Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: Comenzando a Trabajar en el Ministerio Mágico

Parte 5

Conocí a Sora en circunstancias únicas, y cuando se suponía que no nos íbamos a ver nunca más, el destino nos volvió a reunir en el mismo lugar de trabajo. Me alegré mucho de compartir mi primer trabajo con él. Tener un amigo con el que podía hablar libremente era parte de ello, pero también era muy ingenioso y tenía una personalidad positiva que me mantenía optimista. Trabajar no daba tanto miedo si él estaba conmigo.

Pero bueno, en realidad es una de las opciones románticas de FL2. Casi lo había olvidado.

 Siempre existía la posibilidad de que Sora pudiera llevarme a un final catastrófico… y ¿qué pensaba él de María? Nunca le había preguntado sobre eso. Sólo estamos somos nosotros dos en este momento. Ésta es la oportunidad perfecta.

“Oye, Sora, ¿qué piensas de María?”

“¿Por qué haces esa pregunta de repente? Nunca puedo adivinar lo que pensarás a continuación.”

“¿N-No puedes? Pero, bueno, María… ¿no es linda? Dewey se enamoró completamente de ella hace un par de días durante el examen, así que me preguntaba qué pensabas de ella.”

Insistí, tratando de sacarle alguna información. Pensó un rato y luego finalmente comenzó a hablar.

“Muy bien, ella es linda, y también tiene una buena personalidad. No es de extrañar que muchos chicos se enamoraran de ella.”

“Lo sé, ¿verdad? ¡Ella es linda y amable! Tenerla como esposa sería maravilloso. Espera… quiero saber qué estás pensando. ¿Quieres salir con ella o algo así?”

“En realidad no. Ella es linda y todo, pero no estoy tan interesado.” Respondió, para mi sorpresa. Él era uno de los intereses amorosos del juego, así que, aunque no en la medida de Dewey, se suponía que iba detrás de María.

“¿Qué? ¡¿Por qué no querrías salir con una chica tan linda como María?!”

¡Si fuera un chico, eso querría!

 “¿Por qué…? Ese es mi gusto. Ella no es mi tipo.” Dijo con frialdad.

“Si una chica tan linda y amable como ella no es tu tipo… entonces, ¿qué tipo de chica lo es?”

“… Chicas tontas que siempre dan lo mejor de sí.” Dijo después de pensar un rato.

No me lo esperaba.

“… Tienes un gusto realmente extraño, Sora.” Le dije, y me dio un coscorrón.

Sólo estaba diciendo lo que pensaba… no hay necesidad de ofenderse…

Su gusto por las chicas era realmente particular, pero, al interactuar con María, podía cambiar y enamorarse de ella. Será mejor que lo vigile.

Una vez que llegamos a la entrada del Ministerio, el carruaje de la familia Claes me estaba esperando.

“¡Nos vemos mañana, Sora!”

“¡No te quedes dormida y ven aquí a tiempo!” Dijo antes de que yo desapareciera en el carruaje.

Mirando por la ventana, vi a Sora caminar hacia la entrada. Eso tenía sentido, ya que vivía en la residencia del Ministerio. No necesitaba pasar la puerta para volver a casa. ¿Había venido hasta aquí sólo para despedirme? Es un poco tosco, pero en el fondo también es muy amable.

La nota en FL2 decía que, en uno de los finales malos, Katarina lucharía contra el interés amoroso, que sería víctima de su magia oscura. Por supuesto que no quería que me mataran, pero tampoco quisiera herir permanentemente a Sora peleando con él. Recé para no tener que elegir nunca.

Al día siguiente, una vez más pude despertarme (o, más precisamente, que Anne me despertara) lo suficientemente temprano para llegar al Ministerio a tiempo.

A pesar del arduo trabajo del día anterior, yo, entrenada por todos mis años labrando el huerto, no sentí dolor en ninguna parte. Me alegré mucho de tener el hábito de cultivar. Aunque ahora que estaba ocupada con este trabajo, ya no tenía tiempo para cuidar los huertos. Tenía que seguir haciendo trabajo manual para asegurarme de que, si me exiliaban, tendría la fuerza necesaria para sobrevivir en el extranjero por mi cuenta.

¡Hoy, Sora y yo vamos a trabajar en su mayor parte por nuestra cuenta! ¡Voy a hacer mi mejor esfuerzo!

La primera tarea era entregar paquetes y estaba lista para llenar el contenedor volador tanto como pudiera, pero no logré hacer mucho.

Laura dijo que ayudaría “sólo un poco,” pero yo nunca podría compararme con lo que ella llamaba “sólo un poco”. Llenó el recipiente con tanta rapidez y sin esfuerzo que yo sólo contribuí con menos de la mitad de lo que ella y Sora habían hecho. Tendría que encontrar otra forma de entrenar mis músculos.

Como todavía no había aprendido a controlar el contenedor, Sora también estaría haciendo eso hoy mientras yo lo seguía a él y a Laura por detrás.

Al igual que el día anterior, algunas personas me dijeron que ellos mismos cargarían los paquetes, o que yo no tenía que preocuparme, pero me negué cada vez y les dije con una sonrisa que era mi trabajo. Esperaba que dejaran de decir esas cosas pronto.

Completamos algunas entregas y nuestra siguiente parada fue la biblioteca. La bibliotecaria solía estar detrás de un mostrador tan lejos de la entrada de la biblioteca que no nos escucharía si la llamábamos desde allí, así que ayer Laura nos dijo que deberíamos dejar los paquetes en la entrada y luego caminar hasta el mostrador para informar a la bibliotecaria sobre ellos.

Dado que él era el que controlaba el contenedor, Sora se quedó afuera. Mientras tanto yo, feliz de poder finalmente ofrecer ayuda, entré a buscar a la bibliotecaria.

“Tenemos un paquete para usted. Está justo al lado de la entrada, así que por favor venga y confirme la entrega.” Le dije a la anciana detrás del mostrador.

“Gracias. Iré de inmediato.” Dijo, poniéndose de pie.

En ese mismo segundo, varios empleados del Ministerio salieron del otro lado de la biblioteca y se acercaron a ella.

“Me gustaría tomar prestado este libro.” Dijo el más cercano.

“Oh, lo siento. Necesito ir a recibir una entrega, así que por favor espere un poco.” Respondió la mujer, que aparentemente era la única que atendía el mostrador.

“¿Recibir una entrega?” Preguntó el hombre que estaba tratando de pedir prestado un libro. “Quiénes son, ¿el Departamento de Recados?” Me miró con desdén en sus ojos. “Olvídese de esos perdedores y atiéndanos a nosotros primero.” Continuó con una mueca de desprecio. Todos los demás detrás de él rápidamente siguieron su ejemplo y comenzaron a sonreír.

No puedo creer que estos tipos…

 La bibliotecaria se veía muy preocupada, pero, como no parecía importarles, la gente frente al mostrador seguía siendo grosera.

“Sea rápida. De todos modos, cualquier tarea tonta que esté haciendo el Departamento de Recados no puede ser tan importante como nuestro trabajo.” Dijo uno de ellos, mirándome de forma condescendiente.

“Retiren lo dicho. No hay tarea tonta. Si no se entregaran los paquetes, no podrían hacer su trabajo. Todo el trabajo es igualmente importante.” Dijo una voz tranquila pero intensa.

Un hombre de cabello castaño, ojos verdes y gafas sin montura apareció detrás de los empleados que esperaban en la fila. Era el mismo hombre que había conocido el día anterior: Cyrus Lanchester, uno de los intereses amorosos de FL2.

“… S-Señor Lanchester…” Dijo uno de los hombres, mientras todos sus rostros se ponían sombríos.

“No puedo permitir que un empleado del Ministerio diga tales cosas. Díganme sus nombres y departamentos.” dijo Cyrus, mirándolos con severidad.

“Eso es… nosotros sólo…” Murmuraron, evitando mirarlo directamente, antes de olvidarse de los libros que querían tomar prestados y huir de la biblioteca.

“Nada de correr dentro del edificio.” Les gritó Cyrus.

“Gracias.” Dije, agradecida por lo que había hecho.

“Sólo reprendí a esos hombres por su comportamiento. No tiene nada que agradecerme.” Dijo con frialdad, antes de volverse para mirarme.

“Voy a volver a la oficina. Todos sigan investigando y regresen una vez que hayan terminado.” Le dijo a alguien más adentro de la biblioteca antes de irse.

Al darme cuenta de que algunos de sus subordinados estaban en la biblioteca, estiré el cuello ligeramente para mirarlos.

“¡María! ¡Dewey!”

Encontré a María, mi querida amiga y protagonista de Fortune Lover, y a Dewey, el joven genio que era uno de los intereses amorosos del juego.

Habíamos completado nuestro examen juntos hace apenas unos días, y ahora los dos miraban los libros abiertos frente a ellos con gran concentración.

“¡Lady Katarina!” Dijeron al unísono, sorprendidos al escuchar mi voz llamándolos. No pude resistir la tentación de acercarme a mis dos compañeros recién llegados y las pilas de libros que estaban leyendo.

“¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?”

“El director Lanchester nos dijo que investigáramos material sobre Magia de Luz, así que lo estábamos haciendo.” Respondió María.

Al mirar más de cerca los libros, estaban llenos de palabras difíciles que desencadenaron una especie de reacción alérgica a la lectura en mi cerebro.

“Eso se ve complicado…” Dije.

“¡De ningún modo! Tiene que caminar por el edificio haciendo variedad de cosas distintas.” Respondió amablemente.

“Sólo hago eso porque no soy buena en tareas en las que tengo que usar la cabeza… Pero espera, ¿por qué sabes qué tipo de trabajo estoy haciendo?”

Dado que nuestros departamentos se habían decidido hace dos días, no había tenido la oportunidad de hablar con María sobre mi trabajo principalmente manual y todos los raros que trabajan conmigo.

“Bueno… es algo conocida dentro del Ministerio…” Dijo con una expresión preocupada, explicando además que la hija de un duque haciendo recados se había convertido en una noticia sensacional.

Hm… Desearía que todos en el Ministerio se acostumbraran y comenzaran a darlo por sentado, como hace mi familia.

“¿También está aquí para investigar, Lady Katarina?” Preguntó Dewey, con una sonrisa en su rostro que nunca hubiera imaginado ver durante nuestro examen.

Al principio temía que me odiara, pero ahora me alegraba mucho que me hablara normalmente así. Todo lo que tenía que hacer ahora era acercarme aún más a él para poder descubrir sus puntos débiles en caso de que las cosas progresaran como el guion del juego y las cosas se complicaran.

“No, sólo estoy aquí para una entrega.”

“¡Así que realmente está entregando paquetes! Increíble como siempre, Lady Katarina.” Dijo con un brillo en sus ojos.

No tenía idea de qué se suponía que era increíble, pero obviamente me estaba elogiando, y lo disfruté. Al menos hasta sus próximas palabras.

“Entonces, ¿dónde está el paquete que está entregando?”

“¡Cierto! ¡El paquete! ¡Aún estoy en medio de la entrega! ¡Los veo luego! ¡Hablemos de nuevo cuando tengamos algo de tiempo libre!”

Había olvidado por completo que todavía no había terminado con mi reparto. Regresé a la entrada de la biblioteca, donde la bibliotecaria ya había recibido el paquete y lo había traído con ella.

Me disculpé una y otra vez con Laura y Sora por lo inútil que había sido.

“No se preocupe.” Dijo Laura. “La bibliotecaria me dijo que la acosaron unos idiotas.”

Pero incluso después de eso, me había olvidado por completo del trabajo y comencé a hablar con mis amigos, así que honestamente me disculpé por eso.

“Ahora bien, eso puede ser. Es un adulto, así que debería concentrarte más en su trabajo.” Dijo Laura. Pensé que me regañaría con más dureza, como siempre hacía mi madre, pero fue amable.

“¿No se va a enojar?” Pregunté sorprendida.

“Es sólo su segundo día trabajando aquí; por supuesto que va a cometer errores.” Respondió. Conmovida por su amabilidad, decidí concentrarme más y hacer mi mejor esfuerzo.

“De todos modos, ya se encontró con algunas personas molestas, ¿eh? El trabajo de nuestro departamento es único, al igual que las personas que lo integran. Pero a pesar de lo raros que son, son personas muy talentosas, por lo que comentarios como los que escuchaste antes no son nada nuevo. No se preocupe demasiado por ellos.”

“Por supuesto. Soy muy buena en no preocuparme por las cosas.”

Estaba comprometida con Jeord desde que tenía ocho años, así que estaba acostumbrada a comentarios desagradables. Los insultos sin sentido entraban por un oído y salían por el otro.

“Eres una chica muy fuerte.” Dijo Laura mientras se reía para sí misma, antes de fruncir el ceño ligeramente. “Pero todo lo que hacemos aquí es hacer recados… ¿No tiene envidia de María? Ambas son recién llegadas, pero ella puede investigar los poderes mágicos en el departamento más popular.” Dijo.

¿Envidiosa? ¿De tener que investigar…?

“De ningún modo. No soy muy buena usando mi cabeza, así que cosas como la investigación están fuera de mi alcance. Prefiero llevar paquetes, limpiar y otras labores manuales como esa. Me alegro de haber sido asignada a este departamento.” Dije con sinceridad y, por alguna razón, Laura comenzó a acariciarme la cabeza.

“Eres una chica tan buena…”

Ser acariciada por esa enorme mano dolía un poco, pero se veía tan feliz haciéndolo que simplemente la dejé seguir.

Y así, aparte de ese pequeño contratiempo, mi segundo día de trabajo continuó y terminó con éxito. Sora me acompañó hasta el carruaje de nuevo.

“Debes estar cansado. Aprecio el gesto, pero no necesitas venir hasta aquí.” Le dije, sabiendo que no necesitaba venir en esta dirección.

“No puedo permitir que te pierdas o te duermas en el camino.” Dijo, acompañándome todo el camino hasta mi destino. No pensé que perderme pudiera ser un problema, pero el día anterior me había quedado dormida en el momento en que me senté en el carruaje y tuve que ser sacudida para despertarme, por lo que Sora no estaba muy lejos de la realidad.

Mis colegas son tan amables, pensé para mis adentros mientras estaba sentada en el carruaje.

Había trabajado durante mis dos primeros días y mañana estaría libre. La gente del departamento me dijo que descansara bien después de lo que debieron haber sido dos días agotadores, pero no tenía tiempo para descansar. Había algo que tenía que hacer de inmediato.

Tenía que averiguar más sobre la nota. Mi futuro dependía de eso. ¿Quién la escribió? ¿Por qué estaba dentro de ese libro?

Al día siguiente iría al castillo y le preguntaría tanto a Jeord, que me había devuelto el libro, como a la persona que lo estaba pidiendo después de que lo perdí.

¡Es hora de hacer lo que pueda! ¡Sí! ¿Secuela? ¿El Regreso de la Villana? ¡Vengan a por mí!

¡Voy a superar la fatalidad de nuevo! Me juré a mí misma antes de quedarme dormida dentro del carruaje. Como el día anterior, estaba tan profundamente dormida cuando llegamos a la mansión que llamarme por mi nombre no fue suficiente para despertarme… tuve que ser tomada por los hombros y sacudida. Regresé a mi habitación, todavía somnolienta y, sin energía para ni siquiera cenar, me quedé dormida hasta la mañana siguiente. Supongo que estaba más cansada de lo que pensaba.