Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: Propuesta De La Suma Sacerdotisa

Parte 4

# La perspectiva de Keima – Día 299

 “… ¿También esquivaste a ese?”

“No, golpeó. Eso fue malo. Destruyó, parte de mi cuerpo.” Aparentemente, el haz que era tan ridículamente fuerte realmente ayudó. Se vaporizó todo lo que tocó tan rápido que ni siquiera hubo tiempo de sentir dolor. Aunque la fuerza del rayo los atravesó y empujó hacia atrás las partes circundantes de su cuerpo, la herida no se extendió ni realmente dolió. Una vez que regeneraron su cabeza, volvieron a la normalidad. Eso no hubiera funcionado si Rin fuera un monstruo normal… Espera, ¿los Slimes no tienen un núcleo en alguna parte? Rin tiene que tener uno también. Sin embargo, no debe estar en su cabeza… ¿Supongo que puedes ponerlo donde quieras? Tiene sentido, eso suena como algo que un Slime debería ser capaz de hacer.

“Entonces. Keima Te estoy comiendo”.

“¿Quieres segundos? Supongo que querrás más comida ya que tuviste que regenerar parte de tu cuerpo. Puedo hacerte un montón de golems si quieres.”

“Se escucha perfecto. Dame.” Usé las enormes cantidades de arcilla alrededor para producir en masa golems y enviarlos a la habitación con Rin dentro. Como todavía podía usar golems para desenterrar el espacio sin usar DP, teníamos mucha arcilla y piedra por ahí. Además, todos los Spawners que colocamos alrededor de la mazmorra van mucho más lento ahora. Necesito ir a trabajar haciendo muchos golems.

Rin se comió los golems mientras fluían hacia su habitación. Era como un buffet todo lo que pudieras comer donde te traían toda la comida. Aunque supongo que no hay buffets en este mundo… Sí, solo olvida que dije algo.

“Uf. Sentirse mejor ahora.”

“Me alegra oírlo. Solo un día más, amigo.”

“Mm”. Para terminar, Rin se comió el  Golem Mensajero que estaba controlando. Ahora es un guardia con el que puedo contar. Si podemos durar un día más, es nuestra victoria. Aunque tengo la sensación de que perder hoy realmente va a desmotivar a Alca. ¿Tal vez ella solo va a ir a casa mañana?

***

# La perspectiva de la Suma Sacerdotisa

 Alca se frotó las sienes. ¿Qué debería hacer ella? Ni perforar su cuerpo ni volar su cabeza funcionó. Tampoco el veneno, así que… La única opción que le quedaba era pensar en destruir todo su cuerpo de una sola vez. Pero ella sabía que el lobo nunca la dejaría hacer eso. La diferencia en su poder era asombrosa e insuperable. Que ella recibió el golpe de cabeza hoy fue pura suerte.

… En cualquier caso, ella decidió relajarse en el onsen. No le quedaba mucho tiempo en la posada. Por lo menos, quería disfrutarlo mientras pudiera. Le dolía profundamente que se viera obligada a irse sin completar la búsqueda o conquistar la mazmorra, pero… Esas preocupaciones podían esperar. Su mayor arrepentimiento fue su relación con Keima. A este ritmo, ella iba a regresar a casa sin recompensar su amor. Pero como Suma Sacerdotisa, no podía obligarse a romper una promesa llevándolo a casa con ella.

“Si Keima estuviera solo, podría haber estado dispuesto a desafiar al destino para estar conmigo, pero…” Esa chica, Rokuko. Alca había escuchado rumores de que ella y el jefe de la ciudad eran cercanos, pero nada de lo posesiva que era. Podría haberse hecho amigas si se hubieran conocido en diferentes circunstancias.

La Suma Sacerdotisa se puso un traje de baño y entró en el onsen. Grandes baños como este eran incluso mejores de lo que ella había imaginado. Eran un lujo que enriquecía su corazón.

Esta vez, había un empleado de la posada en el onsen. Se llamaba Ichika, una esclava con dialecto de Pavella.

“Heya, Suma Sacerdotisa. ¿Qué pasa, novia? Estás mirando un poco hacia abajo”.

“… ¿Lo puedes decir?”

“Por supuesto que puedo. ¿Quieres que te masajee los hombros o algo así?”

“No es necesario, hay una silla de masaje en mi habitación”. Ichika se dirigió hacia la Suma Sacerdotisa. Como compañeros entusiastas de las carreras de ratas, se habían reunido y conversado muchas veces en el edificio de recreación.

“Escuché que Buzzington correrá hoy. ¿Qué piensas? Esta podría ser nuestra oportunidad de ganar mucho dinero”.

“… Hm, puede que tengas razón”. Eso requeriría suerte, sin embargo, y Alca sintió que había gastado toda su suerte golpeando la cabeza del lobo negro con {Judgment Ray}. Sin embargo, si iba a perder de todos modos, podría apostar por Buzzington y esperar un milagro.

“Chica, definitivamente hay algo que te molesta. ¿Quieres hablar de eso?”

“Mmm, bueno, cómo debería decir esto… No es exactamente algo que debería compartir con los demás”.

“Vamos  vamos. Te sentirás mejor después de sacarlo de tu pecho, ¿sabes?”

“… Bueno, supongo que no me importaría decírtelo, Ichika”. Y así, después de asegurarse de que no le diría nada a Keima, Alca le contó a Ichika sus problemas. Tenía que regresar al Reino Santo pronto. Había un lobo negro en el calabozo tan fuerte que no podía vencerlo. Su apuesta con Rokuko. Y también, tuvo la sensación de que su asistente recientemente había comenzado a mirar su trasero con pensamientos impuros.

“¡Eso solo significa que tu asistente es un tipo saludable! Y espera, ¿hiciste esa especie de apuesta con Rokuko…?”

“Shento puede ser persistente, pero prefiero el enfoque apasionado de Keima. Sus avances y dones fueron espléndidos… ¡jaja, amor! ¡Pude sentir su amor!” Alca consideró que se le había dado algo difícil de obtener como un regalo espléndido, y si ella pagó o no por ese regalo era una pregunta trivial en la que no valía la pena pensar.

“¿Espera? Eso no va a funcionar. Como, sí, eso no va a funcionar del todo. Shifu ya tiene pareja, así que, ¿verdad? ”

“No hay ningún problema religioso con esto. Las personas deben rodearse de tantos socios como sea necesario, siempre que tengan los recursos para hacerlo. Para citar las escrituras: dar a luz, aumentar en número, engullir las tierras y dominar todo. Y como soy la Suma Sacerdotisa, tengo los recursos.”

“¡La Iglesia de Lux es muy seria, maldita sea! Y espera, ¿eres tú quien tiene un harem aquí?”

“Por supuesto. Soy la Suma Sacerdotisa, después de todo.” Alca hinchó el pecho con orgullo. Lo que incluso es una Suma Sacerdotisa, pensó Ichika, a pesar de que la respuesta estaba ante sus ojos.

“De todos modos, un lobo negro, ¿eh? Si no puedes ganar, ¿por qué no te olvidas de él? Las misiones simplemente no valen la pena morir, seguro”.

“Como dije, debo vencerlo para obtener Keima”.

“E-Espera, espera, niña. ¿E-En serio? ¿De verdad vas detrás de Keima? ”

“¿Hm? ¿Por qué no lo estaría? El amor se responde mejor con amor, ¿no es así?”

“Ummmm… Pero no puedes vencer al lobo, ¿verdad?” “………” Alca puso una mano sobre su frente, pensando.

“¿Por qué sudar tanto por vencerlo? Saber cuándo darse por vencido es realmente importante”.

“Entiendo, pero aun así”.

“Y quiero decir, Rokuko estaba con él muuuucho antes que tú. Estás como, chocando sus asuntos aquí”.

“Él es quien se me acercó. En otras palabras, independientemente del pasado, su amor actualmente me pertenece.” Una vez más, Alca hinchó su pecho con orgullo, con expresión engreída.

“Entonces, ¿crees que puedes vencer al lobo?”

“Ese es mi problema. Haaah, y qué problema es. No podré difundir la gloria del Reino Santo a este ritmo”.

“Hey, no nos preocupemos por esas cosas un poco pequeñas, ¿sabes?

¡Vayamos a ver las carreras de ratas y divertirse! ”

“Jajaja. Realmente amas las carreras de ratas, Ichika. Me encantaría que Keima estableciera razas similares en el Reino Sagrado”. Alca se animó un poco gracias al aliento de Ichika. Como comentario aparte, ella apostó una pequeña fortuna a Buzzington esa noche y lo perdió todo.

Era el amanecer del último día. Los pies de Alca eran pesados mientras caminaba penosamente hacia la mazmorra. No tenía planes brillantes para derrotar al lobo negro. Pero tampoco tenía intención de escapar. Había un dicho en el Reino Sagrado: lánzate sobre el enemigo, de modo que tu cadáver los pese. La Suma Sacerdotisa tenía la intención de vivir según esas palabras y desafiar a la mazmorra con la esperanza de causar cualquier daño que pudiera. Pero como carecía de entusiasmo, arrastró los pies mientras avanzaba y aplastaba a los golems.

“… ¿Oh? ¿Siempre hubo una pared aquí?” No, no la había, y algo estaba mal. Su habilidad {Mapping} confirmó que debería haber un pasaje antes que ella. La mazmorra aún no podrá construir nuevos muros debido a la habilidad {Trinity}. ¿Se habían desvanecido sus efectos antes?

…No. Un efecto secundario de esa habilidad fue que se debilitó mucho alrededor del calabozo después de que desapareció. Tal como estaba, todavía podía ejercer sus poderes a sus efectos más completos. Algo más estaba mal.

En cualquier caso, un muro es un muro, por lo que se desvió a su alrededor. Pronto encontró un pasadizo en otro lugar en un lugar previamente bloqueado por una pared. {Mapping}, {Detect Dungeon Traps}… Por alguna razón, varias de sus habilidades terminaron sin funcionar en esta mazmorra. Qué mazmorra tan extraña era.

Finalmente, llegó a la habitación con el lobo negro. Si le gustaba o no, ella estaba allí. Tomó bastante tiempo, gracias en parte a su falta de entusiasmo.

“Ahora bien… qué hacer, me pregunto”. Se detuvo frente a la habitación para formar un plan. ¿Sería mejor comenzar a cantar de inmediato o tomar un descanso para pensar?

“Oye.”

“… ¿Hm?”

“Oye. Tú. Oyó una voz desde algún lugar. Un aventurero, tal vez. ¿Alguien más que ella había llegado tan profundo? Ella no podía ver a nadie… y la voz se sentía como si estuviera saliendo de las sombras.

“¿Dónde estás?”

“Arriba”. Ella levantó la vista. Y allí vio al lobo negro, de pie en el techo con sus cuatro patas.

“… ¿Qué?” Estaba caminando por el  techo con tanta confianza que comenzó a preguntarse si ella era la que estaba al revés. Pero había algo que la fastidiaba. ¿Quién le había hablado a ella? No importa. Ella ya lo había descubierto. No había nadie más alrededor, después de todo, y lo más importante, la boca del lobo se movía.

“Seguro, vienes, mucho, humano”. No ladró ni aulló. Hablaba en voz alta con frecuentes pausas.

“¿E-Entiendes el lenguaje humano…?”

“¿Algo extraño sobre eso? Puedo hablar muchos idiomas. Graaw grrrr…

¿Ves?”

“¿Era ese lenguaje de lobo? No sé cómo hablar eso”.

“…Ya veo. Eres una idiota”. Era cierto que los monstruos altamente inteligentes podían entender y producir el habla humana. Los dragones eran famosos por eso. No había nada particularmente impactante sobre un lobo tan fuerte como este capaz de hablar.

Sin mencionar, esta revelación solo fortaleció las sospechas de la Suma Sacerdotisa de que el lobo había venido de fuera de la mazmorra. Si el lobo hubiera nacido en la mazmorra, habría sido muy recientemente, y era difícil creer que un monstruo de mazmorra recién nacido hubiera pasado suficiente tiempo con los humanos para aprender su idioma. Sin mencionar que pocos humanos habían llegado tan profundamente en la mazmorra. Tenía mucho más sentido que había aprendido el idioma en otro lugar y posteriormente había entrado en la mazmorra.

El lobo negro cayó repentinamente del techo, giró en el aire y aterrizó sobre sus pies. Alca reflexivamente levantó la guardia. Pero no hizo ningún movimiento para atacarla.

“¿Por qué el techo?”

“¿Matar, tiempo?” Aparentemente, no había mucha importancia detrás de que estuviera en el techo. Cómo se había mantenido allí era un misterio, pero sabía con certeza que si hubiera lanzado un ataque sorpresa sobre ella desde allí, habría muerto antes de tener tiempo suficiente para gritar. En otras palabras, no tenía la intención de matarla. O al menos, todavía no.

Alca no sabía lo que pretendía hacer. La respuesta más probable fue que quería burlarse de ella, dado que podría matarla en cualquier momento. Era como una bola de hilo rodando ante las patas de un gato. El lobo tenía todo el poder y la autoridad. Pero ella estaba bien con eso. Esta era una buena oportunidad para que ella lo observara. Ella ya había obtenido nueva información, que era que el lobo podía entender el lenguaje. Incluso estaba teniendo una conversación con eso. Independientemente de cómo se sintiera el lobo, ella estaba ganando tiempo e información valiosa. Incluso podría surgir una oportunidad para derrotarlo con el tiempo suficiente.

Después de una respiración profunda, Alca habló con el lobo.

“Entonces, ¿qué negocios tienes conmigo?”

“Eres muy sabrosa”.

“… Tendré que aceptar tu palabra, ya que nunca antes me había comido”.

“Básicamente. Estás ofreciéndome comida, ¿verdad?” La Suma Sacerdotisa sonrió amargamente por dentro. Aparentemente, el lobo la había estado mirando cómo comida gratis todo este tiempo. Se había empujado a la muerte literal, sufriendo una agonía más allá de la mayor tortura, y en última instancia, incluso su mayor ataque con un golpe limpio no fue más para el lobo que una linda presa luchando un poco antes de ser comida. No solo eso, sino que la presa que hizo todo lo posible para ser comida.

“H-Hmph. Entonces, ¿qué estás planeando?”

“Heh”. El lobo negro dejó escapar una risa ronca. Un escalofrío recorría la columna de Alca cada vez que veía sus dientes, los que le habían robado la vida tantas veces antes.

“Dejaré que tú me sirvas”.

… Le tomó a la Suma Sacerdotisa unos treinta segundos comprender lo que acababa de decir.