno, esta iglesia era la sede del Beddismo.

¿Oh? Había una niña aviar. Era raro ver a una niña aviar con sus alas extendidas. La mayoría los escondió en sus ropas para mezclarse con los humanos, pero… De repente, Wataru se dio cuenta de algo. Goren era una ciudad que había sido construida recientemente. Los niños mismos eran raros de ver aquí.

Y a su lado estaba Niku, que parecía relajada a pesar de haberse entrenado para hacer un lío sudoroso con un  héroe durante toda la mañana. Ambos tenían expresiones pacíficas (bueno, está bien, Niku no tenía expresión) mientras hablaban entre ellos. A juzgar por su ropa, la chica aviar probablemente era una noble.

Wataru los llamó.

“Heeey, Kuro”.

“Hm”. Niku miró a Wataru.

“Oh vaya. ¿Quién podría ser, Kuro?” La aviar preguntó por Wataru con una forma elegante de hablar. Ella definitivamente era una noble.

“Solo un Héroe”.

“Un Héroe…” En otras ciudades, nadie diría, ‘Solo un Héroe’, cuando (entiendes el punto).

“Ah, espera, ¡¿este Wataru es el Héroe?!”

“… ¿Si?”

“¿Por qué el tono de interrogación, Kuro?” Preguntó Wataru.

“¡Qué, ¿yo?! Kuro, ¿tal vez eres amigo de Wataru el Héroe?”

¡Si eso es! ¡Así es como reaccionan la mayoría de los niños! pensó Wataru. La aviar debe haber llegado aquí recientemente.

“Nos hemos visto antes”.

“¡Vamos, ¿no puedes ser un poco más positivo?! Estábamos en duelo entre nosotros, ¿recuerdas?”

“… ¿Es un buen muñeco de entrenamiento?”

“Me gustaría seguir siendo humano, gracias. Quiero decir, estaba pensando en nosotros como buenos amigos, así que no sé. ¿Mantienes tu distancia ya que todas esas cosas sucedieron en el pasado…?”

“¡Ah! Es el sirviente del Maestro”.

“¡¿Por qué dijiste eso lleno de confianza, como si estuvieras orgulloso de eso?! ¡No recuerdo haberme convertido en el sirviente de nadie! ”

“¡Ustedes dos realmente son amigos…!”

“Sí, amigos lo suficiente como para bromear así”.

Los ojos de la niña aviar brillaron mientras los llamaba amigos, y Wataru miró a Niku en busca de refuerzos. Pero ella solo inclinó la cabeza un poco.

“Erm, soy de Kuro… ¡Nn, nnn, prometida! ¡Maiodore Tsia!”

“Encantado de conocerte. ¿Espera que? ¿Tsia? ¿Prometida?” El nombre de Tsia significaba que estaba conectada con el archiduque de Tsia. Pero,

¿qué fue todo eso de ser la prometida de Niku? ¿No es ella una niña? ¿No son las dos chicas…? Las preguntas surgieron en la cabeza de Wataru.

“Si. Soy la hija del Archiduque de Tsia. Es un placer conocerte, Wataru.”

“… ¿Eres un chico?”

“No. Yo soy una niña.”

“… ¿Kuro?”

“También soy una niña”.

Wataru estaba perdido. Incluso dejando de lado que uno de ellos era un esclavo y el otro era la hija del archiduque, no podía entender cómo podían comprometerse dos chicas. Wataru era una persona japonesa muy normal que lamentablemente nunca había estado expuesta a ideas progresistas.

“¿Uno de ustedes está mintiendo?”

“Existe una droga que mezcla el sexo de uno, señor Héroe. Aunque requiere un permiso de uso”.

Todo hizo clic para Wataru. Por supuesto, una droga que mezcla el sexo. Eso haría que todo funcionara.

“En cualquier caso, Wataru, debo preguntar. ¿Viniste a la ciudad a visitar a Kuro?”

“¿Huh? No, solo me gusta esta ciudad. Especialmente la posada”. Naturalmente, Wataru no podía decirle a un niño que estaba aquí para pagar una deuda aplastante por partes.

“¡Ah! Por supuesto. ¿Supongo que te quedarás en la gran suite, entonces? “Er, no, ¡me estoy quedando en una habitación normal!”

“¡¿Pero por qué?! No me puedo imaginar a alguien como tú quedándote en una habitación normal, Wataru… De hecho, la posada realmente debería insistir en que te quedes en la suite.”

“Mai. Esto es lo que el Maestro quiere.”

“Aaah… supongo que no hay nada que se pueda hacer, entonces”. Su opinión cambió drásticamente el momento en que Keima se involucró. Eso hizo que Wataru se preguntara qué sentía este niño sobre Keima. Pero al mismo tiempo, bueno, difícilmente podría culpar a alguien por confiar en la decisión de Keima.

“Dijiste que estabas en duelo con Kuro esta mañana. Como Héroe, debes ser muy fuerte. ¿Qué tan fuerte parece Kuro desde tu perspectiva?”

“¿Hm? Uhhh, cierto. Yo diría que solo unas cien personas en el Imperio son más fuertes que ella, en el mejor de los casos”.

“… ¿No es eso bastante fuerte?”

“Bueno, ella es lo suficientemente fuerte como para golpearme si bajo la guardia, así que sí”.

“¡Ese es mi Kuro para ti…!” Wataru podía decir que Mai realmente tenía sentimientos por Niku. “Por cierto, ¿qué hay de Keima?”

“… Nunca he podido vencer a Keima”.

“No puedo decir que me sorprenda”. En muchos sentidos, derrotar a un héroe fue una hazaña casi increíble, pero ella no parecía demasiado sorprendida.

“Uhhh, ¿Maiodore? ¿Cuál es tu historial con Keima, si no te importa que pregunte?”

“¿Oh? Bueno, ya ves, mi padre le dio a Keima una búsqueda para juzgar su fuerza, y…” Según Maiodore, el Archiduque le dio a Keima una búsqueda para investigar una organización criminal que se estaba extendiendo por los barrios bajos. La búsqueda consistía en ver cuánta información podía obtener en un mes, pero Keima había logrado que cada miembro de la organización se entregara en una semana. Increíble.

“… Probablemente podría destruir la organización en una semana, pero…¿Se entregaron?”

“Parece que todos rogaron que los metieran en la cárcel lo antes posible, habiendo entregado una nueva hoja en la vida”.

“¿Qué diablos hizo Keima…?” Miró a Niku, que lo había acompañado en su búsqueda, pero ella inmediatamente miró hacia otro lado.

“¡Ah! ¡Niku, Mai! ”Apareció una monjita de cabello rosado. Una que acaba de llamar a Niku por su primer nombre.

“Michiru”.

“Buen día, Michiru. Por favor recuerda que su nombre es Kuro. Ku. Ro”.

“Correcto. Lo siento, Kuro.”

“Nn”.

Los niños eran raros en Goren, y aquí había un tercero. Wataru había conocido a este loli antes. Llegaron a conocerse en una visita previa.

“¡Oh, Wataru! ¡Hola!”

“Heya, Michiru. Parece que te va bien.”

“¿Tú también eres amigo de Wataru, Michiru?”

“¡Bastante! El aire alrededor de Wataru sabe muy bien. Creo que significa que él es esa cosa de la que Leona estaba hablando, ¿un uuum, chico cereza?” A ella le gustaba Wataru por alguna extraña razón. No sabía a qué se refería con chico cereza, pero su aire con sabor a cerezas no podía ser algo malo. Mejor que oler o saber mal.

“Por cierto, Niku, yo-”

“¡Kuro! Es Kuro! Dios mío, Michiru, ¿cuántas veces cometerás este error?”

“Me refiero a que Niku es mucho más fácil de decir. ¿Bien?”

“Nn”.

Dado lo que significaba el nombre, Wataru estuvo de acuerdo con Maiodore. Michiru probablemente debería dejar de decirlo. Pero no sabía cómo enseñar a los niños inocentes lo que significaba la palabra. Y por lo tanto…

“B-Bueno, tengo que irme”.

“¡Bueno! ¡Hasta luego, Wataru!”

“Adiós.”

“Que tengas un buen día, Wataru”.

Wataru huyó de las tres Lolis. El no había perdido contra ellas. Fue solo un retiro táctico.

Esa noche fue al bar con Gozou según lo prometido, y luego llegó el día una vez más.

“Okaaay. Esperemos poder encontrar algo bueno hoy”. Wataru pasó su segundo día explorando la mazmorra de la ciudad, conocida como la [Cueva de la avaricia]. Sería justo decir que explorar esta mazmorra era uno de los principales pasatiempos de Wataru. La mayor parte era básicamente trabajo ocupado, pero eso era porque Keima ya había dominado la mayor parte de la mazmorra. Probablemente estaba derrotando al Dungeon Boss regularmente en este punto. Le había dicho al Gremio que había puesto una gelatina domesticada con un cartel frente a la sala del Núcleo para decirle a la gente que volviera. Eso honestamente impresionó a Wataru, ya que los signos normales serían absorbidos por la mazmorra si se dejaran solos.

De todos modos, fue más y más en la mazmorra. Mató a un Golem de Hierro por diversión en el camino y le dio el cadáver al afortunado hermano y hermana bestia que habían estado pasando, y luego entró más adentro. Bajó la escalera de caracol y finalmente llegó al área del almacén donde se podían encontrar Espadas Mágicas. Se decía que Keima había avanzado aún más adentro, pero Wataru no sentía la necesidad de hacerlo.

“… Muy bien, ¡aquí vamos!” Se armó de determinación y entró en una pequeña habitación. Dentro había Espadas Mágicas, que para Wataru eran solo otro medio de ganar dinero. Había tomado Espadas Mágicas de la misma habitación en su último viaje, pero naturalmente habían sido reemplazados. Wataru bailaba por dentro.

El dinero obtenido de las Espadas Mágicas fue un pequeño cambio en Wataru, pero como la mayor parte de su dinero fue directamente a Keima, se agradeció cualquier fuente de ingresos. Lo necesitaba para comprar arroz y pergaminos mágicos para regalar a Neruneh.

“¡Estos me van a ganar al menos uno, no, dos oros! ¡Muy bien, puedo vivir como un rey por un tiempo…!”. Recogió las Espadas Mágicas mientras calculaba su valor en su cabeza. Algunas habitaciones estaban adornadas con simples espadas de hierro, pero eso estaba bien, simplemente todavía no se habían convertido en Espadas Mágicas. Se sentía como un pescador arrojando peces jóvenes al estanque.

A veces, habría cofres con elementos conectados a Japón en el interior. Una botella de agua con salsa de soja adentro, por ejemplo. La mazmorra definitivamente estaba conectada a Japón de alguna manera.

Wataru encontró diez Espadas Mágicas después de recorrer las habitaciones. Al instante le ganarían diez oros si se vendían al Gremio. En otras palabras, ganaría una décima parte de su deuda mensual, que parecía baja en papel pero en realidad era el equivalente a diez millones de yenes. El precio sería de hasta dos, quizás tres oros por pieza si también los vendiera en una subasta.

Complacido, Wataru fue más allá en el área.

“¿Hm? Oh Wataru Me alegro de verte aquí.” Se topó con Keima en el camino.

“¿Keima…? No me lo puedo creer. No creo haberte visto nunca en esta profundidad… ¿Eres real?” Uno no podía culpar a Wataru por sospechar de Keima, que no estaba muy equipada para que alguien explorara la mazmorra a esta profundidad.

“¿Seriamente? Acabo de regresar de alimentar al monstruo que domestiqué”.

“El monstruo que domes- ¡Oh!” De repente, Wataru recordó sobre la gelatina que Keima domesticó para sostener el cartel. “¿Eso significa que estabas todo el camino por la mazmorra?”

“Sip. ¿En qué estás interesado? Te llevaré allí por un oro”.

“¿Estás cobrando dinero…?”

“Te estaría guiando a través de áreas que solo yo conozco, ¿sabes? Dos oros serían un mejor precio, para ser honesto”.

“¡¿Estás subiendo el precio?!”

“Solo estoy siguiendo lo que dice el mercado”. Si el precio del mercado significaba duplicarlo en un instante, difícilmente era un buen mercado. Wataru suspiró.

“Uhhh, ¿podría pagarte con Espadas Mágicas? Acabo de encontrar muchas de ellas”.

“…Seguro. Cinco de ellos.”

“¡¿Cinco?! ¡¿Cuándo cada uno podría valer tres oros?!” Wataru no pudo evitar alzar la voz ante la extorsión flagrante. Pero eso solo hizo que Keima suspirara y sacudiera la cabeza.

“Sabes que dejé esas Espadas Mágicas atrás para que otros aventureros pudieran conseguirlas, ¿verdad? Espero que no te hayas metido aquí con tus poderes de héroe y te los lleves a todos. ¿Cuánto obtuviste? Déjame oírlo. Qué pasa. No me digas que te llevaste los diez”.

“Ah…” Finalmente, Wataru entendió. Keima estaba muy consciente de las Espadas Mágicas aquí. Por supuesto que lo era. Había llegado al fondo del calabozo. Y fue allí solo como si estuviera dando un paseo casual por áreas que otros aventureros lucharon por atravesar. No había forma de que no tuviera una comprensión completa de todas las salas del tesoro en el área del almacén. Nunca echaría de menos que las habitaciones tenían Espadas Mágicas que valían mucho dinero. Solo los dejaría atrás si quisiera a propósito.

En otras palabras, Keima le estaba diciendo que no robara las recompensas que dejó para otros aventureros.

“¿Finalmente entiendes? Bueno. Puedes recuperar a los otros cinco.” Habló como si supiera que Wataru había tomado todas las Espadas Mágicas.

“Er, en realidad, ¡los dejaré todas!”

“No seas estúpido. ¿Quién querrá desafiar esta mazmorra si ni siquiera un Héroe puede traer Espadas Mágicas? Por eso te dejo tomar cinco. Sin mencionar que sería bastante duro para ti venir aquí por dinero y salir con las manos vacías. No seas tímido”.

“… Está bien”. Wataru decidió dejar atrás la mitad de las Espadas Mágicas cada vez que venía aquí. Una vez más, había perdido ante Keima.

Wataru siguió a Keima, que avanzaba casualmente por la mazmorra como si no tuviera que preocuparse por las trampas. Algunas veces se detenía para dejar pasar a los golems, y otras veces señalaba los pies de Wataru y le advertía sobre una trampa. Finalmente llegaron a la Sala del Jefe de la mazmorra sin tener que luchar ni una sola vez.

“… ¡Keima, ¿cómo hiciste eso?! ¿Puedes ver todo en el calabozo o algo así? ”

“Quiero decir, ¿quién quiere pelear contra turbas al azar? He pasado suficiente tiempo aquí abajo, sé cómo evitarlos. Esta mazmorra es como mi pequeña casita de juegos.” Keima habló con tanta confianza casual que Wataru se quedó sin palabras. “Tengo que acabar con el jefe de forma regular, pero sí. Ah, y no te preocupes. Simplemente lo vencí, no saldrá nada”.

“Ya veo… ¿Qué clase de jefe es?”

“¿No le dije al Gremio al respecto? El jefe es un golem de tipo dragón. Un Golem Dragón, si quieres.”

“¿Un-Un tipo dragón…?” Y Keima lo golpeaba regularmente como si no fuera nada en absoluto. Definitivamente estaba ocultando algún tipo de poder de Héroe.

“Qué, no es una pelea tan difícil. Para mí, de todos modos. Soy la persona perfecta para vencerlo sin muchos problemas. Sin embargo, no puedo decirte cómo”.

“Ya veo…” Wataru ni siquiera tenía ganas de pedir más detalles. Pasaron por la Sala del Jefe y llegaron al letrero en cuestión. Una gelatina amarilla y ondulada en el pasillo sostenía un letrero que decía: “Más allá de este punto está la Sala del Núcleo. La ley Laverio prohíbe proceder. Firmado, jefe de la ciudad, Keima.” O tal vez sería mejor decir que el letrero fue apuñalado…

“¿Ves? Esta es la gelatina que domestiqué.”

“Estoy impresionado de que hayas pensado hacer eso”.

“Pensé que serían buenas almohadas”.

Qué razón tan horrible.

“Por cierto, la gelatina murió después de sudar mientras dormía. Todo se secó”. Wataru no podía creer que realmente lo hubiera hecho.

“Oh, ¿quieres mirar dentro?”

“¿Huh?”

“Dentro de la sala principal. Los letreros dicen que no puedes entrar, pero ¿eso no te hace sentir curiosidad? Hemos recorrido todo este camino, así que supongo que también podría dejar que eches un vistazo”.

Wataru en realidad tenía curiosidad, por lo que decidió mirar a la sala del Núcleo con Keima. Al final, era solo una habitación normal con un Core en el medio. Keima le preguntó si estaba satisfecho y él asintió.

Por cierto, a pesar de tomarse el tiempo para reemplazar cinco de las Espadas Mágicas, no encontraron una sola pelea de monstruos al regresar de la mazmorra.

Wataru pasó su tercera y última noche en la posada. Sus pequeñas vacaciones habían terminado. Eso lo deprimió un poco.

“¡Muy bien, es hora de trabajar duro durante un mes!” Wataru se levantó y decidió irse temprano. Se levantó de la cama, se vistió, juntó su equipo y salió de su habitación. Pasó junto a los aventureros madrugadores y asintió con la cabeza. Hasta que, finalmente…

“Oooh, ¿te vas temprano?”

“Ajaja, no puedo posponer el trabajo por mucho tiempo”.

Neruneh estaba sentado detrás del escritorio de la recepcionista. Ella le sonrió.

“Ven de nuevo, ¿okaaay?”

“Sí. Seguro.” Wataru decidió regresar a Goren el mes próximo una vez más. Con los cien oro de ese mes a cuestas.

… Pero primero vino para compensar la decisión de su yo pasado de quedarse durante tres días en lugar de uno. Wataru dejó a Goren rápidamente con la cabeza bien alta.