Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: Comenzando a Trabajar en el Ministerio Mágico

Parte 2

Hoy era mi primer día de trabajo en el Laboratorio de Herramientas Mágicas.

“¡Haré mi mejor esfuerzo!” Dije, haciendo una reverencia a los dos colegas que actuarían como mis mentores.

Uno de ellos tenía un cuerpo enorme y musculoso debajo de ropa linda con volantes y mucho maquillaje, mientras que el otro tenía un par de anteojos gruesos detrás de su largo flequillo. La primera, en particular, parecía lo suficientemente única como para sorprender a cualquiera a primera vista. Pero después de viajar juntos durante unos días y conocerla, ya no me sorprendía tanto.

Eran Guy Handerson (que prefería ser llamada “Laura”) y Nathan Hart, las dos personas que habían supervisado nuestro examen.

Para ser honesta, al principio estaba un poco ansiosa por este departamento que estaba lleno de bichos raros, así que me sentí aliviada de que mis mentores fueran los dos que ya conocía… no es que no fueran raros, pero…

Por supuesto, uno de ellos era un machote musculoso y de barba azul que se vestía, hablaba y actuaba como la más linda de las chicas, y el otro era un hombre fácilmente olvidable y fácil de perder que nunca podía encontrar el camino de regreso… Pero durante el examen, me di cuenta de que en realidad eran colegas muy talentosos y cariñosos, por lo que me sentí aliviada.

“Demos nuestro mejor esfuerzo.”

“Les enseñaremos lo mejor que podamos.”

Los dos se dirigieron a mí y, una vez más, respondí enérgicamente que haría todo lo posible.

“En primer lugar, permítanme presentarles brevemente a los demás en el departamento.” Dijo Hart, señalando a los colegas en la sala.

Estaban los dos que nos habían guiado durante nuestra orientación: la mujer que solo habla a través de su títere mapache y el hombre narcisista con el uniforme reluciente. Luego había otro con una bata blanca de laboratorio y sujetando un vaso de precipitados humeante, y otro con una camiseta sin mangas y sosteniendo una mancuerna. Casi no había gente normal. Casi ninguno de ellos vestía siquiera el uniforme estándar. Como se esperaba de un departamento que se ocupaba de cosas peligrosas, estaba repleto de personas únicas.

Después de que me presentaron a algunos de mis nuevos colegas y me mostraron las zonas peligrosas de la oficina, Laura entró en la montaña de papeles en el centro de la sala y regresó con alguien, llevándolo frente a mí. Yo conocía muy bien a ese alguien.

“… Raphael.” Murmuré.

“Bienvenidos al Laboratorio de Herramientas Mágicas. Soy Raphael Wolt, el subdirector.” Dijo con una sonrisa.

“Así que trabajas aquí, Raph… Señor Raphael.” Le dije, dándome cuenta de que debería hablarle con respeto ahora que era mi superior. Mi corrección de último minuto lo hizo reír.

“Sí, Lady Larna me trajo aquí para trabajar con ella.” Explicó.

Raphael, que entonces estaba usando un nombre falso, había sido el presidente del Consejo Estudiantil en la academia. Estuvo involucrado en un incidente con Magia Oscura y tuvo que irse antes de la graduación, renunció a su nombre falso y comenzó a trabajar en el Ministerio. Debido a sus complicadas circunstancias, tuvo que ocultar su identidad. Su cabello rojo todavía estaba teñido de marrón, pero su rostro había vuelto a su atractivo habitual. No obstante…

“… Tienes algunos círculos muy oscuros debajo de los ojos. ¿Estás bien?” Pregunté, notando las enormes manchas arruinando su hermoso rostro.

“… Oh, últimamente no he tenido mucho tiempo para…” Comenzó a explicar con una expresión cansada, momentos antes de ser interrumpido.

“Señor Raphael, nuevos documentos.” Dijo un empleado antes de dejar caer una nueva pila de papeles sobre el escritorio de Raphael, haciendo que su expresión empeorara aún más.

“Entendido. Lady Claes, nos vemos.” Dijo antes de desaparecer dentro de su montaña de trabajo amontonado.

Nuestra breve reunión fue suficiente para entender que Raphael estaba muy, muy ocupado con el trabajo.

Luego me presentaron a algunas personas más y terminé saludando a la mayoría de mis nuevos colegas en el departamento.

“Eso es todo para las personas que están aquí ahora mismo. Hay algunos compañeros que están fuera ahora mismo, pero se los presentaré cuando regresen.” Dijo Hart antes de suspirar. “Bueno… ya es hora de que explique el esquema de nuestro trabajo aquí.” Dijo con expresión grave.

“S-Sí. Por favor, hazlo.”

Se decidió que estaría escuchando esa explicación junto con Sora, el chico que había conocido durante otro incidente en la academia. Originalmente huérfano de otro país, había saltado de un trabajo a otro hasta llegar a este reino, donde comenzó a trabajar en el Ministerio justo antes que yo. Él era uno de los posibles intereses románticos de FL2 y, como tal, no sólo era talentoso sino también increíblemente guapo, con su cabello del mismo tono azul claro que sus ojos.

“¿Por qué Sora necesita esta explicación después de trabajar aquí durante meses?” Pregunté. Resultó que justo después de entrar al departamento, entre que Larna estaba fuera de servicio y todos los demás colegas estaban terriblemente ocupados, recibió las instrucciones más simples, se le pidió que sólo las siguiera, y luego más o menos se le dejó a su suerte, que se las arreglará solo.

Eso es… un poco triste. Ahora bien, eso explicaba por qué estaba allí conmigo, escuchando ese informe.

La descripción de Hart de nuestras tareas fue… sorprendente.

El departamento se llamaba “Laboratorio de Herramientas Mágicas”. Antes de nuestro examen, nos mostraron un almacén lleno de basura herramientas mágicas desarrolladas allí, lo que me hizo adivinar que estaríamos trabajando con, bueno, herramientas mágicas.

… Pero Hart dijo que la mayor parte de lo que hicimos fue llevar a cabo las tareas domésticas que otros departamentos no podían molestarse en hacer. Verificar informes de las sucursales locales del Ministerio, archivar documentos, distribuir suministros e incluso mantener y limpiar el edificio. Tareas serviles, está bien. Sólo estaríamos investigando herramientas mágicas en el tiempo libre entre esas tareas.

Al ver mi sorpresa, Hart explicó por qué las cosas habían resultado de esa manera. La directora de nuestro departamento, Larna, había demostrado un talento extremo a una edad muy temprana y, como resultado, logró un rango considerable. Sin embargo, esto hizo que a muchas personas de otros departamentos no les agradara, razón por la cual la obligaron a realizar todos los trabajos aburridos y triviales.

Tenía tanto talento que simplemente se le ocurría una herramienta mágica para hacer el trabajo y, como resultado, terminó obteniendo más trabajo. El Laboratorio de Herramientas Mágicas podría estar lleno de gente extraña, pero eran personas brillantes y extrañas.

Con el tiempo, la gente empezó a pedirle ayuda, no para molestarla, sino porque sabían que ella podría ayudar. Ahora ya no podía negarse a ayudar a nadie. Y desde que el departamento consiguió su nuevo subdirector, Raphael, hace unos años, su eficiencia había aumentado aún más, lo que resultó en que más personas pidieran ayuda.

Entonces, por un lado, este departamento tenía que ocuparse principalmente de las tareas de poca importancia de otras personas, pero por el otro, nos respetaban como personas que podían hacer las cosas.

“Otros departamentos están más involucrados con la investigación y la experimentación, pero la investigación con herramientas mágicas es un campo muy joven, así que…”

“Para resumir, mientras aún son nuevos y no podemos confiarles los documentos importantes, principalmente tendrán que lidiar con el trabajo manual. ¿No tienen problema con eso?” Dijo Laura, retomando donde Hart se había detenido.

¿Qué si no tengo problemas? En todo caso, no tener que usar mi cabeza sería…

 “¡Perfecto! ¡Déjenme el trabajo manual a mí!” Respondí enérgicamente.

Puede que esto te sorprenda, pero en realidad yo no soy tan inteligente… En la academia, hice que los estudiantes más inteligentes se turnaran para darme clases particulares, y eso fue suficiente para que mis calificaciones fueran promedio. Estaba muy feliz de hacer trabajo manual en lugar de investigar. Incluso me preocupaba no hacer suficiente ejercicio ahora que el trabajo me quitaría un tiempo de cuidar los campos.

“… Es bueno saberlo.” Respondió Laura, perpleja, mientras los hombros de Sora temblaban.