Youjo Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: La Campaña Del Sur

Parte 4

… ¿Una ilusión?

Esa era una hipótesis.

Pero, ¿y si esa hipótesis era la realidad?

El plan era eliminar a cada grupo individual de enemigos que se acercaran de manera descentralizada. Ya veo; serían demasiado difíciles de manejar si se concentraran, pero si se dividían en tres, podríamos abrumarlos tanto cuantitativa como cualitativamente.

Así que el General von Romel no se equivocó al hacernos salir para destruirlos antes de que pudiesen rodear la Base Naval de Turus.

Al menos, no si el enemigo realmente está llevando a cabo un avance descentralizado.

 Pero no debían estar haciéndolo. Nuestra intención era atacar al enemigo dividido antes de que se concentraran, pero como iban las cosas, había una buena posibilidad de que realmente ya estuviesen concentrados. Incluso podrían estar en formación de batalla.

Ahora  bien,  nuestro  cuartel  general  aún  no  ha  podido  localizarlos.  Si,  en  estas circunstancias, somos atacados por una fuerza enemiga del doble de nuestro tamaño, ¿qué sucederá? Claramente, terminaremos en el lado malo de las leyes de Lanchester*. Si el enemigo estaba dividido, podemos ganar, pero si estaba concentrado, no podríamos manejarlo.

(Nota: Las leyes de Lanchester son ecuaciones diferenciales que permiten modelar choques entre fuerzas armadas y obtener predicciones de bajas y poder de fuego en función del tiempo. Fueron desarrolladas en 1916, en mitad de la Primera Guerra Mundial por el ingeniero y polímata Frederick Lanchester.)

“¡Conécteme al cuartel general! ¡Es urgente! ¡Dese prisa, es una emergencia!” Pensamos que nos burlaríamos de ellos por avanzar divididos. En cambio, nos atraparon. No, tal vez el Ejército Imperial era arrogante. Llena de pesar, ella levanta la voz. “¡El Ejército Imperial es demasiado engreído!”

¿Cómo podemos subestimar la inteligencia del enemigo? Que error. El error de seguir un precedente porque dejamos de pensar indica un razonamiento inflexible y una falta de innovación. Cuando nos desplegamos hacia el sur, pensamos en enfrentar a un Ejército Colonial de una manera inconscientemente sesgada, y esto está pasando factura.

Esto era una trampa. Esto tenía que ser una trampa puesta por el Ejército Republicano. “¡Nos engañaron! ¡El enemigo no está aquí!”

¿Dónde están?

Eso es obvio.

Deben haber cumplido la regla de concentración de la fuerza. Hicieron usos eficientes de los recursos que tenían. Probablemente se están burlando de nuestras ingenuas predicciones en este mismo momento.

Porque las fuerzas enemigas concentradas seguramente están comprometidas con el campo de batalla principal.

“Comandante de batallón a todas las compañías. A partir de este momento, aborten sus misiones. Reúnanse de inmediato. Repito, ¡reúnanse de inmediato!”

Como comandante comprometida en una misión de reconocimiento, Tanya sabe exactamente lo que esto significa. Es por eso que dio la orden de contactar al cuartel general de inmediato.

“¡¿Todavía no se ha conectado con el cuartel general?!”

Pero el aparato capta ruido… El área alrededor de su cuartel general ya estaba bajo una fuerte interferencia, por lo que sus señales estaban bloqueadas.

Pero apenas. Apenas lograban obtener una conexión irregular. Tanya ordena a Serebryakov que explique la situación y trata de proponer contramedidas.

“… ¿Qué vamos a hacer ahora?”

El problema era cómo manejar las cosas.

La realidad era que el ejército de campo enemigo estaba reunido. No podíamos esperar que las misiones de interdicción como obstruir el tráfico o cortar sus líneas de suministro surtan efecto antes del ataque de las fuerzas.

Y si sus fuerzas están concentradas, una simple comparación del poder de lucha mostraba que estábamos abrumados. Teniendo en cuenta el progreso de la batalla, nuestras opciones para apoyar a las fuerzas principales también eran limitadas.

Después de todo, nuestro cuerpo ya había avanzado, atraído por la miel de destruir las tropas enemigas divididas. Los ejércitos no podían detenerse fácilmente una vez que habían comenzado. Incluso si el Cuartel General decidiera retirarse, el enemigo no dejaría que eso los detuviera, los seguirían de cerca. Si eso sucediera, las líneas de comunicación se cortarían antes de que las principales fuerzas imperiales pudieran incluso construir líneas de resistencia, y el frente sur pasaría a la historia como una gran derrota.

Incluso si se retiraran a la Base Naval de Turus, sin el dominio del mar, sólo sería cuestión de tiempo antes de que tuviesen que rendirse.

Ahora, lo importante aquí es cómo puedo escapar sin dañar mi historial militar.

 Debajo de su rostro descontento, la Mayor Tanya von Degurechaff estaba sumida en sus pensamientos. Si no quería que el Ejército Imperial perdiera, no podía negar la posibilidad de regresar para apoyar a los demás. Entonces, por un momento, considera seriamente la idea, pero concluye que es imposible. En este punto, una victoria imperial está fuera de discusión.

Nos enfrentábamos a un enemigo abrumadoramente superior. Si no podíamos eliminarlos, no hay posibilidad de ganar.

Y teniendo en cuenta que estábamos en un desierto, la opción de refugiarse en la posición defensiva temporal establecida por el equipo de ingenieros de campo y esperar a que la situación cambiase no tenía remedio. En un desierto, el agua es preciada. Probablemente tan valiosa como la gasolina. Tal vez si estuviéramos cerca de una fuente de agua, sería diferente, pero en cualquier otra posición en el campo, un par de días de asedio era suficiente para tenernos retorciéndonos de sed. Por lo tanto, defender un punto fijo donde no había agua era demasiado peligroso.

“Agua, agua. Sin agua, no podemos pelear una guerra… Mierda, es por eso que odio el desierto.” Gruñe Tanya, pero no deja de pensar.

Actualmente, era imposible para el Ejército Imperial enfrentar una gran fuerza en el desierto. No tenían suficiente agua. Pero si se retiraban, el enemigo los seguirá para siempre. Incluso si se enfrentaban a ellos, si no podían derrotarlos a todos, se quedarían sin agua y morirán de deshidratación.

Sería una terrible ironía sufrir sed en la base naval de Turus con vistas al mar. No, gracias.

Dadas las circunstancias, la medida que podrían tomar para contribuir a una victoria imperial bien podría ser ir y morir en una lucha contra el enorme ejército enemigo. De ninguna manera tomaré misiones suicidas como esa.

“Muy bien, en este caso, ¡lo único que hay que hacer es golpear el agua del enemigo!”

Entonces, después de todo, Tanya reduce sus opciones al movimiento de apoyo realista de atacar las líneas de suministro del enemigo. Tenía que haber algún tipo de apoyo militar, o

todas sus tropas aliadas serían aniquiladas. Y esto también debería proteger su carrera militar.

Pero. De repente se arrepiente de esta idea.

Su batallón podía enorgullecerse de ser uno de los mejores, pero seguía siendo un solo batallón de magos aéreos.

Independientemente de sus habilidades, serían superados irremediablemente en número. Incluso si iban a apoyar la retirada de las tropas, sería prácticamente imposible por métodos ortodoxos. E incluso la larga penetración en el espacio aéreo enemigo de facto para golpear sus líneas de transporte de agua era simplemente irrazonable. Y en términos de asegurar su propia agua, también, los mapas imperiales casi no tenían información sobre los oasis cercanos. ¿Deberíamos contar con un contacto amistoso con los nómadas locales? Si no funciona, seré yo quien tenga sed. Definitivamente tampoco tengo interés en eso.

“Piensa, piensa… ¿Cuál es la lógica del enemigo?”

El enemigo cree que nos ha engañado, ¿cuál es el siguiente paso lógico?

En resumen, el Ejército Republicano que finge un avance descentralizado cree que las tropas imperiales están concentradas.

¿Oh? No, eso es.

“Entiendo. Las fuerzas principales ciertamente están concentradas. Entonces, ¿qué tal si usamos su lógica contra ellos?”

Mientras murmura, continúa su tren de pensamiento. ¿Y qué pasa si el enemigo cae en el mismo sesgo que el Ejército Imperial estaba atrapado hasta hace unos momentos? Creen que tienen todas nuestras unidades inmovilizadas.

Naturalmente, podía esperar que, bajo esa suposición, el enemigo no estuviese prestando mucha atención a la posibilidad de que una poderosa unidad de combate los atacara desde atrás. En cierto sentido, era una perspectiva derivada de un deseo. Pero en esta situación, su psique humana le daba esperanza.

“Bien.” Canta, pero incluso si esa hipótesis era cierta, todavía estaba angustiada por cuál sería su papel. Ciertamente, podría ser posible causar cierta confusión temporal golpeándolos por la retaguardia, pero…

¿Puede el batallón mantener esa confusión? No tengo la seguridad. Incluso si pueden crear una ruptura en el cerco, sólo Dios sabe si pueden mantenerlo abierto. En otras palabras, puedes poner tanta fe en ese plan como puedas en ese bastardo Ser X.

En realidad, cuanto más lo piensa, más peligroso suena. Si logran perforar un agujero, el ejército sin duda les ordenará mantener su posición para mantenerla abierta incluso un instante más.

¿Tal vez sólo debería huir? Pero definitivamente hay una corte marcial esperándola si ella hace eso. Huyendo ante el enemigo y, además de eso, abandonando a las tropas para hacerlo… Está segura de que nadie la protegería como lo hicieron cuando se equivocó en la costa de Norden.

En ese caso, su destino ser enviada a un pelotón de fusilamiento silencioso, recibir un disparo después de ser repatriada y martirizada en la corte, o si tenía suerte, un mensajero entregaría una pistola y le diría que se suicidara. No había muchas opciones.

No había muchas maneras de explicar la huida ante el enemigo. No, puedes intentar pasarlo por alto, pero para bien o para mal, se espera que un soldado pelee con valentía. Cualquiera que vaya de paseo cuando sus aliados estaban en crisis sería como el desafortunado Almirante Byng.

Ningún oficial quiere el mismo destino que el almirante Byng que “no pudo hacer todo lo posible”. Tanya había visto con sus propios ojos que había oficiales en el campo que preferían pelear una batalla imprudente.

Por supuesto, ella nunca soñó que ella misma estaría en esta posición. Si tuviera órdenes oficiales de irse, esa sería una historia diferente, pero dado que es un sentido militar común en la situación actual rescatar a las fuerzas principales, seguramente el General von Romel daría tal orden. Ese hecho no puede ser ignorado.

Entonces debería pelear bajo las condiciones dadas. Todo lo que puedo hacer es pelear y encontrar una salida a esto más adelante.

Mis principales prioridades son la supervivencia y la auto-conservación. Por lo tanto, es esencial que no parezca haber abandonado a mis compañeros, así que, si es posible, me gustaría que un resultado de mis acciones sea que reciban el menor daño posible. Aun así, tan poco como sea posible. Si puedo demostrar que sufrieron menos daño gracias a mí, la realidad de que ayudé a salvarlos disminuirá las críticas que recibo por mi falta de motivación.

Bien, entonces, ¿cómo puedo mantener mi reputación mientras minimizo el daño a las tropas y también escapo para vivir otro día? Mirando hacia atrás a través de la historia, ves que no hay nada más horrible que una retirada de lucha. Y en ese caso, incluso si logras sobrevivir, realmente no defendiste lo que se suponía que debías hacer.

Dadas las circunstancias, es demasiado arriesgado pedir a las fuerzas principales fuertemente rodeadas que se retiren con bajas mínimas. Pero hay ejemplos en la historia donde se cumplieron ambas condiciones. Por ejemplo, la batalla de Sekigahara. Los resultados del choque entre los ejércitos oriental y occidental son famosos, ¿verdad? ¿Traición, conspiración, vacilación? En cualquier caso, hay mucho que aprender allí.

Los últimos días del ejército derrotado fueron completamente miserables. La mayor parte de su territorio fue incautado o el escaso kokudaka de su producción de arroz fue engullido. En primer lugar, muchos de ellos no pudieron abandonar el campo de batalla. Pero había un grupo casi loco que, a pesar de participar en la batalla, no solo logró sacar a su general, sino que también mostró su celo marcial.

¿Su nombre? El Oni-Shimazu.

… ¿El clan Shimazu?

 En otras palabras, la lógica es que, si atravesamos al enemigo y luego nos vamos, ¿no huiremos ante el enemigo?

No, pero… Tanya se siente algo conflictiva. Seamos honestos. Se queja mentalmente de que atravesar al enemigo y regresar es una misión imposible.

No tengo la seguridad de si los tipos que pueden hacer hazañas casuales que merecen una mención especial en la historia, piensa en las cargas de Kellerman, están cuerdos. Esta es una era difícil para una persona sensata como yo.

Pero si debo…

Si no tengo otra opción, es mi deber.

***

TEMPRANO POR LA MAÑANA, 13 DE OCTUBRE, 1925 DEL AÑO UNIFICADO, CAMPAMENTO DEL EJÉRCITO REPUBLICANO

“… Parece que hemos ganado.”

“Sí, General.”

La escena ante sus ojos era la venganza de la República contra el Imperio, algo con lo que la mayoría de los soldados Republicanos habían estado soñando desde el colapso del frente del Rhine.

Había atraído al enemigo con informes falsos de un avance descentralizado. Ahora los tenía cercados con sus fuerzas concentradas y estaba a punto de aniquilarlos. Iban a hacerle al Imperio exactamente lo que se les habían hecho en el frente del Rhine, y el orgullo resultante vigorizó no solo al personal sino también a las tropas.

Para el General de Lugo, fue el primer paso en una contraofensiva para la que se había preparado de todas las formas posibles. Por supuesto, también se sintió aliviado de que los esfuerzos que había realizado hasta ahora estaban funcionando.

Les había llevado mucho tiempo, pero si podían derrotar al Ejército Imperial aquí, podrían reforzar su defensa en el sur del continente. Podrían recuperar Turus y convertirlo en un fuerte trampolín para una contraofensiva en el continente.

Finalmente, todo estaba a su alcance. Por eso…

… La alarma sonó muy mal en sus oídos.

“¡M-Mayday de la 228° Compañía de Magos!”

¿Qué está pasando?

Esa era básicamente la mirada en el rostro del operador de radio mientras entregaba su informe como un grito de auxilio.

“¡El 12° Batallón de Magos que brinda apoyo directo al flanco derecho también requiere asistencia urgente! ¡Dicen que el enemigo casi ha penetrado!”

Los múltiples informes calamitosos del flanco derecho se agregaron al mapa con símbolos que mostraban el progreso de la batalla. Todos miraron la nueva situación por el rabillo del ojo y guardaron silencio. Sabían que significaba que las unidades de magos en el flanco derecho apenas resistían.

Pero todos dudaron. Apenas podían creerlo.

“¡Alerta de emergencia del Comando de la División 7! ¡Lo que parece ser una unidad de magos enemigos del tamaño de un regimiento está atacando el flanco derecho!”

“¡¿Qué?! ¡¿No los teníamos cercados ?!”

Finalmente, el cuartel general de la división había informado sobre los movimientos enemigos. Los oficiales de personal habrían preferido una notificación más tranquila, pero desafortunadamente, esas esperanzas se desvanecieron.

El informe roncamente entregado de un oficial de primera línea de alto rango dijo que estaban siendo atacados por un regimiento de magos enemigos. Fue una noticia tan horrible que de Lugo quería gritar: ¡Eso no es gracioso!

Pensó que los tenía rodeados. Dado que el plan era apuntar a los flancos enemigos, las tropas fueron entrenadas específicamente para los ataques terrestres.

El trabajo de detener a los molestos magos enemigos era la misión de sus propios magos concentrados en el centro.

Cada flanco también tenía suficientes magos para detener el valor de un batallón, por si acaso.

Pero si su oponente tenía un regimiento… Eso podría significar que casi ninguno de los magos imperiales en este campo de batalla había sido rodeado.

“¡De todas las idioteces…! ¡¿Entonces quiénes son los magos luchando en el centro?!”

¡Pero eso no es consistente con la información que tenemos! De Lugo guardó silencio y miró el mapa… sus estimaciones de la fuerza de combate enemiga y la escala real actual de sus unidades de magos. No debería haber habido una discrepancia tan severa entre ellos.

Era cierto que su principal fuerza de magos estaba comprometida con lo que creían que era la principal fuerza de magos imperiales. Acababa de recibir un informe que, debido a su superioridad numérica, mantenían la ventaja.

Entonces, dados los informes y la información que habían recibido antes de tiempo, no debería haber forma de que el enemigo tuviera magos de sobra. Pero, de Lugo reflexionó por un momento.

Si fuera posible. Bueno, no podría ser, pero… ¿Sólo tenemos superioridad numérica porque el enemigo retiró a un regimiento de magos de sus fuerzas?

Pero eso significaría que básicamente tienen el valor de una brigada de magos en esta batalla. La posibilidad de que nuestra red de inteligencia se haya perdido eso es mayor que cero, pero… Confío en nuestro alcance del movimiento enemigo.

La conclusión a la que había llegado era que el Ejército Imperial tenía un regimiento como máximo. Eso debería haber sido todo lo que tenía el enemigo. Las reservas no deberían haber sido posibles para salir de la nada de esta manera.

“¡Confirmen si es realmente un regimiento!”

Así que la parte compuesta de su mente dudaba si realmente era un regimiento.

Por ejemplo, tal vez estaban usando algún tipo de engaño para engatusarlos y hacerles pensar que el grupo era del tamaño de un regimiento.

O la confusión podría haber causado un malentendido. Pero entonces, ¿qué hay con todos los informes de sus unidades? Sabía a qué se referían. Si podía aceptarlo o no era otro problema.

“General de Lugo, ¡ya hemos perdido dos compañías!” Y más importante…

Las miradas aturdidas en los rostros de los empleados hablaban mucho. De Lugo entendió muy bien su incredulidad y desconcierto.

El hecho de que dos compañías hubiesen sido eliminadas significaba que había una fuerza enemiga lo suficientemente grande como para abrumarlas en un instante.

Sería diferente si hubieran resistido y hubieran sido derrotados. Pero si el enemigo fuera más fuerte por el margen estándar, el primer mensaje de una unidad que hace contacto nunca sería mayday.

“Si el 12° Batallón está a punto de ser quebrado, la fuerza enemiga debe ser al menos dos veces mayor que eso.”

Y encima de eso, estaba el informe como un grito del batallón asignado como apoyo directo. Si también estuvieran casi rotos, la defensa demorada a lo largo de todo el flanco derecho no funcionaría según lo previsto. ¿Me estás diciendo que hay una unidad de magos enemiga tan poderosa que no podemos detenerlos incluso si recibimos apoyo de la división del flanco derecho?

“Ngh. ¡Envía a los magos desde el centro como respaldo! ¡A este ritmo, romperán el cerco!”

El  cerebro  de  de  Lugo  se  había  preocupado  por  este  escandaloso  giro  de  los acontecimientos, pero el grito del Coronel Vianto lo reinició.

Vianto se había recuperado más rápido que todos los oficiales del personal momentáneamente paralizados.

Aunque estaban atrasados, los demás comenzaron a comprender lo que había que hacer.

Si se golpearan las baterías en el flanco derecho, no habría forma de evitar que el enemigo se fuera, por lo que el flanco derecho necesitaba refuerzos.

… Era un plan completamente sensato.

Pero no había nada sensato en sus oponentes. Sucedió en el momento en que la unidad fue retirada y enviada.

“¡5° Batallón de Magos a la sede! ¡Los magos enemigos se están acercando rápidamente!”

El grito de advertencia provenía de la unidad de magos que soportaba directamente no el flanco derecho sino el centro.

“¡Ridículo! ¡¿No están golpeando las baterías?!”

Acababa de enviar el 2° Batallón de Magos y el recién retirado 1° Regimiento de Magos Compuestos al flanco derecho.

Pero se vio obligado a darse cuenta, con absoluto odio, de que los magos enemigos que habían estado corriendo desbocados en el flanco derecho habían cambiado de rumbo.

La maniobra ni siquiera tenía como objetivo detener los refuerzos. Por un momento, nadie estaba seguro de hacia dónde se dirigía el enemigo.

No era un movimiento para destruir el cerco del flanco derecho, que parecía estar en las últimas. No. Y ni siquiera era un movimiento interceptar el respaldo entrante.

Era una carga en las fuerzas Republicanas centrales.

“Son como demonios…” La verdad salió de la boca de Vianto como una queja.

Vianto estaba más familiarizado con los magos que cualquier otra persona presente, y entendía las intenciones del enemigo. O tal vez era más que él sabía por experiencia a qué apuntarían a continuación.

Golpear el flanco derecho era solo uno de sus objetivos. Si el Ejército Republicano los hubiera dejado a su suerte, habrían atravesado el flanco derecho y el izquierdo.

Pero, ¿qué hacen si el Ejército Republicano hace lo sensato y refuerza el flanco derecho?

Simple.

Golpean donde las unidades acaban de ser eliminadas: el centro.

No era como si las unidades fueran tomadas desde la izquierda para ir hacia la derecha. Para comprobar los magos enemigos a la derecha, las unidades serían tomadas del centro. Suponiendo que los magos cagaran en línea recta, el ruido y el atasco serían tales que su capacidad de detectar enemigos se paralizaría temporalmente.

Entonces, ¿si el Ejército Imperial se mueve en función del signo de refuerzos en el camino?

En ese momento, Vianto comprendió instintivamente la horrible verdad, y su columna se congeló.

Los magos finalmente estaban protegiendo el flanco derecho. En el instante exacto en que terminaron de desplegarse, se volvieron inútiles. No podían contribuir una sola cosa en el momento decisivo en que el centro estaba siendo atacado. No, ¡nosotros los volvimos inutilizables!

Las maniobras enemigas parecían ser los serpenteos de un grupo acorralado, pero en realidad  eran  más  diabólicas  que  el  diablo, usando tácticas que eran tan astutas  como extremadamente desviadas. Los magos enemigos estaban realizando maniobras. Vianto ni siquiera estaba seguro de que fuera teóricamente posible.

Pensó que estaba bien versado en los terrores de los magos imperiales. “General de Lugo, por favor retroceda.”

“¿Qué?”

“¡El enemigo viene aquí! ¡Maldición! ¡Pretenden recrear lo que hicieron en el frente del Rhine!”

Acabarían con el cuartel general con un “golpe quirúrgico”.

Cualquiera se reiría como si fuera una pesadilla, pero el Imperio lo ejecutó en las líneas del Rhine.

Rompieron las principales líneas Republicanas, construyeron posiciones para tener defensas incomparablemente apretadas, y eliminaron el cuartel general de la fortaleza.

El pánico que superó a las unidades de primera línea en ese momento estaba en una escala prácticamente indescriptible.

… Y el actual Ejército Republicano no tenía un sustituto de de Lugo. Acababa de cambiar su odre viejo por uno nuevo. No tenía otro listo.

El Ejército Republicano Libre, como se puede ver solo por el nombre, había realizado enormes esfuerzos para lograrlo. Entonces, si el general al frente de la República cayera ahora, de todos los tiempos, continuar con una resistencia organizada sería casi imposible. Para el Ejército Imperial, incluso si todo su Cuerpo Expedicionario del Sur fuera aniquilado, si lograban llevarse a de Lugo con ellos, todavía sería una victoria.

No, será difícil eliminar al Ejército Imperial ahora. Probablemente sólo recibirían una pequeña paliza. ¿Y qué pasará con nuestra potencia de fuego y unidades si los enviamos a enfrentar a esos magos?

Por lo menos, no alcanzaremos nuestros objetivos iniciales.

 “Hombres, protejan al general. Esta es nuestra batalla final.”

El enemigo se abrió paso en el Rhine, pero aquí Vianto no podía permitir que sucediera.

No le daría al Ejército Imperial otro cuartel general.