Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 4: Magia Perdida

Parte 2

Después de despedir a Katarina en su carruaje, el señor Cyrus y yo caminamos juntos hacia el dormitorio mientras hablamos de mis planes.

Por ejemplo, discutimos cómo, si realmente pudiera lograr los poderes de los que hablaba el orbe de luz, el propio Ministerio podría estar interesado en ayudar en mi búsqueda. Pero, lamentablemente, no tenía pruebas de que lo que había oído fuera cierto.

El señor Cyrus me dijo que informaría a sus superiores y lo investigaría, y que mientras tanto no debería hacer nada precipitado.

“No hay nada que ganar luchando por delante. Hay demasiadas variables desconocidas en todo esto, zambullirse de cabeza puede ser peligroso.” Me dijo con una expresión seria que no me dejó otra opción que estar de acuerdo.

“De todos modos.” Dijo justo antes de separarnos. “Su Magia de Luz ya es mucho más fuerte que la de cualquier otra persona. ¿Por qué quieres mayor poder?”

Pensé un poco antes de responder.

“… No quiero que otros me protejan más. Quiero ser yo quien los proteja.” Le dije, mirándolo directamente a los ojos.

“… Ya veo.” Dijo, antes de despedirse y dirigirse a su habitación.

Volví a la mía, donde me cambié de ropa y me preparé para la próxima jornada laboral. Estaba demasiado cansada para ir al comedor, así que me conformé con los dulces que tenía en mi habitación antes de acostarme.

Los extraños acontecimientos de hoy me habían dejado exhausta. Había estado tan feliz de poder pasar tiempo con Lady Katarina después de tanto tiempo, y luego, de repente, fuimos transportadas a ese lugar misterioso, escuchando esas cosas increíbles… Todo parecía un sueño extraño.

Pero no lo era. Lady Katarina experimentó las mismas cosas, y el señor Cyrus también nos vio desaparecer a las dos.

El pacto… No sabía qué era eso, pero quería encontrarlo y volverme más poderosa.

Desde la primera vez que nos conocimos en la Academia, Lady Katarina siempre había sido la que me protegía. Cada vez que estaba en peligro de ser lastimada, ya sea física o mentalmente, ella salía de la nada para rescatarme. Incluso cuando me secuestraron, ella fue la primera en aparecer.

E incluso durante el examen, cuando luchamos contra esa criatura dragón… Eso fue tan aterrador. No el dragón, pero pensando que Katarina podría haber muerto por mi culpa. Si eso hubiera sucedido, dudaba que hubiera podido seguir viviendo como antes.

No quería que Katarina se parara frente a mí para protegerme, pero sabía que nunca dudaría en hacerlo, una y otra vez. Sabía que ella era ese tipo de persona, y esa era una de las razones por las que la tenía tan cerca de mi corazón.

Quería el poder para protegerla. Necesitaba una magia mucho más fuerte y tenía motivos para necesitarla lo antes posible. Desde que terminó el examen y regresamos al Ministerio, pude sentir muy levemente un aura, una presencia… una maligna. Y tenía la sensación de que esta presencia buscaba a Lady Katarina. Todo podría ser mi imaginación, pero no podía evitar sentirme asustada.

En la academia, Lady Katarina fue una vez públicamente avergonzada por cosas que nunca había hecho. Más tarde descubrimos que todo era parte del plan de otra persona, pero la sensación que tenía en el Ministerio me recordó a la de entonces.

Sentí como si el universo estuviera conspirando para arrebatarme a un ser querido. Por nada del mundo quería perder a Lady Katarina. Estaba lista para luchar contra cualquiera, incluso el propio universo, para evitar eso, y por eso necesitaba poder. Mucho. Y rápido.

Tenía la esperanza en mi corazón de poder encontrar rápidamente el pacto.

***

El día después de encontramos con la bombilla, visité el departamento de María durante el descanso del almuerzo porque tenía curiosidad por saber qué planeaba hacer a continuación. Hice que Sora viniera conmigo, en caso de que almorzáramos con María y Dewey como el día anterior.

“El señor Cyrus informó a sus superiores esta mañana, y ahora estamos esperando su respuesta antes de hacer nada.” Me explicó.

“Ya veo. Así que no vas a empezar a moverte todavía.”

“… Exactamente.” Dijo con una mirada decepcionada.

“María, ya te lo dije, pero no te esfuerces demasiado, ¿de acuerdo? Aprende a relajarte. Inhala, exhala. Dentro, dentro, fuera. Dentro, dentro, fuera.”

“¿Qué tiene eso que ver con esto?” Sora preguntó, haciendo reír a María. Después de eso, llamamos a Dewey y los cuatro volvimos a almorzar juntos.

Terminé mi almuerzo (especial de hoy: estofado) mientras charlaba con María y los demás, y antes de darme cuenta había terminado la hora del almuerzo. Una vez que regresé a la oficina y me estaba preparando para el trabajo de esa tarde, Larna regresó de la nada y nos dijo a Sora y a mí que fuéramos a su escritorio porque tenía que hablar con nosotros.

Al principio temí que hubiéramos hecho algo mal y que ella nos regañara, pero Larna parecía bastante feliz. Mientras Sora y yo caminábamos hacia ella, me pregunté de qué quería hablarnos.

“De hecho, acabo de recibir una misión de los superiores, y quiero que ustedes dos ayuden.” Dijo, sonriendo.

“¿Qué misión sería esa?”

“Se trata de buscar magia perdida.”

De nuevo magia perdida. Escucho mucho esas palabras desde ayer.

 “Y la misión será realizada conjuntamente por nuestro departamento y el Departamento de Investigación de Poderes Mágicos.”

¿El Departamento de Investigación de Poderes Mágicos? Espera… ¡¿podría significar que estábamos buscando esa magia perdida?!

Me quedé mirando a Larna, ansioso por escuchar el resto.

“Katarina parece que ya sabe lo que está pasando. Es lo que piensas que es: la magia perdida con la que María y tú se toparon ayer.” Dijo, antes de explicar rápidamente los detalles a Sora, quien no sabía nada sobre ese incidente.

“¿Te metiste en problemas de nuevo?” Murmuró en mi dirección. Traté de explicarle que esta vez no fue mi culpa. Quiero decir, nunca era mi culpa… ¡los problemas parecían seguirme!

¡No podía hacer nada al respecto! De todos modos, Sora suspiró con cansancio ante mi explicación.

Larna, que no estaba realmente interesada en nuestra pequeña pelea, volvió a hablar con entusiasmo sobre la misión. “Hemos podido recrear algunos tipos de magia perdida en cuanto a mantener los lugares ordenados y limpios y cosas así, pero nunca he oído hablar de una que pueda transportar personas a otra dimensión. ¡Esto es tan interesante!”

Había escuchado de mis colegas senpais que a Larna le gustaba tanto la magia que siempre se volvía loca por los tipos raros o interesantes. También escuché que cuando eso sucedía, se olvidaba de todo lo demás… incluido el trabajo.

Al ver lo emocionada que estaba, comencé a preocuparme por el bienestar del departamento. “Déjenme explicarles esta misión.” Dijo Cyrus.

Después de escuchar la explicación de Larna, fuimos a una sala de conferencias. María, Dewey y Cyrus habían venido del Departamento de Investigación se Poderes Mágicos para unirse a Larna, Sora y yo. Aparte de los dos directores, el resto de nosotros éramos todos recién llegados. Me preguntaba el porqué de eso… tal vez era algún tipo de prueba.

Sin embargo, Cyrus nos dijo que no había suficientes personas disponibles para enviar a una misión que se basaba en información tan dudosa. Muy triste, agregó que seguiría cumpliendo con sus responsabilidades normales de director y que no podría ayudarnos mucho en todo momento.

“No se preocupe, Cyrus, yo asumiré la responsabilidad aquí.” Dijo Larna, que rezumaba entusiasmo.

“¿Qué hay de sus responsabilidades como directora de departamento?” Preguntó Cyrus, perplejo.

“Tengo empleados muy talentosos a quienes puedo confiar todo. Me concentraré en buscar la magia perdida.” Explicó casualmente.

“Ahí va de nuevo… Raphael Wolt se va a hartar de usted.” Dijo, su rostro había pasado de perplejo a severo.

“No hay razón para preocuparse por eso.”

“¿Y sobre qué base puede decir eso?”

“Absolutamente ninguna.”

“Hablar con usted me estresa…” Dijo Cyrus con un suspiro.

Cualquiera podría decir que estos dos eran incompatibles. Larna estaba demasiado indiferente por todo y Cyrus estaba demasiado preocupado. Mis compañeros de departamento ya me habían asegurado que “la mayoría de las veces puedes ignorar lo que dice Larna cuando no está hablando de trabajo”.

“Pedí su ayuda porque es la más conocedora de la magia perdida por aquí, pero operemos de forma independiente como dos departamentos. Ambos recopilaremos información y luego compararemos y contrastaremos aquí.” Dijo Cyrus, quien obviamente no quería trabajar con Larna, y comenzamos a trabajar como él dijo.

Tenía muchas ganas de trabajar junto con María, así que estaba un poco triste por eso. Pero aún podríamos reunirnos para intercambiar información, así que de todos modos decidí hacer todo lo posible.

“Pero, ¿dónde vamos a buscar información?” Pregunté una vez que salimos de la sala de reuniones, sin saber qué se suponía que debíamos hacer a continuación.

“Primero que nada, iremos a ver a alguien que sea un experto en magia perdida.” Dijo Larna con alegría.

“¿Conoce a una persona así?”

“Sí. Persigue todo tipo de magia extraña y perdida. Es un tipo raro.”

Si alguien tan rara como Larna estaba diciendo eso, sólo podía preguntarme qué tipo de chico podría ser.

“Él no vive en el Ministerio, así que tendremos que viajar en un carruaje.” Dijo antes de comenzar a marchar, con Sora y yo haciendo todo lo posible para seguirle el ritmo.

El carruaje nos llevó a un barrio residencial no muy lejos del castillo. Las personas que vivían allí no eran nobles, pero definitivamente eran acaudalados.

Larna llamó a la puerta de una casa de un tamaño que la hacía destacar incluso entre las muchas grandes de ese vecindario. Alguien, probablemente un sirviente, salió a recibirnos. Reconocieron a Larna, le hicieron una reverencia y nos llevaron adentro.

“¿El profesor está bien?” Preguntó Larna.

“Sí, está tan lleno de energía como de costumbre.” Respondió el sirviente.

Así que estábamos aquí para ver a un profesor. Larna había dicho que este hombre era un experto en magia perdida, por lo que tal vez era profesor en una escuela de magia.

En el fondo de la casa, llegamos a una puerta cerrada. El sirviente se detuvo frente a él y comenzó a hablar con alguien del otro lado.

“Amo, tiene visitantes. ¿Puedo abrir la puerta?”

En lugar de un salón, el sirviente nos llevó directamente a la habitación del profesor.

“Oh, espera un segundo.” Respondió un hombre dentro de la habitación.

Escuchamos ruidos y traqueteos. Después de un rato, el mismo hombre dijo: “Listo, entren.”

¿Qué fue todo ese ruido de hace un momento? Pensé para mí misma, pero descubrí la respuesta en el momento en que el sirviente abrió la puerta y entramos.

Lo miré con asombro con la boca abierta. Toda la habitación estaba llena de montones y montones de libros y documentos, tantos que cualquiera que estuviera dentro durante un terremoto quedaría sepultado bajo una avalancha de papel. Ese ruido probablemente era el profesor empujando algunos de esos libros a un lado.

Y allí estaba, cerca de la puerta: un anciano de cabello blanco y bigote blanco y tupido, que se parecía un poco a Santa Claus.

“Oh, señorita, ha pasado un tiempo. ¿Cómo has estado?” Dijo al ver a Larna, sonriéndole con una sonrisa tan grande que parecía que estaba entrecerrando los ojos.

“Bien. Y me alegro de verle en buen estado también, profesor.” Respondió Larna con una sonrisa. “He venido aquí con algunos de mis subordinados porque hay algo que me gustaría preguntarle. ¿Podemos tener algo de su tiempo?”

“Ya veo.” Dijo el anciano. “Está un poco desordenado, pero por favor, siéntense.”

Señaló una mesa en el centro de la habitación con algunas sillas alrededor. El sirviente que nos había recibido la había limpiado rápidamente para que fuera la única superficie que no estaba completamente cubierta de libros. Me conmovió la limpieza rápida cuando me di cuenta de que el sirviente también nos había preparado té y bocadillos. Impresionante.

Nos sentamos frente al profesor y Larna nos presentó. “Estos son mis subordinados, Katarina Claes y Sora Smith.”

“Soy Katarina Claes. Es un placer.”

“Soy Sora Smith. Es un placer.”

Entonces habló el hombre frente a nosotros. “Soy Morris Hyde. El placer es mío. La gente me llama ‘profesor’ y ‘doctor’ y todo eso, pero no soy más que un anciano. Llámenme Morris, o Hyde, o como quieran.” Dijo riendo.

Parecía un anciano amable y agradable. Pero como no sería de buena educación llamarlo por su nombre o darle un nuevo apodo, Sora y yo decidimos seguir el ejemplo de Larna y simplemente llamarlo “profesor”.

Sora y yo le contamos sobre nuestros antecedentes mientras bebíamos té. Le dije que era la hija de un duque, y Sora habló sobre su historia de sobrevivir como huérfano. Esta historia era suficiente para sorprender a la mayoría de la gente, pero el profesor no se inmutó y siguió asintiendo y escuchando con atención.

También escuchamos algunas cosas sobre él, lo que me dio la impresión de que era un conocido cercano de Larna y que no era una persona común.

El apodo de “profesor”, nos dijo, se quedó con él porque solía trabajar como profesor privado para niños nobles, aunque nunca había enseñado en una escuela. El “doctor” le fue dado por algunos de sus amigos para burlarse de él por ser tan apasionado por investigar la magia perdida, pero él no era un investigador de oficio y sólo buscaba cosas que le llamaban la atención como pasatiempo.

Después de charlar un rato, tomó un sorbo de su té y le preguntó a Larna de qué quería hablar.

“Verá, acabamos de encontrar un tipo inaudito de magia perdida en los terrenos del Ministerio…” Dijo. Luego, como si hubiera estado esperando todo el tiempo la oportunidad de hacerlo, explicó cómo María y yo fuimos transportadas a otra dimensión y cómo un orbe de luz flotante le había dicho a María que encontrara un pacto.

Ella explicó todo con tal detalle que Sora comenzó a preocuparse. “Disculpe, señorita Larna, pero ¿es apropiado revelar todo esto a personas ajenas al Ministerio?” Le susurró.

“Oh, no te preocupes. Tengo permiso. Y el profesor también es del Ministerio. Su nombre todavía está en los registros, pero ya está jubilado, como puedes ver.” Dijo con indiferencia.

“¿Mi nombre todavía está en esos registros? ¡Ya me jubilé! Diles que borren eso, ¿quieres?” Dijo el profesor.

“Eso está fuera de mi jurisdicción.” Dijo, desviando la solicitud. “Más importante aún, ¿sabes algo sobre esta magia perdida? Esa es su especialidad, ¿no es así?”

“¿Más importante aún…? Señorita, debería aprender a ser un poco más… Ah, no importa, es demasiado tarde para eso. ¿Una dimensión diferente, un orbe de luz y un pacto, dicen?”

El profesor empezó a pensar mientras miraba al techo. Después de un rato se puso de pie, caminó hacia una estantería (para ser honesta, toda la habitación era básicamente una estantería gigante) y empezó a buscar algo. Sin querer molestarlo ya que parecía tan concentrado en su búsqueda, esperamos mientras bebíamos en silencio nuestro té.

“¡Oh aquí está! ¡Lo encontré!” Dijo después de un rato, trayendo un libro a la mesa. “Un amigo me dio esto hace muchos años, e hice una traducción a nuestro idioma moderno. El contenido era tan poco realista que simplemente lo dejé para que acumulara polvo en un estante, pero aquí, échenle un vistazo.” Dijo, abriendo el libro y moviéndolo hacia nosotros.

Más que los manuales de magia habituales que encontrábamos en el Ministerio, esto parecía un libro de cuento de hadas, dirigido a lo que en mi mundo anterior se llamaría “estudiantes de primaria”, con imágenes y todo.

“Disculpe… ¿No es esta una historia inventada, como un cuento de hadas?” Pregunté. “Exactamente.” Dijo el profesor. “Es de un libro de cuentos para niños muy antiguo.”

Justo como pensaba. ¿Cómo podría ayudarnos eso?

“Pero olvide eso y échele un vistazo. Aquí.” Dijo, señalando una parte específica del texto.

Y el príncipe fue conducido al jardín que había sido creado con magia. Allí conoció a la diosa brillante, quien le dijo: “Si quieres más poder, encuentra el pacto y vuelve aquí.”

“Lo haré.” Respondió el príncipe.

 El contenido de la historia era exactamente el mismo que nos había pasado a María y a mí el día anterior.

“… Pero, ¿por qué? ¿No se supone que esto es ficción?”

El profesor se rio de mi reacción de sorpresa. “A veces, los libros antiguos hablan de magia que era la norma en ese entonces y resulta que ahora se encuentran perdida. Por supuesto, algunos de ellos son pura ficción.”

“Profesor, ¿cuándo fue escrito esto y por quién?” Preguntó Larna, inclinándose hacia adelante con entusiasmo.

“Señorita, entiendo su pasión por la magia, pero por favor cálmese. Le lo explicaré todo desde el principio.” Dijo con una sonrisa. “La única información que tengo sobre esta historia es que es muy antigua. No sé quién la escribió ni cuándo. El libro del que proviene mi traducción me lo dio un amigo. Este amigo conocía la magia y estaba convencido de que la historia se basaba en la magia que alguna vez existió. No obstante, sin importar cuánto busqué pruebas, no encontré ninguna. Simplemente lo traduje para que los niños pudieran leerlo, ya que de todos modos es un libro para niños, pero lo había olvidado por completo hasta hoy.”

“Así que no sabe nada sobre el libro… ¿Qué hay de su amigo?” Larna preguntó rápidamente, pero el profesor negó con la cabeza.

“Si se enterara de lo que pasó, mi amigo seguramente estaría extasiado sabiendo que la magia es realmente real. Ahora bien, ya no está con nosotros y no sé nada sobre cómo consiguió ese libro.”

“Lo que significa que no tenemos ninguna información…” Dijo Larna, visiblemente decepcionada.

“Le dije que se calmara. ¡Realmente no ha cambiado en absoluto, señorita!” Dijo el profesor, frustrado pero divertido. “Puede que no sepa sobre el origen del libro, pero la forma de obtener el pacto está escrita aquí.”

“¡¿En serio?! ¡¿Dónde?!” Larna preguntó con entusiasmo, y el profesor tomó el libro y comenzó a pasar las páginas. Después de encontrar lo que estaba buscando, nos lo mostró.

La diosa le dijo al príncipe cómo encontrar el pacto para que pudiera obtener el poder que quería.

“El pacto atraerá hacia sí mismo a aquellos que verdaderamente deseen encontrarlo. Y, tan pronto como lo encuentres, lo sabrás.”

El príncipe agradeció a la diosa y salió del jardín.

 “Entonces… ¿tenemos que empezar a buscarlo y luego lo encontraremos?” Pregunté, con la cabeza apoyada en una mano.

“Ese parece ser el caso.” Dijo el profesor mientras se acariciaba el bigote.

“Eso no nos dice mucho sobre cómo obtenerlo, aunque…” Dije, insegura de cómo sentirme por esa falta de respuesta.

“Además.” Continuó el profesor. “No podemos decir si todo lo que dice el libro es cierto. El autor puede haber embellecido los hechos.”

Pensaba que finalmente habíamos encontrado una pista, pero estamos de vuelta en el punto de partida…

“¿Sabe de algo más que pueda ayudarnos?” Preguntó Larna, tratando de encontrar incluso la información más pequeña con la que trabajar.

“Lo siento, pero esto es todo lo que sé.” Dijo, pero nos dejó prestado el libro.

Le agradecimos y nos dispusimos a dejar la mansión Hyde. Justo antes de hacerlo, el profesor nos dijo algo.

“No sé si saber esto sería útil para ustedes, pero en la historia, el príncipe encontró el pacto en forma de libro en la biblioteca más grande del reino.”

Después de eso, Larna dijo que iría a interrogar a personas que potencialmente tuvieran conocimientos útiles, y Sora y yo fuimos designados para buscar en la biblioteca más grande del reino: la del Ministerio Mágico.

“La habitación del profesor estaba tan llena de libros y documentos y todo tipo de papeles.” Dije mientras todavía estábamos en el carruaje. Eso fue lo que más me impresionó.

“Siempre le ha encantado coleccionar documentos y manuscritos antiguos y raros para su investigación. Tiene una sala de investigación, pero está completamente llena de papeles.” Explicó Larna. Tenía suficientes textos por ahí para llenar su sala de investigación y desbordar en su estudio y habitaciones de invitados.

“Su esposa vive con él, pero no quiere que arroje más papel dentro de las habitaciones.”

Vivir en una casa tan llena de libros y documentos debe ser difícil. Pero había algo más que me estaba preguntando…