Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Reunión Con Padre

Parte 1

La perspectiva de Rokuko

 Cuando la luz que cegaba su visión se desvaneció, Rokuko se encontró en medio de una fiesta estilo buffet celebrada afuera bajo el cielo azul. La reunión ya debe haber comenzado, ya que un hombre lobo rojo se estaba llenando la cara de carne mientras un esqueleto dorado bebía té, carcajeando. A lo lejos, un dragón negro tragó cerveza de un barril mientras un unicornio cercano vitoreaba. Parecía una fiesta pacífica donde todo tipo de especies se divertían en armonía.

Sin embargo, cada ser allí era un Dungeon Core. Muchos de ellos parecían humanos, pero la gran mayoría de ellos simplemente cambiaban de forma para cambiar de apariencia. Los núcleos de los Dungeons como Rokuko y Haku que eran de tipo humano desde el principio eran raros, al igual que los núcleos de cualquier especie en particular eran raros.

“Okey…” Rokuko se dirigió sigilosamente a una esquina, como lo hacía todos los años. Realmente no le gustaba que la reunión de este año se celebrara afuera. Simplemente no se sentía como si estuviera escondida en una esquina si no hubiera paredes a cada lado de ella.

En su camino hacia allí, tres personas (?) Caminaron hacia ella: una serpiente de tamaño humano, una rana grande y una enorme babosa.

“Heh, ¿qué tenemos aquí? Es el viejo Dungeon Core 695. ¿Qué estás haciendo? ”

“¡Geheheh! Me sorprende que sigas viva, de verdad”.

“No viniste el año pasado y tu puntaje de DP fue 0. Pensamos con certeza que habías muerto”.

Rokuko se sacudió y tembló después de que la llamaron.

“D-Dungeon Cores 650, 651 y 652… H-Ha pasado un tiempo”. “¡¿HUH?! ¡Olvidaste el maldito número!”

“¡¿Hiiih?!” Dungeon Core 650 golpeó su cola de serpiente contra el suelo, haciendo un fuerte ruido que hizo que Rokuko se pusiera rígido de miedo.

Por cierto, abordar un Dungeon Core con “número”, como en Dungeon Core Número 650, era equivalente a usar un honorífico respetuoso. Rokuko preferiría morir antes que hacer eso por esos tres.

“¿P-Por qué haría eso? Todos estamos en el grupo de los 600, así que sí”.

“Ahhhh, no puedo escucharte. Jeje… ¿Alguien escuchó lo que dijo 695 desde abajo en la parte inferior de la clasificación?” Dungeon Core 651, la rana grande, se deslizó detrás de Rokuko para bloquear su ruta de escape.

“Estás siendo muy engreída, ¿sabes?”

“A-Ah…” Dungeon Core 652, la babosa gigante, dejó caer una mano (?) En el hombro de Rokuko. Con eso, se hizo. Tres contra uno, con los tres rodeándola. Se le puso la piel de gallina en la piel de Rokuko.

La serpiente acercó su rostro al de Rokuko, con la lengua revoloteando entre sus dientes.

“Hssshhh… Heheh. ¿Por qué no vienes con nosotros? ” “¡D-De ninguna manera, déjame ir!”

“No te preocupes, no te matará. ¡Geheheheh!”

“Muy bien, es hora de divertirse un poco”. Se dirigían a la esquina que Rokuko inicialmente había estado apuntando, pero había una gran diferencia entre elegir ir allí y ser arrastrado allí. Ella había querido ir allí para que estos tres no la encontraran en primer lugar.

La estaban arrastrando, pero nadie interfirió ni le importó. Era solo un grupo de Dungeon Cores de bajo rango luchando entre ellos. Al igual que a ti no te importaría un caramelo lleno de hormigas en el suelo, a la mayoría de los Dungeon Cores no le importaba en absoluto Rokuko o los tres Dungeon Cores que la acosaban. Todos eran igualmente inútiles para ellos.

“Oye, ¿tienes un maldito segundo?” De repente, apareció una Salamandra roja. Era Dungeon Core 112, Ittetsu. Él era el núcleo del Dungeon de cincuenta y un pisos, las [Cavernas de la Llama], que comprendía casi un volcán entero. Aunque no era un Dungeon Core de primera clase, estaba sólidamente en los rangos superiores, usando su gran riqueza de DP para vivir una vida lenta con su Maestro y su esposa Redra, un Dragón Rojo. Como miembro del grupo de los 100, incluso tenía una gran cantidad de antigüedad que lo respaldaba.

“¡¿D-Dungeon Core Numero 112?! ¿Nos necesita para algo, señor?”

“¿Huh? Ah… no. No me importe una mierda cualquiera de ustedes tres. Estoy aquí por Core 695. Ven aquí”.

“¿Eh? ¿U-Um, ella?”

“Sí, ¿tienes un maldito problema con eso? ¿Cuál es tu número?”

“¡C-Core 650! ¡E-Er, soy un gran admirador suyo, Dungeon Core Numero 112!” Como serpiente, no podía sacar una mano para un apretón de manos, así que extendió su cola en su lugar. Pero Ittetsu lo ignoró y llamó a Rokuko.

“Como si me importara una mierda. Vamos, 695. ”

“Ummm… Está bien”. Rokuko siguió a Ittetsu y por eso escapó de sus tres matones. Dungeon Core 650 la vio irse aturdida, su cola aún extendida.

… Rokuko, después de lanzar {Purificación} para quitarle el slime de la babosa, habló con Ittetsu.

“U-Ummm, Dungeon Core… ¿Número 112?”

“¡¿Número?! Maldita idiota, deja el acto cortés. ¿Qué carajo haces de todos modos, dejando que esos imbéciles te manden?” Ittetsu se dio la vuelta y ladró directamente a la cara de Rokuko, como si estuvieran a segundos de morderlo. Dada su edad, Ittetsu era bastante conocido entre los Dungeon Cores y, por lo tanto, sus fuertes gruñidos llamaron la atención sobre ellos en marcado contraste con la forma en que los tres matones habían sido ignorados.

“Quiero decir, soy un Dungeon de rango súper bajo… No podría responder con los tres a mi alrededor así”.

“¿Es en serio? ¿Me estás jodiendo?” Ittetsu golpeó a Rokuko con su flamante cola de salamandra. Obviamente se estaba conteniendo, pero todavía dolía bastante. Además, hacía un poco de calor. No es que ella pudiera quejarse ante el Núcleo que solo la salvó.

“Heheheh. Tienes que tener un poco más de fe en ti misma. Lo quiero decir,

¡Tú me ganaste!”

“… Solo gané por Keima. No fue realmente mi victoria”.

“¡Bwahah! Eso no está mal, y me gusta la honestidad… Pero aun así me ganaste, chico. La fuerza de un núcleo incluye a su maestro, ¿sabes?

Básicamente, mi fuerza es la mitad de Redra y la mitad del poder del amor,” se rio Ittetsu.

Un revuelo recorrió la multitud. La gente susurró entre ellos con incredulidad que Dungeon Core 112 había perdido en un Dungeon de bajo rango. Ayudó que Ittetsu hubiera hablado intencionalmente en voz alta. Rokuko escuchó a algunas personas preguntarse en voz alta: “¿Qué trucos un poco sucios hizo para ganar?”, Pero como de hecho había hecho trucos sucios para ganar, no pudo responder. Aunque fue una batalla especializada con reglas inusuales en primer lugar.

“… P-Pero Keima dijo que la batalla terminó en un empate, ¿recuerdas?”

“¿Sí? ¿Quieres tener una segunda oportunidad, entonces? Pueden ser los malditos defensores esta vez”.

“Lo siento, pero lo aprobaré. De todas formas. Gracias por ayudarme. Hasta luego, 112.” Rokuko intentó alejarse. Pero, antes de que pudiera, Ittetsu la detuvo.

“Hey, espera ahora. No pasará mucho tiempo antes de que pase el padre.

¿Qué tal si comemos mientras tanto? Mucha carne buena aquí.”

“… Pero nosotros, los Dungeon Cores, no necesitamos comer para sobrevivir, así que…”

“Nadie mezclará veneno o basura en esta mesa. No te preocupes. ¿O qué, todavía no me crees? ¿Eh? Un poco de gratitud debes tener.”

“… Ngh. O-Ok, voy a comer un poco”. Rokuko mordió tímidamente la carne que ofrecía Ittetsu. En el momento en que sus dientes se hundieron, los jugos se extendieron por su boca y un espeso sabor a carne cubrió su lengua. No sabía qué tipo de carne era, pero sabía que sabía muy bien. A Niku le encantaría.

“Hombre, tu cara es un desastre. Toma, {Purificación}”. “Nom, nom. Gracias-gracias.”

“¡Gahaha! No te preocupes”.

Rokuko continuó comiendo a gusto, hasta que finalmente, una voz hizo eco en toda la reunión.

“Saludos, mis adorables hijos. ¿Cómo están todos?” De repente, un monitor masivo apareció en el cielo con un solo hombre en la pantalla.

Todos los núcleos de los Dungeons lo miraron y al hombre en él juntos. Eso incluía a Rokuko.

“Padre… Han pasado dos años desde que lo vi”. Era un hombre de piel oscura con cabello negro y ojos dorados, conocido por la mayoría de los Dungeon Cores como Padre, aunque algunos optaron por llamarlo Rey o Dios. Llevaba una túnica azul sacerdotal. La mitad de su rostro, particularmente sus ojos, estaba cubierta por una máscara. Sus labios aún visibles formaron una ligera sonrisa.

Aunque todos los Dungeon Cores conocían a Padre, ninguno conocía su verdadera identidad. Lo único que sabían sin ninguna duda era que él había creado a cada uno de ellos. Esa era una verdad inquebrantable. Algunos núcleos sugirieron que él era el Dungeon Core número 0, el primer Dungeon Core, y que todos los demás núcleos eran simplemente sus núcleos ficticios. Un sorprendente número de ellos también lo creyó. La mayoría de los núcleos de  Dungeons tomaron formas humanas precisamente porque el padre mismo era un ser de tipo humano… o al menos, se presentó como uno. Por esta razón, los Dungeons de tipo humano natural como Haku recibieron muchos celos. Y a decir verdad, Haku había mantenido intencionalmente el ranking anual de Dokuon Core de Rokuko bajo en parte para protegerla de estos celos.

“Oh querido, parece que faltan algunos de ustedes. Qué triste. Tal vez es hora de que haga nuevos hijos. ¿Qué opinas, Core 1?”

“Si crees que eso es lo correcto, padre, entonces seguramente lo es”. Dungeon Core Numero 1, que se parecía mucho a un caballero humano, respondió a la pregunta de mi padre. Él era, excluyendo a Padre, el ser más antiguo, fuerte e influyente en la reunión de Dungeon Core. Su estado como número único no era para mostrar.

“Mmm. Una especie de respuesta aburrida. ¿Alguien tiene una segunda opinión?” Como si estuviera disgustado con la respuesta del Dungeon Core Numero 1, Padre preguntó qué pensaban los otros Cores. Pero nadie contesto. O más bien, nadie podía responder. Dar una respuesta diferente sería equivalente a desafiar a Dungeon Core Numero 1. En primer lugar, pocos tuvieron la audacia de debatir con Padre, el que era prácticamente un Dios para ellos.

“¿Puedo decir lo que pienso, padre?” Pero hubo un Núcleo que levantó la mano. Todos los ojos se posaron en ellos, todos curiosos por ver quién valoraba tan poco su vida.

“¿Oh? ¿Me dirás lo que piensas, Core 89?” La voz de Padre emitió alegría. Dungeon Core Numero 89… Haku sonrió igual de brillante.

“Alrededor del setenta por ciento de los 600 lotes aún están vivos. Creo que puede ser demasiado pronto para que hagas más hermanos y hermanas. ¿No sería mejor esperar a que nos dejen más?” Al escuchar la recomendación de Haku, un Núcleo en el suelo escupió una gran bola de fuego negro en el aire.

“¡¿Te atreves a decir eso, traidor?!” Una voz que sonó como un tembloroso terremoto llenó el aire cuando el Dungeon Core Número 5, un Dragón Negro, interrumpió la conversación de Haku con Padre. Pero Padre simplemente lo castigó suavemente.

“Core 5. Estoy hablando con Core 89 en este momento. Puedes hablar después.”

“¡P-Perdóname, padre! ¡Pero!”

“Te dije que esperaras tu turno, ¿no? Eres inteligente, Core 5, así que esperarás agradable y tranquilamente, ¿no? ”

“C-Como desees…” Si él continuara discutiendo a pesar de la sugerencia de Padre de guardar silencio, Dungeon Core Numero 5 estaría desobedeciendo una orden indirecta. No tuvo más remedio que retroceder.

Padre volvió a hablar con Haku.

“En ese caso, Core 89, ¿cuántos núcleos crees que deben dejarnos antes de que tenga más hijos?”

“Quizás cuando quedan menos de la mitad de los 600 lotes. Después de todo, ese es el tiempo que has esperado antes de honrarnos con nuevos hermanos y hermanas”.

“Ya veo. Ese es un consejo simple, claro y concreto. Será de gran ayuda, gracias”.

“Tu alabanza me honra,” dijo Haku con una reverencia respetuosa. “Está bien, es tu turno ahora, Core 5. ¿Qué te parece?”

“¡Padre! El núcleo 89 de ahí es un traidor. Ella caza a su propia especie. La mayoría de los núcleos que han muerto cayeron de su mano. Es por eso que ella sabe tanto acerca de cuántos núcleos siguen vivos. ¡No creo que debas prestar atención al consejo de un traidor como Core 89!”

“Hmm. ¿Es eso cierto, Core 89?”

“En efecto. Es cierto que he tomado la vida de otros núcleos para sobrevivir, padre. ¿He hecho mal?” Haku habló sin una pizca de miedo en su voz.

“No, no lo has hecho. Sacrificar a otros por tu propio bien es una forma de vida adecuada. ¿Hmm? Por alguna razón, siento que he dicho eso antes”.

“Tenemos este intercambio todos los años, padre”.

“Ya veo. Bueno, solo recuerda que todos estos núcleos son mis lindos hijitos. Intenta no ir demasiado lejos.”

“Ciertamente, tienes mi palabra.” Haku dio una pequeña sonrisa. De hecho, ella fue menospreciada como traidora cada año. Y del mismo modo, el padre le dijo que no fuera demasiado lejos cada año.

“Entonces, ¿qué piensas, Core 5? ¿Qué piensas de mí haciendo un nuevo grupo de niños?”

“E-Eso es… creo que debes hacer lo que creas que es mejor, Padre”.

“OK gracias. Me pregunto si alguien más tiene alguna idea sobre esto…” Padre, después de soltar un murmullo un tanto aburrido, examinó la multitud de núcleos en busca de alguien con quien hablar.

“¡Oh!” Su mirada terminó en la dirección de Rokuko. Ella temblaba. De ninguna manera. ¿Estaba a punto de ser llamada? Sus ojos vacilaron.

“Core 112, ¿qué te parece? ¿Tal vez tienes algún consejo para mí?” Menos mal que no fue a mí. Gracias a Dios. Rokuko dejó escapar un suspiro de alivio.

“Aaaah… Yo, er, estoy de acuerdo con lo que dijo Dungeon Core Numero

5. Deberías, erm… Creo que deberías hacer lo que creas que es mejor, Padre. Si tuviera que decir, er, ¿creo que sería divertido tener nuevos niños corriendo? Sin embargo, no tengo prisa por hacerlo”.

“Oooh. Los estás esperando, ¿eh? Eso es bueno”. El padre se rio para sí mismo después de escuchar el consejo de Ittetsu, que había hablado mientras tartamudeaba debido a su falta de familiaridad con hablar formalmente. Core 5, complacido de que Ittetsu haya hecho feliz a su Padre, le envió una mirada silenciosa de “¡Lo hiciste bien!”

“Está bien, mientras estamos en eso, Core 695. ¿Qué piensas?”

“… ¡¿Bwuuuh?!” Rokuko se congeló después de que Padre repentinamente le habló.

… Por favor, no me sorprendas así, pensó Rokuko mientras lentamente comenzaba a hablar.

“U-Ummm… Yo-Yo, erm, yo-soy del último lote de 600, así que… creo que estaría feliz de tener algunos núcleos más jóvenes que yo, pero um, me sentiría raro si alguno de ellos me ganara en el ranking”.

“Hahahah. Te sentirías raro, ¿eh? Eso es muy parecido a ti, Core 695. Me gusta”. Las mejillas de Rokuko se sonrojaron de un rojo brillante. La declaración de Padre de que su opinión era “como ella” significaba que pasaba el tiempo suficiente mirando a Rokuko para tener una sólida impresión de ella. ¿Quizás estar en la parte inferior de las clasificaciones de DP realmente se destacó tanto?

Haku le dio a Rokuko una cálida sonrisa y, a cambio, dejó escapar un suspiro de alivio. Había estado tan tensa que podía sentirlo ella misma.

Padre continuó preguntando a los diferentes Núcleos qué pensaban, pero, por supuesto, cada uno sugirió que hiciera lo que quisiera, respuestas casi idénticas a las que le dio el Número 1 del Dungeon Core. Tal vez no habría destacado tanto si lo hubiera dejado así, pensó Rokuko, demasiado tarde para que eso importe.

“Está bien, renunciaré a la idea este año. Puedo pensar en eso la próxima vez.” Padre aplaudió. El ambiente se relajó al instante.