Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Maiodore Tsia

Parte 6

Salió el sol. Una vez más, el clima era excelente, lo que significaba que era un buen momento para volver a la cama.

O eso pensé, justo antes de que Maiodore viniera a tocar una vez más. Uh… No me digas que quiere salir de nuevo.

“Vamos a salir de nuevo hoy, Keima.” Lo figuraba.

“… Lo ideal sería que me gustaría tener un día fácil del trabajo aquí y allá.”

“Fuimos a casa temprano la última vez, ¡así que hoy vamos a terminar lo que empezamos!”

En resumen, nos vamos a volver a la ciudad.

¿Permiso? Bonodore se lo dio en un segundo, por supuesto. Es evidente que está fuera de su mente, ¿no le recuerde que algunas personas sospechosas fueron después de nosotros ayer? Wheeew, el Archiduque de esta región es un comodín.

“Entonces, ¿a dónde quieres ir hoy?”

“Creo que hay un mercado que se celebra hoy. ¡Recibí mi asignación, así que déjanos ir y comprar muchas cosas!” Maiodore saltó al mercado, sosteniendo la mano de Niku una vez más.

Pero en el camino, alguien pareció bloquear nuestro camino. Tenía ojos desafiantes y confiados. De largo cabello rubio que le llegaba hasta la mitad de su espalda. Era una niña de unos quince años con un vestido blanco.

De hecho… ¡Era Rokuko!

“Está bien. Aquí estoy, Keima.” Rokuko estaba de pie en medio de la calle, con la cabeza alta. Junto a ella había Ichika que lleva un equipo de limpieza, a la que probablemente se había traído para su protección. Ese era el uniforme de trabajo de nuestra posada, pero se destacaba bastante entre los paisajes de la ciudad. Estaba un poco demasiado a la moda, y a pesar de  los calcetines que cubrían  el color  de la piel, la falda era demasiado corta.

Le pedí a Maiodore que me disculpara un segundo, luego caminamos hasta Ichika, que estaba bostezando.

“… ¿Por qué has venido aquí?”

“Quiero decir, no como si pudiera detenerla, amigo. El segundo vio que la carta salió hasta aquí”.

“¡Oye! ¿Por qué estás hablando a Ichika y yo no?”, Dijo Rokuko con un puchero. “¿Estás diciendo que no debería haber venido? Obviamente voy a venir. Desapareces durante una semana y luego está hablando de algún tipo de propuesta de matrimonio. ¿Cómo podría hablar de algo tan serio a través de las cartas?”

“Bien, es justo. Supongo que podemos tener una conversación seria sobre eso ahora que estás aquí”.

“Quiero decir… somos pareja, ¿verdad?”, Dijo Rokuko, sonrojándose y mirando hacia otro lado en un puchero.

“Bueno, de todas formas, me alegro de verte de nuevo. Ha sido demasiado tiempo, te he echado de menos. Las cosas que he estado haciendo aquí realmente matan tu alma… ”

“… Um, ¿qué has estado haciendo, Keima?”, Preguntó, mirando exasperada. Para ser sincero, no sabía por qué había ido tan lejos por ellos.

“Fuimos y destruimos una organización criminal llamada la Última Comuna. Usando… usando amuletos.”

“Supongo que no usaste a Niku hacer eso, lo que significa que utilizó Kosaki en ti mismo, ¿verdad? Cuando llegamos a casa quiero verte en forma súcubo, ¿de acuerdo?” Espera, espera, espera. No quiero que ella vea eso.

“Bueno lo que sea. ¿Entonces esa niña azul, um, es con la que te vas comprometer? ”

“Así es. Lo he resumido en la carta, pero ella tiene la almohada divina.”

“… Bueno, por lo que deberías casarte con ella para conseguir en tus manos parte de la ropa de cama divina.” Rokuko descubrió la situación bastante rápido. Ya había escrito sobre eso en la carta, pero aun así, eso no siempre equivalía a comprensión.

“… ¿Vas a? Como casarse con ella.”

“No tengo la intención de hacerlo, así que estoy buscando una salida en este momento”, dije con la suficiente firmeza que Rokuko dejó escapar un ruido impresionada.

“Bueno, de todos modos, preséntame primero ese chorro azul”.

“Uhhh, claro”. Regresé a donde Maiodore había estado esperando un poco, con Rokuko e Ichika a mi lado.

“¿Quiénes podrían ser estas dos, Keima?”

“Los miembros de mi grupo y Rokuko Ichika. Ustedes dos, esta es la hija del Archiduque, Maiodore”.

“Hmmm. Hola. Soy la compañera de Keima, Rokuko. ¿Puedo llamarte Mai?”

“Siéntete libre, Rokuko. Igual que usted, Ichika.” Rokuko y Mai intercambiaron un apretón de manos. Rokuko estaba actuando bastante presumida por alguna razón. Ichika se presentó y eso fue todo.

“Por cierto, ¿a dónde iban ustedes tres?”

“Al mercado. No habrá mejor manera de mantener un ojo en la ciudad de investigar el mercado. Con Keima a mi lado esto aún se siente como una cita.”

“Oh, una cita, ¿eh? No te importaría que me una a los tres, ¿verdad? ”

“Vaya vaya. Keima, ¿no será más difícil hacer tu trabajo con más personas para protegerme?” Ya puedo ver las chispas volando entre ellas. Pero estoy del lado de Rokuko. Aunque me contendré para no estar en peligro de perder la Almohada Divina.

“Mai, Rokuko es uno de los miembros de mi grupo, por lo que no habría ningún problema con que trabajemos juntos”.

“… Si insistes, Keima, lo permitiré. Solo asegúrate de protegerme, ¿sí?” Y así, de alguna manera, terminamos yendo al mercado con Rokuko.

***

El mercado estaba cerca del centro del distrito este de Tsia. Seis días de la semana era una plaza vacía, pero hoy había puestos, carros y todo tipo de tiendas móviles que mostraban sus productos. Vendieron alimentos como fruta, trigo y pescado seco además de accesorios, pequeñas gemas, cubiertos, cestas, armas, armaduras, etc. Era como una combinación de un mercado y un mercado de pulgas dividido por dos. En algunos puntos, los mercaderes tenían sus productos esparcidos sobre alfombras en el suelo.

“Wow, hay muchas cosas aquí”.

“Me parece inconveniente. Terminamos todas nuestras compras en una sola tienda en casa”.

“La cosa es, amigo, puedes comprar todo en el mercado. Incluso las tiendas que tienen muchas cosas como la nuestra en casa compran muchas de sus cosas desde aquí, ¿sabes?” Era más barato comprar cosas directamente del mercado, pero las tiendas sobrevivieron al estar ubicadas más lejos de él. El puesto de frutería y kebab, por ejemplo, sería uno de los muchos vendedores de alimentos aquí.

“Si pretendemos que los huérfanos entren en el comercio, parece aconsejable comprar un puesto y una licencia para vender en el mercado. Podemos pedir las materias primas, hmmm…” Maiodore observaba atentamente el mercado. Seguro que es una niña seria. Ella solo estaba hablando de que  esta era una cita, también. Por cierto, ella todavía sostenía la mano de Niku.

“¡Mira, Keima! Están vendiendo algunas cosas raras por allí. ¿Qué es eso?”

“Dios mío, Rokuko, esa es una fruta de kiwi”. Rokuko señaló una cosa de color marrón claro, y Maiodore respondió antes de que yo pudiera. Genial, este mundo también tiene kiwis.

“Hmm… ¿Es esto realmente una fruta? Pensé que era un animal ya que es muy peludo. ¿Alguna vez has tenido uno, Ichika?”

“Amigo, ¿quién crees que soy? Duh Son dulces y muy sabrosos. Sorprendido de verlos por aquí. ¿Supongo que los ordenaron a Pavella? Crecen de los árboles, pero una vez que los quitas del árbol, eventualmente crecen piernas y comienzan a correr. Algunas personas piensan que son un animal demasiado por eso. Pero amigo, no me importa mientras pueda comerlos”. Espera, ¿qué? ¿Los kiwis en este mundo corren?

“Estoy bastante seguro de que las chicas son amarillas por dentro y los chicos son verdes. Las niñas son más pegajosas y los niños son más masticables, básicamente. Se necesita algo de talento para descubrir cuál es cuál desde el exterior, pero supongo que el tipo que los vende lo sabe”. Dijo el tipo que dijo: “Sí, y si me equivoco, ¡puedes tenerlo gratis!” Mmm, seguro que todos me parecen iguales. Todos son kiwis de aspecto normal.

“Tengo un poco de hambre, así que. ¿Alguien más quiere uno?”

“En ese caso, ¿por qué no compramos uno de cada género y los dividimos? Podemos compartir, Keima. Señor, uno de cada género.” Maiodore los pagó en el momento en que terminó de hablar. El chico escogió dos kiwis aparentemente al azar y los cortó por la mitad con un cuchillo. De hecho, uno era amarillo por dentro y el otro era verde.

“Lo mismo para nosotros, por favor”. Rokuko pagó por algo y el tipo repitió los mismos pasos, y una vez más, tenía razón. Que profesional. Es un poco como las personas a las que se les paga para descubrir qué pollitos son niños y cuáles son niñas.

Una vez hecho esto, ambos se acercaron ansiosamente a mí. “Ahora bien, compartámoslo, Keima”.

“Keima, vas a comer mis kiwis, ¿verdad?”

“… Uhhh, hay un número impar de nosotros, por lo que las cosas no cuadrarán si todos compartimos. Solo conseguiré algo para mí. Señor, una niña kiwi, por favor.”

“¿Cuál era el punto, entonces?”

“Lo figuraba. Eres buena”. Me hice el tonto, sorprendiendo a Maiodore. Rokuko por el otro aparentemente había predicho lo que haría.

Niku acarició suavemente los hombros de Maiodore y separó los kiwis con ella. Si si. Maiodore es la única chica que Niku sabe que tiene más o menos la misma edad que ella. Quiero que sean buenas amigas.

“Vaya, me equivoque. Tengo uno gratis.” ¿De verdad? Me sorprendió por un segundo, pero a juzgar por su sonrisa, se equivocó a propósito. ¡Venga!

“Keima, no puedo comer con ambas manos llenas. Sostén una.” Rokuko empujó una rodaja de kiwi sobre mí también. Lo tomé.

“Está bien, te comes esa. Ichika, puedes quedarte con los otros dos.” “Espera.”

“¡Amigo, ¿en serio?! ¡Diablos, sí! ¡Buena idea!”

… Terminó conmigo intercambiando kiwis con Rokuko, Maiodore intercambiando kiwis con Niku e Ichika obteniendo dos rebanadas. Maiodore me miró enojada, pero la ignoré y le di un mordisco al kiwi. Oh hombre, esto es bueno. Sabe igual que los kiwis que comí en Japón.

Miramos a nuestro alrededor otros puestos y vimos uno que ocupaba dos espacios.

“Parece que está vendiendo trigo”. Los sacos de trigo estaban apilados más alto que yo. Aquí era donde podías comprar trigo en sacos.

¿Eres comerciante, pelo negro? Tienes que comprar trigo a Tsia si tienes un carrito. Se vende como loco en todo el lugar”.

“¿Eso es un hecho?”

“De hecho, Keima. Tsia es el granero más destacado del Imperio Laverio”.

El comerciante notó a Maiodore e inclinó la cabeza sin parecer demasiado sorprendido.

“No te vi allí, Lady Mai. Qué bueno verte.” “Hola de nuevo. ¿Cómo va tu negocio?”

“No me puedo quejar, no me puedo quejar. Se podría decir que he encontrado una buena línea de comercio con Pavella. Aunque allí las verduras y las frutas se venden mejor, ya que obtienen su trigo en barco.” Maiodore estaba teniendo una conversación de negocios con el comerciante. Chica inteligente, ¿eh?

Por otro lado, este tipo aparentemente tenía una tienda real al norte de Tsia, y esto era básicamente una forma de marketing para él. El mismo precio por sus cosas aquí y allá.

“El precio del trigo es muy importante. Hmm… El mismo precio de mercado que siempre, perfecto.” Maiodore estaba tomando su viaje por el mercado muy en serio. Que trabajadora tan dura. Nunca podría ser así.

“Bien. Parece que están vendiendo las bolsas de harina por un poco más que en nuestra tienda “, dijo Rokuko, comparando el precio de la harina de Tsia con la harina vendida en Goren.

“Las cosas en nuestros edificios de almacenamiento tienen trigo viejo mezclado, lo que lo hace más barato. Sería un desperdicio tirar el trigo cuando envejezca. Vendemos cosas sin mezclar, pero se venden mucho peor”.

“Oh, no lo sabía”. El trigo sin mezclar era un poco más caro que el trigo aquí. Teniendo en cuenta la tarifa de transporte, eso fue razonable.

No había razón para que compráramos trigo, así que no obtuvimos nada allí. Dejaría el trigo de la ciudad a los comerciantes de la ciudad. Y hablando del diablo, nos topamos con un comerciante que venía a nuestro pueblo a menudo.

“Oh, hola, Keima. ¿Yendo de compras?”

“¿Hm? Oh sí, te he visto por la ciudad”. Era miembro de Beddismo. En cuanto a sus productos, vendía cosas hechas en la ciudad de Goren. Cojines hechos por monjas Beddisto y masajeadores portátiles, por ejemplo.

… Las monjas prestaron mucha atención a cómo se sentían los masajeadores, esculpiéndolos cuidadosamente y barnizándolos hasta el punto de ser sedosos antes de acariciarlos e incluso lamerlos para garantizar una textura de alta calidad. El resultado fue un masajeador de primer nivel con forma de muñeca kokeshi. Sheesh, les dije a esas monjas súcubo que tallaran muñecas de madera o algo así si tenían tanto tiempo libre, y terminaron haciendo masajeadores. En realidad, son bastante buenos para alcanzar puntos difíciles, aunque no son eléctricos.

“Uhhh, ¿esos realmente se venden?”

“Oh, ¿los masajeadores kokeshi? Son bastante populares entre las mujeres, gracias a los rumores que dicen que el uso de estos masajeadores los hará más populares entre los hombres”. Eso es probablemente gracias a los fluidos de succubus empapados en ellos. “Aunque muchos hombres también los compran, ya que huelen bien y están hechos a mano por monjas. En general, sí, se venden bastante bien”. Eso es probablemente gracias a los jugos de succubus empapados en ellos (nuevamente).

“El agua bendita de Beddisto también se vende bastante bien, gracias a ti”. “Eso es genial, pero recuerda, el agua bendita no dura mucho”.

“De hecho, lo recuerdo. Mantendré lo que no se vende hoy para mí.

¿Quieres un poco tú mismo, tu santidad?” “No no. Tengo mucho en casa”.

“Me lo puedo imaginar”, sonrió el comerciante.

“Jajajaja, tu pequeño. Espero muchas donaciones”, respondí, sonando completamente como un sacerdote corrupto mientras Maiodore miraba a los masajeadores con gran interés. Sin embargo, preferiría que no. Eran la vergüenza de nuestro pueblo.

“¿Estos son productos de tu ciudad, Keima?”

“Bien ahora. ¿Es esta niña tu nueva novia?” Aunque Mai visitaba el mercado con frecuencia, sin duda todavía había comerciantes que no la reconocían. Este chico fue uno de ellos. Pero su frase era, eh, pobre. Inmediatamente lo corregí.

“No seas grosero. Esta es Maiodore, la hija del Archiduque. Estoy sirviendo como su guardaespaldas en este momento”.

“¡Oh! D-Disculpe. Acepte mis disculpas.” El comerciante inclinó la cabeza de inmediato. Naturalmente.

“Dios mío, está bastante bien. Además, no estabas lejos de la verdad.” Uh, sí, lo estaba.

“… Como disculpa, permíteme regalarte algunas de mis mercancías”. “Oh, ¿no te importa? Muchas gracias.”

“No, no, gracias por visitarnos”, dijo mientras le entregaba a Maiodore una muñeca kokeshi y agua bendita.

“Jajaja. ¿Qué piensas, Rokuko?

“Hmph. Eres bastante buena, Mai. ¡Tráeme algo también, Keima!”

“… Podrías obtener montones de muñecas kokeshi y agua bendita gratis en la ciudad. ¿Por qué comprarlos aquí?”

“Eso no es lo que yo… ¡Ngggh!” Rokuko gruñó para sí misma. Parecía que tenía que tragar algo que quería decir. ¿Están estas dos peleando comprando cosas o algo?

Caminamos y luego nos topamos con un puesto de armas. Ah, pero también hay escudos y accesorios. No estoy seguro de cómo llamarlo. A…

¿Un soporte de hardware?

Pero en cualquier caso, parecía que no se vendían muchas armas o escudos de alta calidad en el mercado. Principalmente, solo trabajo de aprendiz que no se pudo mostrar en la tienda. Aparentemente, este tipo de armas baratas, fácilmente pérdidas o rotas eran esenciales para la supervivencia de los aventureros principiantes. Aunque también podrías encontrar el trabajo de futuros herreros famosos, armas usadas de alta calidad, Espadas Mágicas excavadas en las mazmorras, y así sucesivamente si buscas lo suficiente.

“La cosa es que la mayoría de los tipos los llevarán directamente a las herrerías. Solo las personas que venden Espadas Mágicas y esas cosas son tipos que no quieren esperar a que se identifique su poder o lo que sea”. Las falsificaciones se mezclaron con el resto también. Hmm ¿Quizás estos accesorios también lo son?

“Whoa whoa whoa, todo lo que tengo aquí es cien por ciento legítimo. No intentes sacar la alfombra debajo de mí, por favor.”

“Vaya, mi error”. Estreché los ojos ante los productos, lo que hizo que la señora detrás del estrado se enojara conmigo.

“Keima, este anillo parece bastante lindo. ¿No crees que me parecería maravilloso?”, Dijo Maiodore mientras me mostraba un anillo con una gema azul verdosa que se asemeja a turquesa.

“Wow, esa es una joya bonita. ¿La parte metálica es plateada?”

“¡Tienes unos buenos ojos! Ese es un anillo que mi pequeño hijo hizo como práctica. La gema es real, tallada por mi esposo, un artesano de primera clase. Lo haré barato para ti, ¿qué dices?”

Maiodore me miró. Quiero decir, solo soy tu guardaespaldas, no voy a comprarte cosas. Aunque es cierto, te hice dar tu kiwi a Niku allí.

“¡Espera, Keima! ¿Qué hay de este anillo? ¿No me queda bien?” “Ya llevas el anillo que mejor te queda”.

“Oh, tienes razón. Eheheh.” Rokuko hinchó el pecho con orgullo como victoriosa. Maiodore hizo un puchero tristemente. No presumas, Rokuko, es infantil. Oh. Bien, ella es una loli por dentro. El modo Loli es su verdadera forma. Correcto.

Niku estaba mirando un colgante mientras todavía sostenía la mano de Maiodore.

“… Um, ¿cómo se llama esta gema roja en el colgante?”

“¿Hm? Oh, eso es… no sé. Pero se ve bastante bien, seguro. ¿Qué tal una plata para eso, cabello negro?” En serio, ¿ni siquiera sabes qué gema es? Lo que sea. Niku lo quiere, muy segura.

“Está bien, lo tomaré”.

“¿Qué, en serio? Muy bien, entonces te daré ese anillo de antes. Gracias, gracias.” Bueno… Ahora tengo el anillo. Maiodore me estaba mirando furtivamente.

“Toma, Kuro”.

“G-Gracias”. Le entregué el colgante y el anillo a Niku. Perfecto, eso lo resuelve todo.

Por cierto, según Ichika, las joyas generalmente tenían un precio excesivamente alto bajo la expectativa de que los compradores regatearían. Solo los hombres que querían presumir ante sus chicas comprarían al precio inicial. En resumen, la mujer había lanzado el anillo como un bono ya que le parecía que sin saberlo lo estaba comprando a un precio inflado mientras trataba de obtener un regalo para mi hija, lo que no estaba lejos de la verdad.

Además, Niku le dio el anillo a Maiodore, que se desplomaba tristemente. A ella le encantó y sus alas batieron alegremente. Me alegro de haber criado a una buena niña.

Y así, con eso hecho, nos habíamos saciado del mercado y nos fuimos.