Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Entre la Tranquilidad y la Turbulencia

Parte 1

 

 

Danmachi: Sword Oratoria Volumen 1 Capítulo 4 Parte 1 Novela Ligera

 

Publicidad M-AR-1

 

El sol salió del horizonte oriental, iluminando el paisaje.

Los primeros rayos del sol despejaron la alta muralla de Orario. Un aire fresco flotaba sobre la metrópolis.

—Aizuu…aún no se recompone…

Dijo Loki en voz baja mientras se inclinaba sobre la barandilla.

Publicidad M-M3

Ella estaba de pie en un puente que conectaba dos de las torres. El puente de piedra daba un vistazo a un jardín muy por debajo.

Loki, sin embargo, estaba mirando a la chica rubia sentada en una silla debajo de uno de los muchos árboles en el estrecho césped.

—Ha estado abajo en los vertederos todo el día de ayer…

—Aiz perdiendo el tiempo de esta manera es más que inusual… es extraño.

—Estas en lo cierto…

Otra persona, una semi-humana, estaba en el puente junto a Loki con los ojos puestos en la chica de abajo.

Su cabello era como un río de color jade que fluía constantemente, con ojos del mismo color. Su figura femenina era larga, delgada y belleza elfica absolutamente radiante. Incluso su sedosa piel blanca era impecable.

Riveria estaba en el puente con un aire de brillante elegancia. Había un fuerte contraste entre ella y la diosa con los codos en la barandilla.

—Por lo general, no importa si es después de una expedición o lo que sea, ella siempre se dirige al calabozo… por el lado positivo, no tengo que preocuparme tanto cuando pueda verla.

—Estoy muy de acuerdo.

Riveria volteo su espalda a la barandilla. Sus refinados rasgos faciales, por lo general suficientemente simétricos como para rivalizar con los dioses, se retorcían en una mueca.

De hecho, ella y Aiz poseían suficiente belleza para poder pasar como diosas. Algunas de las divinidades habían cometido este error y se pusieron celosas en el pasado.

En el caso de Riveria, era porque la sangre real fluía por sus venas. Ella era un alto elfo. Por lo general, los elfos tendían a evitar interactuar con los dioses y los seres humanos,

eligiendo pasar sus vidas en sus patrias del bosque. Riveria había seguido un camino diferente y finalmente terminó en la Ciudad Laberinto.

Sin embargo, otros elfos, incluyendo a Lefiya, pudieron reconocer su linaje inmediatamente y tratarla con el máximo respeto. A pesar de que ella lo toleraba, el tratamiento especial la hacía sentir incómoda.

—La causa de su depresión debe ser por el incidente en el bar.

—No la culpo, con Bete provocando un alboroto de esa manera. Por lo que sé, Bete está muy mal.

—No es mi problema. Él está consiguiendo lo que se merece. Dos días habían pasado desde la noche en el bar.

Tiona encabezó el cargo de capturar a Bete después de que Aiz había salido corriendo. Creyendo que él era la razón por del cual ella había dejado la mesa, todo se fue encima de Bete para castigarlo. No tardaron en atarle y colgarlo por los tobillos fuera del bar. Riveria había formado parte –él la había llamado una bruja, después de todo– apretando su cabeza al suelo con su pie mientras las amazonas preparaban la cuerda.

El hombre lobo no tenía memoria de este incidente a la mañana siguiente. Él se puso muy deprimido después de escuchar los detalles. Tiona y Tione se habían encargado de mantenerlo fuera de la vista de Aiz.

Riveria suspiró, esperando a que el hombre lobo pudiera aprender de sus errores.

—Entonces, Aiz no es el tipo de chica que se preocupa por algo así…

— ¿Entonces debe haber otra causa?

—Es muy probable. Pero eso es algo que sólo Aiz sabe. Riveria inclinó su cabeza y miró al jardín.

Los únicos otros eventos de la otra noche que ella podía recordar fue a la camarera que salió corriendo y el misterioso cliente que se fue corriendo antes que ella. Todo ocurrió tan rápido que Riveria no supo la historia completa, pero asumió que era algo que Aiz no podía ignorar antes del incidente.

Lo que es más, era justo como Loki dijo. Sólo Aiz sabía cuál era el problema; Ellas no tenían nada con lo cual estar segura.

-¿Qué haremos? ¿Le damos algo de espacio?

—Ese es el asunto, ¿No? Si arreglamos su problema y ella vuelve a rugir a la vida, no habrá impedimento para que vaya al calabozo.

—Ehh…; Loki gimió por un momento, dejando que su voz se apagara hasta que, “¡AH!” Ella giró hacia Riveria.

-!Te lo dejo a ti!

—… ¿Qué?

—Estoy confiando en ti, Riveria. En lugar que yo haga esto y lo otro, tu estarías mucho mejor. Loki se acercó al elfo.

—Nunca planeaste dejarla sola, ni siquiera con dándole espacio para que pensara—No hay necesidad de eso. Tú quieres preguntarle lo que sucede tanto como yo ¿No?

Loki imitó las palabras de Riveria — pobremente– con una sonrisa en su rostro.

La elfa luchó contra esas palabras molestas pero todavía estaba impresionada por la habilidad de su diosa para ver sus verdaderos sentimientos. Su rostro se relajó.

—Ve a hacer lo tuyo, mamá.

Loki pasó junto a Riveria, dándole unas palmaditas en el hombro antes de abrirse camino hacia la puerta abierta de la torre. La elfa observó silenciosamente a su diosa poniendo sus manos detrás de su cabeza y desapareció de su vista.

Riveria Ljos Alf había sido miembro de la Familia Loki por más tiempo de lo que la mayoría podía recordar.

Ella había conocido Aiz durante más tiempo que nadie, con la excepción de Loki. Las dos habían desarrollado un fuerte vínculo a través de los años.

—… ¿Mamá?

A pesar de su confusión verbal, ella no podía rechazar la idea. Suspirando tranquilamente, Riveria caminó hacia la torre central.

***

 

 

—Aiz.

La torre central estaba rodeada por un jardín en su base.

Las otras torres bloquearon la luz durante la mayor parte del día, pero los esfuerzos de los otros miembros de la familia estaban dando sus frutos. Todas las plantas estaban verdes y exuberantes bajo la luz de los adornos de las lámparas de piedras mágicas en forma de orbes.

Riveria salió de la puerta de madera de la torre central y cruzó el césped hacia Aiz.

—Riveria…

—Te levantaste temprano, como siempre. Pero por alguna razón tú arma todavía no. Aiz estaba sentada en una larga silla a la sombra de un árbol.

La espada, más que su arma preferida, estaba apoyada contra las raíces. Riveria dedujo que Aiz vino aquí abajo más probablemente con la intención de practicar pero no estaba de buen humor.

Las dos hicieron contacto visual por un momento, pero la mirada dorada de Aiz cayó sobre la hierba a los pies de Riveria.

—…

—…

Hubo silencio, pero sólo por uno o dos segundos.

Riveria pensó en cómo plantear el tema en cuestión, pero rápidamente se dio cuenta de que no era necesario.

Ella no tenía que dar vuelta al asunto. Las dos podían ir directamente al grano.

— ¿Qué sucedió?

Aiz levantó la vista pero no pudo hacer contacto visual.

La expresión de la chica seguía como siempre, pero Riveria podía decir que un conflicto estaba atormentándola por dentro.

Finalmente, Aiz empezó a hablar.





—Sobre el Minotauro… Cuando estuvimos en el bar.

—Sí.

—Yo… ese chico… Yo salvé a ese aventurero, pero…

Riveria escuchó atentamente la historia de Aiz, sintiéndose cada vez más enferma del estómago cuando comprendió el dilema de Aiz.

Ella entendió lo que realmente sucedió hace dos noches. Un remordimiento por el que ella no hubiera hecho una parada, pronto a esto se le escapó por las venas.

Por ahora, Riveria miró el rostro de la chica con una nueva forma de entender. Aiz parecía tan distante como de costumbre pero sombría al mismo tiempo. La elfa pensó que sentía una punzada de desaliento.

Aunque Aiz no había dañado físicamente al chico, ella emitió un diferente tipo de miedo. La chica rubia miró al suelo. Riveria no dijo nada más.

La elfa esperó pacientemente a que la chica presentara su propia respuesta.

—… No lo sé, pero… La respuesta llegó.

—Debería disculparme, creo…

Su voz estaba tranquila y desigual.

—Ya veo…

—…

La conversación terminó. Una suave brisa las rodeó hasta que el sonido de una campana resonó profundamente desde una de las torres.

Esto fue para hacerles saber que el desayuno estaba servido.

—Continúa tu búsqueda hasta que tengas confianza en tu respuesta. Si me lo pides, te prestaré mi oído y mi consejo.

—Bien…

—Hora de comer. Vámonos.

Las dos miraron hacia la torre resonante. Riveria dijo eso antes de darse la vuelta. Ella le había dado a la chica la dirección que debía ir.

No era su lugar decir nada más. Mientras le dolía ver a la chica sufrir a través de este dilema, Aiz crecería. Eso es lo que Riveria quería.

La hacía sentirse orgullosa, como un padre, ver a Aiz madurar frente a sus ojos.

—Riveria…

—¿?

—…Gracias.

Riveria la miró por encima del hombro y notó un toque de calidez en los ojos de la chica rubia. La expresión de la elfa se suavizó mientras salía del jardín y entraba en la torre.

El rostro de la joven todavía estaba nublado.

Dar ánimo no era el punto fuerte de Riveria, por lo que estaría encantada si su conversación ayudara a la chica a recuperarse de cualquier manera.

Odiaría tomar las palabras de Loki, pero…

Su diosa había dado el clavo justo en la cabeza.

Las otras chicas serían las mejores en animarla que ella.

***

 

 

—Gahh—

Publicidad G-M1



Tiona cruzó sus brazos y gruñó entre dientes.

—¿Señorita ..?

—¿Qué pasa con ese sonido?

Lefiya y Tione levantaron la vista de sus desayunos vacíos. Tiona parecía estar muy concentrada en el otro lado de la mesa.


—Es Aiz, algo todavía la está molestando.

La chica rubia se había sentado a su lado mientras comían, pero ya se había ido.


Las cuatro habían comido juntas, como de costumbre. Y como de costumbre, siempre que surgía un tema de cualquier cosa, Aiz permanecía relativamente callada y contestaba cualquier pregunta que se le ocurriera en unas pocas palabras. Todo parece completamente normal.

Excepto hoy. Tiona lo sabía.

Ella no creía que Aiz estuviera deprimida, pero algo parecía apagado en la rubia.

—Ella todavía está enojada con el perro, ¿No crees? Dejémosla sola.

—No, no creo que Bete tenga mucho que ver con eso. Bueno, no estoy diciendo que él es inocente, sólo que Aiz realmente no se preocupa por él de una manera u otra.

— Después de todo lo que le hiciste a Bete en el bar ¿Eso es lo que piensas…?

—Algo más la está deprimiendo. Pensar no era la especialidad de Tiona.

Ella podía decir que Aiz tenía un problema, pero era muy improbable que pudiera ofrecerle algún consejo útil. De hecho, ella probablemente empeoraría las cosas si tratara de involucrarse.

La única opción de Tiona era hacer que Aiz se divirtiera y se despreocupara, para forzar una sonrisa de la chica rubia.

—Lefiya, Tione. ¿Tienes algún plan hoy?

—No, no puedo decir que sí.

Publicidad M-M5

—Yo iba a ayudar al general…

—Bien, están libres. ¡Acompáñenme por hoy!

— ¿No estabas escuchando? Tiona ignoró a su hermana.

Publicidad G-M2



La joven amazona no podía soportar ver el triste rostro de Aiz por mucho más tiempo.

Ella quería ver la sonrisa que era tan delicada como las flores blancas en una lejana cima de la montaña siendo separadas por el viento.

Tiona se consideraba la mejor amiga de Aiz. Era hora de que ella se pusiera manos a la obra. Ella se levantó de la mesa, con su silla deslizada contra la pared en el proceso.

— ¡Voy a buscar a Aiz!

Ella se fue corriendo del comedor con el mismo vigor que cuando entraba a la cueva del calabozo.

Obstinada como un jabalí salvaje, no había manera de detenerla una vez que Tiona decidió hacer algo. Ella voló a través de los pasillos como un pájaro que acaba de aprender a cómo separar sus alas.

Habitaciones, tejados, almacenes, la sala común. Ella abrió todas las puertas a su alcance en su camino hacia la torre principal. Ella fue recibida por los ojos sorprendidos de otros miembros de la Familia Loki cada vez que las bisagras chillaban. La Amazona buscó por todos lados hasta los cuartos privados de Loki, pero la diosa no estaba allí. De hecho, sólo el olor a alcohol ocupaba la habitación. “Ugh,” ella gruñó ella mientras se pellizcaba la nariz. Cerrando de nuevo la puerta, ella bajó por las escaleras de caracol.

Ella zigzagueó a través de cada una de las torres.

—… Oi.

—¡¿Uwahhh?!

Eso sucedió cuando ella dobló en una esquina.

Una delgada pierna bloqueaba el estrecho pasillo como un tronco caído. Tiona se detuvo bruscamente y miró a lo que bloqueaba su progreso: Era Bete.

—¿Qué pasa idiota? ¡Estás en el camino, Bete! ¡Muévete!

Tiona se había vuelto mucho más directa al hablar con él después del incidente en el bar.

El hombre lobo no parecía perturbado por su ira. En lugar de eso, él sacudió su barbilla hacia la ventana que tenía frente a él.

Si estás buscando a Aiz, entonces está en el jardín.

— ¿Huh…?

Bete miró la expresión atónita en la cara de Tiona antes de mover su pierna fuera de su camino.

Con sus labios presionados juntos, el hombre lobo de piel gris arañó la parte posterior de su cabeza y se alejó en la dirección opuesta, enfurruñado.

Tiona lo observó salir por un momento antes de bizquear sus ojos y sacar su lengua a su espalda.

Ella, sin embargo, fue al jardín.

—¡!

Aiz estaba allí, justo como dijo Bete.

Ella estaba sentada en una larga silla junto a un árbol, mirando al cielo.

El rostro de Tiona se iluminó mientras corría por el césped.

—¡AIZZZZZ!

—¿Tiona?

Los ojos dorados de la chica rubia parpadearon unas cuantas veces mientras la amazona saltaba a su vista.

Tiona agarró los delgados brazos de la chica y la sacó de la silla.

—¡Vamos de compras!

***

 

 

Las dos chicas se unieron con Lefiya y Tione antes de salir a la ciudad.

Tiona los llevó a un distrito comercial relativamente cerca de su casa en el extremo norte de Orario, la Calle Principal del Norte. Esta área fue habitada por muchos empleados del gremio y comerciantes ricos. Cada casa estaba bien decorada y lujosa, mientras que cada tienda era brillante y colorida.

Esta calle era lo suficientemente ancha como para que varios jóvenes comerciantes instalaran sus tiendas en medio del camino.

Las cuatro chicas se abrieron camino a través de multitudes de humanos y semi-humanos en su camino por la calle.

—Apenas puedo creer esto, forzándome venir aquí…

—Es bueno salir, ¿Sabes? ¡Lo dijiste tú misma no hace mucho, qué bonito sería tener un día completo para ir de compras!

—Um, señorita Tiona, ¿Qué estamos buscando exactamente?

— ¡Buscar ropa! ¡Mucha y mucha ropa! ¿Suena bien, Aiz?

—Se-seguro…

Tiona agarró la mano de Aiz y prácticamente la arrastró hacia adelante. La Calle Principal del Norte era conocida como un distrito de moda.

Muchas razas que llamaron a Orario una casa que tenía una variedad de gustos y necesidades cuando se trataba de ropa.

Los pequeños y delgados hobbits no podían hacer compras en los mismos lugares que los pequeños pero robustos enanos irían. Cada raza tenía sus tipos favoritos de tela y diseños también. De hecho, sus preferencias eran tan diferentes que las tiendas de ropa tenían que tener cuidado para adaptarse a sólo sus clientes principales. De lo contrario, las disputas entre razas nunca terminarían.

Es allí donde entraron los mercaderes.

Ellos construyeron sus tiendas para atender a una raza específica y luego construyeron una relación de confianza con los clientes. Varias deidades habían tomado nota de esto y construido sus familias alrededor de la industria. Tanto es así que mucha gente pensaba que Orario era el pionero del mundo de la moda.

Y era aquí, en la Calle Principal del Norte, que los gigantes de la moda abastecen a todas las razas teniendo tiendas que funcionaban para arriba y para abajo en ambos lados de la calle.

Publicidad M-M2

—Señorita Tiona, ¿No sería mejor explorar las tiendas más pequeñas en los callejones? Son más baratos y mucho menos abarrotados.

—¡Por supuesto! ¡El lugar que Tione y yo realmente nos gusta está a la vuelta de la esquina!

—¿Huh, un lugar que tú y tu hermana les gusta? ¿Eso no significaría…?

Las palabras de Lefiya se apagaron cuando una sensación de temor inminente la alcanzó. Tiona condujo a Aiz por la mano, sin prestarle atención a la elfa. La multitud se redujo casi inmediatamente cuando se dieron la vuelta en la esquina y encontraron esa tienda enseguida.

—E-esto es…

Las pupilas de los ojos de Lefiya se encogieron mientras miraba hacia un gran letrero que usaba un vibrante color púrpura.

Su mirada cayó sobre las blancas puertas abiertas. Esto era lo que ella temía. Esta tienda era para Amazonas.

—¡Ha pasado mucho tiempo! Tal vez esto sea divertido después de

—¡Venga, Aiz, vamos!

—Huh, um…

Las gemelas llevaron a Aiz adentro. Lefiya dudó, con una gota de sudor corriendo por su rostro. Ella cerró sus ojos y siguió a las otras chicas adentro.

El inventario de la tienda era un infierno en la tierra—para cualquiera que no fuera una Amazona, al menos.

Toda la ropa en exhibición en el otro extremo del mostrador haría que cualquier persona con un fragmento de vergüenza desee apartar sus ojos. Puesto que todas las amazonas eran mujeres, la tela brillante y colorida fue vendida en sistemas de dos piezas que no cubrieron mucha más piel que las bailarinas de los trajes que vestían en un barrio rojo. Los patrones tradicionales tenían un estilo único para hacer que el usuario se destaque de la multitud.

Incluso la empleada, también una Amazona, llevaba un traje que la mayoría describiría como ropa interior.

Tiona y Tione entraron a la tienda, agarrando las primeras prendas que llamaron su atención y hablando con la empleada. Una ruborizada Aiz y una Lefiya tan roja como una remolacha se miraron, sin saber qué hacer.

—Aiz, ¿Te quieres probar este? Tienes un cuerpo liso, así que debería quedar increíble en ti.

—¿Por qué estás haciendo que Aiz vista esas ropas en un lugar como este?

—¿Cuál es el problema? Ya estamos aquí. ¡También he encontrado uno bueno para ti, Lefiya!

—¡M-me niego!

La elfa sacudió violentamente su cabeza de lado a lado mientras Tiona sostenía una falda corta con una gran abertura en los costados. Mientras tanto, Aiz estaba desesperadamente tratando de evitar contacto visual mientras silenciosamente arrastraba sus pies hacia atrás.

Podría ser la influencia de los dioses y las diosas en la tierra, pero el mundo de la moda estaba empezando a romper las barreras tradicionales entre las modas de cada raza.

Mientras que muchos optaron por usar sólo lo que estaban acostumbrados a usar, la gente que vestía ropa de otras razas de vez en cuando por pura curiosidad sí existía.

—Aiz, ¿Qué te parece este? este combina con el mío…

—E-ehh…

Tiona sostuvo una falda de estilo pareo y un pedazo de tela robusta del mismo color para envolverse alrededor de su pecho.

Aiz echó un vistazo de la ropa que vestía Tiona, ruborizándose tanto que su cara casi igualó a la ropa.

—¡¡No–no lo permitiré!!

Lefiya había llegado a su límite. El nerviosismo había dominado su vergüenza. Con los hombros temblando de un lado a otro, ella se puso delante de Aiz para protegerla.

— ¡No permitiré que obliguen a la señorita Aiz a usar esta… esta combinación obscena llamada “ropa”! ¡Ella se merece algo… algo más modesto, más elegante! ¡Sí, algo como vestiríamos nosotros los elfos!

¡Thud/golpe fuerte! Lefiya se golpeó ambas manos en su pecho, desesperada por un ejemplo de prendas aceptables. La superficie de sus mejillas irradiaba tanto calor que Tiona tuvo que dar un paso atrás.

A pesar de la rabia de la elfa, Tiona decidió intentar un acercamiento diferente.

—Pero ¿No te gustaría ver a Aiz con esto? Lefiya se congeló.

Lentamente pero muy segura, los ojos azul oscuro de la elfa cayeron sobre el pecho y el pareo de Tiona.

—¿Po–Por qué debería?

—¿Pero lo estabas pensando?

Lefiya lo negó una y otra vez, con sus mejillas casi a punto de estallar, hasta que ella agarró la mano de Aiz.

Publicidad M-AB

—¡Señora Aiz, permíteme enseñarte una tienda de elfos! ¡Como alguien indigna de ser tu guía, verás lo mejor que tenemos para ofrecer!

—Le-Lefiya…

Una Aiz muy confusa fue sacada a la calle. Si la elfa hubiera sido más consciente de sus acciones, ella habría estado muy avergonzada.

Tiona y Tione se miraron. Ellas llevaban exactamente la misma sonrisa, una reflejando a la  otra, mientras observaban los acontecimientos. Regresando a la recepcionista la ropa que ellas habían escogido, las gemelas siguieron a las otras chicas por la puerta.

Aiz fue empujada, tirada, arrastrada, y llevada de tienda en tienda el resto de la mañana.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios