Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: Los Movimientos Secretos del Búho del Crepúsculo

Parte 3

“Ya veo, así que Haru-nee selló tus poderes…”

Saya, usando su habitual cara de póker, suspiró.

Mientras empezaban a calentar, Ayato explicó sus circunstancias.

“Así que por fin has crecido. En lugar de hacer un berrinche como un niño pequeño, aquí estás, tomando las cosas en serio. No es de extrañar.”

“… Yo no era así antes.”

“Dicho esto, no creo que Haru-nee, dondequiera que esté, sea el tipo de persona que hiciera esto sin razón. ¿Seguro que estás bien sobre esto?” Saya hablaba en serio.

Esto hizo a Ayato bastante feliz. “Gracias, Saya.”

“Bueno, de esta manera puedes mantenerte al día con las cosas. Va a estar bien. No te preocupes.”

“Haha… gracias por eso.”

La sensación de la mano de Saya en su muñeca era terriblemente nostálgica, aunque al notar la diferencia en sus alturas ahora, Ayato se sentía un poco inquieto.

“¡A~hem!”

Julis repentinamente interrumpió.

“Ya es hora de empezar, así que si no te importa…”

“Ah, cierto. Mi error.”

Julis parecía bastante infeliz por alguna razón.

“Que ellos formen un equipo de la nada es pedir demasiado. En su lugar, ya que estamos claramente divididos en funciones de guardia delantera y trasera, vamos a hacerlo así. Ustedes dos guardias delanteros practicarán combate cercano, y nosotras, los guardias traseros practicaremos la provisión de soporte por la retaguardia. ¿Suena bien? ”

“… Lo tengo.”

Saltaron chispas entre Saya y Julis.

“Esas dos seguro están entusiasmadas con esto.”

Sintiendo la presión, Lester activó a Bardiche Leo, y habló.

“Preocuparse por las chicas está bien y todo, pero es posible que desees preocuparte por ti mismo primero.”

“¿Eh?”

“A partir de la explicación de este momento, no puedes usar tu fuerza completa en este momento, ¿Estoy en lo correcto?”

“Si, es correcto.”

“Déjame que te advierta de antemano. Yo nunca iré moderadamente contra mi oponente.” Lester rió siniestramente, y las palabras que se sobreentendieron hicieron sudar frío a Ayato.

“… Por favor, muestra misericordia.”

Incapaz de pensar en nada más que decir, Ayato también activó su arma.

Cuando la campana sonó el inicio, Lester cargó hacia Ayato. Aunque sabía que este era el MO estándar de Lester, enfrentarlo de primera mano era decididamente más intimidante.

“¡Tráelo!”

Cuando el hacha giró hacia él, Ayato bloqueó con su espada, y fue arrojado hacia atrás a una buena distancia.

Qué fuerza de pesadilla.

Incluso si desataba Meteor Arts, no estaba seguro de poder bloquear un ataque de ese tipo. En cualquier caso, era incapaz de hacerlo en primer lugar.

“¡No ha terminado!”

Ayato había planeado cambiar su peso con el fin de corregir su postura, pero no se le dio la oportunidad cuando un segundo ataque vino volando.

A medida que la cabeza del hacha venía volando hacia abajo… Ayato esquivó por el ancho de un cabello y aprovechó la brecha para cargar en el espacio de su oponente. Con el fin de hacer frente al mayor alcance otorgado por largo mango de Bardiche Leo, cerrar la distancia era la mejor opción. Esto estaba, sin embargo, dentro de las expectativas de Lester, y cuando Ayato se acercaba, lo embestió con su hombro, deteniendo cualquier movimiento.

“Ku”

La diferencia entre los físicos de Lester y Ayato era demasiada, y cuando la distancia entre los abrió de nuevo, llegó el tercer ataque.

“¡Vamos, vamos! ¡No me digas que esto es todo lo que tienes!”

Si esto continuaba, esta lucha sería bastante unilateral…

Mientras Ayato y Lester estaban teniendo el mismo pensamiento, bolas de fuego aparecieron entre ellos.

“Tch. ¡Bien situado!”

Esa técnica de Julis era Flor de Fuego Danzante de Nueve Anillos, Primrose.

Las esferas de fuego, bailando en el aire como luciérnagas, encontraron rápidamente su objetivo y colocaron la supresión de fuego contra Lester.

“Fuu… Realmente me salvaste allí, Julis.”

Viendo la escena delante de él, Ayato comenzó a entender por qué era tan difícil para Lester enfrentar a Julis.

Las habilidades de Julis le permitían atacar sin importar la distancia entre ella y su oponente. Para Lester, que portaba a Bardiche Leo, esto era difícil de tratar.

“¡Uf! Molesta como siempre… ¡Oi! Enana. Para de holgazanear, ¿Podrías?”

Lester gritó insultantemente cuando se volteó para mirar hacia atrás… sólo para congelarse en el acto.

No era sólo Lester quien permaneció inmóvil, sin embargo.

Julis y Ayato ambos permanecieron inmóviles, con sus bocas abriéndose y cerrándose sin palabras.

“… Estoy a punto de empezar.”

El arma en las manos de Saya, realmente, era infinitamente más cercana a un cañón, era simplemente demasiado grande para ser creído.

Su barril superaba los dos metros de longitud.

Innumerables ventanas espaciales aparecieron alrededor de ella, emitiendo haces de luz como si participaran en Meteor Arts.

“Trigésima Novena Forma, Lux tipo cañón láser, Wulfdora, Strafing Fire.”  (NT: Literalmente ‘Bombardeo de fuego’.)

Cuando Saya despreocupadamente gritó en voz alta, un estruendo profundo siguió a una erupción de luz.

“¡E-Espera un momento!”

Al escuchar el grito desesperado de Lester, Ayato golpeó la cubierta.

Pasando justo sobre su cabeza, un enorme rayo de luz bombardeó la zona.

Captando la reacción de Ayato, Julis y Lester saltaron de manera similar hacia el suelo. Lo lograron. Apenas.

Cuando el rayo bombardeó más allá de ellos, se desvaneció sin dejar rastro.

Temblando, miró hacia arriba. La pared que se había llevado la peor parte del ataque había sido agujereada como si una enorme oruga hubiera hecho su camino a través de ella. Todas las paredes de los edificios en Asterisk se habían sometido a un proceso de fortalecimiento idéntico a los empleados por la arena de duelos. Este nivel de poder destructivo era demasiado aterrador.

“¡E… Eso fue muy exagerando! ¡Imbécil! ¡Casi nos matas!”

El primero en recuperar su ingenio fue Lester. Se levantó e insultó a Saya, con las venas de su frente palpitando salvajemente.

“Si alguien recibe un golpe, es su propia culpa por no esquivar. Si fuera el viejo Ayato… Sería trivial lidiar con ello.”

Saya no se sentía ni un poco mal por hacer lo que hizo.

Ver esa expresión completamente imperturbable hacía que uno se pregunte cuál era el punto de enojarse.

“Sasamiya, tú…”

Julis también sentía como si enojarse fuera inútil.

Sólo podía sujetar su cabeza entre sus manos.

“… Oh, esta es una absoluta escena de devastación”.

Una voz pausada flotó desde la dirección del nuevo agujero.