Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: Los Movimientos Secretos del Búho del Crepúsculo

Parte 1

«Florece orgullosamente, Llameante Decapitador Carmesí, ¡Livingstone Daisy!»

Una voz escalofriante sonó en la sala de entrenamiento mientras Julis estaba rodeada por un loto rojo de fuego.

Discos circulares aparecieron en pleno vuelo, en espiral como un remolino. Sus bordes ardientes giraban a alta velocidad, en esencia eran literalmente ruedas de fuego.

«¡Ven!»

El polvo voló mientras las numerosas ruedas de fuego se centraban en Ayato. Él levantó su espada en guardia.

Frente a esa enorme hoja, revestida con un rastro negro demoníaco, los ardientes chakrams llegaron uno tras otro, una sucesión sin piedad a una velocidad que la simple vista no podía seguir. Con la misma rapidez, sin embargo, se separaron, uno tras otro, en mitades, con sus llamas desvaneciéndose como una vela con el viento.

En ese momento, dos ruedas de fuego atacaron simultáneamente desde lados opuestos.

En silencio tanto admirando y lamentando la precisión del control de Julis, Ayato saltó hacia atrás.

Su movimiento, por desgracia, había sido predicho. La hoja giratoria sobre su cabeza voló con saña hacia abajo. Al unísono, tres chakrams más atacaron desde delante mientras tres más vinieron de atrás. Este era un ataque que se tambaleó intencionadamente con el fin de aprovechar el ritmo de su oponente.

Controlar al mismo tiempo más de una docena de cuerpos en tres dimensiones era difícil más allá de la creencia, pero para Julis, esto era realizado con la facilidad como de mover sus propias extremidades. Tomaba un grado prodigioso de conciencia espacial el lograr tal hazaña.

Ayato torció su cuerpo, esquivando el ataque de arriba, antes de girar en un círculo, con la espada volando en la dirección de la que los chakrams se aproximaban. (NT: El chakram a veces llamado tejo de guerra, es un arma arrojadiza de la India. Su forma es de un aro de metal plano con un borde afilado exterior desde 5 hasta 12 pulgadas (130-300 mm) de diámetro.)

Su intención, sin embargo, era de no cortar a través de ellos, mientras él empujaba su espada.

Cuando los distintos chakrams chocaban con la hoja de su espada, soltaban chispas, y dejaban su órbita designada.

Volando junto a su cuerpo, dejaban una estela de humo, mientras se elevaban en lo alto… y nada más.

«Fu….»

Ayato exhaló un suspiro de alivio, antes de volver a levantar su espada, Ser-Versta, la Espada Demoníaca del Horno Negro.

«Honestamente, siempre eres así. Usando una expresión tan indiferente mientras haces esos movimientos inhumanos».

Julis, por otro lado, continuaba mirando boquiabierta a Ayato pasmada con los ojos muy abiertos.

«Lo juro, cuanto más veo, menos puedo evitar sentirme curiosa en cuanto a lo que voy a ver a continuación.»

Al lado de Julis, más de diez ruedas de fuego continuaron girando.

«No, no debes estar sorprendida por sólo esto, Julis».

«¿Qué quieres decir con eso?»

Julis Apenas había terminado de hablar antes de que los chakrams a su lado fueran enviados para atacar.

La escena que yacía ante él era una formación cuidadosamente diseñada, un verdadero jardín de flores de fuego.

«Me pregunto… ¿Cómo es esto?»

Contestando, Ayato repentinamente se precipitó directamente hacia Julis.

Con la parte superior de su cuerpo casi tocando el suelo, se lanzó directamente al fuego.

«¿¡Qué!?»

Tomada por sorpresa, las reacciones de Julis llegaron un momento demasiado tarde.

Aunque ella instó a sus ruedas de fuego hacia adelante, ya estaba claro que no eran ni de lejos lo suficientemente rápidas para alcanzar a Ayato.

Ayato esquivó un chakram entrante, con su objetivo ante sus ojos, cuando de repente se dio cuenta.

Julis sonrió en satisfacción.

«Caíste por esto, ¡Florece, Garra de Fuego Despedazadora, Gloriosa!»

De repente, a los pies de Ayato, un círculo mágico apareció, del cual brotó un pilar de obstrucción de fuego. Había cinco en total; enormes garras de fuego que apuntaban a apresar a la víctima prevista entre ellas.

(Fui traído a una trampa…)

Todos los poderes de los Strega y Dante tenían condiciones que debían cumplirse antes de que pudieran ser activados. En consecuencia, técnicas que podrían ver su uso como trampa eran innumerables; por ejemplo, la técnica de Julis que incluso estaba brotando ahora.

«Hehe, parece que, esta vez, es mi victoria.»

Desde la dirección del fuego, pudo oír la declaración de victoria de Julis segura de sí misma, aunque no podía ver qué tipo de expresión llevaba.

Las garras de fuego estaban acercándose a Ayato, preparándose para cerrar las fauces con la victoria.

Incluso con la situación tal como era, Ayato estaba completamente despreocupado, y él con calma ajustó su respiración.

«Estilo Dragón Brillante Amagiri, Técnica Intermedia, ¡Ten Linked Thistles!» (NT: Literalmente ‘Diez Cardos Vinculados’.)

Sujetando su enorme espada con sólo su mano derecha, giró, cortando todo a su alrededor.

Girando su espada a su izquierda en un agarre inverso, giró en la dirección opuesta.

Los pilares de fuego que encerraban a Ayato de repente brillaron con dos líneas de luz antes de desaparecer rápidamente.

«¡Qu…!»

Las llamas lo suficientemente calientes como para asarlo vivo de repente desaparecieron sin dejar rastro y Ayato apareció inmediatamente ante Julis.

Julis estaba tan aturdida que ni siquiera pudo moverse. Mientras su pecho fue tocado por el ataque de Ayato, un sonido fuerte resonó en toda la sala de entrenamiento casi exactamente al mismo momento.

«Hmph. Estaba segura de que iba a ganar hoy…»

Julis se cruzó de brazos, haciendo un puchero lindamente.

Sentado en el suelo, Ayato dio una sonrisa irónica mientras miraba a Julis.

Este era el cuarto de entrenamiento asignado específicamente a Julis, dentro del cual eran las únicas dos personas. El techo estaba abovedado, y la habitación era casi tan espaciosa como un edificio de gimnasio. Esto claramente no era algo disponible a cualquiera, era un privilegio reservado exclusivamente para los Top Doce.

«Incluso con las cosas planeadas así, aún no puedo ganar. Estoy empezando a perder mi confianza.»

«No es nada de eso. Creo que eres bastante fuerte.»

«No trates de consolarme con esas palabras vacías. No pude superarte ni siquiera una vez hoy.»

Julis hinchó sus mejillas mientras miraba a Ayato.

«No te estoy consolando. Es verdad; ése último ataque fue bastante peligroso.»

Él fue absolutamente engañado para caer en la última trampa; este fue un error innegable. Si su arma fuera otra en lugar de Ser-versta, habría sido vencido.

Por otra parte, la velocidad a la que Julis aprendía era impresionante.

Cuando por primera vez habían empezado a entrenar juntos, Julis había sido incapaz de seguir el ritmo de sus movimientos. Pero ahora, ella estaba incluso haciendo trampas basadas precisamente en su ritmo. Por supuesto, dado el poco tiempo que habían pasado juntos, su capacidad no era suficiente como para ser una amenaza seria para él, pero la diferencia entre ellos era lenta pero segura de cerrar.

«En cualquier caso, seguro tienes un montón de técnicas, Julis. Esa fue mi primera vez viendo esta última.»

«Heh. Bueno, me enorgullezco por lo menos de eso.»

La expresión Julis se iluminó un poco.

Siendo sinceros, sus técnicas eran variadas y numerosas. Sólo entre aquellas que Ayato había presenciado personalmente, había más de una docena de tipos, que incluían, habilidades defensivas, ofensivas y de apoyo. Esta era la prueba de que había captado por completo la esencia de sus habilidades.

«Desafortunadamente, todavía no puedo ganar la Festa así… Te voy a dar un ejemplo. Si la Festa fuera a separar a los Strega y Dante por un lado, y todos los demás en el otro, ¿Quién crees que ganaría?»

«¿Eh? Los Strega y Dante, naturalmente.»

Los Strega y Dante casi no tenían defectos. La única excepción era que sus habilidades requerían el consumo de Prana, que no era un recurso ilimitado. No obstante, en comparación con aquellos sin sus capacidades, eran sin duda una fuerza a temer.

Sin embargo, Julis negó con la cabeza.

«Ciertamente ganarían… la primera vez, pero solo entonces.»

Mientras hablaba, una expresión complicada se dibujó en su rostro.

«A medida que una competición continua, sin embargo, los usuarios de estas habilidades caeran, uno por uno. Una vez que las técnicas propias son vistas a través, difundidas y dadas a conocer, pueden ser contrarrestadas. Siempre hay excepciones a la regla, por supuesto, pero a lo mejor, es mitad y mitad.»

«¿Contrarrestadas?»

«La gente de aquí no es estúpida. Si supieran de mis capacidades, lo menos que podrían hacer sería pensar en maneras de contrarrestar mis llamas. Al igual que lo hizo Cyrus, por ejemplo.»

Ayato pensó en el joven contra el que habían peleado un par de días antes.

Había preparado intencionadamente títeres ignirretardantes con el fin de hacer frente a Julis.

«Ahora veo. En otras palabras, como un Strega o Dante, es vital no permitir que sus capacidades sean conocidas.»

«Correcto. Mientras más especializada es la técnica de uno, mayor es su poder y menor su eficacia general. La primera vez que te encuentras con un rival, por supuesto que tienes la ventaja. En una batalla continua, sin embargo, ya no se puede confiar en esa ventaja. Los que ocupan las primeras filas tienen un entendimiento muy claro de esto.»

Aunque hablaba como de algo usual, pero situarse en la parte superior de Asterisk y seguir obteniendo la victoria era una tarea casi insuperable. Esto Ayato finalmente entendió.

«Gracias a Dios, mi capacidad es cada vez más amplia y polifacética. Esta cantidad es necesaria para ver el mayor grado de facilidad de uso.»

«¿Pero los Strega y Dante no son los únicos en desventaja una vez que la esencia de sus técnicas se han captado?»

«Eso es bastante cierto. Es que para ellos, la cuestión es especialmente pertinente. Hmm, por cierto, ¿Cómo está tu cuerpo?»

Julis de pronto se centró en el rostro de Ayato.

Julis probablemente no trataba de dar a entender nada, pero cuando ella se inclinó, Ayato inconscientemente se enrojeció.

«¡…!»

De repente al darse cuenta de la razón de su reacción, ella se retiró a toda prisa. Ayato desvió la mirada.

«Um… bueno, no muy mal, supongo. Alrededor de lo usual.»

Retrocediendo un paso, el ambiente de tensión se desvaneció, y se sacudió el polvo de los pantalones.

«¿E-Es así? Eso es bueno.»

Julis habló en un tono deliberado que sugería que no quería nada más que suspirar.

«Ah… Parece que tres minutos es realmente tu límite.»

«Aproximadamente. Eso realmente no lo cortará. ¿Huh?»

«Para ser franca, va a ser difícil», Julis respondió con una expresión incómoda.

El entrenamiento de Julis con Ayato no era sólo una batalla directa.

También estaban probando los límites de la capacidad de Ayato al luchar con toda su fuerza.

Si era sólo por un corto período de tiempo, Ayato era capaz de liberar a la fuerza los grilletes que su hermana había colocado sobre él. Por desgracia, «corto» era la palabra correcta; su estado liberado sólo podía durar unos pocos minutos a la vez. Por otra parte, el impacto por desellarse a sí mismo a la fuerza dejaba su cuerpo atormentado por el dolor y casi sin poder moverse.

Tres minutos, ese era el límite de tiempo que podía durar sin sufrir el impacto.

«Por lo menos, todavía puedo luchar en un nivel normal.»

«A ese nivel, no estoy segura de que ‘lucha’ sea la palabra correcta. Por otra parte, esto es infinitamente mejor que simplemente colapsar.»

Cuando sus habilidades estaban selladas, la fuerza de Ayato era inferior a la media en comparación con los estudiantes de Asterisk.

Él era capaz de liberar sus habilidades por poco más de cinco minutos a lo mucho, con el costo de tal acción siendo una incapacidad para moverse por todo un día. El costo era demasiado alto para tales ganancias limitadas.

Julis bajó la cabeza pensando en algo, antes de levantar lentamente su mirada.

«Déjame comprobar algo. No puedes romper tu sello de nuevo en tu estado actual, ¿Cierto?»

«Desafortunadamente, no. Necesito descansar por unas horas de por medio.»

Cualquiera que sea la energía que le quedara después de hacerlo tenía que ser utilizada para sostener la funcionalidad normal del cuerpo.

«Así que incluso si es sólo por una fracción de segundo… no es como que sea imposible…»

Por ejemplo, en la lucha que acababa de tener con Julis, él solamente rompió su sello por el más mínimo instante, y no había dado lugar a una carga excesiva. Tal vez era mejor describirlo como agujerear a través del sello, en contraposición a romperlo.

Por otra parte, el límite de tiempo era una restricción dura.

«Ese tipo de esquivada de vida o muerte podría al menos ser utilizado en un ataque por sorpresa. A plena potencia, por supuesto.»

«Es verdad.»

Acabo demostrado que este es el caso, después de todo.

Pensando en esquivadas de vida o muerte, recordó de pronto a la chica de cabello plateado con quien se había encontrado en el pasillo. Al pensar en sus acciones, como las de un animal pequeño, no pudo evitar sonreír.

«No tiene sentido llorar sobre la leche derramada. Vamos a averiguar cómo utilizar tu límite de tres minutos como está.»

«Creo que eso es probablemente lo mejor.»

«Bueno, incluso si es sólo por tres minutos, pero en ese estado, ¿Quién podría durar incluso tres minutos contra ti? Si ellos fueran más fuertes que yo, podría ser un problema, aunque… hmm. Realmente sólo hay que probarlo y ver. Pero, ¿Cómo encontramos una persona así? »

«¿Hay realmente estudiantes más fuertes que tú?»

Julis fue sorprendida por sus palabras.

«… ¿Es en serio? No, ¿Sabes qué? Olvídalo. Ya sé que clase de persona eres.»

«Haha.»

«Ayato, estoy sinceramente feliz de que pienses tan bien de mí, pero cuando se trata de aquellos que son más fuerte que yo… Aunque no me gusta decirme esto a mí misma, pero definitivamente hay un número de ellos si incluyes toda esta ciudad. Por lo menos, lo suficiente para que no se pueda contar con los dedos de manos y pies.»

«¿En serio?»

Julis era muy fuerte. Aunque ella había tenido problemas contra Cyrus hace unos días, fue sólo por el grado en que se había distribuido trampas de antemano. En un verdadero concurso de fuerza, Ayato estaba seguro de que la pelea no duraría mucho.

Dicho esto, la capacidad de manipular la situación a su ventaja era, sin duda, una especie de fuerza también; eso, él no lo negaría.

«Déjame darte un ejemplo. El presidente del consejo estudiantil de St. Garrardsworth se rumorea que es un espadachín que está en la cúspide de la esgrima. Por lo que he visto en los torneos anteriores, sus habilidades son, como mínimo, equivalentes a las tuyas cuando eres liberado del sello. La presidenta del consejo estudiantil del World Dragon también se rumorea que es un absoluto monstruo, pero como todavía no tiene la edad para participar en la Festa, no creo que necesitemos preocuparnos por ella.»

«Los presidentes del consejo estudiantil de St. Garrardsworth y World Dragon…»

Con Claudia parecía ser lo mismo. Como era de esperar, los presidentes de consejo estudiantil de Asterisk eran verdaderamente los más fuertes entre los fuertes.

«Oh, hablando de eso. Sé de una de esas personas. El año pasado, era todo de lo que las noticias hablaban durante días y días. La actual campeona de la Lindvolus, de Le Wolfe. ¿Cuál era su nombre…?»

Ayato no había tenido el menor interés en la Festa, pero incluso él la había visto en las noticias. Ya había ganado la Lindvolus dos veces, y si había que creer rumores, ella se planteaba a hacer lo que nunca antes se había logrado, y ganar su tercera vez también.

«La Bruja Venenosa, Ereshkigal, Ophelia.»

Julis murmuró de repente en un tono de emoción reprimida.

«Cierto cierto.»

Ayato aplaudió en reconocimiento antes de notar la extraña condición de Julis.

¿Estaba molesta? ¿Estaba triste? Su rostro era difícil de leer.

«¿Julis…?» Ayato preocupado llamó.

Julis salió de su ensimismamiento. «Oh, uh, lo siento por eso. Estaba pensando en algunas cosas.»

Julis intentó hacer a un lado la cuestión ya que de repente levantó un dedo.

«E-Eso me recuerda. Poniendo a los estudiantes de Asterisk a un lado, hay muchas otras personas increíbles. Por ejemplo, la jefa de Stjarnagarmr, la más fuerte en la historia de Asterisk, así como la Strega más popular de todas, nuestra maestra, Miss Yatsuzaki. Ella está también, sin duda, a un nivel completamente diferente de mí.»

«¿Yatsuzaki-sensei?»

«No te dejes engañar por su apariencia. Ella fue la líder de equipo del único grupo de Le Wolfe que ganó el Gryps. En cuanto a por qué ella es ahora profesora en Seidoukan en su lugar, no tengo claros los detalles tampoco.»

Ayato pensó en su maestra bárbara e irrespetuosa.

Pensándolo bien, ella nunca revelaba ninguna abertura. Los estudiantes que se atrevían a hacer ruido durante sus clases siempre eran recibidos con un golpe.

Hacer tal cosa a un estudiante de Asterisk era inconcebible a menos que uno fuera también un miembro de la misma Starpulse Generation.

«Sin embargo, en comparación con el ejemplo anterior, tú tienes una ventaja. ¿Sabes cuál es?»

«¿Eh? Bueno, no. No tengo la menor idea.»

«Tus habilidades son todavía completamente desconocidas. El incidente con Cyrus fue encubierto y no hubo otros testigos.»

Ese era ciertamente el caso.

«¿Te refieres a nuestra discusión anterior?»

«Sí.»

En otras palabras, la ventaja de la sorpresa cuando sus capacidades aún no había sido ‘vista a través de ellas’.

«Lo único que se ha dado a conocer es el registro de un Ogre Lux a tu nombre. Eso está probablemente ya difundido. De solo eso, sin embargo, no mucho puede ser comprendido.»

Julis volvió su mirada a Ser-Versta, que había vuelto a su estado latente, y suavemente suspiró.

«Si tan sólo pudieras utilizar sus habilidades en este estado…»

«Jaja, eso es presionar las cosas un poco.»

Cuando era incapaz de sacar toda la fuerza de Ser-Versta, la fuerza de Ayato ni siquiera entraba en la ecuación para Julis. De las ocasiones en que Ayato había revelado su verdadera fuerza, no hubo ni una vez, en que Ser-versta estuviera en este estado latente.

«Eso me recuerda, tu hermana usó previamente esta espada, ¿No?»

«Ese parece ser el caso.»

«Qué intrigante.»

«Yo también lo creo. Nunca hubiera imaginado que hermanos acabarían con el mismo Ogre Lux…»

«Eso no es a lo que me refería.»

Julis sacudió lentamente la cabeza.

«Tu hermana era una Strega, ¿Cierto? Normalmente hablando, los Strega y Dante son incompatibles con las armas Ogre Lux.»

«¿Ah sí? ¿Por qué es eso?»

«Parece derivar de una especie de interferencia de Maná con el Ulm Mana Dite. En toda la historia de Asterisk, el número de usuarios de habilidad que han portado un Ogre Lux sólo ha sido de alrededor de diez como máximo.»

«¿Las armas Ogre Lux desprecian a los usuarios de habilidades?»

Las armas Lux Ogre tenían sus propias voluntades, y elegían a sus propios usuarios.

Esto era algo que Ayato ya había experimentado de primera mano.

«La razón todavía no se entiende completamente, pero bien podría ser como tú dices.»

Julis se encogió de hombros con una risa amarga.

«De todos modos, me estoy alejando del tema. El punto aquí es que hasta que el Phoenix comience en un mes, necesitas tener cuidado para evitar tomar parte en alguna batalla, y así revelar tus verdaderas habilidades. ¿Entiendes?»

«Lo tengo.»

Su respuesta pareció satisfacer a Julis. Ella alcanzó su parte trasera, y sacó su Lux tipo estoque, y caminó alrededor.

«Bien entonces, vamos a empezar de nuevo. Tienes que aprender a lidiar con un oponente sin ranking sin depender de tus habilidades deselladas. Si no logras dar un paso a otro nivel, sólo podrías encontrarte lo suficientemente cocido para ser servido en la cena. »

«… Eso suena bastante duro.»

Qué difícil.

«Para ser honesto, lo mejor sería practicar con un oponente que mejor coincida con el modelo, pero no es algo con lo que sólo yo pueda ayudar…»

«¿Hmm? En ese caso, vamos a encontrar a alguien.»

Cuando terminó, Julis le fulminó dagas con la mirada.

«… ¿Te estás burlando de mí? Sabes que no tengo otros amigos.»

«Uh, no, yo nunca quise…»

«En primer lugar, ¿Has olvidado ya lo que te acabo de decir? Incluso si son compañeros de clase y compañeros de escuela, no podemos dejar que nadie sepa de lo que eres capaz de hacer. Además…»

Cuando Julis comenzaba a descontrolarse hacia él, una campana sonó.

Un momento después, una ventana espacial apareció.

[Tiene invitados. ¿Cómo le gustaría responder?]

Cuando la máquina anunció sobre sus huéspedes, Julis y Ayato intercambiaron miradas.