Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 18

Capítulo 8: Comida Medicinal

“Fiu…” Mi experiencia cocinando para un gran número de personas todo este tiempo también había ayudado. En la aldea, yo normalmente solo preparaba un par de cosas, pero esto también había sido divertido. Aunque me habría gustado pulir un poco más cada uno de los platillos.

“Niño, te veías muy bien ahí,” dijo L’Arc.

“En efecto… un verdadero artesano. Tú también estuviste increíble, Kizuna,” dijo Glass.

“Todo lo que hice fue escoger los ingredientes y cortar el pescado…” respondió Kizuna. Todos sus aliados rápidamente la felicitaron. Kizuna también estaba desempeñando su papel. Esa parte de la preparación era muy importante, especialmente cuando se trataba de pescado.

“Tienes una sincronización única aplicando tu fuerza vital. Creo que sería muy difícil de emular,” dijo Glass.

“¡La comida del Maestro! ¿Eh? ¿No podemos comerla?” preguntó Filo.

“Él hizo que Kizuna preparara algo solo para ti. Mira, Filo, Naofumi-sama lo está trayendo ahora mismo,” dijo Raphtalia.

“¡Sí! ¡Cielos, huele delicioso!” dijo felizmente Filo.

“Podría tener un poco de veneno, así que ten cuidado con eso,” le dije.

“Vaya… ¿puede alguien por favor explicarnos lo que están haciendo?” preguntó Sadina.

“¡Explíquenlo!” agregó Shildina.

“Resulta que terminamos involucrados en esta batalla de cocina…” Raphtalia procedió a explicarle a las hermanas lo que estaba pasando, con todos los demás interviniendo cuando les parecía adecuado.

“¿Podrían por favor ambos chefs traer su comida? Estoy seguro de que Seya-sama ganará, pero primero probaremos la comida del retador,” dijo la presentadora, con su banderín parcial todavía ondeando con fuerza. Los jueces comenzaron a llevar mis platillos a sus bocas.

Primero el aperitivo.

“Hah, la comida de este retador de seguro no puede compararse a la comida de Seya—” comenzó a decir el noble rechoncho. Después de un solo bocado, sus ojos se abrieron por completo y comenzó a zamparse la comida. “¿¡Acaso es posible!? ¿Qué es esto? ¡Es delicioso! ¡Demasiado delicioso! ¡Y se siente como si alguna clase de veneno estuviera siendo drenado de mi cuerpo mientras como! ¡Es muy refrescante! ¡Esto es de lo mejor!” El noble rápidamente aceleró a máxima velocidad, llenando sus mejillas con todo a su alcance. Los otros jueces estaban haciendo lo mismo. Para ser honesto, ellos no tenían muy buenos modales a la mesa.

“¡Esa carne estaba prácticamente podrida, y mírenla ahora! ¡El sabor, la textura, es sorprendente!” exclamó el noble.

“Porque ni siquiera estaba podrida. Puede haberse visto así a primera vista, pero en realidad solo era carne añejada que se había vuelto más deliciosa. Y estaba mezclada con la carne suministrada al restaurante. Alguien pasó por todos esos problemas, pero algún otro idiota pensó que estaba podrida y nos la entregó,” expliqué intencionalmente, mirando hacia Seya, Basura III, y las otras presentadoras. Basura III respondió haciéndome un gesto obsceno. Seguí provocándolos, agregando algunas palabras obscenas de regreso.

“¿Qué es este hormigueo que siento en mi nariz? Armoniza muy bien con la textura. ¿Qué condimentos agregaste?” preguntó el noble.

“Es una mezcla de hierbas medicinales y de fragancia. Hierbas ligeramente picantes que son buenas para la salud y que mejoran el apetito han sido convertidas en una gelatina con propiedades medicinales,” expliqué. Le hice una seña al niño que estaba observando dentro de la multitud reunida, sabiendo que esto le gustaría.

“Ya veo. Es por eso que tan pronto como tuve un poco en mi boca, simplemente quise comer más. ¡Mientras más comes, más quieres, pero aun así hace que tu cuerpo se sienta fuerte y purificado! ¡Qué comida tan misteriosa!” exclamó el noble. Todos los jueces estaban comiendo un platillo tras otro.

“Esto es como la sopa que Seya-sama siempre sirve… ¡pero es mucho más deliciosa! ¡Es como nadar en un mar de sabor concentrado! Comparada con esta sopa, la de Seya-sama sabe a agua de alcantarilla… ¿¡pero qué estoy diciendo!?” exclamó el noble. Tenía problemas para entender por qué seguía diciendo todo eso. ¡Él era el más parecido a un personaje de un manga de cocina entre todos los presentes! El consomé no era como estar en el mar, ni de cerca… pero tal vez así fue como se sintió para él al probarlo. Su imaginación era demasiado absurda para mi gusto.

“Creo que no hace falta decir que una sopa cuidadosamente preparada va a tener mejor sabor que una en polvo,” dije. “Algunos chefs de tercera categoría piensan que servir algo rápidamente lo hace delicioso.” Admitiría felizmente que ser rápido era conveniente, pero el sabor venía de otro lado. Por supuesto, yo estaba bien con cualquier cosa, siempre y cuando fuera comestible.

“¡Si sigues insultando a Seya-sama, serás descalificado!” declaró la presentadora.

“Esta es una batalla de cocina, y aun así lo que digo cambiará el resultado. ¿Eso es lo que estás sugiriendo? Tu Seya-sama es más estrecho de mente de lo que creí,” dije.

“Hah. Déjalo disfrutar su momento,” dijo Seya, todavía viéndose muy confiado mientras tranquilizaba a la presentadora. Dicho eso, había una mirada de Nunca te lo perdonaré plasmada en sus ojos, por lo que no podía evitar seguir molestándolo. Al final la presentadora se calmó un poco.

“Esta es solo una versión simplificada que preparé en el tiempo que tuve. Si le dan más tiempo de cocción, se convierte en algo llamado consomé doble,” expliqué.

“¿Puede tener un sabor mejor que esto?” dijo el noble, con sus ojos bien abiertos. Todos los jueces estaban mirándome con sus bocas prácticamente colgando hasta el suelo. Hablando de falta de educación culinaria.

“Y esto… ¿asumo que esto no es un estofado ordinario? ¡Después de todo lo que has cocinado hasta ahora, admito que he comenzado a tener ciertas expectativas!” dijo el noble rechoncho. Él y los demás jueces probaron el estofado.

“¿¡Cómo es esto posible!?” exclamó uno de ellos.

“¡Jo-jo-jo-jo! ¡Siento que solo puedo reír! ¡No hay tiempo para hablar cuando estás comiendo algo verdaderamente delicioso!” dijo el noble rechoncho—en una clara contradicción—mientras continuaba hablando y llenando su sonriente rostro. Él dijo que no había tiempo para hablar, incluso mientras continuaba haciéndolo. “¡Este pescado es un deleite de los dioses! La salsa saca todo su sabor… Tiene un sabor similar a la gelatina en el aperitivo, pero no cansa, ¿verdad?”

“Fui consciente de reiniciar el paladar y presentar una experiencia diferente a través de la combinación de comidas. El solo hecho de cambiar el orden en el que comes las cosas cambiará los sabores que experimentas,” dije.

“¿¡Qué!? ¡Has preparado esa clase de sorpresa para nosotros! Pero ya casi me lo he comido todo…” El noble miró hacia los platillos de los otros jueces comiendo, con codicia en sus ojos, pero todos ellos también casi habían terminado de comer. L’Arc y Glass observaban esto, prácticamente sacando su pecho hacia el frente del orgullo, incluso aunque ellos no habían contribuido en nada.

“¿Qué estamos haciendo exactamente?” dijo Kizuna, sacudiendo su cabeza.

“No me preguntes a mí,” respondió Raphtalia, también sintiendo lo estúpido que era todo esto. ¡Oigan, no me miren a mí! Yo estaba tan desconcertado como todos ellos.

“A continuación… esto se ve como algo que ya he comido antes,” dijo el noble.

“Es carne asada, así que supongo que sí. Pensé que el platillo principal podía ser algo simple,” expliqué.

“¡Buen provecho!” logró exclamar el hombre a pesar de tener la boca llena. “¡Esta carne añejada prácticamente se derrite en la boca! Sé que es carne, debería ser carne, y aun así solo se derrite… ¡Este es un paraíso de sabor normalmente reservado para la carne de la más alta calidad! ¡Esto se ve como carne roja, nada mejor que eso, pero aun así se derrite en la boca! ¡Ah, puedo verlo! ¡Puedo verlo claramente! El monstruo, adulto, convirtiéndose en un ingrediente mucho más refinado de lo que fue en vida… ¡y ahora está evolucionando, evolucionando en mi boca! ¡Ah, la mismísima alma de ese monstruo está tiritando de la alegría! La alegría de ser sacada de esa pila podrida… ¡y haber sido transformada en esto! ¡Haber sido salvada!” El noble rechoncho hablaba tan rápido que estaba preocupado de que pudiera morderse la lengua.

Otro de los jueces soltó un grito salvaje. Miré en su dirección… y parecía que unos cuernos habían salido de su cabeza. No iba a terminar involucrado en eso. Raphtalia miró hacia mí de la sorpresa, pero simplemente la ignoré. Después de todo, este era un descabellado mundo de fantasía. Quizás un monstruo podía ser revivido dentro de alguien que se lo comía. Esa carne que usé pudo haber tenido alguna clase de atributo parasitario.

“Niño, oye… eso no va a pasarnos a nosotros, ¿o sí?” preguntó L’Arc, genuinamente preocupado.

“Ni idea. Si fuera ustedes incrementaría mi resistencia contra los parásitos,” les dije.

“Y finalmente, el postre… es una lástima que la comida ya haya terminado… vaya. Muy simple. Me siento refrescado y todavía un poco hambriento,” dijo el noble rechoncho.

“Sé que deben probar otra comida después de esto, así que quise proporcionarles espacio para que también lo juzguen a él. Es un postre medicinal. Mejora la digestión y da fuerza,” expliqué.

“¡Es tan considerado darle tal oportunidad a Seya-sama! ¡Tú debes ser el más grande rival que él ha enfrentado hasta ahora!” proclamó el noble rechoncho. Todos los jueces se veían complacidos con el resultado… si no es que deseando un poco más. “¡Mi único lamento es que ya no queda más!” El noble fue rápido en vociferar ese pensamiento.

“Después de todo, he visto lo que comen normalmente. Una de las cosas divertidas acerca de las comidas es terminar deseando más, ¿no?” dije. Ante mi respuesta, una expresión de aprobación se extendió a través del rostro del noble, incluso si él no estaba escuchando todo lo que yo estaba diciendo.

“¡Jo-jo-jo-jo! Una estrategia ingeniosa, aparentando ser considerado con tu oponente mientras en realidad lo menoscabas. Muy inteligente. Me saco el sombrero ante ti,” reconoció el noble. Seya y sus secuaces se veían bastante aburridos con la recepción que habíamos recibido de los jueces. Ellos claramente no querían ver u oír que sus oponentes recibieran elogios. Si ellos prestaran algo de atención, pudieron haber aprendido algo de mí, pero solo tenían oídos para escuchar sus propias alabanzas. No había ninguna señal de que ellos aprendieran algo de sus batallas. Los jueces ciertamente no estaban de su lado en este momento.

“Si quieres rendirte, este es el momento,” le dije a Seya.

“Esa es mi línea,” respondió él. Seya nos había dejado ir primero, y miren a dónde lo había llevado… Estaba dispuesto a darle la oportunidad de dar un paso al costado, pero él ni siquiera entendía la situación.

“¿Por qué usaste todas esas hierbas en la comida?” preguntó Kizuna.

“Alguien me lo pidió,” dije.

“¿Alguien te lo pidió?” respondió ella.

“Sí. Fue para liberar a todos de la contaminación causada por la comida de Seya,” le dije.

“¿Contaminación?” preguntó Kizuna, aparentemente confundida.

“¿No te diste cuenta?” respondí. “Bueno, solo observa.” Ella no era la más brillante del lugar, eso era seguro.

“Mmm, creo que necesito ir al baño,” dijo el noble rechoncho. “Volveré enseguida.” Los jueces procedieron a tomar turnos para ir al baño. Una vez que todos regresaron, era el momento de comer la comida de Seya.

“¿Eh?” Kizuna, L’Arc, y Glass tenían expresiones de confusión en sus rostros. También los otros comensales a nuestro alrededor. Supongo que era de esperarse un poco de sospecha.

“Muy bien, es hora de disfrutar la comida de Seya-sama,” dijo el noble rechoncho. Él y los otros jueces procedieron a comer animadamente los platillos que Seya preparó. En el momento en que el noble probó su primer bocado, una sonrisa de confianza se extendió a través del rostro de Seya.

“¡Esta es la habilidad de un verdadero chef!” proclamó él.

“¡Ahora están demasiado confiados porque los jueces fueron buenos con ustedes, pero en este momento sentirán la fuerza abrumadora de Seya-sama!” rugió la presentadora, uniéndose rápidamente. El resultado ni siquiera había sido decidido y ya estaban proclamando su victoria. Un solo lado era el que estaba demasiado confiado aquí.

Esta vez las cosas no iban a salir a su manera.

“¿¡Qué mierda pasa con esta sopa!?” exclamó el noble, literalmente escupiéndola de su boca. “¡Esto no se parece a la deliciosa sopa que siempre sirve! ¿Qué está pasando?” Él miraba hacia Seya, con gotas de la sopa desagradable goteando de sus labios.

“¿Qué? ¿¡De qué estás hablando!? ¡Preparé mi increíble sopa de siempre!” exclamó Seya. Esa sopa en polvo… ¿increíble? Él había agregado algunas cosas, algo de carne y cosas parecidas, pero básicamente solo era sopa en polvo. ¡Eso es todo lo que puedes obtener! Sin mencionar que se veía turbia y horrible. Pero ese era el punto—él los había estado engañando. La presentadora tomó la sopa que le noble había probado y ella misma la probó.

“¡No hay nada malo con ella! ¡Esta es la increíble sopa de Seya-sama, igual que siempre!” Ante su testimonio de que era la misma de siempre, los ojos del noble se abrieron completamente de la sorpresa. Esta vez él tomó animadamente el curry y probó un bocado.

“¿Y qué es esto? ¡Sabe a lodo picante! No, de hecho… no es como si alguna vez lo haya probado… pero se parece más a, bueno… ¡esa otra cosa café! ¡Es amargo y desagradable! ¡Ni siquiera puedo soportar su olor! ¿¡Qué es lo que está pasando aquí!? Mmm… el sabor ha mejorado un poco, pero solo es… curry normal. ¡Ni siquiera tiene una pizca del sabor del curry usual de Seya-sama!”

“¡Imposible! ¡Este es el curry de Seya del piso más alto! ¡Ah, es tan delicioso que derrite mi lengua!” Había una brecha demasiado grande entre la evaluación de los jueces y la de las presentadoras. Voces de protesta estaban comenzando a surgir de los espectadores. El noble pasó a probar los demás platillos, pero tenía una mirada enferma en su rostro y escupió la mayoría de ellos, sosteniendo su nariz todo el tiempo.

“Seya-sama, ¿qué está pasando aquí? ¿Está sirviéndonos esta bazofia desagradable a propósito?” preguntó él. Él tenía una mirada en su rostro como diciendo que no podía creer lo que estaba pasando. Su confianza en Seya solo parecía estar fortaleciendo el impacto de su traición.

“¡Imposible! ¿Cómo es que mi comida definitiva está siendo tan pobremente evaluada?” gritó Seya. Entonces su mirada pasó a ser una enojada y se posó sobre mí, acompañada con un dedo acusatorio. “¡Tramposo! ¡Esa es la única forma de explicar esto!”

“No esperaría menos de alguien como tú, aferrándose a eso como una excusa. Entonces lo diré. Tienes razón,” respondí. Sin importar cuán justo tratara de competir, estábamos lidiando con la clase de personas que siempre ponían excusas tan pronto como eran derrotadas. Así que solo había puesto cierto plan en acción. Nada que pueda llegar a ser llamado hacer trampa.

“¡Niño!” exclamó L’Arc.

“¿¡Naofumi-sama!?” se unió a él Raphtalia.

“Naofumi… ¡No puedo creer que hayas caído tan bajo!” agregó Kizuna. Todos los que supuestamente estaban de mi lado ahora me estaban mirando con sospecha en sus ojos. Es decir, seguro, había hecho cosas malas en el pasado, ¡pero podrían tener un poco más de fe en mí!

Incluso el niño que me había pedido ayuda me estaba mirando con sospecha. Desearía que primero me escucharan.

“Oigan, no me malentiendan. No hice nada que cambiaría su evaluación si la comida de verdad tuviera buen sabor. Seya ya había hecho trampa ocultando su propio sabor, y todo lo que hice fue resetear eso,” expliqué.

“¿Qué? ¡Cobarde! ¡Qué clase de truco es este!” exclamó Seya. Él ni siquiera estaba escuchando.

“La prueba está en el postre. Si comen algo de mi comida, el aperitivo, la sopa, o tal vez el postre, y luego comen algo de su propia comida, deberían experimentar lo mismo que los jueces están sintiendo ahora. Esto es lo que te buscaste por dejarme ir primero,” dije, con un aire casual. Kizuna intervino realmente rápido.

“¡He visto esto en un viejo anime! ¡Cocinaste algo con sabores más fuertes, lo cual provocó que los sabores del oponente fueran opacados!” exclamó ella.

“¡No! ¡No hice nada así!” grité de vuelta. ¿¡De qué lado estás!? Yo también había leído un truco similar en un manga de cocina, pero esta vez no había usado nada así. Apunté hacia la comida de Seya y continué mi explicación. “Cuando probé tu comida, me di cuenta de que contenía algo adictivo. Algo probablemente mucho más adictivo que el tabaco, el alcohol… e incluso los narcóticos. Ese es el verdadero ingrediente de esta deliciosa y cautivadora comida.”

“¡No puedo creerlo!” gritó de la sorpresa Kizuna. ¡Vaya héroe! Incluso L’Arc, Raphtalia, y Glass se veían sorprendidos por esta información. Me pregunto cómo es que no se habían dado cuenta.

“¿Qué significa esto? ¿Estás diciendo que he estado comiendo algo adictivo?” preguntó el noble, también incapaz de ocultar su sorpresa.

“Niño, ¿y no hay nada así en tu comida?” preguntó L’Arc. ¡Casi quería darle una bofetada! ¡Ya tuve suficiente de recibir ataques de mis propios aliados! ¡Como si yo fuera a agregar algo así!

“¿Quieres que lo haga? Si lo hago, serías incapaz de pensar en otra cosa más que en comer… Incluso estarías peor que las personas de esta ciudad. ¿Eso es lo que quieres?” pregunté. Al escuchar esta amenaza, L’Arc sacudió su cabeza vigorosamente de un lado a otro. Aunque L’Arc y los demás eran héroes, así que deberían tener cierta resistencia.

“¿Entonces qué diablos hiciste?” rugió Seya.

“¡Ah!” Kizuna finalmente parecía haberse dado cuenta. “¡Entonces es por eso que usaste tantas hierbas medicinales en tus platillos!”

“Exactamente. La razón por la que todos querían ir al baño después de comer fue para expulsar las toxinas. También usé otras hierbas para disminuir la sensación de letargo que aparecería,” expliqué. Ellos habían estado comiendo esto habitualmente ya por un tiempo, así que no deberían haber sido capaces de librarse de todo. Pero esto al menos debería tener un efecto temporal. Como prueba de eso, ahora todos los jueces se veían mucho más saludables que cuando los habíamos visto por primera vez. Aquellos en la audiencia también podían notar la diferencia fácilmente.

“¿Recuerdas lo que dijeron los jueces cuando estaban comiendo?” continué, mirando hacia Seya. “Que se sentía purificador. Bueno, fue exactamente eso. Extraje las toxinas de tu comida con mis hierbas, recuperé su vitalidad, y les di algo de resistencia. Eso es todo. Eso les permitió dar una evaluación más racional de tu comida mientras destacaban el desagradable sabor de las toxinas en ella.” Básicamente era la comida la que hacía que el tabaco o el alcohol tuviera tan mal sabor.

La explicación se estaba alargando demasiado. Podía sentirlo. En ocasiones explicar cosas podía tomar demasiado tiempo.

“¡Tienes que estar bromeando! ¡Deberías estar avergonzado de preparar tal truco sucio!” me acusó Seya. Yo no estaba avergonzado de nada. De hecho, quería preguntarle si él no estaba avergonzado de preparar comida llena de toxinas adictivas.

“¡No tienes el derecho de hablar!” grité de vuelta. “¡Tú has estado poniendo toxinas en tu propia comida, me diste una pila de ingredientes podridos, y no hiciste más que calentar comida instantánea mientras alardeabas acerca de cómo yo me sumergiría en tu sabor o como sea! Tú eres quien debe estar bromeando.” En esa pila había habido menos ingredientes comestibles que los no comestibles. Él me había dado un montón de desechos para trabajar mientras también mezclaba cobardemente toxinas altamente adictivas dentro de su propia comida. ¡Sin mencionar que ya había comprado a los jueces! ¡Él no podía esperar que yo tomara en serio esta farsa de batalla de cocina!

De verdad odiaba a las personas que alardeaban de los resultados antes de que incluso estuvieran definidos.

“Ah, hay otra cosa que debo hacer,” mencioné. Apunté hacia el noble y le indiqué que se acercara a mí. Por supuesto, él no hizo caso. Sin alternativa, yo me acerqué a él. Los aliados de Seya, el personal del restaurante, trataron de detenerme, pero yo simplemente los saqué de mi camino.

“¿Qué sucede? ¿Qué es lo que quieres?” preguntó el rechoncho.

“Elige. ¿Quieres seguir siendo usado de esta forma, controlado por toxinas adictivas hasta tu muerte, o quieres probar la comida que preparo cuando realmente me pongo serio?” le pregunté. Él gruñó ante la pregunta, y yo seguí presionando. “Mis aliados probablemente te dirán que mi comida también es deliciosa y altamente adictiva, así que, en ese aspecto, ambas parecen ser iguales. Pero ¿quieres comer comida que solo es polvo lanzado al agua, recalentada en una bolsa, o quieres comer comida preparada con los ingredientes apropiados, cocinada y preparada con todo el debido cuidado para tu deleite?” Este noble en particular tenía un cierto aire gourmet a su alrededor, y estaba seguro de que estaba haciendo una mejor oferta que seguir comiendo esta bazofia instantánea. Si él había creído que mi comida con hierbas medicinales tenía tan buen sabor, estaba confiado de que la real lo dejaría sin palabras. Después de todo, ya había visto lo que podían hacer nuestros oponentes.

“¡No dejes que te engañe! ¡Mi comida de seguro tiene un mejor sabor! ¡No hay ninguna toxina en ella! ¡Están inventando todo esto!” reclamó Seya.

“¡Así es!” la camarera de Seya rápidamente lo respaldó. “¡Tú eres uno de los mejores clientes de Seya-sama!” El noble rechoncho en cuestión miraba confundido entre Seya y yo. Si aún no se había decidido, eso significaba que lo tenía.

“¡Ellos están mintiendo! ¡Mi familia comió en este lugar y ahora están todos muertos!” El niño escogió este momento para hablar, con una sincronización perfecta.

“¡Cállate! No sabemos por qué murió tu familia,” dijo alguien dentro de la multitud.

“¡No puedes culpar a Seya-sama de todas las cosas malas que pasan!” dijo otro mientras todos cerca comenzaban a regañar al pobre niño.

“¡No permitiremos que nadie insulte a Seya-sama!” La presentadora también intervino. “¡Los despojaré de todos sus puntos si lo hacen!” Esta amenaza causó una gran conmoción dentro de la multitud.

“¡No, eso no!”

“¡Tienes que disculparte, de inmediato!” dijo alguien.

Pero el niño no se retractó.

“¿No creen que es extraño? ¡Todos ustedes solían cocinar en casa antes de que Seya abriera este lugar! ¡Ahora comen aquí para cada comida! ¡Estar obsesionado con algo y disfrutar la comida son dos cosas totalmente diferentes!” gritó el niño.

“¡Cállate! ¡No puedo vivir sin la comida del restaurante de Seya-sama!” respondió alguien.

“¡Así es!” dijo alguien más. La comida de verdad estaba gobernando toda esta ciudad, eso era evidente.

“No estoy tan seguro de… que me agrade esto…” El noble estaba muy conmocionado de ver todo esto. Parecía que aún quedaba algo de justicia en su interior. Ahora solo necesitaba meter mis dedos en esa abertura. Me incliné hacia él y susurré en su oído.

“Una vez que gane esto y reclame todas sus posesiones, me desharé de ese accesorio y te daré todas las recetas. Entonces ni siquiera lo necesitarás para preparar tu comida, ¿cierto? Y también sabes quiénes somos nosotros, ¿no?” le dije. Todas sus recetas eran unas simples que podían ser preparadas usando herramientas. Era altamente probable que, si podíamos poner nuestras manos en las recetas, cualquiera sería capaz de seguirlas. El noble parecía estar pensando lo mismo, ya que sus ojos comenzaron a brillar.

“¡Retador, regresa a tu posición! ¡Seya-sama, usted también cálmese!” dijo el noble.

“¡Si, si, por supuesto! ¡Los jueces han visto cuál de nosotros está esforzándose de forma leal y honesta! ¡Has perdido por revelar tus trucos antes de que el resultado fuera decidido!” escupió Seya.

Eso ya lo veríamos. En cuanto a esforzarse de forma leal y honesta, no tenías las palabras para responder a eso. Incluso hablando objetivamente, él no podía decir que se había esforzado mucho.

Retrocedí rápidamente y regresé a donde había cocinado.

“¿Por qué tengo esta sensación? Como si algo malo estuviera a punto de ocurrir,” dijo Raphtalia.

“Qué coincidencia. Yo siento lo mismo,” comentó Glass.

“Mmm. Esto rápidamente se está convirtiendo en un problema bastante personal,” dijo Tsugumi. Ella había estado en una posición similar en el pasado. Tsugumi ahora se veía muy tranquila, considerando cómo habían sido las cosas.

“Dicho eso… a partir de lo que dijo ese niño, suena a que Naofumi-sama hizo lo correcto,” dijo Raphtalia.

“Normalmente es así con el Niño,” estuvo de acuerdo L’Arc.

“Esas son las habilidades del Maestro Artesano,” dijo maravillada Teresa.

“Oye, Teresa… ¿podrías dejar de ser una persona totalmente diferente cuando hablas del Niño?” dijo L’Arc. Era evidente que él tenía sus propios problemas con los cuales lidiar. Aunque él no era muy diferente de ella, ya que enloquecía con cada platillo.

“Maestro, ¿esta es toda la comida que tiene?” preguntó Filo. Ella estaba comenzando a molestarme, pero dejarla insatisfecha solo causaría problemas más adelante. Puse algo de sopa frente a Filo.

“Confórmate con eso por ahora. Te prepararé algo más cuando regresemos,” le dije.

“¡Bien!” dijo ella. Entonces me di cuenta de que las hermanas ballena asesina, quienes ahora estaban al tanto de todo gracias a Raphtalia y los demás, estaba mirando hacia Seya con sospecha en sus ojos. Me pregunto por qué. Los jueces además habían comenzado a murmurar entre ellos. Seya y sus secuaces todavía estaban mirando hacia mí con algo de molestia.

“Naofumi, ¿crees que estaremos bien?” preguntó Kizuna.

“Ni idea. En cualquier caso, arruiné completamente su comida,” dije. Eso me hizo sentir un poco mejor. Cuando dejaba de lado todo el asunto de la batalla de cocina, su mala actitud y falta de respeto por la comida me habían empujado al borde de mi paciencia.

“No me gustan mucho tus métodos,” dijo Kizuna.

“No hay nada justo en esta batalla. El ganador siempre iba a ser quien fuera más astuto, más maquinador que el otro,” dije.

“Mmm, es una lástima que no pudieras ganar solo porque tu comida tuviera mejor sabor,” dijo Kizuna.

“Oye… Has estado leyendo demasiados mangas de cocina. Es una ilusión que el sabor y la apariencia serán bien evaluados. Lo que necesitas es popularidad y demanda,” dije. Por supuesto, tenía que tener buen sabor, pero poner un énfasis en eso como el único requerimiento también era un problema. Si estabas planeando vender comida en un restaurante, por supuesto que debía tener buen sabor. Los clientes llegaban debido a otros elementos, debido a la popularidad. Si el restaurante de Seya colapsaba aquí, causaría problemas para todos los jueces. Era por eso que había creado una ruta de escape para ellos. Para hacer realidad el futuro que quería ese niño. ¿La justicia de Itsuki? No me importaba nada de eso. Si no me encargaba de las chispas lloviendo sobre nosotros, terminaría quemado.

Por ejemplo, tomemos a este restaurante, el cual prácticamente era una loca religión. Dejar este lugar abierto podría gatillar toda clase de otros problemas.

“¿De verdad funciona así?” preguntó Kizuna. “Suena más a ser un comerciante que un chef.”

“No te equivocas. La comida más deliciosa debería ser la ganadora. Pero la comida de Seya no tiene buen sabor en lo absoluto. Ustedes querían esto, ¿cierto?” dije. Cuando miré hacia L’Arc y los demás, ellos no se veían muy contentos.

“Esto la verdad no se siente como lo que esperábamos…” dijo L’Arc.

“Si Seya hubiera seguido las reglas—el mejor sabor gana—y luchado de forma justa, yo no habría llevado las cosas así de lejos. Pero piensa en lo que ellos hicieron. No tenían la intención de darnos una batalla justa,” les recordé. Si ellos nos hubieran dado ingredientes iguales y simplemente hubiéramos tenido que cocinar algo dentro del tiempo límite, el resultado pudo haber sido diferente. Pero no con la forma que habían manejado las cosas. Ellos habían maximizado su ventaja de local, dándonos productos podridos y pescado tóxico. Incluso habían comprado a los jueces. Eran cobardes y habían sido recompensados acorde.

“No esperaría menos de ti, Naofumi. Aunque los medios todavía me molestan un poco…” dijo Kizuna.

“Siento que he visto el lado más desagradable de este mundo,” agregó Raphtalia.

“Tenemos que ser fuertes, o no sobreviviremos a los enemigos que yacen en el futuro,” les advertí. Bruja era lo suficientemente mala, pero los enemigos jurados de S’yne eran la viva imagen de la maldad. Algo como esto solo sería un calentamiento para ellos.

“Es decir, probablemente tienes razón…” dijo Kizuna.

“Espero que hayas aprendido mucho de esta experiencia. Aun así, las cosas parecen ser mejores aquí en tu mundo, Kizuna,” le dije. Algo como ese niño apareciendo con su vieja canasta para ayudar no era algo que esperaba que sucediera en nuestro mundo. El mejor ejemplo que podía pensar era el niño que nos ayudó durante la segunda ola.

De todas formas, un buen acto definitivamente merecía ser recompensado con otro.

Si el noble no hacía lo que yo quería, usaríamos la autoridad de L’Arc para torcer las cosas en nuestro favor. Además, yo era el Héroe del Espejo, y los héroes además tenían una cierta autoridad.

El noble rechoncho y el resto de los jueces se pusieron de pie después de haber terminado su discusión, con rostros más determinados que nunca. Una música de tensión palpable comenzó a sonar. Itsuki no estaba con nosotros, pero miré a mi alrededor, casi esperando verlo.

“¡Ta… tara… taaan!” Era Filo, cantando para sí misma. Me preguntaba quién le había enseñado eso y deseaba que se detuviera al mismo tiempo. ¡Ella solo estaba aumentando la tensión!

El noble y todos los demás levantaron sus banderas. La que tenía la insignia de Seya estaba tachada (ellos ya se habían desecho de la que nos representaba antes del comienzo de la batalla).

“¡El ganador es el cocinero retador!” proclamaron ellos. Parecía que esta batalla de cocina llena de trampas había terminado con mi victoria.