Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: El Pacto

Parte 1

Todos seguimos buscando pistas sobre el pacto durante unos días más, pero no tuvimos suerte. Después de todo, al príncipe del libro también le tomó mucho tiempo. No había detalles sobre la cantidad de días, pero decía que había buscado en una cueva llena de monstruos, un bosque oscuro y mucho más antes de encontrarlo finalmente.

Pensé brevemente en buscar el pacto en cuevas y bosques nosotros mismos, pero cuando lo pensé, realmente no tenía sentido. ¿Por qué irías allí a buscar un libro? ¿No empezarías por la biblioteca? Pero tal vez pudo encontrar el pacto en la biblioteca exactamente porque había sufrido esos fracasos en otros lugares.

“Tal vez deberíamos ir a luchar contra los tanukis en el bosque…” murmuré mientras miraba un libro.

“Deja de decir tonterías y concéntrate en buscar pistas.” Dijo Sora con severidad.

Esa era mi forma de buscar pistas, pero ver la cara que estaba haciendo Sora me hizo reconsiderar lo buena que era mi idea de los tanukis.

Después de unos días, gracias a los esfuerzos de los talentosos María y Dewey, terminamos de revisar la mayoría de los libros antiguos. Ya había terminado de mirar los libros de cuentos ya que para empezar no había tantos.

Todo lo que quedaba por hacer era que María y Dewey revisaran los libros de escritura antigua restantes, mientras Sora y yo leíamos aquellos que, aunque también eran antiguos, estaban escritos en nuestro idioma moderno.

Mientras tanto, Cyrus y Larna siguieron trabajando en sus tareas habituales mientras entrevistaban a la gente. (Larna, para ser precisos, estaba haciendo que sus subordinados se ocuparan de sus deberes normales).

Ahora bien, no importó cuántos libros revisamos, ninguno decía nada sobre el pacto. Ya que el profesor Hyde había encontrado una nueva pista para nosotros en tan poco tiempo, esperaba que las cosas fueran mejor.

Me estaba cansando de pasar día tras día mirando letras, y recordé con nostalgia el trabajo manual y la limpieza que había hecho antes. Me preguntaba cuánto tiempo pasaría antes de que terminara nuestra búsqueda y pudiera volver a eso.

“Ya ni siquiera puedo enfocar mis ojos…”

No estaba acostumbrada a leer libros difíciles. No tenía ningún problema con las novelas románticas, pero hacer este tipo de investigación durante varios días seguidos me estaba pasando factura.

“Pronto será la hora del almuerzo, así que ¿por qué no vas y descansas? Te seguiré tan pronto como termine con este libro.” Dijo Sora, al ver lo exhausta que estaba.

Hice lo que me dijo y salí de la biblioteca. No odiaba las bibliotecas en sí… de hecho, amaba las bibliotecas de mi viejo mundo, llenas de todo tipo de novelas. Pero después de toda la lectura que había hecho en los últimos días, sólo estar allí era suficiente para hacerme sentir cansada.

Respirar un poco de aire fresco al instante me hizo sentir mejor. “Tendré un buen almuerzo y luego haré mi mejor esfuerzo por la tarde.” Me dije.

“¿Katarina?” Era la voz de alguien a quien no esperaba encontrarme aquí… Jeord.

“¿Príncipe Jeord? ¿Qué estás haciendo aquí?”

“He venido al Ministerio para entrenarme. Qué agradable sorpresa verte aquí.” Dijo con una sonrisa.

Después de graduarme de la academia, todos mis amigos comenzaron a trabajar. Los nobles se ocupaban principalmente de los deberes de sus padres, que es lo que hacía Keith. Había oído que Jeord y Alan, como posibles reyes, estaban ahora mucho más ocupados con el trabajo diplomático que el año pasado. La última vez que fui al castillo, Jeord había mencionado que acababa de regresar de algo así.

A pesar de estar tan ocupado, también se estaba entrenando en el Ministerio. Sabía que era sobresaliente en todo lo que hacía, pero eso sonaba demasiado.

“¿Estás en entrenamiento? ¿No estás cansado?”

Jeord solía sonreír como si nada pudiera detenerlo. Eso tenía sentido para mí cuando estaba jugando y él era sólo un personaje, destinado a ser encantador, sobre todo, pero ahora era una persona real, que podía cansarse e incluso lastimarse. El problema era lo bueno que era ocultando eso.

“Gracias, pero estoy bien. Tú, por otro lado, parece bastante agotada. ¿Cuál es el problema?”

¿Se nota tanto?

 “He estado investigando para trabajar, pero sin resultados.” Por supuesto que no podía revelar ningún detalle, pero pensé que decir eso estaría bien.

Después de pensar por un momento, Jeord respondió. “A menudo ocurre que cuando no puedes encontrar algo, siempre estuvo a tu lado.”

“¿Esa es una cita?” Pregunté intrigado.

“Sí. Mía.”

Dejé caer mi mandíbula por la sorpresa y, mientras mi boca aún estaba abierta, Jeord arrojó algo dentro.

¡¿Qué?!

Obviamente me sorprendió al principio, pero rápidamente me di cuenta de que era un trozo de chocolate.

“No hay nada como comer dulces cuando se necesita energía. La próxima vez que estés libre, por supuesto, compartamos un delicioso postre juntos.” Dijo mientras acariciaba suavemente mi cabeza.

Ya fuese por el dulce chocolate que se derretía en mi boca o porque me están dando palmaditas en la cabeza, comencé a sentir calor por dentro.

Entonces Sora también salió de la biblioteca y estaba tan sorprendido como yo de ver a Jeord.

“He oído que estás cuidando a mi Katarina aquí en el Ministerio. Tienes mi gratitud.” Le dijo el príncipe.

“Oh, no es necesario mencionarlo.” Respondió Sora, algo desconcertado.

Sonó la campana que indicaba la hora del almuerzo, y se nos unieron María y Dewey. Jeord, después de saludar a los dos, me recordó su invitación y luego se fue.

Luego, los cuatro fuimos juntos al comedor. En el camino, escuché a Sora murmurar para sí mismo: “Uf, eso fue aterrador. Sonreía, pero le ardían los ojos. ¿Estaba tratando de amenazarme o algo así?”

También parecía cansado de todas las lecturas, así que decidí darle un par de buenas recomendaciones para el almuerzo.

Después de recargar energías con una buena comida, volvimos al trabajo. Una vez más, estaba hojeando silenciosamente las páginas de libros relativamente antiguos junto con Sora. Seguí leyendo y leyendo, pero no encontré nada útil. Dejé escapar un gran suspiro.

“Está trabajando muy duro.” Escuché a alguien decir detrás de mí. Era la bibliotecaria sonriente, que había venido a devolver algunos libros. Ella debió haberme oído suspirar. Había pasado los últimos días en la biblioteca, así que se estaba acostumbrada a verme.

“Sí… estoy buscando algo, pero no puedo encontrarlo por mucho que busqué.” Dije.

“Eso debe ser duro. Ojalá pudiera ayudarle de alguna manera.” Respondió ella, luciendo preocupada al ver mi rostro claramente exhausto.

“Gracias, se lo agradezco mucho.”

“Si tiene tantos problemas para encontrar lo que está buscando, ¿tal vez está en la biblioteca prohibida?” Dijo con una risa.

“¿Biblioteca prohibida? ¿Qué es eso?”

“¿Nunca ha oído hablar de eso?”

“¡No hasta ahora!”

“Ya veo… Quizás la gente fuera de mi departamento no lo ha escuchado.” Dijo, refiriéndose al Departamento de Biblioteca. Al final resultó que, la existencia de esta “biblioteca prohibida” era de conocimiento común allí.

“Es una sección especial de la biblioteca a la que sólo pueden ingresar unas pocas personas seleccionadas.”

“¡¿Qué?! ¿Existe ese tipo de cosas?” Dije, y ella se rio de nuevo.

“Jajaja, por supuesto que no. Hay muchos rumores al respecto, pero eso es natural para un lugar tan antiguo como el Ministerio. Cada departamento tiene sus propias historias y mitos.”

“Oh…” Dije, decepcionada, y ella me dio unas palabras de aliento antes de regresar al mostrador.

Si realmente existe un lugar como la biblioteca prohibida, el pacto tiene que estar ahí. Si esto fuera un juego, sería un hecho. Abres la puerta y ahí está, el pacto resplandeciente, esperando ser recogido.

Lástima que no estemos en un juego. Espera, ¿qué? ¿Un juego? Tacha eso, ¡estamos en un juego! ¡Y FL2 está ambientado en el Ministerio!

Con eso en mente, me di cuenta de que la biblioteca prohibida probablemente existía. Miré a Sora, que estaba lo suficientemente cerca como para haber escuchado la conversación entre la bibliotecaria y yo.

“Oye Sora, ¿qué piensas de eso?”

“Creo que vale la pena intentarlo. Probablemente deberíamos contárselo a los demás.” Dijo después de pensar un rato.

Y así, fuimos a la esquina de la biblioteca donde estaban sentados María y Dewey.

“Esta palabra se conecta a esta, ¿ven?”

“¡Oh, tienes razón! ¡Dewey, eres tan brillante!”

Los dos estaban encorvados sobre un solo libro, con Dewey explicándole algo difícil a María. Su rostro ahora se veía rojo y muy feliz.

No puedo interrumpir su momento de alegría así. Tal vez debería esperar, pensé.

“Sé lo que estás pensando, pero no tenemos tiempo para eso.” Me dijo Sora antes de irrumpir. Él podía ser tan frío…

Dado que la entrada de Sora había interrumpido cualquier apariencia de romance, lo seguí hasta nuestros dos amigos y les expliqué lo que había escuchado de la bibliotecaria.

“Nunca había oído hablar de esta biblioteca prohibida…” Dijo Dewey, pensativo.

“Yo tampoco, pero seguimos siendo recién llegados. Quizás el señor Lanchester o la señorita Larna sepan algo al respecto.” Dijo María.

Eso tenía sentido… incluso si no lo sabíamos, nuestros jefes, que habían estado trabajando aquí durante años, podrían hacerlo.

“Pero la bibliotecaria dijo que era sólo un rumor, ¿verdad?” Preguntó Dewey.

“Bueno, sí…” Dije.

Por supuesto, no podía explicarle que era probable que existiera porque vivíamos en un juego. Mientras luchaba por encontrar palabras, Sora vino a ayudarme.

“Puede que solo sea un rumor, pero ¿y qué? El libro que recibimos del profesor es un cuento de hadas para niños, y aun así lo usamos como una pista.” Dijo. Tanto Dewey como yo parecíamos sorprendidos. “¿Qué les sorprende?” Él me preguntó.

Probablemente pensó que debería haberme dado cuenta de eso desde el principio, y lo había hecho, pero no lo había pensado más profundamente.

Sora me miró con una expresión entre la decepción y la desesperación y siguió hablando. “El hecho de que sea un rumor no significa que no haya verdad detrás de él. El libro que obtuvimos del profesor es prueba de ello. Así que el rumor sobre la biblioteca prohibida también podría basarse en un lugar real.”

Oh, eso es impresionante. Sora no era inteligente de la misma manera que alguien como, digamos, Dewey, pero era inteligente a su manera.

“Estoy de acuerdo. Deberíamos preguntarle al señor Lanchester al respecto.” Dijo María, quien, a diferencia de mí y Dewey, no pareció sorprenderse por las palabras de Sora. Tenía una mirada determinada en su rostro.

Entonces, nos tomamos un descanso de la lectura de los libros y fuimos a preguntarle a Cyrus sobre la biblioteca prohibida. Afortunadamente, acababa de terminar una de las tareas en las que estaba trabajando y tuvo tiempo de venir con nosotros a la sala de reuniones para escuchar.

“Desafortunadamente, nunca escuché sobre eso.” Dijo, luciendo preocupado. “Sé que hay muchos rumores extraños en el Ministerio, pero realmente no me involucro en nada que no esté directamente relacionado con mi trabajo, entonces…”

Lo había olvidado después de su confesión en el huerto, pero Cyrus no era del tipo que hablaba de otras cosas además del trabajo. No era ninguna sorpresa que no supiera nada de los rumores.

“Probablemente tendríamos más suerte preguntándole a Larna Smith al respecto. No sé si ella está allí, pero intentaré ir al Laboratorio de Herramientas Mágicas.” Dijo mientras se disponía a marcharse.

Pero no podíamos pedirle a nuestro jefe que hiciera eso, especialmente considerando lo ocupado que estaba. Larna trabajaba en el mismo departamento que Sora y yo, así que nos ofrecimos a buscarla nosotros mismos. Con eso, se decidió que yo sería la que iría, para que Sora (que era mejor en ese tipo de cosas) pudiera informar sobre nuestro progreso en los libros antiguos.

Cuando abrí la puerta de la oficina de mi departamento por primera vez en unos días, me encontré con la vista de mis colegas con un aspecto peligrosamente cansado.

“… ¿Están bien?” Pregunté mientras estaba de pie en la puerta. Cuando me notaron, uno de ellos levantó la voz hasta que básicamente estaba gritando.

“¡Lady Claes! ¡¿Su misión especial ha terminado?!”

“T-Todavía no.” Balbuceé. Decepcionado, se derrumbó sobre su escritorio.

Todavía lo estaba mirando, tratando de entender qué estaba pasando, cuando Laura caminó hacia mí. Ella me hizo la misma pregunta y, al escuchar mi respuesta negativa, reaccionó con tanta decepción como su colega.

“Disculpen, pero ¿qué está pasando aquí?” Le pregunte a ella.

“La señorita Larna volvió a desaparecer. ¿Y sabe qué? Justo cuando ella hace eso, nos vimos afectados por una avalancha de documentos que necesitan nuestra atención. Como resultado, todo el mundo trabaja demasiado. Si esa misión especial terminara, la señorita Larna no dejaría la oficina tanto…” Dijo, mirando al vacío.

Mi esperanza anterior, que Larna pudiera aprender a ser responsable al ver el ejemplo de Cyrus, se desvaneció.

Como no pude encontrarla, todo lo que pude hacer fue regresar e informarle a Cyrus. Una recién llegada como yo no podría ayudar a mis colegas con el papeleo. Sólo sería una molestia.

“Siento no poder ser de ayuda. Me iré.” Me disculpé.

“No se preocupe, sé que tiene otros deberes que atender. Pero, ¿por qué vino aquí en primer lugar? ¿No necesitabas algo?” Preguntó Laura.

A pesar de estar tan cansada del trabajo, todavía pensaba en mí. Tuve la suerte de tener colegas como ella.

“Quería preguntarle a la señorita Larna sobre uno de los mitos del Ministerio, pero como ella no está aquí, realmente no importa.”

“¿Los mitos del Ministerio? ¿Se refiere a uno de esos rumores sobre las instalaciones?” Preguntó, sorprendida.

“Sí. ¿Por qué? ¿saben algo sobre ellos?”

“En realidad no. No me interesan mucho los mitos. Pero conozco a alguien que sí.” Dijo, luego me dijo el nombre y el departamento de esa persona. “No es demasiado tarde. Debería poder verla si va ahora mismo.”