Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 11

Capítulo 9: Guerra Urbana en Caldia

Parte 1

Los truenos distantes resonaron sobre el nublado Vermillion.

Había una pequeña ciudad con pequeños edificios refinados hechos de piedra alineados bajo el cielo que parecía que se derrumbaría en cualquier momento.

Ciudad de Caldia.

Situado precisamente entre la frontera de Kledelland y Vermillion en la Capital Imperial Flareberg.

Esta ciudad rural alguna vez prosperó como una posada y como un importante punto de transporte entre ambos países, pero ahora que el transporte público, como los aviones y los ferrocarriles, había mejorado, y debido a que no tenía ninguna industria en particular, rara vez recibía gente de otros lugares.

Pero esta ciudad silenciosa ahora estaba ocupada por hombres vestidos con equipo pesado.

Eran el Ejército Imperial de Vermillion.

Como recibieron instrucciones de evacuación por medio de las órdenes del Rey, reunieron a todos los residentes de la frontera nacional que ya habían terminado de evacuar por orden de la policía local, luego los llevaron y comenzaron a retirarse directamente a la Capital Imperial Flareberg, sin embargo, en el camino recibieron una orden diferente de Sirius.

Ese comando era『Pondrán un frente aquí en Caldia』para reunirse con el ejército de Kledelland que se dirigía directamente a la Capital Imperial, su objetivo, y liberarlos del control de《Marionette King》aquí en este lugar.

La General Signard Iruon, que comandaba el Ejército Vermillion bajo esta instrucción, dejó la evacuación de los residentes a la policía que previamente había ingresado a Caldia por orden de Sirius y procedió con los preparativos para la guerra urbana contra el Ejército de Kledelland.

El despliegue de alambre de púas y vallas de hierro.

La obstrucción de su avance al volar los edificios y esparcir los escombros en el camino.

Todo esto era molesto, pero aún mejor que no hacer nada.

Signard les dijo a los soldados mientras ella les daba instrucciones.

“¡Todos, apúrense a cambiar su equipo! ¡No tenemos mucho tiempo antes de que llegue el ejército de Kledelland!”

Los soldados dejaron caer sus armas cargadas con munición real cuando fueron acelerados por la voz de Signard, que fue amplificada por un megáfono. En cambio, lo  que tomaron en sus manos fueron armas no asesinas utilizadas para la represión de la mafia, como balas de goma, granadas de aturdimiento, pistolas de aturdimiento y escudos a prueba de balas que la policía trajo cuando vinieron por los evacuados.

Todo para ayudar al ejército de Kledelland.

Como decidieron hacerlo, no podían permitirse apuntar con armas cargadas con munición real.

Por lo tanto, los soldados del Ejército Imperial reemplazaron su equipo con cosas que no tenían poder para matar, y realizaron inspecciones y disparos de prueba para conocer las características de las armas, incluso si era un poco en el corto período de tiempo que tenían hasta que llegaron en contacto con el enemigo.

Y luego, una persona entre ellos, un soldado de mediana edad, esbozó una sonrisa irónica.

“Este es un equipo de policía, ¿no? La usabilidad en sí no es diferente de nuestro equipo, pero… mira esto. No hay agujeros en este tambor.”

*Knock knock*, golpeó el tambor con la punta de un dedo del pie y se hizo una gran abolladura tallada por el disparo de prueba de una bala de goma.

Estaba muy aplastado, pero no lo penetró.

“No puedo esperar demasiado de algo así como un poder para detener a los hombres como esto”, entendió.

“¿No es esto confiable? No morirán si los golpeamos con esto.”

Un hombre de la misma edad regresó de manera habladora a la queja del soldado y.

“¡Oye, muévete, muévete! ¡Ustedes están en el camino!”

Fueron golpeados por una voz enojada.

Volvieron la cara a tal voz y un anciano con cara grave apareció desde la escotilla del tanque y les ordenó que se desviaran a un lado de la carretera porque estaban en el camino.

“¿Los tanques también están siendo retirados?”

El hombre del tanque asintió.

“Si. El gran tamaño de los proyectiles hará que las personas se conviertan en átomos, incluso si son balas de goma. Y será malo si los dejamos más o menos dispersos por la ciudad.”

Como dijo el hombre, los tanques que se suponía que los seguirían uno al lado del otro se movían hacia la parte trasera del frente antes de que lo supieran.

El soldado de mediana edad que se quejó hace un tiempo se encogió de hombros antes de esta escena.

“Esto se está poniendo raro, ¿no te parece? A pesar de que están siendo controlados, podemos luchar solo con estos juguetes contra oponentes que portan ametralladoras e incluso tienen tanques alineados. Si bien no tienen bombarderos de tierra a tierra como Vermillion, es absurdo que no pasen por allí.”

Todos los soldados que escucharon esto respondieron con la cabeza al gruñido del soldado.

“Sí, es absurdo. Verdaderamente absurdo. No podía creer lo que oía cuando escuché la orden. Están pidiendo demasiado.”

“Estoy totalmente de acuerdo. A pesar de que fuimos atacados de repente y hemos estado extremadamente ocupados dando instrucciones y rescatando a la población que perdió sus hogares, ahora estamos tratando de salvar a Kledelland. ¡Nuestro Rey es realmente un maldito idiota sin esperanza!”

El descontento y las quejas comenzaron a desbordarse entre los soldados.

Pero eso fue natural.

Esas palabras fueron evaluadas como escandalosas por los soldados en la escena, deliberadamente tuvieron que bajar el grado de su equipo contra oponentes que estaban seriamente después de sus vidas. ¿Cómo iban a ir a la guerra mientras se preocupaban por la seguridad de sus enemigos? Tales palabras tontas. No fueron una broma. Porque eran los únicos que arriesgarían sus vidas.

Las quejas eran cierta cosa. Era natural estar enojado.

───Sin embargo.

“… Aunque ustedes lo digan, parece que lo están esperando, ¿no?”

Expresaron su descontento y sus quejas y, sin embargo, sus expresiones eran de alguna manera brillantes.

“Así eres tú. Te sientes tan mal que te estás esbozando una sonrisa. Cuando teníamos armas reales en nuestros brazos hasta hace un momento, sí, teníamos caras como si fuera el fin del mundo.”

“Jeje. … No hay nada que podamos hacer. Ni siquiera entiendo esto en absoluto. Realmente no lo entiendo, pero… poder luchar como soldado de este estúpido país que comenzó a decir cosas como「Salvar a la gente de otro país arriesgando tu vida」cuando esto podría hacer que nos maten es… cómo decirlo, me hace increíblemente feliz.”

Se sorprendieron cuando escucharon que el ejército de Kledelland los estaba invadiendo.

No podían creerlo.

Sin embargo, cuando se emitió una llamada apresurada y una orden de intercepción urgente y se asignó el equipo, realmente lo sintieron.

Que a partir de este momento, se iban a matar entre ellos contra la gente de Kledelland.

Justo cuando eso sucedió, el equipo que habían cargado en los camiones muchas veces y que siempre llevaba parecía muy pesado.

Pensaron en querer tirar estas cosas desagradables que tenían en sus manos.

No fue una sorpresa.

Las Familias Imperiales no fueron las únicas que habían estado promoviendo la paz entre los dos países.

De la misma manera, los ciudadanos que vivían en ambos países emularon a sus reyes y gradualmente acortaron la distancia con sus vecinos.

Particularmente su generación, que conocía a Kledelland y Vermillion antes del reinado de Sirius.

En ese momento, el demonio devorador de hombres que vivía allí les enseñó que tenían que detestar la vida del otro.

Ciertamente hubo un período de tiempo en que la gente de Kledelland no les hizo más que asco.

Eso parecía ser lo mismo para el lado de Kledelland.

Debido a eso, fue complicado encontrarse con la mirada del otro inmediatamente después del juicio de la política de apaciguamiento.

Pero, debido a repetidos pequeños intercambios, se conocieron poco a poco, demolieron la vieja tradición y cultivaron la amistad.

“No hay forma de que queramos matar a esas personas.”

Y así, en el camino hacia el frente repleto de camiones después de que se dio la orden de intercepción, los que eligieron su ocupación como「Soldado」estaban muy arrepentidos.

Pero───Sirius eliminó esa sensación de tristeza.

El ejército de Kledelland estaba siendo controlado, no tenían animosidad hacia ellos.

Tenían otros enemigos que deberían matar, nunca se matarían entre ellos.

(“Yo, que soy un simple soldado, entiende que…”)

Esta decisión de Sirius───fue algo en lo que no podía pensar con sentido común.

Cualquiera sea la razón, el ejército de Kledelland estaba pisoteando el territorio de Vermillion con un arma en la mano. La intercepción fue natural. Una nación normal haría que sus soldados apretaran el gatillo para defenderse del peligro. Ciertamente, eso habría sucedido si a los soldados no se les hubiera dicho que sus enemigos estaban controlados por un criminal. La nación debería haberse dedicado a la defensa nacional mientras ocultaba todo.

… Pero eso habría resultado en sus manos cubiertas con la sangre de sus inocentes amigos.

Eso fue normal.

Eran los militares.

Su Rey dijo cosas que no se podían pensar con sentido común.

Pero ahora eso fue… estaban tremendamente contentos.

Que su Rey no era un hombre que los haría matar a sus amigos.

(“… La decisión del Rey Sirius ciertamente expuso nuestras vidas al peligro.”)

Pero eso estuvo bien.

Estamos* bien con eso.

* Nota del tr: [“Estamos” es la lectura furigana de “Vermillion”]

“En un mundo tan amplio como este. Que existe un país que va a la guerra con un pretexto tan amable es genial, ¿no te parece?”

“¡Tú no estás equivocado…!

El pensamiento de este soldado fue compartido por todos los que estaban allí.

───Lo mismo ocurrió con Signard, quien dio instrucciones a los soldados.

“¡Ustedes! ¡¿Por cuánto tiempo van estar hablando cosas sin sentido?! Una vez que se realiza la inspección del equipo, ¡comience a implementarlo de inmediato!”

「「 「¡¡S-si señora!!」 」」

Signard dio una vista panorámica al Ejército Imperial mientras ella apresuraba a los soldados.

… La cara de ella parecía estallar en lágrimas en este momento, era difícil de creer.

“¡Chicos, escuchen! ¡No mates a nadie! ¡No hagan nadie muera! ¡Y nadie morirá! ¡Esas son las órdenes directas de nuestro Rey! ¡Muéstrales el orgullo del Ejército Imperial!”

「「 「¡¡¡¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii─────────!!!!」 」」

Todos los miembros del Ejército Vermillion se entusiasmaron con el juramento de Signard.

Al borde de la muerte con alguna desventaja. A pesar de que se vieron obligados a ir a una pelea absurda, la cara de todos estaba llena de vitalidad.

Su voluntad y coraje para luchar por sus amigos estaba desbordando.

La moral del Ejército Imperial de Vermillion estaba llegando a su punto máximo desde que llegaron aquí.

───Ahora ciertamente podrían superar cualquier situación. Signard estaba convencida.

“Nuestros preparativos están casi completos. ¡Eres nuestros『Ojos』! ¡Confiamos en ti, Kurogane!”

Le dijo al micrófono del walkie-talkie mientras miraba hacia el cielo.

Kurogane Ikki, que sacó su cuerpo del helicóptero que volaba bajo el clima nublado frente a la línea de visión de Signards, inclinó la cabeza en señal de asentimiento.

“Por favor déjame esto a mí.”

***

『Tengo una idea sobre eso, pero ¿puedes escucharla, padre*?』

*Nota del tr: [“Padre” es la lectura furigana para “Suegro”]

“───……, Cuéntame sobre eso.”

Sirius estuvo de acuerdo después de un silencio un tanto largo a la propuesta de Ikki que vino al Palacio Imperial junto con Ascaride.

En respuesta a eso, Ikki le propuso.

Los centros de Or = Gaule excedieron los tres dígitos.

El único método para neutralizarlos fue con su fuerza existente. Y esos fueron───

『Seré los ojos del Ejército Vermillion』

『¡¿Qué?!』

La estrategia sugerida por Ikki no parecía complicada.

Ikki, que pudo identificar los centros, se subió a un helicóptero para mirar el campo de batalla desde el aire.

Con el fin de identificar los numerosos centros con un amplio campo de visión y proporcionar información local al Ejército Imperial.

『¡¿Así que vas a identificar los centros desde el cielo mientras vuelas en helicóptero…?!』

『Correcto. Vermillion y Kledelland son naciones miembros de la Liga. No solo los bombarderos de tierra a tierra, los Tratados de la Liga también prohíben la retención de la fuerza militar aérea que permite vuelos de larga distancia fuera del propio país, por lo que los preparativos no deberían existir. De esta manera, puedo concentrarme en identificar los centros』

『Pero, ¿cómo piensa decirnos sus ubicaciones? El enemigo está compuesto por decenas de miles de tropas. El campo de batalla está todo revuelto, no hay forma de saber quién es quién』

『Sobre eso, creo que podemos superarlo si tomamos prestada la habilidad de Miriallia- san』

『¡¿De Miri?!』

Ikki aceptó a la sorprendida Stella,

『Está bien. Su facultad para captar el espacio y su vista para controlar con precisión las balas distantes. Su verdadera habilidad como francotirador es una de las mejores. Ella pondrá una marca con una bala de pintura en cada centro que haya encontrado. Esto debería permitir que todos sepan dónde están los centros』

Todos los miembros que estaban allí tenían una expresión facial confusa debido a la afirmación de Ikki.

Ciertamente, si estuvieran marcados con balas de pintura, compartir la posición de los centros con todos los soldados era una realidad, y la escasez de mano de obra se cancelaría, pero───

『¿Sabes realmente quién se ha convertido realmente en un relevo con solo mirar a los pequeños soldados desde el cielo?』

¿Realmente podría hacer eso? Esa fue la pregunta.

De hecho,《Black Knight》Ascaride, la cuarta persona más fuerte de la Liga, negó con la cabeza a la pregunta de Astraea.

No puedo hacer eso. Y Dandalion también.

『… Creo que es imposible para mí. Porque lo que más puedo ver es el área en la parte superior de la cabeza desde el helicóptero』

Pero Ikki, ante tales reacciones negativas.

『Tengo confianza en mi vista』 Alzó su voz.

『Las heridas de mi cuerpo fueron curadas por《Orichalcos》, pero mi carta de triunfo se debilitó en mi primer contacto con Or = Gaule. Estoy completamente sin poder mágico, y casi no sirvo como fuerza de combate. Pero no soporto hacer nada en esta situación de la ciudad natal de Stella. ¡Por favor, déjame hacer lo que pueda…!』

Y───miró directamente a Sirius Vermillion. Para creer en él.

Sirius devolvió un largo silencio a eso… y finalmente abrió la boca.

『Este es un problema entre Kledelland y Vermillion. No tiene nada que ver con un mocoso japonés como tú』

『¡O-Otou-sama! ¡¿Todavía estás fijo en eso?!』

Stella trató de estallar ante las palabras de rechazo de su padre. Pero Astraea la interrumpió.

『Stella-chan. Espera』

Sirius continuó inmediatamente después de eso.

『Sin embargo, si te conviertes en uno de nosotros, la historia sería diferente』

『¡Suegro-san…!』

『Si llevas a Vermillion a la victoria en esta guerra, también te reconoceré. Aunque la situación ha cambiado un poco, esa promesa sigue vigente. … Muéstrame que no eres solo un niño con una gran boca』

No estaba en la forma insertada por Lunaize.

O algo que tuvo que decir en contra de su voluntad.

Lo prometió con sus propias palabras y de su propia voluntad.

「Reconocer a Kurogane Ikki como representante de Vermillion」. El desafío de Kurogane Ikki girando a Stella.

Lo iba a aceptar como hombre.

『¡Sí…! ¡Seguro!』

───Ciertamente iba a lograrlo.

Ikki fortaleció su determinación nuevamente mientras recordaba la promesa que hizo en el Palacio Imperial hace varias horas con los ojos cerrados en el helicóptero.

No podía mostrar un lado patético al padre que aceptó su desafío que probablemente robaría la existencia insustituible de su Stella*.

*Nota del tr:[ “Stella” es la lectura furigana para “hija”] Con su mente agudizada, calmó sus sentimientos.

Y con la pulsación de la sangre fluyendo en su cuerpo, levantó los párpados con una concentración extremadamente alta, incluso podía sentir un solo cabello suelto moviéndose por el viento.

“Ellos vinieron.” Ikki los vio.

Los altos edificios destruidos por el ejército con la gran visibilidad de su vista. Al final de eso, un tsunami negro se acercó, cruzando la suave colina.

Ikki le preguntó a Miriallia Lazy, la chica que tenía una rodilla en el piso y que estaba revisando su francotirador.

“Miriallia-san. ¿Estás lista?”

Miriallia mostró una expresión disimulada y disgustada en su rostro ante tales palabras. “Solo llámame Miri. A Miri-chan no le gustan las formalidades.”

“… Miri. ¿Estás lista?”

“Bloqueada y cargada.”

Miriallia respondió, su arma estaba lista, cargada con balas de pintura.

Ikki luego cambió al walkie-talkie y le preguntó a Signard.

“¡Las fuerzas enemigas en la colina del norte han sido confirmadas! ¿Cómo están las cosas de tu lado, Signard-san?”

『¡Todos los miembros fueron asignados a sus puestos designados! ¡Comienza cuando quieras!』

Junto con esa respuesta, los soldados lanzaron un grito de guerra que se parecía a una ráfaga de viento del suelo.

Ikki, quien sintió con todo su cuerpo que la moral de las tropas ciertamente golpeó los cielos, pensó.

(“… Este es un buen país. Ya no importa si es la ciudad natal de Stella o no.”) Como Caballero───¿qué entristecería a la gente de este lugar?

Y luego, expresó sus sentimientos hacia todos los que se reunieron en el campo de batalla.

“¡Vamos! ¡Inicia la operación…!”