Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 16

Prologo II: Lo Que la Chica Desea

Por ejemplo, en el momento que le entrego el almuerzo.

Su sonrisa animada me gusta.

Por ejemplo, cuando está hablando con otras chicas.

Me desagrada un poco que alguien del sexo opuesto que no sea yo bromea con él mientras se sonroja.

Por ejemplo, cuando su blanca voluntad muestra una sombra.

Preocupado, cubierto de heridas e incluso así, levantando su rostro e intentando avanzar, realmente pensé en querer volverme su fuerza, sin ningún calculo astuto.

Por ejemplo, por ejemplo, por ejemplo…

Acumulando una inagotable montaña de ejemplos y tras pasar un tiempo ridículamente insignificante—yo, seguramente me enamore de él.

Es muy vergonzoso, pero. No quiero reconocerlo, pero.

Estaba fascinada por él.

Eiyaa.

Levantando la bandera blanca.

Si, si, perdí, perdí.

Realizando mi declaración de derrota, ¿Estas satisfecho exponiendo mi secreto?

Desde hace mucho entendí que me había obsesionado, ¿Sabes?

Sin decirle a nadie en particular, saque la lengua y estire mis labios como haciéndome la valiente. Lo que se filtraba detrás de eso, era una sonrisa tranquila que me sorprendió hasta a mí misma.

Así es.

Yo, estaba fascinada por él.

Después de reconocerlo se hizo sencillo.

Como si un refrescante viento me visitara, mi cuerpo se volvió ligero.

Sentí como si hubiera encontrado algo, un tesoro.

Pero—

Al mismo tiempo, el hecho de que mi pecho estaba agitado tambien era verdad.

Si preguntan cuál fue el gatillo de este ruido en mi pecho—

Sin duda, fue el pequeño “cambio” de ella, a quien consideraba como alguien importante.

–Ryuu, tu rostro esta rojo, ¿Sabes?

–N-No está rojo.

–¿Estas mirando a Bell-san?

–¡T-Te equivocas! ¡Te equivocas, Syr!

A pesar de que era hermosa, noble y siempre galante, ya que en lo que es pobre realmente es pobre, inmediatamente lo supe. Ya que desde antes había pensado, quizás ese momento vendrá, ¿no es así?, no sentí esa sorpresa en sí misma.

Así es.

No debería haber una sensación de peligro o algo así.

Pero—al mismo tiempo, me di cuenta que los sucesos de siempre no continuarían.

Él viniendo al bar como siempre y yo entregándole el almuerzo.

Siendo molestado por mis compañeras, burlándose de él.

Probablemente ese día a día también se derrumbe para mañana.

Recibí un shock que no iba con mi carácter.

Debajo de mi sonrisa que nunca cambia, en el lado opuesto de mi rostro despejado, estaba parada sin moverme.

–Syr, ¿Que ocurre? Recientemente no te vez animada.

–… ¿Les parece así?

–Para mí, de alguna manera siento que tu sonrisa no es la de siempre, ¿Sabes?

Intenté tocar mis propias mejillas, pero no lo entendí.

Mi compañera Runoa me sonrió.

–Nyufufu, ¿Son problemas de doncella nya~?

–¡Consulta con nosotras, Syr, nya! ¡Y cuando tus preocupaciones se disuelvan con eso, remplázame en la limpieza!

Desde atrás, la gata negra (Chloe) se apoyó en mi espalda y desde el frente la gata perdida (Anya) empujo su dedo hacia mí.

Un día normal que no cambiaría por nada. Esta escena frente a mis ojos seguramente se desvanecerá en algún momento.  El Mundo Inferior era cruel después de todo. El tiempo pasaba en un pestañeo. Eso lo sabía.

Por eso, el “algún día” al que temía, probablemente venga más rápido de lo que pensaba.

En el instante en que comprendí eso, me volví incapaz de permanecer de pie.

Mi pecho dolía.

Ahora me daba cuenta que era algo que no podía enfrentar cara a cara.

Aun así, quería asegurarme, quería asegurarme.

¿Este sentimiento era real?

¿Yo soy “yo”?

¿Podía volverme “yo”?

¿Podría liberarme del “yugo de la Diosa”?

Esto no era algo como “amor”.

Yo, quería probar eso.

***

Por eso.

Así es, por eso.

Me decidí.

No estaba equivocada, solo seguí lo que decía mi “impulso”.

Incluso si usaba una determinación que no iba de acuerdo a la voluntad divina, solo me enfrentare a eso.

Subiendo las largas escaleras.

Abriendo las pesadas puertas.

Avance hacia el amplio espacio que se abrió.

Ante la solitaria reina sentada en el único trono, tuve una audiencia.

Hacia “ella” quien mostraba una sonrisa.

Dirigiéndome hacia la existencia tonta y superficial, a la que absolutamente nadie podia oponerse.

Yo, lleve un “trato” hacia la “Diosa”.