Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 2

Capítulo 6: Mal en las Sombras

Parte 1

“Parece que eres muy cercano a Toudou Kirin recientemente.”

Ayato estaba parado frente a la máquina de boletos de comida en el Comedor Polaris, agonizando sobre su elección de comida, cuando una voz flotó desde atrás. Volteó y vio a una chica con un hermoso cabello color rosa mirándolo con una expresión seria en su rostro.

“Hey, Julis. ¿Estás aquí para el almuerzo también?”

Eishirou se había quedado de nuevo sin dinero y Saya se había quedado dormida de nuevo, e incluso ahora estaba siendo regañada por su maestra. Era una ocurrencia rara cuando comía solo.

“Estas justo a tiempo, entonces. Vamos a comer juntos.”

“¿E-Estás seguro? Incluso si dices eso…”

Cediendo a la tentación, echó una rápida mirada alrededor antes de dar un guiño feliz.

“Está bien, voy a ir con el pollo al curry.”

Ayato presionó su elección en la máquina de boletos de comida, y seleccionó el pollo al curry.

Aunque máquinas como ésta eran rara vez vistas en estos días, a Ayato todavía le gustaban.

“¿Y tú, Julis?”

“Hmm… ¿Debería obtener el combo A de pasta o el combo C que viene con postre? Hmm…”

Julis apoyó la barbilla en su mano mientras meditaba profundamente. De repente, levantando la cabeza, volteó hacia Ayato y gruñó.

“Espera. ¡Eso no es de lo que quería hablar! Sobre Toudou Kirin…”

Balanceando sus brazos salvajemente mientras gritaba, ella golpeó accidentalmente la pantalla.

“Ah…”

“¿Eh…?”

* Dong*~ Un billete salió de la máquina que decía, ‘Curry extra picante’.

“Whoa, ese es el curry rumoreado del Comedor Polaris, es demencialmente picante…”

“… ¡D-De todas maneras! ¡Eso es lo que estaba pensando tomar de todos modos! Date prisa. Voy a ir a conseguir un asiento, mientras traes la comida.”

“B-Bien…”

Julis parecía muy ansiosa por comer, ¿Pero estaba realmente bien con eso? En cualquier caso, Ayato fue a traer sus comidas, y en ese momento no pudo evitar notar la destructividad potente de su curry. Por fuera, parecía bastante normal, pero el olor era todo lo contrario.

Parecía estar despidiendo humo incluso; esa era probablemente la mejor manera de describirlo. Despedía un aroma de peligro que le inspiró un deseo instintivo de huir.

“Hey Ayato, por aquí.”

Julis lo llamó desde los lugares que había reservado cerca de la pared.

“Lamento la espera, Julis… ¿Estás segura de esto? Esta cosa de aquí no es ningún juego.”

Hablando, colocó su bandeja delante de ella y su expresión se hundió.

“¡Y-Ya dije que estaba bien! De todos modos, ¡Quiero saber qué pasa entre tú y Toudou Kirin!”

“No estoy seguro de qué quieres oír; sólo estábamos haciendo entrenamiento matutino juntos.”

No había nada que decir, así que Ayato respondió sin rodeos. Ante sus palabras, el rostro de ella perdió su tensión.

“Oh, ¿tal vez estas preocupada de que ella vaya a aprender acerca de mis habilidades? No hay necesidad de preocuparse en ese aspecto. Era sólo un poco de ejercicio ligero, nada que causaría que rompa el sello. En cualquier caso, estoy bastante seguro de que ella descubrió todo acerca de mí en nuestro duelo anterior… ”

“No, eso no era de lo que estaba preocupada.”

La respuesta de Julis no parecía aclarar el asunto en lo más mínimo. Ella suspiró y sacudió su cabeza.

“Olvídalo. Sigue haciendo lo que sea que estés haciendo. Está bien.”

No tenía idea de lo que había sucedido, pero Julis parecía estar bien con las cosas ahora.

“Por cierto, Julis. Casi ni has tocado tu comida… ¿Todo bien?”

Mirando de cerca, su plato de curry picante parecía casi intacto.

Su cuchara se había estado moviendo, pero no había comido ni un bocado.

“Si no puedes terminarlo, solo déjalo. Todavía puedes ordenar…”

“¡Idiota! ¡Eso es un desperdicio!”

Esa definitivamente no era la actitud de una princesa hacia la comida. Esto tenía que ser la influencia de sus amigos.

Julis terminó de hablar, reunió su coraje, y puso la cuchara en su boca.

“¡…!”

En una fracción de segundo, la cara de Julis se volvió extremadamente roja antes de palidecer inmediatamente después.

“¡E-Espera sólo un segundo Julis! No hay necesidad de forzarte así…”

“… N-No es un problema… No he dicho…”

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras ella contestaba con voz temblorosa.

Ella procedió a tragar su vaso de agua en grandes bocados.

¿Qué parte de eso se suponía que ‘no es un problema’?

“… Bueno, ¿Te gustaría intercambiar conmigo entonces?”

“¡¿Q-Qué?!” Julis gritó en estado de shock.

“Aunque la mía es picante también, no debe ni acercarse al nivel de lo que la tuya es. Si no te importa…”

Julis se quedó inmóvil, como una estatua.

“Oh, ya veo. Es probablemente antihigiénico comer algo que ya he tocado. Huh…”

“¡No! ¡No es eso!”

Julis sacudió su cabeza.

“R-Realmente no me importa, es sólo que…”

Cortándose a sí misma a mitad de la frase, Julis dejó de hablar.

“No, diría que por haber ordenado esto yo misma, debería asumir la responsabilidad de terminarla. No puedo dejar que esto se convierta en tu problema.”

“Eres la misma de siempre, ya veo.”

Ser terca en esta medida era casi digno de elogio.

De repente, una manera de convencerla su vino a la mente.

“Dicho esto, haciendo las cosas de esta manera, no estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para entendernos mutuamente. ¿No somos pareja de equipo?”

“Ugh… B-Bien…”

Usar el Phoenix como excusa era un poco engañoso, tenía que admitirlo, pero de esta manera, su propuesta sería más fácil para que Julis lo aceptara.

“…”

Julis tenía una expresión difícil mientras miraba a su plato, y luego a si misma, antes de finalmente levantar el plato.

“… E-Entonces… ¿I-Intercambiamos?” Ella preguntó con los ojos húmedos y una expresión tímida.

A la vista de la actual Julis presente ante él, tan diferente de su estilo habitual, el corazón de Ayato dio un vuelco.

“… ¿Ayato?”

“Oh, ¡Cierto! Claro, por supuesto.”

Al ver la cabeza Julis hundida en preocupación, de inmediato asintió y, recogiendo su propio pollo al curry, lo cambió por el de ella.

“… G-Gracias…”

Julis levantó la cuchara y empezó a comer.

Si miraba de cerca, sus mejillas estaban teñidas de un tono más débil del rojo, probablemente el resultado del curry que acababa de probar.

(Ella sí que es linda cuando está siendo honesta consigo misma…)

La Julis normalmente intrépida y valiente era indiscutiblemente bella, pero el cambio absoluto en la personalidad que había sufrido era refrescante también.

Pensando en esto, Ayato levantó la cuchara a su boca. Una sensación abrumadora casi le hizo perder el conocimiento. Por suerte, se las arregló para terminarlo antes de que terminara su descanso.