Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 16

Capítulo 03: Festival de la Cosecha

Parte 4

Comparando comida, charlando alegremente, e intercalando pequeños descansos sentándonos en una banca.

Syr-san y yo disfrutamos del festival por un tiempo.

Parecia mirarme de vez en cuando, pero cuando volteaba en su dirección, entraba un poco en pánico y sonreía como para disimularlo.

–Syr-san, ¿Aún hay algo que quieras comer?

–Veamos… voy a abstenerme. Comí un poco de más…

–Hace un rato te comiste una montaña de bayas, después de todo.

–¡Mou, Bell-san!

–Ahaha.

Cuando le dije eso en broma, Syr-san me miró fijamente. Sin embargo, eso también inmediatamente se convirtió en una sonrisa.

De alguna manera, se siente bien.

Incluso si solo estamos mirando alrededor, lo estaba disfrutando completamente.

Con el tiempo, sentí que la rigidez de mi cuerpo también se había ido.

En ese caso, ejecutemos el auténtico plan de la “cita” desde este momento.

–Syr-san, ¿Hay algo que quieras hacer hoy?

–¿Eh?

–Si hay algo que quieras hacer, por favor dímelo sin reservas.

Esa fue una de las enseñanzas del Maestro. El hombre tiene que constantemente liderar a la mujer.

Sin embargo, hay que preguntarle lo que quieren hacer. Comprobar sus intenciones era fundamental.

Una “cita” era el trabajo conjunto de 2 personas. Sin embargo, absolutamente no debía volverse un “trabajo”.

Para pasar un tiempo divertido con tu compañera, no debes dejar nada al azar.

Después de todo, ese era el objetivo más importante.

–Veamos…  no hay nada que quiera hacer especialmente…

–Entonces, hay un lugar al que quiero ir. ¿Me acompañarías?

Segunda enseñanza. Trata de expresar lo que piensas. La vacilación era el enemigo.

Sin embargo, piensa que estas siendo constantemente probado por tu pareja, incluso si no quiere hacerlo. Relajarse estaba absolutamente prohibido.

Se debía mostrar confianza y valentía.

—“El plan para la cita del día debes pensarlo tú mismo en su totalidad. Solo eso es absoluto.”

Hedin-san me dijo eso.

Dijo que si no era una cita que yo pensé, no tendría significado.

–Te di el conocimiento. Y también ajuste tu manera de pensar. Sin embargo, solo hare eso. No diré nada relacionado a la parte principal.

–¿¡Eeeeeh!? N-No puede ser…

–Idiota. Otras personas, libros, o el oráculo de los Dioses, todo eso no son más que sugerencias. Combinando los materiales que se te dieron, debes pensar qué hacer para que tu pareja sonría. Si no es algo que tú mismo pensaste realmente, Syr-sama no será feliz. Después de todo, tu propia opinión personal no existiría en ello.

–¡…!

–Hombre y mujer, quieren compartir todo tipo de alegrías, una cita es la conclusión de eso.

Dentro de las enseñanzas del Maestro, esas palabras son las que más se clavaron en mi pecho.

Al principio mi razón principal era proteger a la <Familia Hestia>, pero quería que Syr-san se divirtiera, quería “devolverle el favor”— esos sentimientos eran reales.

Siempre me preparaba el almuerzo. Incluso algunas veces me recibía en el bar.

En el momento en que estaba siendo aplastado por la distancia con esa flor en el pico de una montaña demasiado alta, ella me dijo “¿No está bien incluso si no vas a la aventura?”. Durante el <Juego de Guerra>, me dio un amuleto. En el momento en que, debido al incidente de los Xenos, mi cuerpo se había vuelto frio y no sabía qué hacer, ella me envolvió cálidamente.

Lo recuerdo todo.

Había recibido muchas cosas de ella.

Quería devolverle incluso un poco de eso.

Por eso—aunque nunca había tenido una cita, daré todo de mí.

–… Entiendo. ¡Por favor déjame acompañarte al lugar al que quieres ir, Bell-san!

Syr-san se puso de pie y me sonrió.

Estoy feliz, también le regrese la sonrisa con mis mejillas sonrojadas.

–Ya que será un largo camino, usemos un carruaje.

Desde allí nos movimos hasta la calle donde pasaban los carros tirados por caballos.

Lo que detuve al levantar mi mano, no era un carruaje cubierto en donde las personas montaban en un simple vagón ni tampoco un carruaje barato el cual podía verse comúnmente dentro de Orario, era un Cabriolé en el que había instalado un aislante de vibraciones, un producto de Piedra Mágica. Los carruajes normales se sacudían violentamente, pero este dispositivo tenía la función de absorber los impactos y no se sentirían los impactos de los baches. Naturalmente, esto también era conocimiento enseñado por el Maestro, hasta el punto en que me amenazo diciendo que en el momento que montara un carruaje con Syr-san mínimo debe ser uno de este tipo. (NT: Cabriolé, carruaje de dos ruedas cuya armazón es descapotable y abierta por delante.)

Si estuviera solo, podría ir corriendo, pero ya que estaba junto con Syr-san, un carruaje era lo adecuado. Los carros de alto grado no eran baratos, pero no debía ser tacaño. Durante el entrenamiento con el Maestro, gane suficientes gastos militares.

El inusual carruaje en el cual el cochero se sentaba en la ubicación alta del lado trasero comenzó a correr con el sonido del látigo.

Aunque tenía un armazón pequeño con buena maniobrabilidad, los dos pudimos sentarnos perfectamente en los mullidos asientos.

Ya que sus adornos también eran magníficos, probablemente estaba siendo demasiado consciente, pero sentía que estábamos reuniendo la atención de las personas que iban por la calle. Quizás eso también se debía a que sus miradas eran arrebatadas por la hermosa mujer que estaba sentada a mi lado.

Ya que el carruaje no paso por el Parque Central sino por el Distrito Sureste, los impactos no desaparecieron completamente. Cada vez que se sacudía, nuestros hombros se tocaban y tanto Syr-san como yo nos sonreíamos tímidamente.

–Syr-san, tu mano.

–Muchas gracias.

Saliendo primero, tome la mano de Syr-san.

Al lugar al que llegamos después de bajar del carruaje, era la Calle Principal del Este.

Aunque en menor medida que en el Distrito Comercial del sur, incluso aquí estaba muy animado. Parecia estarse celebrando algo en el anfiteatro donde se celebraba la Monsterphilia, ya que se escuchaban aclamaciones.

Mientras estaba tomado de la mano con Syr-san, doblamos por la Calle Principal y entramos a un callejón.

El estrecho callejón estaba cubierto de adornos y hermosas flores, y también tenía el color del festival.

–¿Eh? Aquí es…

Syr-san miraba alrededor como si se hubiera dado cuenta de algo.

Muy pronto, tras avanzar por el callejón—

–¡Ah, Bell Nii-chan!

–¡Además, tambien Syr Onee-chan!

Muchos niños nos esperaban con rostros sonrientes.

–¿Rye-kun? ¿Y Fina-chan?

–¡Waa, Syr Onee-chan, estas muy elegante!

–¿¡Qué!? ¡Bell Nii-chan también está vestido pomposamente!

–No se puede subestimar…

–Ahaha…

Mientras Syr-san estaba sorprendida, la Dogman Fina, el humano Rye, y el semielfo Roux vinieron hacia nosotros directamente.

Los niños del orfanato estaban puramente felices de que viniéramos.

–Ara, Bell-san. Realmente viniste.

–Hola, María-san.

María-san, quien era la directora del orfanato y la madre de Rye y los demás, también vino a darnos la bienvenida.

Este lugar estaba justo al entrar a la Calle Dédalo.

Las personas que vivían en los barrios pobres estaban instalando puestos justo al bajar por una grande y amplia escalera desde la entrada. Para ser precisos, un mercado de pulgas que se celebraba junto con el “Festival de la Diosa”

Rye y los niños del orfanato también están abriendo una tienda aquí.

–¿De qué es el puesto que están abriendo, Fina?

–Veamos—¡Cerveza!

Buhh, escupí.

Sin duda, al lado de Fina quien reía alegremente, estaban apilados numerosos barriles.

Al girar la llave del barril, lo que salió era cerveza.

–¡Un viejo Enano dijo que, si era un festival, esto sería lo que más se vendería! ¡También ayudamos a hacerla!

Detrás de Rye quien hinchaba su pecho pareciendo orgulloso, un Enano con el rostro rojo que tal vez era un conocido de la Calle Dédalo levanto su pulgar en nuestra dirección y sonrió. Sin duda, si hablamos de un festival, el licor era una parte indispensable, y en todo caso, seguramente había personas que bebían en secreto desde pequeños, pero… Rye y los demás, no beben, ¿Cierto?

Los niños me preguntaron expectantes “¿Quieres beber? ¿Quieres beber?”, pero los rechace mientras sonreía nerviosamente. Obviamente, era inaceptable beber en medio de una cita con Syr-san. Y también, sentía que el Maestro me atacaría con Magia…

Después de eso, fuimos arrastrados por los niños.

Fina tiro de la mano de Syr-san, Rye empujo mi cintura y Roux se agarró fuertemente de mi brazo como un hermano(¿Hermana?) menor mimado. Los otros niños también estaban muy emocionados y seguían gritando, “¡Mira esto!” “¡Mira aquello!”, sin dejarnos tomar aliento.

–¡Galletas de avena! ¡Pedimos un horno y las hicimos!

–Syr Onee-chan, Bell Onii-chan, pruébenlas…

Además de la cerveza, tambien estaban vendiendo galletas marrones claro un poco deformadas y frituras de hortalizas que fueron tomadas desde el huerto del orfanato. Probablemente también habían sido hechas por Fina y los demás. Después de pagar por ellas, las probé y estaban deliciosas. María-san nos vigilaba con ternura mientras jugábamos con ellos como la primera vez que vine al orfanato.

En el incidente de los Xenos, Rye y los demás terminaron lastimados.

Una vez fui rechazado.

Sin embargo, me sentía afortunado de que en este momento otra vez podía reír junto con los niños de esta manera.

–¡Syr Onee-chan, bailemos!

–… Si. ¡Bailemos!

Probablemente disfrutando la cerveza que bebieron gustosamente, los habitantes de los barrios bajos con sus rostros rojos sacaron sus viejos instrumentos musicales. Los tonos que comenzaron a sonar no encajaban muy bien entre sí, pero aun asi seguía siendo una melodía agradable, haciendo que las mujeres demi-humanas se emocionaran e invitaran a Syr-san hacia la mitad de la calle.

De esa forma comenzó un baile folclórico al estilo de la Calle Dedalo.

Como si imitaran la canción infantil que escuché en el momento que vine por primera vez al orfanato, crearon un círculo y comenzaron a bailar.

Syr-san sonreía amablemente.

Probablemente podría llamar a eso una sonrisa amorosa.

Bailo enlazando su mano con los niños y mientras fingía estar enojada con la niña Amazona que vino a abrazarla desde atrás, la atrapo en sus brazos haciendo que se retorciera. Mirando su figura sonriente, entrecerré los ojos mientras la miraba desde un lugar un poco alejado.

Igual que cuando la vi ese día. No era la mesera del bar, era una Syr-san que no conocía.

Quería ver una vez más esa figura inocente.

–¡Bell Onii-chan!

–No puedes, Fina. Bell-san tiene que descansar después de todo.

Fina corrió a abrazarme enérgicamente mientras estaba parado solo al borde de la calle.

Mientras la regañaba ligeramente, María-san dijo “Aquí tienes” y me dio un jugo de frutas.

Le agradecí y recibí la taza de madera.

–Te agradezco que vinieras. Pero, ¿Realmente está bien? Los dos estaban disfrutando del “Festival de la Diosa” ¿No es así…?

–Se equivoca, María-san. Realmente pensé en muchas cosas… pero vine porque pensé que, si es aquí, Syr-san estaría feliz.

Cuando dije mis verdaderos sentimientos sin ninguna mentira, María-san quien tenía una expresión de preocupación, sonrió lentamente. Sonriendo, una vez más me dijo “Muchas gracias”, y le regrese su gratitud estirando un poco mi espalda y diciendo “igualmente”.

–¡Bell Onii-chan, hoy te ves muy genial!

Fina quien frotaba su mejilla en mi estómago y sacudía su cola color crema, levanto su rostro.

Cuando me estaba avergonzando por ser alabado tan francamente—

–¡Syr Onee-chan también está usando ropa interior increíblemente linda! ¡En el momento que la abrace hace un rato, pude notarlo incluso desde arriba de su ropa! ¡Sin duda esa es la que llaman “ropa interior de combate”!

Me pregunto si Fina es experta en ropa interior.

–¡Bell Onii-chan! ¿Hoy donde dormirás con Syr Onee-chan?

–¿¡Que estás diciendo!?

No pude evitar gritar en voz alta, mientras Fina preguntaba con sus ojos brillando.

¿Esta niña siquiera entiende el significado de lo que estaba diciendo…?

–Pero, hoy es el festival de la fertilidad, ¿Cierto? ¡María Okaa-san dijo que hoy es el día donde nacen la mayor cantidad de niños en el año!

Mi rostro se crispo y me puse rojo.

En un instante, con una velocidad que dejaría atónito incluso a un Aventurero, María-san cubrió la boca la inocente gritando “¿¡Fina!?”.

Fina dijo “¿¡Mugu~!?” con una voz apagada, y María-san se rio con un “A-Ahahaha” con su rostro rojo y una expresión infinitamente incomoda. Solo pude dejar escapar una risa vacía.

Una atmosfera ligeramente incomoda flotaba en el aire.

No debería ser así… tampoco pude imaginar este escenario.

Sin que rubor se desprendiera de mis mejillas, intente mirar en la dirección de Syr-san—

–¡Auch!

Entre los niños que estaban bailando, un niño Hobbit cayó al suelo.

También fue una gran caída. En su brazo había un raspón teñido de rojo.

–¡Ossian!

La voz de Rye resonó con fuerza.

La divertida actuación tambien se tuvo temporalmente.

En ese momento, sus lágrimas se acumularon en un instante, y cayeron desde sus redondos ojos.

Y entonces, más rápido que María-san y yo que nos acercamos corriendo—

Syr-san levanto su cuerpo.

–¿Estás bien, Ossian-kun?

–¡Syr, Onee-chan…!

–Duele, ¿Cierto? ¿Quieres llorar? Está bien, Onee-chan conoce un hechizo que te hará sonreír inmediatamente.

Diciendo eso, Syr-san se arrodillo y abrazo a Ossian.

Sin preocuparse de que su vestido se manchara, lo envolvió tiernamente.

Ossian contuvo su voz desesperadamente y comenzó a llorar en el pecho de Syr-san.

Su blanca mano acaricio su espalda y en ese momento, como si meciera a un bebe, le dio unas palmaditas.

—“Lloro. Lloro. Ya que no estas allí. Un jardín de flores, lagrimas rojas, el dorado que florece. La luz que aún no has visto nos guía a ti y a mí. Sonrío. Sonrío. Creo que podre encontrarme contigo algún día.”

Lo que se tejía gradualmente, era un “hechizo” como una canción de cuna.

Nadie se movió. Los ojos de todos habían sido robados.

Su figura era justo como la de una Diosa que confortaba a un niño.

Su hermosa voz resonaba tranquilamente en la esquina de la Calle Dédalo.

–… Ya, estoy bien. Ya no llorare.

–¿De verdad? ¡Increíble!

Entonces, ¿Sonreímos?

Como si fuera atraído por la sonriente Syr-san, Ossian también sonrió.

Frente a esa escena, una sonrisa se extendió por el rostro de todos y en un instante se escucharon ovaciones. Estando encantado por esa escena, mis labios tambien se curvearon y me dirigí hacia Syr-san junto con María- san.

Desinfectando la herida de Ossian, le dimos tratamiento médico.

–¡Gracias, Okaa-san, Bell Onii-chan!

Sonriendo de esa manera, recupero su vigor.

Claramente parecía encantado por Syr-san.

–Bell-san, ¿También lo hacemos?

–¿Eh?

–La continuación del baile. No todos han bailado lo suficiente después de todo.

Syr-san se puso de pie y dijo eso mientras miraba alrededor.

Rye, Fina, Roux y entonces tambien Ossian. Todos los niños mostraron sonrisas y aclamaron.

Era hora de comenzar nuevo.

Tambien sonreí y extendí mi mano hacia Syr-san dejándome llevar por la atmosfera.

–¿Bailarías conmigo—con nosotros?

–¡Con mucho gusto!

Tomándonos la mano comenzamos a bailar.

Con Syr-san y yo como centro, comenzó un baile improvisado. No era necesaria etiqueta. Estaba bien si era divertido. Ossian, Rye y daban vueltas bailando con las manos entrelazadas.

Finalmente, aparecieron niños que comenzaron tocar ocarinas alegremente. Los adultos también sacaron barriles y comenzaron a tocar a su propia manera como para no perder contra ellos.

Todos aplaudían o pisoteaban con fuerza.

La pequeña orquesta sin nombre lleno con su música la Calle Dédalo mientras bailaba.

Escuchando el alegre tono, otros invitados también aparecieron.

Fina y Roux tomaron las manos de las personas que llegaron y expandieron el circulo de baile.

La música no dejaba de sonar, y las risas no se detenían.

Olvidándose de que eran los barrios bajos, la Calle Dédalo estaba bulliciosa por las muchas personas.