Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 1

Capítulo 3: Ojos de Noble

Parte 1

“¿Eh? Mierda, debo haber tomado el camino equivocado.”

Ayato había tomado lo que originalmente había supuesto era un atajo, cortando a través del patio, sólo para encontrarse a sí mismo atrapado detrás de una puerta cerrada con llave.

Parecía que ciertas entradas de las escuelas eran cerradas una vez que caía la noche.

Aunque la puerta era bastante alta, no era hasta el grado de que no podía hacer más si él saltaba. Aún así, recordando el incidente de esta mañana, decidió ir a lo seguro.

“Ah, lo que sea. No es como que estuviera en un apuro de todos modos.”

Por otra parte, dar un paseo era una de sus reconocidamente pocas aficiones.

El patio central era como la mitad del tamaño de un parque, y toda la vegetación había sido recortada con cuidado.

Mirando de cerca, los robots semi-humanos con formas de muñecos, replicantes, eran los que podaban los árboles.

Aunque parecían replicantes de uso militar eran a control remoto, las acciones de los replicantes ordinarios se automatizaron, y por lo tanto eran lentos y limitados a órdenes sencillas.

En estos días, estos actos de mano de obra en los entornos de trabajo duros eran en general en alcance de las replicantes.

Aunque en la ciudad donde Ayato había residido anteriormente, esto era un espectáculo pocas veces visto.

“… Si ese es el caso, ¡por qué tuviste un duelo con un recién llegado!”

La voz de un hombre joven.

Sólo alguien sin educación estaría rugiendo en público como este, el aire se agitó por su volumen.

Ayato se escondió en la sombra de un árbol cercano. Situado frente a él estaba un pabellón, en el que había tres estudiantes varones.

El más notable de los tres era el que estaba en el centro, de gran estatura y, evidente incluso desde la ubicación de Ayato, de manera prepotente. Los otros dos, uno flaco y uno con un poco de sobrepeso, estaban un poco por detrás, casi como hermanos menores.

La otra parte estaba sentada, oculta de la vista.

Ante las circunstancias, parecía preparado para estallar en cualquier momento, Ayato se negó a hacerse la vista gorda.

No obstante, teniendo en cuenta tanto su papel como un tercero y su falta de familiaridad con las costumbres de la escuela, sintió que lo mejor era limitar sus acciones a observar por el momento.

–Sin embargo.

“¡Respóndeme, Julis!”

Al escuchar el nombre familiar, inconscientemente se asomó desde detrás del árbol.

“No tengo ninguna obligación de contestarte, Lester. Todo el mundo tiene el privilegio de retar a quien nos plazca.”

“Por supuesto, yo también.”

Moviéndose sigilosamente, Ayato alcanzó a ver una chica de cabello rosa sentada en el pabellón.

Parecía que el alto estudiante, llamado Lester, estaba discutiendo con Julis, y parecía que las chispas volarían en cualquier momento.

Era un ambiente muy volátil.

“De la misma manera, tenemos el derecho de rechazar cualquier duelo en el que preferimos no participamos. No importa cuántas veces preguntes, la respuesta sigue siendo no.”

“¿¡Y eso por qué!?”

“… Parece que eres incapaz de entender a menos que te lo diga directamente.”

Julis suspiró pesadamente antes de levantarse para encontrarse con la mirada de Lester.

“En pocas palabras, ya te he vencido tres veces. Si tuviéramos que luchar de nuevo, sería simplemente un desperdicio de mi tiempo.”

“¡La próxima vez, voy a ganar! ¿¡Cómo te atreves a siempre subestimar a los demás!? ¡No has visto mi verdadera fuerza todavía!”

“¡Así es, así es! ¡Cuando Lester se pone serio, nadie quisiera ser su oponente!”

El estudiante rechoncho que se encontraba detrás de Lester tuvo la oportunidad corar con un comentario de su cuenta.

“Entonces no dudes en demostrarlo– con otra persona.”

Julis llevó unilateralmente la conversación a su fin dando la espalda.

“¡Espera! ¡No he terminado todavía…!”

Lester se estiró para agarrar el hombro de Julis…

Justo en ese momento, Ayato salió de detrás del árbol. “Oh, ¿no es Julis? Qué casualidad, haberte encontrado aquí.”

“¿…Qué estás haciendo aquí?”

“¿Quién eres?”

En momento y las palabras de Ayato, eran demasiado perfectos para ser verdaderamente una coincidencia, Julis, Lester, y sus dos lacayos todos fruncieron el ceño.

“Jajaja… Parece que tomé un giro equivocado en alguna parte.”

“¡Ah! Lester! Ese tipo es el nuevo estudiante transferido!”

Avisó el estudiante rechoncho.

“¿¡Qué…!?”

La mirada de Lester, llena de provocación, atravesó a Ayato.

Ayato, por otro lado, estaba completamente en calma mientras hablaba con Julis.

“Julis, ¿este individuo es…?”

“… Lester McPhail, ocupa el noveno lugar en nuestra escuela.”

Julis cruzó las manos detrás de la espalda, con una expresión en blanco en su rostro.

“Oh, por lo que también es un Page One. Eso es increíble.”

“…”

“Ah cierto, soy Amagiri Ayato, es un placer conocerte.”

Aunque Ayato extendió su mano para un apretón de manos, Lester fingió que no lo había visto, optando en su lugar por continuar con su apuñalándolo con la mirada.

De cerca, la estatura exagerada de Lester era aún más evidente. Se veía cerca de los dos metros de altura, con hombros anchos y musculatura bien tonificada.

Los músculos de los de la Generación Starpulse eran realmente diferentes de los demás. Además del aumento de su eficacia, tenían el rasgo peculiar de no cambiar mucho en apariencia incluso con el entrenamiento. Por lo tanto los músculos bien definidos de Lester hablaban del grado de formación que había sufrido.

Su pelo corto y rojizo se erizó y sus rasgos faciales se retorcieron de rabia.

“¿Tú… voluntariamente tuviste un duelo alguien así, y sin embargo, no aceptas mi desafío…?”

Lester apretó los puños y su voz comenzó a temblar de rabia.

“¡No te equivoques conmigo! ¡Vas a sufrir la derrota en mis manos! ¡No importa qué trucos intentes!”

Los ojos de Lester habían dejado de tomar nota de la presencia de Ayato. Agitando las manos, se acercó a Julis.

“¡Espera! ¡Por favor, espera Lester-san! Cálmate… observa dónde estamos…”

Lester no hacía caso de los gritos de su (otro) compañero flaco.

Aunque Julis era de estatura promedio para una chica de su edad, eso no significaba nada frente al aterrador físico de Lester.

A pesar de ello, Julis no retrocedió un paso, en vez respondió con firmeza y determinación.

“Eso es imposible. Hasta que cambies esa personalidad tuya, que no es diferente de un jabalí, nunca va a suceder.”

“Qué… ¡Cómo te atreves!”

A pesar de que parecía a punto de estallar, si él reaccionaba impulsivamente en esta situación, él sólo haría valido el reclamo de Julis.

“¡T-Tú! ¡Vas a lamentar haber subestimado a Lester! ¡La próxima vez, seguro…!”

“¡Cállate, Landy!”

Lester gritó a su lacayo y salió del pabellón, con su rabia apenas contenida.

“¡Ni se te ocurra subestimarme! ¡Voy a hacer que reconozcas mi fuerza!”

Gritando estas palabras, Lester salió de la escena, con los dos restantes peleando después de él.