Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 8

Capítulo 1: Limpiando

Parte 3

 

 

# Perspectiva De Un Pedazo De Basura

 Cuando llegó el día siguiente y encontraron sus objetivos en el gremio, Peesa y Garbo les hablaron de inmediato. Llevaban las sonrisas amistosas que siempre hacían al conocer gente nueva.

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“¡Hey chicas! ¿Qué tal si ustedes tres se unen a nuestro grupo? Soy Garbo y soy un rango-C”.

“Ajaja, y yo soy Peesa. También un rango C”. Mostraron sus tarjetas de gremio mientras hablaban con la niña de cabello azul y su criada, que estaban sentadas en una mesa para dos personas. Había un perro de piel de bestia al lado de la niña rica, pero no tenía sentido hablar con un esclavo.

El aire en el gremio pareció tensarse un poco después de que hablaron. Era probable que más de unas pocas partes buscaran estos objetivos fáciles. Idiotas, los que se atreven a ganar. Especialmente desde que escuché que hay una famosa asesina lolicon en esta ciudad. Solo tienen la culpa de no actuar lo suficientemente rápido, pensó Garbo con una sonrisa interna.

“¿N-Nos estás hablando? Erm, ah, no me importa, pero ¿por qué?”

“Bien. Ustedes tres son novatos, ¿sí? Pensamos que podríamos mostrarle las cuerdas y ayudarlo a mojarse los pies”.

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“Mi señora, creo que hay aventureros más confiables aquí que podríamos preguntar”. La sirvienta interrumpió con algunos consejos inconvenientes, pero la sonrisa de Garbo no vaciló.

“Sí, sí, ese es el tipo exacto de sospecha que necesitas para sobrevivir como aventurero. Ustedes tres tienen un futuro brillante por delante de ustedes, si me preguntan. Por eso es exactamente por lo que deberías estar en un grupo con nosotros”.

“Nuestros corazones duelen cada vez que vemos a los novatos teniendo problemas. Usted claramente proviene de un entorno acomodado, y no podríamos vivir con nosotros mismos si dejamos que algo le suceda justo después de que se haya puesto por su cuenta”, dijo Peesa mientras miraba directamente a los ojos de la niña rica. Su plan para el día era simplemente presentarse y comenzar a generar confianza.

“… Sheena, creo que podemos confiar en estos dos. Son rango-C, después de todo.” Pero sorprendentemente, la chica rica fue cooperativa. Garbo cambió a moverse un poco más rápido de lo planeado.

“Bueno, escuchaste a la chica. ¿Qué dice, señorita doncella?

“No te preocupes por Garbo haciendo algo gracioso. Él ya me tiene, su osito de miel.”

“Hm…”

“Estoy segura de que estará bien, Sheena”.

“Si insiste, mi señora, no me opondré más. Pero si intentan hacerte algo, no me contendré.” Sheena fulminó con la mirada a Garbo, que se encogió de hombros. La chica rica hizo una reverencia cortés mientras sonreía disculpándose.

“Por favor llámame Mai. Mi doncella se llama Sheena. E-Esta bestia es, m- mi mascota. ¡Si! Mi mascota. Eheheh”. Ella acarició el cabello negro de la bestia inexpresiva, sonriendo mientras lo hacía. Ya sabes, me sorprende que ella deje que esa esclava use ropa humana agradable. Esos se ven bastante caros, pensó Garbo.

“… Parece que ella no se interpondrá en nuestro camino, querida”, susurró Peesa con una voz lo suficientemente tranquila que solo Garbo podía oír. Ella estaba mirando la cola de la bestia. Cuando los animales de la bestia apreciaban a su amo, particularmente el de la bestia de perro, meneaban la cola. La cola de esta bestia se quedó quieta.

Al contrario de lo que uno podría pensar, incluso los esclavos bien vestidos a menudo odiaban a su amo. La razón es que era común que los dueños de esclavos no consideraran lo que era importante para sus esclavos. En situaciones como esa, los esclavos rezaban pesimistamente por la muerte de su dueño, y simplemente miraban desde lejos cuando el peligro los amenazaba.

Y, en cualquier caso, un golpe de espada en la cara de un esclavo era tan mortal como el collar alrededor de su cuello. La amenaza que priorizaban dependía del esclavo, y muchos preferían morir mientras causaban el mayor sufrimiento posible a su despreciado amo. Fue así de simple.

“En ese caso, Mai, ¿te acompañamos al calabozo?”

“Um, bueno, antes de eso, ¿podríamos pasar por la iglesia para que pueda orar? Todavía no he rezado esta mañana”.

“¿La Iglesia…? Claro, no hay problema.” Mai se levantó de su silla y se dirigió a la salida. Su esclava siguió inmediatamente detrás, luego la criada se quedó en la parte trasera como para mantener a su dama separada de Peesa y Garbo. Sin embargo, no les importó y los siguieron fuera del gremio.

… Uno de los aventureros que los había estado mirando se volvió y le susurró a la recepcionista del gremio.

“Parece que el jefe de la ciudad tenía razón”.

“En efecto. En este punto, está claro que están cometiendo crímenes premeditados. Todo lo que queda es que el jefe de la ciudad se encargue de ellos”. Todo el gremio comenzó a discutir sobre Peesa y Garbo, pero ninguna de las conversaciones llegó a sus oídos.

Peesa y  Garbo esperaron afuera de la iglesia mientras Mai rezaba. Naturalmente, eso fue porque entendieron que sus almas eran demasiado impuras para estar delante de Dios… no. Se les impidió entrar por una bella monja que quería hablar. Eso molestó a Peesa,  pero no la molestó demasiado. Cambió al modo de conversación pequeña para recopilar información mientras esperaban.

“Oh, ¿entonces solías estar en Pavella?” Preguntó la monja.

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“Sí. Lo creas o no, también soy bastante bueno en mi trabajo. Nunca dejes escapar a ninguna de mis presas una vez que tengo mis ojos en ellas. ¿No te gustan los aventureros, hermana?”

“Por supuesto no. Nuestra Iglesia Beddisto está en buenos términos con la diosa de los aventureros, la Diosa de Marfil. Sería absurdo que a ninguno de nosotros nos disgustaran los aventureros.”

“Esta es la primera vez que oigo hablar de la Iglesia Beddisto. ¿De qué trata todo esto? ¿A qué dios adoras?”

“En verdad, no hay dios del Beddismo. Pero nuestras enseñanzas son simples. Priorice el sueño y la vida pacífica, y no moleste la vida de los demás. Sería justo decir que toda la doctrina Beddista se deriva de esos dos principios”. La monja esbozó una sonrisa sensual que hizo latir el corazón de Garbo. No porque estaba más que molestando la vida de los demás, sino porque la monja realmente era extremadamente linda.

“Sabes”, dijo, “¿qué tal si tú y yo vamos al calabozo juntos alguna vez?”

“Oh, ¿deberías preguntar eso frente a tu novia?”

“Ajaja, no te preocupes por mí. Un buen hombre persigue lo que quiere, después de todo. Ha sido difícil para mí satisfacer a mi amor solo, y estaba pensando que sería bueno tener a dos o tres chicas más para el paseo”. Las comisuras de la boca de Peesa se torcieron mientras hablaba.

“En ese caso, si surge la oportunidad, me encantaría. Las monjas hemos estado discutiendo si deberíamos registrarnos como aventureras a nosotras mismas”.

Garbo parecía tan claramente enamorado de la monja que Peesa decidió que atacar a las hermanas sería una buena idea.

“Estoy de vuelta”. Mai regresó durante la mitad de su conversación. Su expresión se veía tan brillante y alegre que era casi como si fuera una persona diferente. ¿Nos vamos, Garbo? Estoy completamente preparado para ser escoltada”.

“Pero por supuesto. Hasta luego, hermana.”

“En efecto. Que seas  bendecido con un sueño largo y eterno. Oyasuminasai”, dijo la hermana mientras giraba su collar circular (aparentemente un símbolo sagrado) con una sonrisa. De mala gana, Garbo le dio la espalda y tomó la mano de su objetivo actual.

Llegaron a sus terrenos de caza en poco tiempo.

“¿Vamos a seguir adelante y entrar al calabozo?”

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“Si, absolutamente. Estaré a tu cargo, Peesa y Garbo”.

Entraron al calabozo con Peesa, un explorador, tomando la delantera. Mai supuestamente finalmente estaba entrando en un calabozo por primera vez en su vida… pero, sin embargo, parecía más tranquila de lo que Garbo esperaba. No parecía muy emocionada de entrar a su primera mazmorra, o tal vez solo era buena para ocultar sus sentimientos.

“¿Has estado en un calabozo antes, Mai?”

“Sí, ayer fui con Sheena a la mazmorra. Aunque fue solo una breve visita, y volvimos después de la segunda habitación.” Oh, ella ya hizo estallar su inexperiencia en una mazmorra y asintió con la cabeza a Garbo. La mazmorra de la ciudad era interesante porque incluso los aventureros de rango F podían entrar. Incluso un rango G recién registrado, el rango más bajo, podría ingresar con un rango D o superior en su grupo.


“Con Sheena a mi lado, este calabozo ni siquiera representa una amenaza”.

“Por favor, no bajes la guardia, mi señora. Todas las mazmorras son peligrosas y deben tratarse con cuidado. Peesa, Garbo, por favor, dile algo.” Sheena buscó el apoyo de Peesa y Garbo, pero se rieron por dentro. Lo mejor que se podía hacer con las muchachas ricas ignorantes era alimentar su arrogancia y generar una dependencia explotable de los demás.

“En realidad, ella tiene razón. El primer piso de esta mazmorra está oficialmente reconocido como un lugar para principiantes, por lo que no es demasiado peligroso. Puede bajar la guardia todo lo que quiera, la respaldaremos”.

“Mhm, absolutamente. Es por eso que Darling y yo estamos aquí.” Peesa guiñó un ojo. Dos duendes eligieron convenientemente ese momento para atacar, por lo que el dúo luchó contra ellos mientras protegía a Mai tal como habían dicho que harían. A pesar de sus corazones podridos, seguían siendo rangos-C, y los duendes eran menos que ninguna amenaza para ellos.

“Muy impresionante juego de espadas. ¿No piensas lo mismo, Ku, quiero decir, mi mascota?

“………” La bestia de Mai estaba mirando al espacio con ojos fríos e inexpresivos. Ella no estaba mirando a su maestro. Eso confirmó a Peesa que los dos no estaban en buenos términos.

“Me gustaría premiarte por tu hábil demostración de destreza marcial, Garbo. Por favor, acepta esto.” Mai saco con orgullo {Wallet} y sacó una moneda de plata, que le dio a Garbo.

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“Ajaja, muchas gracias”. ¿Cuánto dinero había en esa billetera? El solo pensamiento hizo que Garbo estallara en una sonrisa. Por otro lado, el dinero almacenado en la magia del espacio-tiempo {Wallet} se dispersaría en el suelo después de la muerte del taumaturgo.

“¿Oh? ¿Nada para mí, Mai?”

“Garbo hizo todo el trabajo con esos duendes. No creo haberte visto hacer nada, Peesa. ¿Y tú, Sheena?”


“De hecho, Peesa no hizo nada en absoluto. No es necesaria ninguna recompensa para los miembros inútiles del grupo”. El seguimiento de Sheena hizo que Peesa escupiera enojada por dentro. Amateurs Peesa había notado primero a los goblins y bloqueó su retirada para que no huyeran antes de ser asesinados. Pero el desprecio de Sheena significaba que no se había dado cuenta de eso, lo que le permitió a Peesa bajar un poco la guardia, tal vez la criada no era un guardaespaldas experto después de todo. En términos de ser inútil, ella acababa de estar junto a su dama mientras la batalla ocurría sin hacer nada en absoluto.


… Si eso significaba que Peesa podía jugar con ella mientras aún estaba viva, era algo para celebrar. Jugar con los cadáveres podía esperar hasta que los matara.

“Querido, ¿podría tener esa? Quiero cortarle los tendones, enterrar su cuerpo en piedra, luego sanarla y hacer que nos vea matar a su mujer.

“Jejeje, esa es mi miel. Tienes buen gusto.”

Los dos susurraron sigilosamente entre ellos, demasiado callados para que Mai los oyera.

“¿Quieres intentar ir un poco más profundo? Escuchamos sobre una pequeña habitación divertida en el gremio. ¿Cómo suena eso? No te preocupes, estarás a salvo con nosotros”.

“Sí, eso ciertamente suena divertido”.

“Mi señora, creo que sería peligroso ir más allá”.

“Cállate, Sheena. No tenemos nada que temer con un valiente rango C como Garbo de nuestro lado.” La sirvienta se calló, probablemente incapaz de discutir con su dama.

“………” La mascota bestia suspiró con ojos fríos.

Pasaron el primer piso y finalmente llegaron al área del laberinto. Tampoco había enemigos peligrosos en este piso. A lo sumo había Golems de Hierro, pero solo se habían encontrado con Golems de Arcilla hasta ahora. Fueron tan fáciles de derrotar  como los duendes. Y a pesar  de los callejones sin salida, se apegaron a su mapa y pronto llegaron a su destino: la sala de trampas. Mai y los demás entraron en la habitación alentados por Peesa y Garbo.

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Peesa se acercó al pedestal con la espada clavada en él. Una vez que todos estuvieron adentro (con Garbo detrás), ella sacó la espada. Inmediatamente, los picos salieron disparados y bloquearon la salida.

“¡Oh no! ¡Estamos atrapados dentro!” Gritó Garbo, sonando algo forzado. “¡Ah! ¿De dónde vienen esos picos?”

“¿Q-Qué está pasando?”

Mai y su doncella entraron en pánico. Hablaron casi simultáneamente, como si estuvieran conectados espiritualmente de alguna manera. Garbo observó su confusión con una sonrisa. Parecía que ninguno de ellos sabía cómo funcionaba la habitación. Si lo hubieran sabido, las cosas se habrían vuelto un poco más complicadas.

“¿Qué pasa en el mundo, Garbo?”

“No temas, Mai. De acuerdo con lo que aprendimos en el gremio, esta habitación se cierra por sí sola durante una noche después de que una Espada Mágica es sacada del pedestal. Como se trata de una zona segura, no hay nada de qué preocuparse”.

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“¿Solo una noche?”

“Sí. Nuestros planes eran quedarnos aquí por la noche y partir mañana por la mañana.” Garbo sonrió para calmar a Mai. Ella asintió, entendiendo la situación.

“Prefiero que no hagas nuestros planes para nosotros. No estamos preparados en lo más mínimo para pasar la noche aquí”.

“Mis disculpas. Pero de nuevo, no temas. Nos preparamos bien de antemano. Por supuesto, tenemos suficiente para todos”. Garbo cantó el hechizo para {Almacenamiento}, luego sacó carpas dobladas, sacos de dormir, etc. El desplazamiento para {Almacenamiento} valió la pena el alto gasto. Como el tiempo se detuvo dentro de él, incluso podía almacenar las partes desmembradas del cuerpo de su presa mientras estaban calientes y mantenerlas así.

“Oh, veo que tienes {Almacenamiento}. Supongo que no tendremos que temer la falta de comida”.

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