Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 18

Capítulo 11: Soldados Voluntarios

Habían pasado algunos días desde que la Dragona Demonio se unió a nosotros.

Ir hacia el lugar donde el estilo de Glass había nacido iba a ser un viaje largo, así que decidimos darle prioridad a realizar la ceremonia para superar el límite de nivel en nuestros compañeros más confiables. También teníamos que fortalecer a la Dragona Demonio, lo cual significaba que estábamos muy ocupados. Las cosas funcionaban diferentes para los monstruos salvajes y la Dragona Demonio. Basta con decir que ella había recolectado una buena cantidad de experiencia antes de poder subir de nivel. Aún peor, ella era un monstruo de este mundo y no podíamos subirla de nivel usando cristales de tierra. Yo solo quería fortalecerla rápido y terminar con ello.

Con respecto a nuestros niveles, L’Arc y los demás habían alcanzado el nivel 135. Ellos tenían un nivel muy alto. Yo actualmente estaba en el 110, Raphtalia en el 115, y Sadina y Shildina en el 105. En este punto, se estaba dificultando seguir subiendo. Kizuna y L’Arc habían proporcionado los detalles acerca de un laberinto súper difícil con monstruos poderosos, y considerando nuestro futuro, comenzamos a planear una expedición.

La Dragona Demonio además mostró un gran interés en mi estilo de lucha y comenzó a hacerme preguntas al respecto. Uno de los momentos de los que estaba muy orgulloso recientemente era cuando reflejé esa magia de regreso a Bruja, y la dragona parecía muy interesada en ese momento en particular.

Después estaba el asunto de qué hacer a continuación.

El barco de Ethnobalt había sido robado. Eso significaba que no teníamos idea de cuándo podría atacar el enemigo. También significaba que teníamos que fortalecer la seguridad mientras continuábamos subiendo de nivel, el cual no era un acto fácil de balancear. Para empeorar las cosas, la reducción en el número de los cuatro héroes sagrados significaba un increíble aumento de la frecuencia de las olas.

Al menos el enemigo no había elegido atacar al mismo tiempo que una ola. Bueno, todavía no. Si teníamos suerte y la ola se conectaba con nuestro mundo, entonces nuestros niveles se incrementarían, la cual probablemente era la razón de no arriesgarse, pero dicho eso, nada de eso aplicaría si ellos también habían subido de nivel. Aunque, en el peor escenario, Itsuki y yo podíamos regresar a nuestro mundo y entonces potenciarnos con magia y encargarnos de cualquiera que nos persiguiera.

Habría sido mejor para nosotros si el enemigo fuera un montón de idiotas. Era molesto que la vida nunca fuera como la esperabas. No teníamos idea de lo difíciles que se iban a poner las olas, así que teníamos que planear nuestros movimientos cuidadosamente y actuar para prevenir esta fusión de mundos, sea lo que sea eso.

Con respecto a los relojes de arena del dragón ubicados lejos de los asentamientos humanos, una fuerza que podría ser llamada el Ejército del Demonio, quienes eran subordinados de la Dragona Demonio, aparentemente se estaba encargando de las cosas. Estaba muy celoso de ese nivel de control. En nuestro mundo, probablemente todo eso estaba siendo manejado por Fitoria.

En cualquier caso, estábamos usando la ceremonia para superar el límite de la Dragona Demonio para fortalecer nuestras fuerzas mientras nos movíamos a través de mis habilidades de teletransportación hacia el lugar donde nació el estilo de Glass. El único equipaje que debíamos llevar era un espejo, así que era bastante fácil. Estábamos fortaleciéndonos mientras avanzábamos.

Itsuki y Rishia de nuevo estaban ayudando a Ethnobalt a descifrar los textos antiguos. Parecía que estaban muy cerca de entender una parte que los había estado eludiendo hasta ahora, así que estaban encerrados en la Antigua Biblioteca Laberinto como si fuera alguna clase de laboratorio de investigación. Itsuki, quien en realidad estaba ayudando lo mejor que podía, había reportado que estaban cerca de un entendimiento completo.

En este día en particular, yo estaba preparando una comida en la cocina.

“Se ha reunido una gran cantidad de soldados voluntarios. ¿Cómo deberíamos lidiar con ellos?” Glass vino y nos reportó esto a Kizuna y a mí. Se habían estado esparciendo rápido los rumores de que ahora teníamos acceso al legendario ritual para superar el límite.

“¿Cómo es que se están esparciendo estos rumores?” se preguntó Kizuna.

“No eres la mejor capitana de barco de los alrededores,” comenté. Por ejemplo, había preocupación acerca de que en las filas de Yomogi y Tsugumi hubiera al menos un espía. “¿Creen que sus aliados de cuando derrotaron al Dragón Demonio aparecerán?” pregunté.

“Creo que sí,” supuso Glass. “Hemos sido capaces de mantener bajo control las olas gracias a los aliados que esparcimos por cada región.”

“Me pregunto cómo reaccionarán cuando descubran que ese mismo Dragón Demonio está con vida,” dije.

“Nunca sabes lo que va a pasar en el mundo,” murmuró Kizuna, viéndose angustiada.

“Estoy sorprendido de escucharte decir eso, Kizuna. Pensé que podías llevarte bien con quien sea,” dije.

“Naofumi, ¿qué crees que soy?” me preguntó ella. Si yo hubiera respondido honestamente una idiota cabeza hueca, ella probablemente se habría enojado. Y tampoco me estaba burlando de ella al decir eso. Era genial tener cerca un héroe como Kizuna. De hecho, ella era perfectamente adecuada para cargar con las expectativas de los demás.

“Soldados voluntarios, ¿eh? Podría haber algunos sujetos parte de la vanguardia de las olas mezclados. Sadina, Shildina,” las llamé.

“Ya sabemos qué hacer, pequeño Naofumi,” confirmó Sadina.

“¡No hay problema!” agregó Shildina. Las hermanas ballena asesina podían—de acuerdo a ellas—encontrar a los integrantes de la vanguardia, así que haríamos que ellas le dieran un vistazo a este grupo de voluntarios. Dicho eso, se había estado esparciendo el hecho de que fueran precavidos con estos autodenominados genios y que tenían un harem de mujeres. Así que las cosas dependían de si nuestros enemigos también habían escuchado eso.

Si solo comenzábamos a añadir personas a nuestras fuerzas sin revisarlas, algo como la pérdida de la guadaña fácilmente podría volver a suceder.

L’Arc y los demás habían estado usando la diplomacia para compartir con las otras naciones la información acerca de personas que se les había dicho desde el nacimiento que eran genios—aquellos como Kyo, Takt, y Seya—y para decir que era altamente probable que ellos fueran parte de la vanguardia de las olas. Las otras naciones habían respondido inmediatamente, y raramente de forma positiva. Después de todo, la nación de L’Arc había reunido a muchos héroes, así que cualquier advertencia proveniente de aquí tendía a ser tomada de una forma cautelosa, o derechamente desconfiada.

Es más, pocos países estarían dispuestos a descartar tan fácilmente las ventajas que les proporcionaban tener a uno de estos genios. Por supuesto, simplemente podíamos dejarlos tranquilos y después usar cualquier problema que causaran como una razón para intervenir. En el mejor de los escenarios, incluso podríamos atraer a quien estaba detrás de todo esto.

Si pudiera ser probado que Sadina y Shildina realmente podían diferenciarlos, entonces podría ser la hora de una seria cacería de estos sujetos parte de la vanguardia de las olas ocultos en el mundo de Kizuna. En cuanto a nuestro mundo… algo me molestaba. Recordaba un reporte diciendo que Takt había estado haciendo algo similar. Quizás estos sujetos también tenían una tendencia a luchar entre ellos.

Aún no teníamos un entendimiento completo de todo eso… pero cuando recordaba a Kyo y Takt, ninguno de ellos se veía como del tipo de cooperar con otros. Ambos habían pensado que eran los mejores, y ambos no tenían tiempo para nadie más que chicas lindas. A cualquier otro, ellos lo consideraban basura e inmediatamente querían matarlo. No había forma de que estos sujetos de la vanguardia de las olas fueran a llevarse bien si todos actuaban así, incluso si estaban del mismo lado.

En eso había algo que me molestaba… Traté de descubrir qué era, pero no pude. Aunque no importaba en este momento.

Sin embargo, en términos de revisar a los voluntarios, todos estaban bastante ocupados con su propio trabajo y por lo tanto no teníamos a muchas personas para esta tarea. Itsuki, Rishia, y Ethnobalt ni siquiera estaban aquí; ellos estaban fuera descifrando los textos antiguos. Si algo pasaba ahí, S’yne había ido con ellos y nos lo haría saber. Ella no había querido ir, pero era una de las que podían moverse más rápido si fuera necesario, así que no había tenido alternativa.

Mientras tanto, L’Arc y Teresa habían dejado la nación para asistir a un consejo con respecto a la Dragona Demonio. La propia Dragona Demonio estaba en el reloj de arena del dragón, preparándose para el ritual. Aparentemente eran requeridos algunos materiales adicionales. El método exacto probablemente difería del de nuestro mundo.

Eso nos dejaba a mí, Raphtalia, Raph-chan, Chris, Kizuna, Glass, Sadina y Shildina para encargarse de los voluntarios. Filo había ido a caminar. La había visto más temprano, caminando alrededor del foso del castillo y silbando.

Y así llegamos a revisar a los voluntarios reunidos en frente del castillo…

“Vaya,” dijo de inmediato Sadina.

“Definitivamente hay algunos,” confirmó Shildina, mientras ambas hermanas estaban sacudiendo sus cabezas de forma decepcionada.

“Bien. Señálenlos,” dije.

“Ese de ahí. Ese detrás de él. Y también ese haciendo ajustes a algo por ahí.” Uno tras otro, Sadina los identificó.

“Mi lema aquí es culpable hasta probar lo contrario. Ellos han sido lo suficientemente amables para venir hacia nosotros, así que vamos a ponerles una trampa. Ustedes dos, es mejor que estén seguras acerca de esto,” dije, mirándolas fijamente.

“Por supuesto que lo estamos,” respondió Sadina.

“No hay duda de ello,” confirmó Shildina. Ellas sonaban muy seguras, pero aun así las miré con sospecha. Después ordené que los guardias trajeran a aquellos que habían sido identificados. Ese fue el momento en que Raphtalia y Raph-chan apuntaron hacia un mismo lugar en la línea.

“Escondida justo ahí, está—” En el momento en que Raphtalia desenfundó su katana, sin embargo, nadie más que la mismísima hermana de S’yne apareció repentinamente entre la multitud, con una sonrisa en su rostro. Este era el enemigo para el cual habían sido todos los fortalecimientos por comida y la Dragona Demonio. Todo fue para volvernos lo suficientemente fuertes para derrotarla. Esa mortífera amenaza había simplemente caminado a través de las puertas del castillo. ¡Uno de los líderes enemigos se había infiltrado en nuestra base principal! La seguridad por estos lados era un verdadero chiste.

“¡Vaya, vaya, vaya! Diría que estoy impresionada, pero, por otro lado, esperaba que me descubrieran,” dijo ella de forma burlona.

“¡Tú!” grité. Si volvía a atacarnos con esa técnica desconocida, tendríamos problemas lidiando con ella. Y había elegido muy bien dónde golpearnos—justo donde nuestra seguridad era más débil.

“Como había escuchado, Iwatani, tu chica mano derecha es hábil detectando subterfugios e interferencias con los sentidos,” dijo la hermana de S’yne mientras el grupo que había traído con ella se acercaba a nosotros. Los verdaderos soldados voluntarios se dieron cuenta de que algo estaba pasando y se apartaron. “¡Pero es un placer verte de nuevo! ¿Cómo has estado? Solo vine a divertirme un poco.”

“¿A divertirte un poco? ¿Estás jugando?” rugí.

“Oh, no diría exactamente que estoy jugando…” respondió burlonamente la hermana de S’yne.

“Entonces son ellos, ¿no? ¿Los portadores de armas sagradas y vasallas restantes?” dijo uno de sus lacayos. Era un sujeto de pie al lado de la hermana de S’yne, el cual exudaba un aura igual a la de Kyo, Takt, Miyaji, y Seya… básicamente un integrante de la vanguardia de las olas. Parecía que él tampoco nos consideraba una gran amenaza. ¿Por qué siento que acabábamos de encontrar a nuestro próximo enemigo de la semana?

Ya me estaba cansando de esto. Ellos debían tener un suministro inagotable de estos sujetos para seguir trayendo uno tras otro de esta forma.

“¿Este es tu nuevo jefe? Bueno, no importa. ¿Dónde está Bruja?” pregunté.

“Sí, él es mi jefe,” respondió la hermana de S’yne, frunciendo el ceño y agitando su mano de una forma que el enemigo de la semana no pudiera verla. Parecía que ella quería que yo me quedara en silencio. Ante mi pregunta, sin embargo, una mujer apareció detrás del Enemigo de la Semana.

“¡De nuevo usaste ese nombre! Te lo dije, ¿no? ¡Todo lo que él hace es insultar a Malty- sama! ¡Es imperdonable!” dijo la mujer.

“Él debe ser realmente malo para que tú digas algo así,” comentó el Enemigo de la Semana. Ya había visto antes a esta mujer en algún lugar, estaba seguro de ello, pero no podía recordar dónde. Incliné mi cabeza hacia el costado, entrecerrando mis ojos, y ella comenzó a gritarme, completamente enojada.

“¡Soy una antigua compañera del Héroe de la Lanza! No soy Elena. ¡Soy la otra!” gritó ella. Por un momento seguí confundido, pero sí, había habido alguien que se parecía mucho a ella, siempre al lado de Bruja. Se parecía a ella. Bien, misterio resuelto. Ni siquiera sabía su nombre. Solo la había llamado Mujer B, alguien de relleno.

Aunque tal vez Elena había sido la Mujer B. No me había decidido, y ya lo había olvidado completamente.

“¿Qué es esto? ¡Te ves como si te hubieras olvidado completamente de mí!” exclamó la mujer.

“¿Qué pasa si te digo que estás en lo correcto?” le dije.

“¿¡Qué!? ¡Si no fuera por ti, Malty-sama nunca habría tenido que sufrir tanto! ¡Animal inhumano!” gritó la mujer.

“Como sea. Todo lo que escucho de ti y de Bruja son los ladridos de perras derrotadas. Vamos perra, ladra,” la provoqué.

“¡Demonio! ¡Te purgaré, lo juro!” rugió ella. Simplemente no me importaba. Aunque, mientras más hablaba, más adecuado para ella parecía el apodo Bruja II. Ella nunca antes había destacado, tal vez porque la Bruja real siempre había estado ahí.

“Pareces estar bastante obsesionada con Bruja. La respetas, ¿no?” pregunté. Era una sorpresa para mí que alguien pudiera llevarse bien con esa perra de mierda. Incluso Elena solo había estado con ella por beneficio propio.

“… ¡Así es!” exclamó la Mujer B. Aunque había habido una gran pausa ahí. Ella necesitaba pensar en su respuesta. La Mujer B continuó. “¡Si solo tú no hubieras aparecido! ¡Si tú nunca hubieras aparecido, nuestra feliz existencia habría continuado por siempre!”

“Ya he escuchado algo así. ¿Y bien? ¿Dónde está la verdadera Bruja?” pregunté. Ella no parecía estar aquí. Si hubiera estado escondida dentro de los voluntarios, entonces la habría matado de una vez por todas, pero no podía verla. Ella tampoco parecía estar ocultándose con magia dentro de la multitud.

“¡Ella se está recuperando de las terribles heridas que le causaste!” gritó Bruja II.

“Recuperando, ¿eh? Eso suena encantador. Qué lástima que tú no te estés recuperando con ella,” comenté. Mi respuesta parecía haberla hecho enojar. La Mujer B comenzó a temblar de la ira, con su rostro poniéndose completamente rojo.

“¡Silencio! ¡Tú eres la causa de todos estos problemas! ¡Eres la infección consumiendo este mundo!” gritó ella.

“¿Estás segura que no estás hablando de ustedes? Ustedes son parásitos, la basura de este mundo, aferrándose al poder y alimentándose de él,” escupí.

“Una vez más veo por qué fuiste elegido como el Héroe del Espejo,” dijo Glass, asintiendo con su cabeza. “Estás reflejando de vuelta todo lo que ella dice.” Pudo haberme servido algo de apoyo, no burlas. La hermana de S’yne ignoró los chillidos de la Mujer B y respondió.

“Vaya, vaya, vaya,” dijo ella. “En efecto, ella ha pasado por mucho y se está recuperando en este momento.”

“Estarías mejor matándola tan rápido como puedas. Para ser bastante honesto, no hay absolutamente nada bueno en ella. Beneficiaría mucho al mundo si simplemente la matas,” dije, hablando tan de corazón como me fue posible. Bruja era la mujer que realmente te hacía sentir que había algunas personas que estaban mejor muertas. No había forma de que ella pudiera hacer algo beneficioso por el mundo.

Entonces la hermana de S’yne miró de forma despectiva hacia la Mujer B antes de darse la vuelta hacia nosotros como si nada hubiese pasado.

“No podemos hacer eso. En el mundo de nuestro ilustre líder, teníamos debilitado y capturado al último de los portadores de armas sagradas. Sin embargo, durante una ola, esos malditos terroristas casi destruyen a ese portador, lo cual significa que el mundo habría sido destruido por las olas. Mientras esto estaba sucediendo, de casualidad nos encontramos con tu pequeña amiga y sus aliados, y nos ayudaron a darle la vuelta a la situación en el poco tiempo que teníamos. Es por eso que ella se lo ha ganado,” explicó la hermana de S’yne, hablando tan tranquilamente como siempre. Lo que más me sorprendió fue la relevación de que las fuerzas de la hermana de S’yne también habían pasado por circunstancias que consideraban peligrosas. Realmente deseaba que hubieran sido eliminados. “Esto fue antes de conocerte, Iwatani,” confirmó la hermana de S’yne. Tal vez era por eso que la hermana de S’yne no parecía feliz de que Bruja y sus aliados estuvieran con ella y no hubiera cooperado tanto durante nuestro último encuentro.

“¿De qué están hablando?” dijo el Enemigo de la Semana, mirando hacia mí. Quizás él se estaba sintiendo alienado.

“Es mejor que no consideres a estos sujetos tus amigos,” le advertí. “Se especializan en la traición.”

“¡Hah, debes estar bromeando! ¡Ellos creen en mí, confían en mí de todo corazón! ¡Nunca me harían algo así!” respondió él.

“Por supuesto que no,” dijo con picardía la hermana de S’yne.

“Nunca.” La ruidosa Mujer B ahora colocó su pose más sensual y envolvió su brazo alrededor del cuerpo del Enemigo de la Semana… y en una zona bastante baja. Hablando de atractivo sexual. El Enemigo de la Semana pretendió permanecer tranquilo, pero sus ojos estaban fijos en sus pechos, y debajo de ellos. Ellas claramente lo tenían domesticado, mientras él parecía creer que acababa de conquistar a otra chica.

Aunque me pregunto si no se sentían deprimidos de tener a tal perra dentro de sus aliados.

“¡Pequeña Raphtalia! ¡Muéstrales lo que nosotras podemos hacer!” gritó Sadina.

“Así es. ¡Muéstrales!” intervino Shildina.

“Ah, bueno… está bien,” respondió insegura Raphtalia. Las hermanas ballena asesina continuaron alentando a Raphtalia, tratando de que actuáramos como ellos. Ahora yo estaba comenzando a sentirme deprimido.

“¡Están quitándole toda la tensión a esta situación!” las regañé.

“Hah. Tratas de mostrar tu harem, ¿eh? Qué deplorable,” dijo el Enemigo de la Semana. Al menos él fue rápido en entender esto, y sus ojos eran particularmente agudos. Como si tuviera el derecho de decirlo—¡él mismo estaba rodeado de mujeres!

“¡No tienes que hacerlo, Raphtalia!” le dije. “¡Haz algún comentario mordaz como siempre!” Ser convencida por la estupidez de las locas hermanas ballena asesina realmente lastimaría la reputación de Raphtalia. Yo me había vuelto un poco más receptivo después del deseo final de Atla, pero aun así no le iba a seguir el juego a todo este asunto sexual.

“Bien,” dijo Raphtalia, aparentemente confundida. Eso solo me deprimió más.

“No te importan los asuntos sexuales, ¿cierto? Simpatizo,” dijo Glass, involucrándose por alguna razón.

“Estoy comenzando a sentir pena por Naofumi,” estuvo de acuerdo Kizuna.

“Él probablemente piensa que ustedes dos son parte del harem,” les dije.

“Eso no me gusta,” respondió Glass. “No, no me gusta. No me gusta en lo absoluto.” No estaba seguro de por qué lo dijo tres veces, pero a mí tampoco me gustaba. Solo para que conste.

“¡Naofumi es un amigo y un camarada, pero no tenemos esa clase de relación!” respondió Kizuna. Me pregunto si ella realmente entendía la situación. Ella era del tipo que necesitaba que las cosas le fueran dichas directamente en la cara.

“Es una lástima que Fohl no esté aquí. Incluso L’Arc habría servido,” dije. Un par de hombres podrían haber prevenido que se viera como un harem.

“Naofumi… incluso si hubiera algunos chicos, probablemente solo les habría dado algunas ideas diferentes. Como… ¿amor de chicos?” dijo Kizuna. Parecía ser que, sin importar la composición de mi grupo, ellos asumirían una relación sexual conmigo en el centro. Podría ser mejor solo estar rodeado de monstruos.

Entonces me di cuenta que la Dragona Demonio probablemente disfrutaría eso. Carne fresca para más malentendidos.

“¿¡Qué es lo que quieren que haga!?” grité. Aun así, habíamos estado charlando por un tiempo y S’yne aún no había aparecido.

“Oh, S’yne no puede venir a ayudarte ahora mismo,” dijo la hermana de S’yne, acariciando su cadena. Ella debe haberme visto mirando alrededor. “Estamos interfiriendo con sus habilidades.”

“Interferencia, ¿eh?” dije.

“También entendemos los problemas con sus habilidades de teletransportación,” continuó la hermana de S’yne. “No pueden usarlas si las cercanías han sido envueltas en magia o algo similar.” Ella de verdad nos había investigado. Esto era una verdadera molestia. Podía sentir el reflujo ácido hirviendo en mi estómago. “Después están las formas de moverse en este mundo. Necesitas interactuar con el reloj de arena del dragón para traerlos, ¿y de verdad crees tener el tiempo para llamar refuerzos?”

“¿No estás olvidando mis habilidades de teletransportación?” dije. Yo tenía el Espejo Teletransportador y el Espejo de Movimiento a mi disposición, y fácilmente podía traer algunos aliados usándolos.

“Pero entiendes lo que pasará aquí si te vas, ¿cierto? Iwatani, de la forma que yo lo veo, necesitas usar esas habilidades para viajar primero antes de poder traer a alguien contigo, ¿correcto?” destacó ella. Ante eso, solo gruñí. Esa era una observación dolorosamente precisa. Ella al final no era solo una idiota. Ella era más lista que Bruja, eso era seguro.

“Incluso si te escapas, nosotros podemos solo irnos. Estar al ataque es demasiado fácil. Y la última vez también te deshiciste de uno de nosotros. Eso obviamente nos da razones para contraatacar,” dijo ella.

“Ya estoy harto de ti,” respondí. Ella estaba utilizando cada truco en el libro contra nosotros. Y además justo cuando nuestras defensas eran más débiles… parecía cada vez más probable que teníamos un espía del cual preocuparnos.

“¿Esa es la hermana de S’yne de la que he estado escuchando?” preguntó Kizuna.

“Así es. Tú debes ser el Héroe de la Cacería. Creo que te prefiero como una estatua,” se burló de Kizuna la hermana de S’yne. Las dos se miraron fijamente por un momento. Ambas se veían bastante amenazantes.

“Tuviste suerte. Si una ola hubiera conectado con el mundo de nuestro ilustre líder, estábamos planeando romperte en pedazos. Ese es el problema con este sistema; esa es la única forma de conseguir las recompensas por destruir un mundo,” explicó la hermana de S’yne. Había escuchado antes esta plática acerca de recibir recompensas por destruir mundos, pero lo recordaba vagamente. No tenía idea de dónde venía esa recompensa.

“En efecto, me siento muy afortunada,” dijo Kizuna.

“Eso habría sido… realmente terrible,” estuvo de acuerdo Glass. Ella podía decirlo de nuevo, pero difícilmente podía imaginarme cómo sería un mundo siendo destruido.

“Es una vista impactante,” dijo la hermana. “El sol desaparece repentinamente y todo se convierte en un desierto árido y carente de vida. Algunas veces todo simplemente se convierte en polvo. Toda la vida en ese mundo solo se marchita y también muere.” Tampoco necesitaba escuchar sus historias sobre el apocalipsis.

“Kizuna, tú deberías retroceder,” dijo Glass. “Si mueres, todo habrá terminado.”

“¡Vaya! Qué sugerencia. Nunca haríamos algo así sin una ola. ¿Por qué querríamos destruir este mundo?” preguntó la hermana de S’yne.

“¿De qué están hablando? No puedo entenderlos,” dijo el Enemigo de la Semana, frunciendo el ceño.

“Estamos hablando en un lenguaje que solo ellos conocen,” respondió la hermana de S’yne, acariciando la gema en su cadena una vez más. “Les estoy diciendo que dejen de esparcir mentiras acerca de que las olas destruyen mundos.” ¡Parecía ser que ella podía apagar la función de traducción de su arma y estaba usando esa habilidad para esparcir mentiras acerca de nosotros!

“Ya veo. No hay nada aterrador acerca de las olas, ¿o sí? De hecho, son bastante útiles para fortalecernos,” respondió el Enemigo de la Semana. Él no veía ninguna amenaza en las olas, eso estaba claro. No hay dudas de por qué él no tenía ningún deseo de escucharnos. Sería inútil tratar de explicarle las cosas.

Había tantas personas en este mundo, y aun así la hermana de S’yne y sus fuerzas eran capaces de conseguir a estos sujetos vanguardias de las olas sin problemas. Quizás ellos tenían habilidades similares a las que Sadina y Shildina habían estado mostrando.

“¡Tú eres el enemigo del Rey L’Arc Berg! ¡Derrotarte nos recompensará enormemente!” gritó uno de los soldados voluntarios, y un montón de ellos apuntaron sus armas hacia el Enemigo de la Semana. Escoger mezclarse con los voluntarios puede haber sido una idea estúpida… pero estábamos hablando de la hermana de S’yne. No podíamos permitirnos bajar la guardia.

“¡Serás el regalo perfecto para nuestro rey! ¡Manos arriba, déjanos tomarte en custodia! ¡Por nuestro propio bien!” gritó otro voluntario.

“¡Por favor esperen! No pueden luchar—” comenzó a gritar Kizuna.

“¡Esperen! ¡Ustedes no están al mismo nivel—!” yo también comencé a gritar, prácticamente lo mismo. Los voluntarios no nos prestaron atención y arremetieron hacia el Enemigo de la Semana. Los otros dos que Sadina y Shildina habían identificado, junto con sus propias compañeras, habían retrocedido y solo estaban pretendiendo ser personas normales.

“¡Bah! ¡Perros patéticos, solo capaces de luchar en grupo! ¡Aprendan su lugar!” El Enemigo de la Semana levantó su mano y un muro transparente apareció, interceptando a los soldados voluntarios que habían estado arremetiendo hacia él. El muro tenía la forma de un cubo, con un agujero en el centro para el Enemigo de la Semana y su comitiva. Los soldados gritaron desde el interior, atrapados.

“¿¡Qué diablos es esto!?”

“Es casi como un muro defensivo de magia…”

“¡Maldita sea! ¿Qué es esto? ¡Es realmente duro!” Los voluntarios sonaban bastante desconcertados mientras golpeaban juntos el muro, pero en vano. Entonces algo como un suelo transparente se elevó desde debajo de los pies del Enemigo de la Semana, levantando a nuestros enemigos hacia un punto ventajoso desde donde podían mirarnos hacia abajo.

“Esto es en defensa propia,” declaró él. “¡Ustedes nos atacaron, y pagarán por eso con sus vidas!” Él apretó su puño en el aire, y entonces los muros que había creado comenzaron a acercarse, con los voluntarios todavía atrapados en el interior. Ellos comenzaron a gritar al unísono. Ya había visto esta clase de ataque, pero solo en mangas—o películas. La vieja maniobra del compactador de basura. Aquellos en el interior eran aplastados. Los héroes normalmente salían de eso. No había esperado que alguien de verdad la usara.

“Vamos,” dije. “¡Tenemos que sacarlos!”

“¡Bien!” estuvo de acuerdo Raphtalia.

“¡No estaba esperando luchar tan pronto! ¡No estoy muy preparada!” dijo Kizuna.

“Estarás bien. Simplemente tenemos que hacerlo,” la tranquilizó Glass. Kizuna sacó un ofuda e invocó a Chris, mientras Raphtalia y Glass corrían hacia los muros… las barreras que todavía se estaban cerrando sobre los voluntarios.

“¡Formación Uno! ¡Formación Dos, Escudo de Cristal!” grité, colocando Escudos de Cristal dentro de las barreras comprimiéndose para proporcionar algo de protección. Con un sonido de raspado, los muros dejaron de moverse.

“¿Eh? ¡No te metas en mi camino! Aquellos que se atreven a atacarme no tienen el derecho de vivir,” desvarió el Enemigo de la Semana.

“Lamento decirlo, pero cualquiera que te ataque es un aliado mío. No puedo permitir que mueran buenas personas. ¡Vamos! ¡Al ataque!” grité.

“¡Estoy con usted! ¡Raph-chan!” la llamó Raphtalia.

“¡Yo también! ¡Chris, dame una mano!” gritó Glass. Las dos linduras respondieron acorde, y con Raph-chan sobre el hombro de Raphtalia y Chris en el de Glass, ellas comenzaron a atacar las barreras que había creado el Enemigo de la Semana.

“¡Ilusión de Pesadilla, Golpe de Bruma!” Raphtalia liberó su Golpe de Bruma ilusorio una y otra vez.

“¡Formación Destructiva de Danza Circular, Rotura de Caparazón de Tortuga Congelado!” Glass liberó una habilidad combinada que ignoraba la defensa con un toque de magia de hielo. Al convertir su Golpe de Bruma—normalmente un solo golpe—en una habilidad combinada, Raphtalia había logrado la habilidad de liberar múltiples golpes. En cuanto a Glass, su ataque tenía propiedades para ralentizar al enemigo y en ocasiones también convertirlo en hielo. Ambas estaban adquiriendo algunos ataques bastante poderosos, lo cual también era gracias, en parte, a la Dragona Demonio.

Los ataques que Raphtalia y Glass liberaron apenas lograron abrir un agujero en la superficie de la barrera.

“Esta cosa es resistente,” dijo Glass.

“En efecto. ¡Pero finalmente la hemos destruido! ¡Apresúrense y salgan de ahí!” gritó Raphtalia.

“¡Diablos! ¡No voy a permitirlo!” gritó en respuesta el Enemigo de la Semana, liberando su poder para cerrar el agujero que mis dos integrantes de grupo habían abierto. La abertura en la barrera se estaba cerrando gradualmente, cambiando de forma mientras lo hacía.

“¿Y crees que te lo vamos a permitir?” grité lo que tal vez no era mi mejor respuesta. Me moví y usé dos Espejos Flotantes para bloquear el agujero cerrándose.

“¡Vamos, salgan de ahí!” gritó Kizuna. Los hombres respondieron con un grito de felicidad y comenzaron a escapar a través del agujero.

“¡Solo están en nuestro camino! ¡Retrocedan!” grité. Estos podrán no ser civiles normales, pero considerando lo que acababa de pasar, difícilmente podíamos contarlos para la batalla. Si íbamos a tener que seguir salvándolos, nunca terminaríamos de luchar. No tenerlos cerca era la mejor solución. Entendiendo mis palabras y la situación, los voluntarios rápidamente retrocedieron.

Eso creó otro problema. Los otros dos sujetos de la vanguardia de las olas que Sadina y Shildina habían visto habían usado este caos para huir, por lo que los había perdido de vista. Si regresaban, las hermanas los verían de nuevo. Eso era lo mejor que podía hacer ahora mismo.

“¡Hah! Parece que todo lo que pueden hacer es defenderse,” dijo con desprecio el Enemigo de la Semana. Él solo se estaba poniendo en ridículo. Nuestro ataque estaba a punto de comenzar.

“No te olvides de nosotras,” dijo Sadina, comenzando a recitar magia con una gema en una mano.

“Eso sería un error,” agregó Shildina, sacando un ofuda y recitando magia.

“¡Te mostraré los resultados de todo mi entrenamiento reciente! ¡Esta es una magia que aprendí de la pequeña Teresa, reordenada usando la Forma del Rasgo de Dragón! ¡Prueben mi magia recitada usando el mismo método del pequeño Naofumi!” gritó Sadina. Incluso durante su larga explicación, su accesorio con una gema estaba brillando intensamente, y entonces lanzó algo de magia. “¡Piedras Brillantes, Estallido de Hielo!”

Shildina, mientras tanto, parecía haber dominado completamente los conjuros usando ofudas.

“Ahora yo te lo ordeno. ¡Ofuda! ¡Responde a mis palabras! ¡Corta en pedazos a estos enemigos! ¡Cuchillas de Viento!” Mientras Sadina invocaba un enorme trozo de hielo, Shildina creó hojas de viento. Todos sus ataques se dirigieron directamente hacia el Enemigo de la Semana, la hermana de S’yne, y la Mujer B.

“¿¡Qué!? ¡Pero también patético!” El Enemigo de la Semana invocó una barrera para protegerse a sí mismo y sus aliados de la magia de las hermanas. La magia chocó con su barrera y desapareció sin ser capaz de penetrarla. Había estado esperando que la atravesaran completamente.

“Vaya. Es muy resistente,” dijo Sadina con un tono provocador en su voz.

“Pudimos cortarlo un poco con fuerza vital…” dijo Raphtalia.

“En efecto, al principio pensé que sería fácil de romper, pero no fue muy efectivo,” agregó Glass, todas ofreciendo sus pensamientos acerca de este nuevo problema con la barrera. Una barrera la cual incluso la fuerza vital no podía romper completamente. Tenía que haber alguna clase de punto débil.

“¡Oh vaya! ¡Eres tan genial! ¡Apresúrate y mata al Rey Demonio del Escudo! ¡Él está justo ahí!”

“¡Quiero ver volar sangre!”

“¡Estoy tan impresionada!”

Todas las mujeres del Enemigo de la Semana estaban gritando. Me pregunto cómo no estaba avergonzado, teniendo a mujeres como esas de su lado. La hermana de S’yne permaneció en silencio. Tampoco parecía que fuera a luchar contra nosotros en serio esta vez. No estaba seguro de si eso era bueno o no. Si ella se ponía seria, no estaba seguro de si podríamos ganar. Si era posible, quería arrinconarlos—tal como la última vez—y sacarlos de aquí.

Si huíamos ahora, estaba claro que el país de L’Arc sería conquistado. Eso no solo nos quitaría nuestra base de operaciones, sino que la presión que ya estábamos sintiendo de las naciones vecinas se volvería más fuerte. Teníamos que evitar huir.

“¡Hoja de Polvo de Estrellas!” Raphtalia liberó una estrella de largo alcance hacia el Enemigo de la Semana y su comitiva, pero el ataque fue incapaz de penetrar su barrera.

“¡Hah! Como si ese ataque fuera suficiente para atravesar mi barrera,” se burló él.

“¡Agregué todavía más fuerza vital y mezclé un Punto de Concentración, y todavía no fue suficiente!” se quejó Raphtalia. Estaba comenzando a pensar que estas barreras estaban basadas en algún factor aparte de la durabilidad pura. Tenía que pensar en alguna forma de atravesarlas.

“¡Hah! ¡Muere!” Mientras el Enemigo de la Semana gritaba, chispas repentinamente saltaron alrededor de mi Espejo de Polvo de Estrellas. A juzgar por la posición, parecía que él había estado apuntando hacia mi cuello.

“¿Qué? ¿No puedo hacerlo dentro de las barreras? ¡Qué molestia!” dijo él. Basándome en el ataque que acababa de usar, parecía que podía usar las barreras para realizar ataques de corte. Entonces todo tenía sentido; las barreras eran principalmente medios de ataque.

“Raphtalia, Glass, sus barreras se ven como una defensa, pero en realidad son usadas como ataques. Cuando sus ataques choquen contra ellas, torcerlas con algo de fuerza vital podría hacer una diferencia,” les dije.

“¡Entendido! ¡Lo intentaré!” respondió rápidamente Raphtalia.

“Bien,” accedió también Glass.

“Oigan… No puedo quedarme solo observando,” dijo la hermana de S’yne, escogiendo este momento para hablar, y entonces sacó… algo. Algo que se veía como una bola, la cual después lanzó. Otro algo después emergió desde su interior. Era algo que se veía como si hubiera sido pegado del cuerpo de un león y la cabeza de una vaca. Mirando con más atención, vi que había una barra de acero como un visor sobre sus ojos, desde la cual brillaban dos luces que se veían como ojos. El área del pecho también estaba cubierta de algo similar a una armadura metálica. El nombre que apareció fue… Behemoth Artificial. La bestia soltó un rugido, emitiendo miasma en vez de aliento mientras aterrizaba. Miró a su alrededor e inmediatamente fijó su vista sobre nosotros.

“¡Ahora, hazlos pedazos!” le ordenó la hermana de S’yne. La bestia lo aceptó de inmediato, emitiendo un aura asesina como la de un animal mientas reducía la brecha entre nosotros con un rugido mucho más entusiasta que el anterior. ¡En el instante siguiente, estaba saltando hacia nosotros! ¡Esta cosa era rápida!

“¡Formación Uno! ¡Formación Dos! ¡Formación Tres, Escudo de Cristal!” grité, rápidamente desplegando múltiples Escudos de Cristal mientras saltaba hacia el frente para proteger a Raphtalia y Glass. Sin embargo, el Behemoth Artificial los ignoró completamente, atravesando todas mis defensas y saltando directamente hacia mí. ¡Incluso destruyó mi Espejo de Polvo de Estrellas en un instante!

Los tres jadeamos y maldijimos mientras se acercaba. Era tan rápido que difícilmente podíamos seguirlo. Y ciertamente no podríamos reaccionar a tiempo. ¡Podía verlo venir, pero mi cuerpo no podría responder! Estaba usando fuerza vital para empujar mi cuerpo hasta el límite y todavía era demasiado lento.

Fuimos golpeados, mandados a volar a través del aire, pero justo antes de chocar contra la pared… comenzamos a flotar en medio del aire. Era una sensación ligera y esponjosa.

“Mírate. Te dejamos solo por unos minutos y te metes en este problema.”

“Maestro, ¿está bien?”