Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e 2-Nensei-hen (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: La Vida Escolar Está Cambiando

Parte 5

Esa Semana Dorada terminó en un instante, y volvimos a nuestra vida escolar.

El escenario seguía siendo el mismo, pero la vida cotidiana empezó a cambiar lentamente.

—… Hey.

Por la mañana, justo después del descanso, Sudou fue la primera persona con la que me encontré, cerca del casillero de zapatos de la escuela.

Fue sólo un encuentro con un compañero de clase, pero también era parte de esa vida cotidiana cambiante.

—No ha sido fácil para ti durante un tiempo. ¿Estás bien ahora?

—No hay problema. Es igual que antes. Pasé la Semana Dorada sin problemas.

—Ya veo. ¿Sabes? Estas vacaciones pasaron muy rápido.

Caminé codo a codo con Sudou hacia el aula, quien ajustó su ritmo de caminata al mío.

Como tenía que salir del aula para sus actividades en el club, Sudou debió oír los detalles de Ike u Hondou después.

No necesitaba decir lo que pasó en ese salón, ya que él debía haber entendido todo.

—Así que ocultabas el hecho de que eres bueno estudiando por la estrategia de Suzune, ¿verdad?

Asentí con la cabeza un poco en señal de conformidad, y Sudou hizo un poco de pucheros. Miró hacia otro lado y se giró hacia adelante.

—Bueno, ustedes dos han sido muy unidos desde que empezó la escuela. Un poco tarde, pero lo entiendo.

—No nos llevábamos bien. En todo caso, al principio era más bien como si quisiéramos mantener nuestra distancia.

—¿Fue así? Lo siento, no me pareció de esa manera.

Eso fue porque Sudou veía a Horikita como una persona del sexo opuesto.

No tenía sentido que lo señalara, así que descarté sus palabras.

—Me enteré de ello por Yousuke después. Le hablaste bien de mí, ¿verdad?

—No puedo decir que te estaba encubriendo; sólo estaba exponiendo los hechos.

—Los llamas hechos, pero tampoco sabías la verdad en ese momento.

—¡Claro que sé eso! —Sudou se enfadó un poco y volvió a hacer pucheros, y habló de nuevo—. Era un secreto que eres un genio de las matemáticas, ¿pero el hecho de que seas bueno en las peleas es también un secreto?

Para Sudou, este aspecto es más importante que la parte de las matemáticas.

—No sé lo que quieres decir.

Fingí no entender de qué estaba hablando.

Sin embargo, Sudou ya no es el tipo de persona que se echa atrás al oír eso.

—No te hagas el tonto conmigo. Me peleé con Housen, así que lo tengo claro. Su fuerza sobrehumana es lo más importante. Y es más rápido que cualquiera con el que haya peleado hasta ahora. Honestamente, es un monstruo.

Sudou dijo que fue precisamente porque se enfrentó a él que pudo experimentarlo de primera mano.

—Esa fue la primera vez que me sentí asustado en una pelea. Todavía ahora su cara sonriente está grabada en mi cerebro.

Al detenerse, se golpeó la sien con el dedo índice izquierdo dos o tres veces.

—Estabas asustado, ¿eh? Sin embargo, luchaste valientemente por Horikita.

—Bueno, no había otra opción. Ese tipo tiene más que unos pocos tornillos sueltos.

No podía negar eso. Por lo que he visto de cerca, la obsesión de Housen por la violencia es realmente extraordinaria.

—Pero tú también tenías una oportunidad de ganar, ¿no?

Unos días antes, Sudou fue noqueado por Housen sólo porque cayó en una trampa.

En una situación que requería mantener a su oponente en la mira, Housen usó a Horikita como cebo para hacer que Sudou mostrara su lado indefenso.

Resultó ser fatal para Sudou, y terminó la pelea con su derrota.

—Quién sabe… En una pelea real y seria, no creo que pueda ganar contra él.

Sudou definitivamente no es débil. Si Sudou, que tiene una excelente habilidad física y coordinación, habla así de Housen, entonces no es alguien con quien se pueda jugar.

Incluso personas cuidadosamente seleccionadas como el hermano mayor de Horikita, Horikita Manabu, que había estudiado artes marciales, o Albert, que nació con un cuerpo extraordinario, no podrían vencer a Housen en una pelea.

—¡Hey, no es eso de lo que quería hablar! Mis asuntos no importan.

En ese momento, Sudou me miró a la cara.

—Tú… superaste la fuerza de ese monstruo de Housen y lo detuviste. No me equivoco, ¿verdad?

Algo como “usé más poder de lo que normalmente puedo” sin duda ya no funcionaría con Sudou.

Es natural para él asociar eso con, “este tipo también obtuvo una calificación perfecta en matemáticas, así que no es sorprendente”.

Y había cosas que él podía ver sólo por su afecto a Horikita.

—¿Y estás seguro de que no fue sólo un malentendido, Sudou?

—Sí, así es.

Sudou agarró mis bíceps con su mano derecha.

Para confirmar lo poderosos que eran mis músculos, Sudou los agarró ligeramente varias veces y dijo:

—Tengo esta sensación desde el año pasado, cuando te vi en la piscina. Ni siquiera participabas en ninguna actividad de club, pero tenías un cuerpo súper musculoso. Es difícil de decir con la ropa puesta, pero estos músculos firmes… no los tendrías sin un entrenamiento considerable.

Sudou se ha centrado en su cuerpo y ha entrenado con regularidad. No tiene sentido tratar de engañarlo más.

Decir algo como que hago ejercicio por mi cuenta después de salir de la cama no tiene ninguna posibilidad de convencerlo.

No estaba simplemente mirando. Cuando me tocaba así, mi propio cuerpo le decía la verdad.

—Hablando de eso, tu fuerza de agarre cuando lo medimos antes del festival deportivo era de unos 60 kg, ¿verdad?

Sudou gradualmente pensó en el año pasado.

—Esa vez, ya pensaba que era increíble… pero te estabas conteniendo. ¿Cuánto puedes agarrar exactamente?

—Quién sabe. Honestamente no lo sé.

—¿No lo sabes?

—No recuerdo haber medido nunca mi fuerza de agarre adecuadamente.

—¿Cómo es posible? ¡Tenemos evaluaciones físicas tantas veces en la primaria y secundaria!

Honestamente no lo recuerdo.

Por supuesto, había exámenes físicos periódicos en la Habitación Blanca. Recolectaron muchos más datos que los que miden los exámenes físicos de una escuela normal.

Sin embargo, sólo el instructor sabía esas cosas.

El instructor no se molestaba en decirle a cada estudiante los detalles de sus valoraciones.

Y los mismos estudiantes no tenían interés en números que cambiaban cada día.

Era porque sólo los veían como números que subían o bajaban.

Sin embargo, si bien me entrenaba todos los días para mantener mi cuerpo, mi capacidad física disminuía lentamente ahora en comparación a cuando estaba en la habitación blanca.

—¿Realmente no lo sabes? —dijo Sudou. Me miraba directamente a los ojos, así que debe haber entendido que no estaba mintiendo.

—En ese entonces, escuché que una fuerza de agarre de 60kg era el promedio para alguien de primer año en la preparatoria, así que ajusté mi fuerza a eso. Traté de no sobresalir.

Más tarde, me enteré de que era más alta que la media, y recuerdo que me sorprendió un poco.

—Estoy hablando de ti, ¿qué tan fuerte es el verdadero tú?

Un corazón inquieto lleno de envidia y celos.

—Qué tan fuerte… ¿eh?

Dependiendo de cuál fuera el punto de referencia, la respuesta y la percepción cambiarían con él.

Mientras pensaba…

—Olvídalo. No tienes que responder.

Sudou retiró su pregunta como si estuviera rechazando mi respuesta.

Aunque le cuente todo sobre mi situación, no es algo que cualquiera pueda entender.

Al final, no es algo que pueda expresarse claramente con sólo unas pocas palabras.

—Poderoso o no, no tiene sentido si no lo veo con mis propios ojos.

Soltó mi bíceps que había agarrado antes.

Sudou, al igual que Keisei, comenzó a digerir las cosas por sí mismo.

—Pero ahora entiendo que eres un tipo bastante increíble. Eres muy poderoso, Ayanokouji.

—¿No te molesta que siempre haya estado ocultando mi fuerza?

—Bueno, al principio pensé, ‘¿qué pasa con eso?’, y entiendo cómo se siente Yukimura. Si me siento como si ya fuera súper poderoso, seguro que no se sentiría bien saber que alguien a mi lado está escondiendo sus poderes y que en realidad es más poderoso que yo. Pero no es que no pueda entender lo que estás pensando, no te gusta destacar, ¿verdad? De alguna manera, he llegado a entender tu postura, supongo.

De Sudou llegó una respuesta que no esperaba en absoluto.

—Definitivamente sería una mentira si dijera que no me importa, pero hago lo mejor que puedo a mi manera para crecer. Eso no tiene nada que ver con cómo son los demás, eso es lo que pienso.

Ocúpate de ti mismo, no de otras personas.

Lo dijo como si se instruyera para convertirse en alguien que fuera lo mejor para él.

—Además, no importa lo increíble que seas, en el baloncesto, definitivamente soy mejor.

Por primera vez hoy, Sudou se rió con valentía. Fue una declaración llena de confianza, sobre algo que ni siquiera necesitaba confirmar. Por supuesto, es indiscutible. Aunque jugara una o dos veces, el resultado era extremadamente claro. No tenía ninguna posibilidad de ganar.

—¡Si es baloncesto, podemos tener un partido en cualquier momento!

—Ahórratelo. No quiero convertirme en tu saco de boxeo.

—¡Ja, ja, ja! ¡Veo que lo entiendes!

Mientras la gente tenga algo en lo que sea mejor que los demás, su humor se relajará fácilmente.

—Así que no hablaré de la situación con Housen con nadie. Siento que esto ha sido muy tosco, pero eso era lo que quería decir hoy.

—Está bien.

Lo aprecié desde el fondo de mi corazón, por su consideración hacia mí.

—Ah sí, no hablemos de Housen otra vez, pero ¿puedo preguntar una última cosa?

—Si es algo que pueda responder.

—¿No pensaste que le diría a alguien más sobre la pelea con Housen?

Una pregunta repentina, tal vez una que estaba destinada a ser hecha durante la conversación.

Si Sudou hubiera sido testigo, había muchas posibilidades de que tuviera que obligarle a guardar silencio sobre ello.

Por supuesto, por si acaso, pensé en pedirle a Horikita que lo obligara a callar, pero después de esa noche, y la calificación máxima en matemáticas después, podía adivinar lo que estaba pensando por los ojos de Sudou.

—Si fuera el viejo Sudou, probablemente habría organizado algo. Incluso me atrevería a pedirle a Horikita que te diga que te calles.

—¿Si fuera el viejo yo?

—Según la evaluación de la OAA, el que más crece en la clase D eres tú. A diferencia de la época en la que eras impulsivo, ahora eres capaz de evaluar la situación con calma. Por eso no tomé ninguna medida.

Esta decisión se basó en mi propio análisis de Sudou Ken.

Pero si se tratara de otro estudiante como Ike u Hondou en esa situación, podría haber evolucionado de manera diferente.

—Siento que… me están convenciendo.

Sudou tenía una expresión de sorpresa y suspiraba de admiración.

—Estoy totalmente convencido. No se siente mal saber que tienes una alta opinión de mí.

Diciendo eso, Sudou acercó su cara a la mía.

—Hay una pregunta más que me gustaría hacer. Suzune y tú…

—No estamos saliendo.

Como me alejé de la cara que estaba demasiado cerca, usé una actitud de “es la verdad” para responderle.

—Oh…

La respuesta instantánea hizo que Sudou se evadiera un poco.

—Por eso, bueno, no es como si te dijera que no salgas con ella. Suzune es libre de salir conmigo, o contigo, o con cualquiera si quiere. Pero, bueno, si lo escondes a propósito, entonces no tendré piedad de ti.

—Bien, bien… Si, por casualidad, eso sucede, te lo diré enseguida, ¿de acuerdo?

—Bien. Espera, no, ¡eso no está bi…en! …, pero, no, está bien.

Ahora que preguntó todo lo que quería preguntar, Sudou exhaló un suspiro de alivio.

—Puede que sea frío viniendo de un amigo de Haruki, pero me alegro de que no te hayan expulsado durante la votación de la clase. No hay duda de que eres alguien que necesitamos para ascender a la Clase A. Hasta luego, Ayanokouji.

Diciendo eso, Sudou aceleró un poco su ritmo, y se dirigió hacia la clase. ¿Era para ocultar a los transeúntes que estábamos hablando?

—Alguien que necesitamos para ascender a la clase A… ¿eh?

Nunca pensé que obtendría semejante evaluación de Sudou. Sin embargo, yo no soy el tipo de persona que la clase necesita en este momento.

No hay duda de que el propio Sudou es indispensable para la clase.