Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 18

Capítulo 7: La Controvertida Batalla de Cocina

Una enorme cocina rápidamente fue preparada en la terraza del restaurante de Seya. Sacudí mi cabeza a causa de las instalaciones dispuestas; parecía que hacían esto frecuentemente. Entonces un misterioso grupo de cocineros se reunió alrededor de Seya y nos miraron con desprecio. Mientras este descabellado drama se estaba desarrollando, la camarera, quien parecía que iba a actuar como la presentadora, tomó algunos de los ingredientes para comérselos y miró hacia nosotros. ¿Acaso esta era una parodia intencional?

Los cocineros se alinearon contra la pared del restaurante.

Ella comenzó a decir, “¡Atención, amigos! ¡La batalla comienza! ¡El restaurante de Seya contra los cocineros asesinos de quién sabe dónde!” A ellos ni siquiera parecía importarles contar con la información correcta o incluso aprenderse nuestros nombres. “Ahora explicaré las reglas para todos quienes nunca han asistido. ¡El tiempo límite es de una hora y media! ¡Tienen que llevar los platillos hacia los jueces dentro de ese tiempo! Después serán juzgados estrictamente, pero de forma justa. Y el platillo más delicioso será declarado ganador.” La chica apuntó hacia los jueces. El sujeto rechoncho estaba ahí, junto con muchos otros, todos levantando sus manos. No esperaba que ninguna de esas palabras se aplicara a los jueces que nos estaban mirando como si fuéramos basura en la calle.

“Tenemos que levantar estas banderas, ¿cierto?” preguntó uno de los jueces.

“Así es,” confirmó la chica. Todos los jueces inmediatamente tomaron un palillo con lo que parecía ser el logo del restaurante de Seya pegado e ignoraron el palillo que presumiblemente nos representaba. Ellos de seguro habían sido completamente comprados, y el resultado parecía ya estar en la bolsa.

Había sido estúpido al aceptar esto. Nada era tan subjetivo como la comida.

“¿Cómo las cosas llegaron a esto?” Kizuna estaba sacudiendo su cabeza. Estaba de acuerdo con ella.

“No tengo idea. Glass y los demás se enojaron por alguna razón,” dijo Raphtalia.

“Rafu,” estuvo de acuerdo Raph-chan, con miradas confundidas en sus rostros mientras tomaban asiento en el lado de los espectadores de nuestro equipo.

“¡La comida del Maestro!” dijo Filo.

“Ellos se llevarán una sorpresa cuando prueben lo que vas a preparar, Niño,” dijo L’Arc.

“En efecto. Si eso es lo mejor que pueden hacer, tu victoria está asegurada,” estuvo de acuerdo Glass. Yo todavía estaba preocupado acerca de lo agresivos que estaban siendo. ¿Acaso estaban drogados o algo así? No estaban actuando para nada como ellos.

“Ingredientes han sido preparados en cada ubicación. No tienen permitido usar los ingredientes de su oponente. También pueden traer cualquier ingrediente que quieran… si es que son capaces de hacerlo.” Su actitud ya me estaba sacando de quicio. “Seya-sama, ¿qué clase de comida será la temática de esta ocasión?” ¡Mierda! ¿¡Él elige!? No había nada justo en todo esto, eso era evidente. Me recordaba al segundo día después de ser invocado. Esta chica realmente estaba aspirando a ser Basura III.

“Mmm, una excelente pregunta.” Seya me miró de arriba abajo, burlándose de mí completamente. Esa misma actitud hacía mucho más probable que él también fuera parte de la vanguardia de las olas. Después él habló un poco con Basura III antes de mirar una vez más hacia mí y reírse.

“La clase puede ser la que quieras. Tengo que enseñarles a estos delincuentes de la comida la gran diferencia entre nosotros,” dijo Seya. ¡Como sea! Él de verdad iba a convertir todo esto en una molestia, ¿no?

“Puedo hacer que alguien me ayude, ¿cierto? ¿Y necesito preparar comida para cada uno de los jueces?” Eso era todo lo que necesitaba preguntar.

“Correcto,” dijo ella. Entonces los ingredientes proporcionados por el restaurante de Seya fueron traídos. Tenía que cocinar lo que pudiera con estos ingredientes o los que pudiera reunir en una hora y media. Normalmente habría algo de tiempo para hacer preparativos—

“¡Comiencen a cocinar!” gritó Basura III, e inmediatamente sonó un gong. Seya se apresuró hacia donde sus ingredientes habían sido colocados y comenzó a seleccionar cuáles usar. Por lo que podía ver, él tenía una selección de ingredientes de varias regiones, y todos parecían ser de gran calidad. Caminé hacia la mesa donde fueron colocados mis ingredientes y revisé los vegetales.

Zanahoria
Calidad: A punto de podrirse.

Rábano Doble
Calidad: Duro.

Papa Kabúm
Calidad: A punto de explotar.

Maldije. Después miré hacia los asientos de los jueces y Basura III para verlos observando en mi dirección con burla en sus ojos. Por un momento me pregunté si ganar de esta forma dañaría en algo sus orgullos—pero por supuesto que no lo haría. Sin siquiera querer saber lo que había dentro, miré hacia el barril de agua.

Pez Globo Tigre del Trauma
Calidad: Excelente—¡Peligro! ¡Advertencia! ¡Toxina mortal!

La valoración indicaba que era venenoso. No pude evitar soltar un suspiro.

“¿Esperan que use esto?” los acusé.

“¿Tienes algún problema? ¡Mira con más atención!” Incluso antes de terminar de quejarme, Basura III ya estaba apuntando hacia un puñado de ingredientes sobre la mesa que se veían casi comestibles.

Zanahoria
Calidad: Normal.

Rábano Doble
Calidad: Normal.

Papa Kabúm
Calidad: Normal.

Uno de cada uno. ¿Y tenía que preparar suficiente para todos los jueces con esto?

“¿De verdad eres un chef?” me provocó Basura III. “¡Ni siquiera puedes diferenciar los buenos ingredientes!”

“¡Esto está arreglado!” rugió L’Arc.

“¡Cobardes!” gritó Tsugumi. Sin embargo, nadie estaba prestando atención; todos estaban viendo cocinar a Seya.

“Pobres idiotas. Todos aquellos que se han enfrentado a nosotros han traído sus propios ingredientes. Es de sentido común,” dijo Basura III. Como si nosotros supiéramos las reglas de este patético espectáculo. Si no te gustaba lo que te entregaban, podías ir a conseguir lo que quisieras… pero ¿qué podríamos lograr en una hora o menos? No había tiendas de alimentos en la ciudad. Tal vez solo estaban los campos. Debería haber monstruos fuera de la ciudad, pero no teníamos el tiempo para ir a cazar, sin mencionar drenar y preparar la carne. Debería haber peces en el río… pero requeriría un gran esfuerzo.

En efecto, eran unos cobardes. Todo esto estaba comenzando a sentirse como una verdadera molestia, pero perder sería malo.

“Kizuna, Kizuna,” la llamé, moviendo mi mano.

“¿Qué?” respondió ella. Procedí a sacar un pez globo tigre del trauma del barril y lo puse sobre la losa.

“Haz lo tuyo,” le dije.

“¿Eh?” respondió ella, confundida.

“Corta las partes venenosas y prepara sashimi de pez globo o algo así. Eres buena cortando cosas, ¿cierto?” dije. En el momento que le dije qué hacer, los rostros de todos los jueces se pusieron pálidos. Ellos claramente sabían que el pez era venenoso.

“Atreverse a tratar de alimentarnos con tal pez es como dar por perdida la batalla,” escupió el noble rechoncho. Él era una bola de grasa ruidosa. Haría que L’Arc lo despojara de su autoridad y lo exiliara una vez pasado todo esto.

“Espera…” dijo Kizuna.

“No es para ellos. Solo es para practicar. Si lo logras, deja que Filo se lo coma, no me importan,” le dije. Era el único ingrediente de calidad que nos habían dado, y además uno raro. Sería un desperdicio dárselo a los jueces. Nos quedaríamos con todo eso.

“Naofumi, ¿qué hay de ti?” preguntó Kizuna.

“Tengo algunas ideas. No te preocupes,” le dije. Seleccioné todo lo que podría ser capaz de usar de la montaña de ingredientes. “Tal parece que hay algunos ingredientes en buen estado dentro de los podridos que han proporcionado. Ellos probablemente no tuvieron la capacidad de verlos.” Por ejemplo, mucha de la carne estaba podrida, pero también incluía un poco que había sido tratada para dejarla añejar. Ellos la habían sacado toda sin haberse dado cuenta de eso, así que solo deben haber pensado que estaba podrida. Muchos principiantes pensaban que la carne fresca era la más deliciosa, pero eso en realidad no era el caso. Parecía que Seya y sus lacayos estaban dentro de aquellos que no entendían esto.

Noté que algunos de los cocineros contra la pared estaban mirando hacia mí, y viéndose sorprendidos, tal vez comprendiendo su error.

“También te dejaré a ti cortar todo esto. Aquí hay menos cosas comestibles de las que creí,” le dije a Kizuna.

“Bien,” respondió ella. Mientras yo revisaba rápidamente mi propia montaña de ingredientes, Seya colocó una gran olla de cocer sobre la cocina, la llenó de agua, y después encendió la llama bajo ella. Una vez que comenzó a burbujear y hervir, él tocó un accesorio en su muñeca derecha, el cual solo parecía ser una recreación de la función de objetos recibidos de las armas vasallas, y comenzó a juguetear con algo. Una misteriosa bolsa de pronto apareció en medio del aire, y Seya la agarró y la dio vuelta. Un polvo café salió y llenó la olla que Seya había preparado.

Desde donde yo estaba, parecía que él había creado ingredientes usando la función de cocinado automático que tenían las armas sagradas, de las siente estrellas, y vasallas. Me pregunto si este era un avance de la modificación de accesorios o tal vez una tecnología personalizada. Si él había logrado eso a través de sus propias modificaciones, entonces era más bien un maestro artesano de los accesorios que un chef.

El olor a consomé comenzó a salir de la olla de Seya. Qué truco tan bueno. Tal vez yo debería tratar de copiarlo, pero no estaba seguro si funcionaría. Debe haber sido una molestia preparar ese consomé, y aun así la calidad final probablemente no sería nada especial.

“¡Ahí está!” Basura III y una segunda presentadora ahora estaban describiendo apasionadamente cada uno de los movimientos de Seya. “¡El poder mágico de Seya-sama!” Eso sonaba como algo que definitivamente no querías mezclar con tu comida.

“¡Sumérjanse en los exquisitos sabores de mi comida!” gritó Seya, incluso mientras revolvía la olla. A mí me parecía que la estaba revolviendo con demasiada fuerza.

“¿Qué fue ese polvo? ¡Se ve demasiado sospechoso!” dijo Raphtalia.

“¿Realmente vas a llamar cocinar a mezclar algo de polvo con agua?” agregó Tsugumi.

“¡A mí me parece que solo estás jugando!” dio el golpe final Glass, con ninguna de las
tres perdiendo su oportunidad de criticarlo. Tenía que estar de acuerdo que era un poco demasiado llamar a lo que estaba haciendo cocinar.

“¡Bien! ¡Es hora del siguiente platillo!” Y así, Seya tocó su accesorio una vez más y sacó… algo con un envoltorio plateado. Después lanzó la bolsa y todo dentro de una olla con agua caliente y comenzó a hervirla. Él solo se veía como… alguien calentando un curry pre- cocido. En serio.

“¡Ese es el mejor platillo que puede ofrecer el restaurante de Seya! ¡La bolsa de curry de Seya! ¡Y también es uno del Quinto Piso!” gritó una de las presentadoras. Apenas fui capaz de evitar caerme de espalda. ¡Él de verdad estaba hirviendo un curry pre-cocido! ¿Entonces él tenía permitido calentar y servir platillos ya terminados? Es decir, eso podría darme algunas ideas…

“¡Los sabores que normalmente se pierden al recalentar han sido sellados dentro de la bolsa usando tecnología patentada! ¡Ahora consigues el máximo sabor desde que abres la bolsa! ¡Esta de verdad es la última tecnología culinaria! ¡Todos, observen con atención este milagro de la cocina mientras se produce frente a sus asombrados ojos!” Las presentadoras continuaban con su diatriba, pero solo me dificultaban mantener un rostro serio. Todo era una cuestión de perspectiva. Capturar el sabor en una bolsa ciertamente era un enfoque peor que prepararla en el lugar.

“Naofumi… ¿estoy imaginando cosas? A mí me parece que él solo está agregando o calentando ingredientes instantáneos usando agua caliente,” dijo Kizuna.

“Qué coincidencia. A mí me parece lo mismo,” dije. Es decir, esa era una forma de preparar comida. Nunca antes la había visto ser preparada de esta forma, así que no lo había pensado mucho, pero si nosotros también podíamos hacerlo, entonces podría valer la pena intentarlo.

“Recuerdo haber comido sopa en polvo como una comida portable, pero no recuerdo que fuera muy sabrosa,” le susurró L’Arc a Teresa.

“Comestible, pero no mejor que eso,” estuvo de acuerdo Teresa. Secarla, convertirla en polvo, y después volverla a convertir en sopa era posible, y ciertamente era comestible. No iba a negar esa forma de cocinar. Sin embargo, Seya solo seguía produciendo bolsas y calentándolas. Él parecía no saber hacer otra cosa.

“¡Aquí está, amigos! ¡Están a punto de presenciar el legendario platillo de fideos de Seya-sama, el cual perfeccionó por su cuenta!” Alentado por las presentadoras, él sacó algo de una bolsa, revelando fideos instantáneos. Así que él estaba recreando cosas de las que habían hablado los héroes sagrados del pasado. Toda esta comida sería común en casa, y ya había numerosos platillos en estos mundos que se originaban de las historias de los héroes.

Aun así, ser capaz de completar su comida tan rápido significaba que podría ponerla frente a los jueces rápidamente. Eso era lo que él claramente estaba pensando, ya que miró hacia mí con una sonrisa en su rostro.

“Lo más importante a la hora de cocinar es la velocidad. ¿Por cuánto más vas a estar perdiendo el tiempo?” me provocó.

“¡Vamos! ¡Retador! ¡Seya-sama está esperando! ¡Termina tu platillo pronto y prepárate para conocer el sabor superior de su comida!” chilló la presentadora.

“Dejaré que vayas primero. Solo esfuérzate,” dijo Seya. Parecía que él quería ir segundo. Hace solo un momento dijo que lo más importante en la cocina era la velocidad, así que era un poco contradictorio. Él aún no había metido los fideos instantáneos dentro de la olla, claramente preocupado de que se sobrecalentaran si los dejaba adentro por demasiado tiempo.

Yo no estaba disfrutando esto. Había estado comenzando a sentir que realmente estaba en una batalla de cocina de un manga, y entonces mi oponente comienza a preparar nada más que comida instantánea, arruinando completamente el ambiente. Me pregunto si siquiera se lo estaba tomando en serio.

Seya continuó cocinando, finalmente llegando al postre. Él sacó algo de fruta de una especie de refrigerador—una simple caja con hielo recreada con magia—y la cortó. Después puso algo de agua en un pocillo, agregó más polvo, y lo mezcló. Entonces esta vez él solo iba a agregar frutas congeladas a una gelatina instantánea.

“¿Qué está cocinando?” murmuré. No era como si hubiera alcanzado una verdad absoluta o que quisiera tener una profunda discusión filosófica. Pero toda la energía me estaba abandonando mientras veía este menú de mi oponente cocinado sin ningún esfuerzo y con aspecto estrafalario y ridículo. ¿Y para qué tenía esa montaña de ingredientes? ¡Ni siquiera los estaba usando!

Mientras pensaba eso, Seya procedió a usar su accesorio para succionar algunos de esos mismos ingredientes. Él estaba usando alguna clase de composición especial. Me asombraba que nadie estuviera haciendo preguntas acerca de cómo estaba cocinando.

“¡Deja de mirarlo y comienza a cocinar!” dijo Kizuna, devolviéndome a la realidad.

“Bien, bien,” respondí. Ah, pero tal vez pensando que era demasiado depender solo de comida instantánea, Seya ahora estaba sacando algo de pescado y carne y comenzando a preparar algo con ellos. Dejé de lado el hecho de que él solo parecía estar friendo vienesas o algo así. Él cortó la carne, pero no hizo nada más… y la cocinó como filetes. Eso sacaría el sabor, pero nada más.

“Bien…” Me tomé un momento para pensar en el curry que habíamos comido aquí antes del comienzo de la batalla. Nosotros tendríamos que presentar nuestra comida primero. En cualquier caso, no teníamos los ingredientes suficientes.

“Voy a conseguir algunos ingredientes. Kizuna y… ¡Raphtalia! Ustedes realicen las preparaciones básicas mientras no estoy,” les dije.

“¿¡Eh!? ¡Espera, Naofumi!” gritó Kizuna.

“¿Naofumi-sama?” dijo Raphtalia. Las dejé con la preparación de los ingredientes que ya teníamos y me acerqué a las presentadoras.

“Oigan, presentadoras. Puedo ir a conseguir más ingredientes, ¿cierto? ¿Incluyendo platillos terminados?” pregunté.

“Claro, si es que puedes lograrlo a tiempo,” respondió ella, con una actitud que gritaba, ¡Por qué estás haciendo una pregunta tan obvia!

“Muy bien. Volveré pronto.” Salí rápidamente de la terraza y me alejé del restaurante. La Transcripción de Retorno también habría servido, pero usar una habilidad de movimiento me permitiría un uso más ventajoso del tiempo. Y también sería más rápido. Me dirigí hacia el vagón con el espejo en su interior. En el camino—

“Oye, tú eres el chef desafiando a ese restaurante,” dijo alguien. Me di la vuelta. Normalmente no esperaba que nadie me hablara, pero en este caso, parecía bastante claro. Casi estaba esperando a un asesino enviado por Seya.

En cambio, me encontré al niño sucio que había visto trabajando en los campos de camino aquí. Él era un niño, con una canasta en su espalda.

“¿Qué quieres, niño?” pregunté. “Ahora mismo estoy ocupado.” Esto era con tiempo, así que no podía permitirme interrupciones. Entonces el niño me ofreció su canasta.

“No tienes ingredientes, ¿cierto?” dijo él. “Compartiré los nuestros contigo.” No podía evitar sospechar acerca de que un extraño repentinamente apareciera de esta forma y ofreciera ayuda.

“¿Qué consigues de esto?” pregunté. Revisé la canasta. Estaba llena de plantas silvestres y hierbas. Incluso educadamente, sería difícil llamarlas de buena calidad, pero podía notar que le había tomado bastante tiempo recolectarlas.

“Hay guardias en los campos y las bodegas, así que no conseguirás nada de ahí. Si no puedes conseguir ningún ingrediente, tendrás que usar la pila podrida que te proporcionan,” dijo el niño. Ya me había dado cuenta de todo eso. No es como si hubiera estado esperando mucha ayuda de ellos. “No tienes mucho tiempo para eso, ¿cierto? Esto es todo lo que podemos ofrecerte,” continuó él. Entonces era alguna clase de ofrenda de paz. “Vi lo que pasó antes del comienzo de la batalla. Tú en realidad eres un buen chef, ¿cierto? Y tienes aliados que son más importantes que aquellos del lado de Seya. Así que, por favor… ¡derrota a Seya por nosotros!” Esto era inesperado. Había creído que casi todos los habitantes de esta ciudad apoyaban a Seya, pero este niño parecía querer ayudarme.

“¿Por qué estás haciendo todo esto? Necesito escuchar tus razones o no prometo nada”, dije.

“Al principio no sospeché nada de la comida de Seya,” dijo el niño, mirando hacia el edificio en la parte trasera de la ciudad. “Era súper deliciosa y me llenaba de energía, y todos en la ciudad la estaban comiendo. Se sentía que estaba mejorando mucho el lugar,” dijo él.

Era extraño. Casi sentía que estaba hablando con Kiel. “Pero entonces, un día, mi abuela y mi madre de pronto colapsaron. Ellas habían parecido tan llenas de energía, pero entonces simplemente cayeron, como marionetas con sus cuerdas cortadas,” dijo él. Con las cuerdas cortadas, ¿eh? Había lágrimas de frustración en los ojos del niño mientras continuaba hablando. “Tratamos de ayudarlas, pero murieron… y después también mi padre. Estaba demasiado conmocionado. Recordaba lo mucho que todos disfrutábamos comer en el restaurante de Seya, pero ya no quería ir más… así que comencé a cocinar.” El niño contuvo sus temblorosas manos y me miró con ojos llenos de odio. “Llegué al punto en que solo podía pensar en la comida del restaurante de Seya. ¡Después mi cuerpo tuvo estos terribles espasmos, y terminé tendido en la cama! ¡Definitivamente pasa algo con esa comida!” Entonces él miró hacia la canasta que me había entregado. “Ahora solo tengo que oler su comida para comenzar a sentirme enfermo. Definitivamente hay algo extraño con eso.”

Entonces otra voz intervino repentinamente, “¡Yo también ayudé a recolectarlos!” Esta voz vino de una niña, la cual estaba mirando al niño con preocupación en sus ojos…. Probablemente era su hermana. Ella se aferró al niño y ambos me miraron. Ellos tenían rostros inocentes, pero también se veían algo delgados. Me recordaban a Raphtalia cuando ella era pequeña—o Fohl y Atla, quienes también eran hermano y hermana—por lo que bajé la guardia. Había visto a niños de esta edad mentir, y hacerlo de forma convincente, pero no veía ningún mérito en engañarme. Si estaban tratando de engañarme, eso podría involucrar mezclar algunas plantas venenosas con las hierbas medicinales. Pero yo podía evaluarlas fácilmente. Solo les había dado un vistazo rápido, pero lo del veneno no parecía ser el caso.

“Seya amaba cocinar para los demás desde que era pequeño, ¡pero después de abrir el restaurante, él comenzó a deshacerse de toda la competencia hasta terminar siendo el único en la ciudad!” continuó el niño. “Todos los habitantes dicen que solo quieren comer la comida de Seya y dejaron de cocinar en casa. ¡Por eso terminamos así!” Desde un comienzo olía un poco a dictadura… y entonces me di cuenta que tal vez mi aldea estaba en una situación similar. Pero no, en mi aldea todos cocinaban juntos, así que era diferente. La idea era que todos comieran juntos. La ciudad vecina había sido bastante normal. Pero aquí… definitivamente algo estaba pasando.

“¡Ha habido un gran incremento en la gente que cae muerta repentinamente o es atacada por monstruos y muere!” dijo el niño. “¡Pero nadie cree que sea extraño! ¡Definitivamente lo es! Pero cuando lo dije, todos simplemente me miraron feo… ¡Por favor! ¡Las únicas personas que van a creerme son forasteros como tú!” Parecía que el niño había tratado de actuar de acuerdo a sus sospechas, pero nadie le había creído. Considerando el estado de adicción permanente que provocaba esa toxina, ciertamente no era imposible. Esta era una de esas situaciones en las cuales parecía estar haciendo sentir a las personas saludables, pero que en realidad no era así. La comida incluso podría estar causando una pérdida de fuerza vital a cambio de fuerza inmediata. Había tales drogas de fortalecimiento dentro de los objetos dejados por los monstruos de este mundo, pero no había escuchado nada acerca de efectos secundarios debilitándote directamente incluso mientras te veías fuerte y sano.

También estaba la actitud de Seya, la cual podría ser considerada un insulto a la cocina. Es decir, yo también estaba usando la comida para dopar a mis aliados, así que difícilmente podía criticarlo por esto, pero estaba confiado en que podía conseguir un resultado que complacería a este niño.

Miré una vez más hacia los vegetales y hierbas en la canasta.

“Claro, puedo usar estas cosas,” dije. ¿Por qué no? “Bien. Usaré estos ingredientes para hacer realidad tu sueño. Tú solo espera.” Había algunas cosas mezcladas en eso que de todas formas había estado planeando conseguir en el castillo. Podía usarlas.

“¿De verdad? ¿Lo prometes?” exclamó el niño.

“Lo prometo. Tú solo pórtate bien y espera aquí,” dije. Continué caminando hacia el carruaje y saqué el espejo que teníamos a bordo. El niño me miraba, claramente confundido por lo que estaba pasando. “Volveré enseguida. Tú cuida esa canasta,” dije.

“¡Claro!” dijo él, todavía un poco inseguro acerca de lo que estaba pasando.

“Nos vemos pronto. Espejo Teletransportador.” Después de asegurarme que tenía bien afirmado el espejo, recité la habilidad y regresé al castillo de L’Arc.

“¿¡Eh!? Qué dem—” la voz del niño se cortó a media oración, y emergí desde el espejo del castillo directamente en frente de las hermanas ballena asesina.

“¡Vaya, pequeño Naofumi!” dijo Sadina.

“¡Oh cielos! ¿Solo tú, dulce Naofumi?” dijo Shildina. Parecía ser que Sadina había logrado rastrear a la perdida Shildina después de todo.

“Buen momento, chicas. Necesito que carguen algunas cosas para mí,” les dije.

“Vaya,” dijo Sadina. Procedí a llenar algunos sacos con cualquier cosa que tuviéramos a mano en el castillo y después hice que las hermanas ballena asesina cargaran esos sacos. Luego me dirigí hacia la cocina y tomé con ambas manos una de las ollas que había dejado al cuidado de los chefs del castillo. Por supuesto, para una persona habría sido demasiado pesado para cargar, pero además del concepto de niveles de este otro mundo, también tenía la protección del espejo. Para mí no era para nada pesado o caliente.

“Buena suerte—” comenzó a decir S’yne, sentada en el comedor y comiendo toda la comida que yo había dejado atrás.

“Está haciendo algo bueno,” transmitió su familiar. “Por favor asegúrese de que el deseo de ese niño se vuelva realidad.” S’yne me estaba despidiendo con su mano, y sus ojos se veían seguros de entender la situación y que yo ganaría. A partir de su actitud, parecía que las cosas aquí estaban bien.

“Vámonos,” dije. “Espejo de Movimiento.” Usé otra habilidad de movimiento para regresar a donde acababa de salir. Para llegar, había usado el Espejo Teletransportador, una habilidad que conectaba dos espejos. Para regresar, usé el Espejo de Movimiento, el cual me permitía saltar hacia cualquier espejo en el que ya había estado antes. Ambas habilidades eran muy similares, pero la diferencia era el tiempo de enfriamiento. El Espejo Teletransportador demoraba mucho más en volver a estar disponible. Gastar algunos puntos en el Escudo Portal podía reducir tremendamente el tiempo de enfriamiento, pero ahora mismo no podía usar ese método y por lo tanto usaba una combinación de estas dos habilidades.

Ahora iba a regresar a cocinar con más ingredientes.

“¡Saliste del espejo!” exclamó el niño.

“¡Increíble!” Los ojos de su hermana brillaban mientras me observaba.

“Bien, de vuelta a la batalla. Pásame la canasta,” dije. Él lo hizo, y regresé hacia la terraza.

“¡Tienes que ganar!” dijo el niño.

“Lo haré,” le respondí a los dos niños apoyándome, caminando mientras lo hacía.

Cuando llegué, las camareras y presentadoras del restaurante de Seya estaban mirando hacia mis platillos e ingredientes, obviamente preguntándose de dónde había sacado todo esto.

“¿Sadina y Shildina?” dijo Raphtalia, mirando hacia las hermanas y luego hacia mí. Ella había terminado de cortar la carne.

“Sí, quise traer todos los ingredientes, así que las traje a ellas dos como mulas de carga,” dije. Los niveles y fortalecimientos me permitían cargar mucho, pero seguía teniendo solo dos manos. El problema era traer volumen.

“Pequeño Naofumi, ¿dónde debemos dejar esto?” preguntó Sadina.

“Justo en la mesa de ahí,” dije.

“¡Bien!” respondió Sadina.

“Manos a la obra,” dije. Puse algunas ollas en la estufa y entonces comencé. Había tomado algo de tiempo llegar a este punto, pero todavía me quedaba mucho. Dejé que la fuerza vital fluyera a través de mi cuerpo, como si estuviera a punto de entrar en batalla. Rallé las hierbas y las mezclé. Luego tomé el cuchillo. Estaba muy seguro de que no tenía que hacer una comida completa, la cual para una comida de estilo occidental sería un aperitivo, sopa, pescado, carne, jugo, carne asada, ensalada, postre, fruta, y por último café. Había cocinado cosas similares en el castillo de L’Arc. Había usado granos tostados similares a los granos de café y hierbas medicinales para preparar un té. Aunque no tenía tiempo para todo eso en esta batalla de cocina. Solo algo rápido, algo a lo que estaba acostumbrado serviría.

Por supuesto, el orden en el que serviría los platillos era importante.

Evalué la carne añeja que Raphtalia había cortado y depurado hasta el punto que no causaría ningún envenenamiento por comida. Imbuirla con fuerza vital añejaba más la carne, llenándola de poder, y para el momento que terminé de cortarla, la calidad había aumentado a excelente.

Eso definitivamente era algo que podíamos usar.

En cuanto a Kizuna… Le entregué algo del pescado que habíamos traído y le pedí que lo cortara. Ella ya había terminado con el pez globo venenoso. Su vida como una loca por la pesca estaba dando sus frutos ahora. Ella sabía cómo manejar los peces. La sangre había sido hábilmente drenada, y en general, ella estaba un paso adelante cuando se trataba de cortar y limpiar.

“Kizuna, dame eso,” dije.

“¿Eh? Ah, bien,” respondió ella. Usé las hierbas que había traído conmigo y organicé las piezas de pescado sobre un plato. Luego agregué una cobertura hecha de esas mismas hierbas medicinales y algo de aceite de cocina. Terminando todo con bastante fuerza vital…

“Listo, uno terminado. Ese es un carpaccio de pescado—bueno, casi,” dije. A continuación, derretí la parte grasosa de la carne en la sartén, luego agregué el resto de la carne y la doré ligeramente para sellar el sabor. Todo mientras continuaba agregando un volumen suficiente de fuerza vital para evitar un descenso en la calidad. (NT: El carpaccio es una preparación de carne cruda, finamente cortada o majada hasta quedar fina, servida principalmente como aperitivo.)

“¿Qué estás haciendo?” Seya me estaba observando, con un tono de burla en su voz. “¡Tienes que cortar la carne antes de cocinarla! No puedes cocinar un pedazo como ese.” Me hacía preguntarme con qué clase de chefs había luchado hasta ahora. Por lo que parecía, con unos no muy buenos.

Agregar fuerza vital permitía que el calor la atravesará más fácilmente. Antes de darme cuenta estaba a la temperatura perfecta, y después la organicé sobre una sartén con el resto de los vegetales que había seleccionado y la puse sobre el fuego que Raphtalia había ajustado cuidadosamente. Luego seguí con recalentar la sopa que había traído conmigo. Transferí un poco a otra olla, agregué algunos vegetales y carne picados, y comencé a hervirla.

Toda mi experiencia cocinando hasta ahora estaba dando sus frutos. Incluso era capaz de cubrir los vegetales japoneses que no podíamos conseguir aquí. Después agregué algo de la leche y queso que había conseguido en el castillo, y el estofado estaba completo.

“Solo un par de cosas más…” Con el tiempo restante, preparé una salsa original de una combinación de hierbas medicinales y un aperitivo simple.

Ese aperitivo era pollo rebanado y hierbas medicinales con un poco de gelatina. La sopa era consomé, preparada a partir del caldo que había traído conmigo. Luego estaba el estofado que le había gustado tanto a mi hermano—rápidamente se estaba convirtiendo en el favorito dentro de los aliados de Kizuna—y el casi carpaccio. El platillo principal era carne asada. Para el postre, había elegido una especie de ponche de frutas, mezclando sutilmente los sabores de las frutas con un dulce jugo de hierbas.

Pude haber tratado de preparar algo más vistoso, pero en el tiempo permitido, esto era lo mejor que podía hacer. Después de todo, nunca antes había sido parte de una batalla como esta. Había estado pensando en una comida completa, pero no había sido capaz de preparar tantos platillos.

Es decir, en el manga de cocina que había visto, ellos normalmente ganaban con un solo platillo. Así que creía haber hecho un muy buen trabajo. El gong para indicar el final del tiempo para cocinar resonó casi al mismo tiempo que todo estaba terminado.