Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 8

Capítulo 5: Estoy Escalando Montañas

Parte 3

Monos.

Mi peor pesadilla.

Mi trauma más profundamente arraigado.

¿Cómo podría olvidarlo? ¡Son los mismos monos que una vez me rodearon y casi me matan en mis días más débiles en el Estrato Inferior del Gran Laberinto de Elroe!

Si lo recuerdo bien, se llamaban “anogratches” o algo así.

En algún punto de nuestro viaje, el Señor Demonio me contó que también eran conocidos como los “monos de la venganza”. Si uno de los suyos es asesinado, crean enormes grupos para intentar vengarse de aquél que lo matara.

Para empeorar las cosas, una vez que han puesto su punto de mira en la venganza, ellos no se rendirán hasta que su objetivo esté muerto.

Si ves uno, nunca, jamás debes matarlo.

Incluso si sólo matas a uno, te atacarán en manadas.

Exacto.

Me pareció extraño en aquel momento que estuvieran tan decididos a matar a una simple araña, pero supongo que esa es su naturaleza.

¡¿Me tomas el pelo?!

¿Qué clase de juego de mierda envía un montón de enemigos a atacarte y se supone que no debes matar a ninguno de ellos?

¡¿Cómo de horribles deben ser tus instintos de supervivencia para seguir intentando vengar a un solo individuo hasta que todos vosotros morís?!

Y esos mismos monos están viniendo directos hacia nosotros en este momento.

No solo uno o dos, tampoco. Vienen en masa.

Em, ¡¿qué pasa con esta marea de monos?!

¡¿Vais en serio?!

¡Nadie me dijo que estos malditos monos vivían en las Montañas Místicas también!

“””””””””””””””””””” ¡UUK, UUUK!””””””””””””””””””””””

¡No me UUK, UUK a mí ¿eh? Estúpidos monos!

En serio, ¡¿Por qué no me puedo despertar ya de esta pesadilla?!

¡¿Esto también es por culpa de ese estúpido ogro?!

¡¿Toda esta manada de monos corre de esta manera para escapar de la batalla entre el ogro y los dragones de hielo o algo así?!

¡Este ogro apesta!

“¡¿Qué—?! ¡Sííííí!”

¡Incluso el Señor Demonio está flipando al verlo!

El bebé chupasangre y Mera están completamente congelados.

¡Ey, pero no por el frío!

Aparte de Ael, las arañas marioneta ya están todas en posición de ataque.

¡Al menos podemos contar con ellas en momentos como este!

“Oh, esto no es bueno. No, no, no. ¡Ahora o nunca!”

Mientras la marea de monos se acerca, el Señor Demonio empieza a preparar magia.

Al menos, eso supongo. Sin mis habilidades, ni siquiera puedo ver qué está construyendo el Señor Demonio.

Podría decir por su pose que eso es lo que está haciendo supongo.

¿Eh?

Aunque, espera un segundito.

¿No es realmente una muy mala idea usar magia en esta situación?

“¡Comeos esto!”

Me doy cuenta de esto justo cuando el Señor Demonio desata su hechizo.

Un torrente de oscuridad emerge de sus manos.

Espera, esto es ¿un k*mehameha maligno?

Con la locura de estadísticas del Señor Demonio, la Magia Negra causa una enorme explosión, enviando a la horda gigante de monos volando por todas partes.

No importa lo fuertes que puedan ser los monos, yo pude derrotarlos uno por uno incluso cuando era una debilucha total.

La magia del Señor Demonio los elimina a todos de una sola vez.

¡El problema es lo que pasa después de eso!

La onda expansiva del hechizo del Señor Demonio se extiende por la zona, causando cierta reacción en cadena.

Una masa tan grande como la manada de monos, o tal vez incluso más grande, se abalanza sobre nosotros.

¿Una masa de qué?

¡De nieve, obvio!

¡Es una avalancha!

Esta es una extraña nieve mágica que se mantiene suave y esponjosa incluso a temperaturas lo suficientemente frías como para congelar mi manta.

¡Si provocas una gran explosión en una montaña cubierta con eso, por supuesto que esto iba a pasar! ¡Venga ya!

Claro, un hechizo en área era la única forma de deshacerse de todos esos monos que se nos acercaban a la vez, pero ahora eso ha causado un desastre aún más grande que eso.

El Señor Demonio mira la nieve en plan, ¡Ups, ahora sí que la he liado!

Vaya que lo has hecho, amiguita. ¡No es que pueda culparte por fliparte y reaccionar pésimamente con una manada de monos viniendo hacía nosotros de la nada como ha pasado!

La nieve se acerca a nosotros como un tsunami.

“¡CORRED!”

El grito del Señor Demonio es casi tan alto como el profundo estruendo de la avalancha.

¡Al oír su orden, todos saltan al aire!

Con la fuerza de sus piernas mejorada por las estadísticas, el grupo arácnido se mueve tan rápido que es como si estuvieran volando.

Luego usan Maniobras Dimensionales para seguir huyendo por el aire.

El dúo chupasangre salta, también evitando la avalancha por un pelo.

Riel y Fiel llevan a los wyrms de tierra a un lugar seguro.

Y yo… estoy cayendo directamente hacia la avalancha.

Oh. Espera. ¿Qué?

Estoy volando por el aire.

Ael está a poca distancia, sosteniendo el carruaje.

¿Hmm?

¡¿Hmmmmm?!

Este es uno de esos momentos en que el mundo a tu alrededor se detiene.

Vale. Cuando Ael se levantó de un salto, el retroceso debió haberme hecho salir volando del carruaje.

Ni siquiera Ael tendría la capacidad intelectual como para preocuparse por mí en un momento como este.

Ahora lo pillo. Ja-ja-ja.

Em, ¡¿Qué esto no tiene nada de gracia?!

¡Dios santo!

¡Mierda, mierda, mierda!

¡A este ritmo voy a hacer un salto del ángel en la nieve!

Y como estoy envuelta en esta manta, ¡no podré hacer nada al respecto!

¡Tampoco es que pudiera hacer mucho si no estuviera envuelta!

“¡Sael! ¡Ayuda a Blanca, rápido!”

El Señor Demonio le grita una orden a Sael, la única araña marioneta con las manos libres.

Sael, bendita sea, siempre es rápida en actuar siempre que se le den órdenes.

Reacciona inmediatamente, atrapándome en el aire.

¡Pero es un segundo demasiado tarde!

Sael me agarra justo antes de ser tragada por la avalancha.

Sus manos se cierran enganchando mi manta.

Pero entonces la manta se rompe de inmediato con un terrible sonido de rasgado.

Congelada o no, una manta es una manta. No está hecha para soportar el peso de una persona.

Mi cuerpo cae justo en la avalancha, hundiéndose en la nieve.

Intento alcanzar algo instintivamente, y por algún tipo de milagro, ¡Sael agarra mi mano!

Pero mi cuerpo está siendo arrastrado, y el impulso arrastra a Sael conmigo.

Mientras estamos siendo aplastadas entre esta total confusión, Sael se las arregla para arrastrarnos donde podemos ver el cielo nuevamente.

Debe haber logrado empujar toda la superficie de nieve de algún modo.

 Mi brazo está experimentando un dolor angustioso mientras me arrastran, pero eso no me importa ahora mismo.

“¡Agárrame la mano!”

Acelerando hacia nosotras, Vampy se agacha desde el cielo.

Todavía siendo aplastada por la nieve, no tengo la fuerza para levantar la mano.

Afortunadamente, Sael logra agarrar la mano de la bebé chupasangre, y entonces Mera también lo hace intentando levantarnos.

Pero entonces—algo golpea al bebé chupasangre.

“¡¿Ah?!”

“¡¿Joven señorita?!”

Es un mono, arrastrado hacia nosotros por la avalancha, ¡y se está aferrando al bebé chupasangre!

Espera, ¡¿qué demonios?!

¡¿De dónde has salido tú?!

¡¿Por qué hay otro mono aquí?!

El ataque del mono envía el pequeño cuerpo de Vampy volando hacia la nieve.

Llevándose a Sael, Mera y al estúpido mono con ella.

¿Yo? Sí, yo también, por supuesto.

¡Maldito seas, mooooonoooooo!

Tal vez solo estuvieras tratando de salvarte de ser arrastrado, ¡pero ahora todos estamos siendo arrastrados tambiééén!

Todavía tomándonos de las manos, todos nosotros somos tragados por la avalancha.

¡¿Es que el Señor Demonio no nos va a salvar?!

Lanzo una mirada desesperada al cielo, y justo antes de que la nieve cubra mi visión, veo una gran manada de monos lanzarse contra el Señor Demonio.

¿En serio?

¿Cómo pueden seguir quedando tantos?

Y espera, ¡¿qué diablos, monos?!

¡¿Realmente seguís intentando vengaros aún en medio de una avalancha?!

¡¿Pero qué demonios os pasa?!

El Señor Demonio no podrá ayudarnos ahora.

Justo cuando me doy cuenta de eso, la nieve se traga mi cuerpo completamente.

A medida que mi visión se apaga, mi conciencia también lo hace.