Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Interludio 2: Mientras Tanto…

Al mismo tiempo, en Beltrum, pero más al este, más allá de donde estaban Rio y los demás, había una pequeña ciudad postal a lo largo del camino hacia el Reino de Galarc. Tenía una pequeña población residente de alrededor de 200 personas y estaba rodeada de montañas. La carretera atravesaba el valle y dificultaba enormemente la circunvalación. No había rutas alternativas a este camino, por lo que estaba bastante poblado.

El Gremio Ricca también usó esta ruta como transporte, y la ciudad siempre estuvo llena con tres veces más viajeros que residentes, muchos de ellos aventureros.

Muchos pubs y posadas se alineaban a los lados de la única calle principal que atravesaba la ciudad. Varios pubs tenían aventureros regulares que gradualmente se convirtieron en camarillas de aventureros dentro de cada pub, basándose en su propia influencia.

“¡Ah, eso da en el clavo! ¡No hay nada como la cerveza después de un largo día de trabajo! ¡Hola a todos! Hoy es mi regalo. ¡Beber todo!”

“¡Pero no hay nada más que cerveza barata!”

“¿Qué estás diciendo? ¡Son las cosas baratas las que están bien!”

“Sería incluso mejor si hubiera una chica sexy para acompañarlo. Aquí solo están viejas feas”.

“¡Sin duda!”

En un pub donde se reunían la mayoría de los aventureros veteranos, se podían escuchar carcajadas desde una hora temprana.

“¿Eh?”

La puerta del pub se abrió con un chirrido lentamente, atrayendo las miradas de los aventureros en el pub. Entró un hombre cercano a los treinta, con aspecto de aventurero: era Arein, que visitaba la ciudad postal por orden de Reiss. Llevaba una capucha envuelta en una capa y una armadura de cuero, y la espada colgaba de su cintura.

“Esa es una cara desconocida”. Un hombre corpulento de aspecto mezquino, el que había estado ofreciendo bebidas a todos, murmuró para sí mismo. No era extraño en absoluto ver a nuevos aventureros en la ciudad, pero este pub era considerado el territorio de los aventureros veteranos aquí. Los aventureros como ellos vivían en una sociedad de mente estrecha donde su fuerza era su sustento, por lo que tenían valores primitivos de que el fuerte es superior. Y así, cuando un aventurero novato entró en su territorio—

“¿Qué diablos quieres?”

No hubo una cálida bienvenida. Al estar borracho y sentirse generoso, el veterano aventurero usó la intimidación por primera vez para sentir una reacción. Si el otro hombre respondía con modestia, afirmaría un poco su dominio antes de descubrir por qué estaba aquí.

La respuesta más común fue una desafortunada falta de conocimiento sobre el pub. Los siguientes más comunes fueron los chupadores que querían saludar a los aventureros locales. Finalmente, estaban los raros idiotas que venían a buscar peleas a propósito. La mayoría de las personas encajan en estas tres categorías, y las que la visitaban sin saberlo, por lo general, daban media vuelta para evitar la confrontación. Sin embargo—

“Cantinero— un plato de carne y cerveza, por favor”.

Arein se dirigió audazmente al mostrador y preparó un pedido. En un instante, las miradas de los hombres en el pub se volvieron amenazadoras, pero Arein ni siquiera parpadeó mientras se deslizaba con indiferencia en un asiento del mostrador. Contó cuidadosamente el costo con una propina y colocó tres grandes de bronce sobre el mostrador.

“Correcto.” El dueño de la tienda asintió con un suspiro, sintiendo problemas en el horizonte. Mientras se ofreciera dinero, el hombre era un cliente. Comenzó a preparar los artículos pedidos, cuando…

“…”

El hombre corpulento que había estado pidiendo bebidas se puso de pie en silencio y se acercó a Arein por detrás. Los otros aventureros lo siguieron, mirando divertidos. Se ayudaron a sí mismos a sentarse en las sillas que rodeaban Arein.

“Oye, novato. Seguro que tienes agallas, ordenar sin saludarnos primero.

¿Cuál es tu trato?” El hombre grande comenzó a hablar con una sonrisa burlona, pasando un brazo alrededor del hombro de Arein.

“Oh, acabo de escuchar que este pub estaba lleno de aventureros hábiles y cordiales”, respondió Arein con confianza.

El hombre grande entrecerró los ojos.

“Hmm… ¿Y qué negocio tienes?” preguntó.

“No mucho. Estoy buscando a algunos criminales con una recompensa por sus cabezas”. Arein sacó una hoja de papel. No se mencionó ningún rostro ni nombre, pero se anotaron los detalles de un aviso de búsqueda.

“¡¿Q-Quinientos de oro?!”

Las expresiones en los ojos de los hombres cambiaron con el tamaño de la figura de recompensa. Por supuesto que sí, tanto dinero podría comprar todo el alcohol y las mujeres que quisieran. Podrían vivir extravagantemente sin trabajar durante los próximos diez años.

“Oye, ¿se publicó este aviso de búsqueda en la ciudad?” El gran aventurero se puso completamente sobrio y miró a los demás para obtener más información.

“¿Lo estuvo?”

“No sé.”

Ni una sola persona estaba al tanto del aviso de búsqueda. Si lo hubieran hecho, no estarían bebiendo aquí a esa hora de todos modos.

“Por supuesto que no lo sabrías. Solo fue publicado desde Cleia ayer. No llegará a una ciudad rural como esta durante algún tiempo”, dijo Arein con aire de suficiencia.

“O-Oye, espera un minuto. ¿Dijiste que fue enviado por Cleia ayer? Cleia, la capital del dominio del Conde Claire, ¿verdad? Eso es un viaje de una semana a pie. ¿Por qué tendrías algo así?” preguntó el hombre grande con sospecha.

“Ah, soy un aventurero que trabaja para un gran noble, ya ves. Me han prestado un grifo para el transporte”, respondió Arein con indiferencia.

“Ah…”

Ninguno de los aventureros presentes había montado antes en un grifo, por lo que no tenían idea de lo rápido que podían moverse, pero ciertamente sonaba razonable que un grifo volara aquí en un día. Debieron haber sido conmovidos por la gran suma que de repente se presentó, ya que guardaron silencio sin cuestionar las circunstancias.

“Este aviso dice que los buscan vivos o muertos, pero mi señor quiere aprehender a los criminales vivos. Aparentemente, tiene algunos asuntos que arreglar con uno de los buscados, por eso me contrataron como mensajero…” agregó Arein, mirando a los aventureros. “Obviamente es una tarea demasiado difícil para mí sola. He puesto mis ojos en varios puntos probables por los que pueden pasar los delincuentes y estoy contratando personal local para ayudar. Entonces, ¿qué les parece? Tengo que dirigirme hacia las ciudades del norte después de esto, pero ¿te gustaría vigilar a los criminales en esta ciudad  postal? Si acepta mi solicitud, puedo hacer un pequeño pago por adelantado…”

Dejó una pequeña bolsa llena de grandes monedas de plata sobre el mostrador.

“… Grandes platas, ¿eh?”

El hombre corpulento miró la brillante plata que se asomaba fuera de la bolsa. Su impacto se debilitó después de ver la recompensa de 500 monedas de oro, pero aún era una gran cantidad para estos hombres. Aunque fue solo un cambio de bolsillo para Arein…

“El trabajo consiste en comprobar si los delincuentes pasan por esta ciudad. Ellos también estarán en guardia, así que no espere que admitan nada. No es necesario explicar la situación y no es necesario ir demasiado lejos. Solo infórmame si crees que pasan. Volveré en varios días y te pagaré una bonificación si los ves”.

“Hmm…”

A pesar de eso, los aventureros no asintieron de inmediato. Estaban calculando sus pérdidas y ganancias.

“Por cierto, tengo poco tiempo. Por favor, tomen una decisión de inmediato. Si se niegan, iré a la siguiente ciudad y preguntaré allí. Si acepta el trabajo, le entregaré este aviso”, dijo Arein, doblando el aviso cuidadosamente. Naturalmente, no había otra copia de ese aviso en la ciudad.

“Tch, eres un buen hablador. Bien. Lo tomaremos.” A pesar de chasquear la lengua ligeramente, el hombretón aceptó el trabajo de buen humor. Un trabajo tan fácil y rentable rara vez llamaba a la puerta.

“Me alegro de que pudiéramos llegar a un acuerdo”, dijo Arein, sonriendo con satisfacción.

***

Sakata Hiroaki, el héroe del Reino de Galarc, se alojaba en una habitación de invitados del castillo real en Galtuuk. Se sentó en un lujoso sofá mientras Roanna y Flora lo atendían a cada lado y el duque Gustav Huguenot frente a él.

“Debe estar fatigado por asistir a los sucesivos días de reuniones para fortalecer nuestra amistad con la realeza y la nobleza de Galarc”, dijo el Duque Huguenot, inclinando profundamente la cabeza. La mayoría de esas reuniones habían sido cenas o meriendas que funcionaban simultáneamente como posibles entrevistas matrimoniales.

“No fue nada, fui yo quien fue tratado todo el tiempo. También hubo descansos en el medio, así que me divertí haciéndolo. Estoy en mi mejor condición, en todo caso”, respondió Hiroaki encogiéndose de hombros.

“Es maravilloso escuchar eso”. El Duque Huguenot sonrió.

“Hmph. Te conozco, y no vendrías todo el camino hasta aquí solo para comprobar mi salud. ¿Qué deseas?” Hiroaki resopló de buen humor.

El Duque Huguenot se rió en respuesta a Hiroaki por un tiempo, antes de poner una expresión seria. “Hahaha, parece que no soy rival para tus agudas observaciones… Entonces, si puedo preguntarte tan abruptamente, ¿tienes algún plan para establecerte?”

“Tranquilízate… ¿Quieres que me case?” “En efecto.”

“Matrimonio, ¿eh? En el mundo del que soy, me considerarían demasiado joven para casarme”, suspiró un poco Hiroaki, molesto. Para un niño nacido y criado en Japón, la palabra “matrimonio” sonaba pesada para alguien que solo tenía diecinueve años.

“Con respecto a este tema, respeto la voluntad de las personas involucradas por encima de todo, por lo que no deseo apresurar ninguna decisión demasiado apresurada… Sin embargo, su semblante y carácter se difundieron ampliamente después del banquete de la otra noche. He recibido una cantidad inesperada de propuestas de matrimonio de las mujeres nobles de Galarc. Muchas de ellas también están bien con el matrimonio como concubinas. Estas últimas cenas a las que has asistido han estado relacionadas con tales ofertas, pero…” El Duque Huguenot comprobó la expresión de Hiroaki para ver que su sonrisa se volvía visiblemente más engreída.

“Sí, pensé que era algo así. Ah, no quería este tipo de popularidad…” A pesar de sus palabras, la expresión de Hiroaki no estaba insatisfecho en absoluto. Sacudió la cabeza de una manera exagerada.

“Me disculpo por mi falta de ayuda con respecto a esto, pero creo que tus encantos fueron simplemente demasiado brillantes para ignorarlos”.

“Oh para. No necesito tus halagos impulsados por tu propio interés”, resopló Hiroaki.

“Pero estos son mis pensamientos honestos y la pura verdad”. Sin negar que era por interés propio, el Duque Huguenot halagó aún más a Hiroaki. El hecho de que no intentara ocultar su verdadera opinión fue lo que hizo que Hiroaki lo considerara altamente.

“Heh,” Hiroaki sonrió con suficiencia. “Así que quieres que me asiente rápidamente. ¿Es así?” supuso.

“Como dije, daré prioridad a tus deseos por encima de todo, y es la pura verdad que no deseo apresurarte en nada. Pero también es cierto que no podremos postergar para siempre el tema del matrimonio si el número de propuestas sigue aumentando, dejándome entre la espada y la pared”. El Duque Huguenot suspiró con rostro preocupado.

“Ya veo… Me pregunto, ¿a qué edad se casan normalmente la realeza y la nobleza de este mundo?”

“Los nobles normalmente se casan desde los veinte hasta los treinta y tantos como muy tarde, diría yo. Es más común que las mujeres nobles se casen en la adolescencia como muy pronto, y alrededor de los veinte como muy tarde”.

“Hmm. Eso significa que estoy en una edad en la que se consideraría normal casarme, ¿eh?” Hiroaki tarareó.

“Habiendo dicho eso, decidir sobre un cónyuge aquí y ahora sería demasiado apresurado, y de manera similar, seleccionar a varias esposas a la vez sería demasiado vergonzoso. Estoy seguro de que también tiene dudas con respecto a estas razones, por supuesto”.

“Bueno sí.”

“Entonces, me gustaría hacer esto como una sugerencia: seleccione a su primera esposa por el momento y forme un compromiso en lugar de matrimonio”. El Duque Huguenot finalmente llegó a su pedido.

“Mi primera esposa, eh…” Hiroaki tenía una mirada un poco sombría.

“¿No estás interesado después de todo?”

“… No, hay algo sobre los términos ‘primera esposa’ y ‘concubina’. Eso es como poner a tus mujeres en algún tipo de orden, ¿no? Me gustaría conectarme con ellas por igual, no vincularlos con algo así. Lo mismo con las reglas molestas que vienen con el estatus social y todo eso. Es tan sofocante que no puedo soportarlo. Es normal que los nobles regulares tengan esposas en malos términos o concubinas que se sientan inferiores, ¿verdad?”

“Bueno, no diría que tales casos sean poco comunes”, confirmó el Duque Huguenot con una sonrisa forzada.

“Odio cosas así. Si las mujeres forman grupitos y se pelean entre sí por el hombre, el que finalmente sufre es dicho hombre. Sabes que odiaría eso, ¿verdad? Sería muy estresante”.

“Por supuesto.”

“Por eso tengo varias condiciones”. Hiroaki levantó un dedo en su mano derecha.

“¿Qué son?”

“No tengo ningún problema en construir un harem, pero seré yo quien decida quiénes serán mis novias. Por supuesto, escucharé tus sugerencias, pero no quiero escuchar regaños ni órdenes. Entiendo que es necesario decidir sobre mi primera esposa, pero no tendré una orden para mis concubinas. No quiero escuchar ninguna queja sobre cómo decido amar a mis mujeres. No usarás a mis esposas para crear disputas entre facciones. Estas son mis condiciones absolutas. Si los rompes  y las consecuencias caen sobre mí, bueno, estoy seguro de que no hay necesidad de decir qué pasará”, dijo Hiroaki, exponiendo las condiciones. Como estaba en posición de impulsar su ego, lo hizo mientras dejaba perfectamente claras sus advertencias: cualquiera que las ignorara se vería como un tonto, era lo que estaba diciendo Hiroaki.

“Hahaha, eres verdaderamente una persona de mente amplia. Sin embargo, condiciones como esas estaban dentro de mi consideración para empezar, así que tenga la seguridad”, dijo el Duque Huguenot con confianza.

“Hmm. Siempre puedo contar contigo para conseguirlo. No, supongo que se debería esperar mucho de ti”.

“Cualquier noble ha pasado por dificultades similares, después de todo”. El Duque Huguenot sonrió en respuesta al murmullo de asombro de Hiroaki.

“Haha, ya veo. Ah, sería más esclarecedor simplemente buscar el conocimiento de mis precursores sobre este tema. Cuéntame más sobre esto mientras tomas algo”. Hiroaki no pudo evitar sonreír ampliamente mientras hablaba.

“Con alegría. Estoy seguro de que a muchos les encantaría asistir, pero sería mejor que esas conversaciones se hicieran en menos compañía. Examinaré cuidadosamente a algunos asistentes y fijaré una fecha”.

“Hombre, realmente puedo contar contigo. Tenemos que tener más conversaciones de hombre a hombre. Ah, por cierto, ¿a quién tenías en mente para mi compromiso?” Preguntó Hiroaki, ahora de buen humor.

“Un héroe necesita una primera esposa con el estatus social apropiado, así que mis pensamientos estaban en la princesa Flora”, respondió suavemente el Duque Huguenot.

“Hmm. Bueno, eso sería razonable. Pero, ¿estás bien con eso, Flora?”

Hiroaki miró a Flora sentada a su lado. Supuso que la primera persona con la que estaría comprometido sería con Flora o Roanna, que normalmente estaban a su lado como sus ayudantes.

“¿Eh? Ah… S-Sí. Lo haré lo mejor que pueda.” Flora se estremeció. Ella asintió con la cabeza un poco incómoda, no tenía más remedio que hacerlo.

Haré mi mejor esfuerzo, eh… Honestamente, Liselotte y Roanna son más encantadoras. Son excelentes compañeras de conversación y muestran el grado adecuado de consideración hacia los hombres, por lo que obtienen una puntuación alta allí. Aunque no tengo ninguna queja sobre el aspecto de Flora…

Cuando la comparó con Liselotte y Roanna, desafortunadamente ella fue menos animada en la conversación. Hiroaki consideró eso mientras miraba el rostro de Flora.

Bueno, sería más conveniente tener este tipo de personalidad pasiva como la primera esposa de una relación poligámica. Sería molesto que la primera esposa se pusiera celosa y se entrometiera con las otras mujeres. En ese sentido, Flora conocería su lugar y lo entendería. Bueno, no puedes perderte la posibilidad de tener una princesa cuando estás en un mundo de fantasía como este. Tampoco hay forma de que deje que una mujer tan buena vaya con otro hombre, así que esto servirá.

“Por supuesto. Si Flora está bien con eso, comprometámonos”, dijo Hiroaki con facilidad.

“Oh, ¿realmente lo harás?” El Duque Huguenot sonrió ampliamente por cómo las cosas se desarrollaron exactamente como él quería.

“Si. ¿Me comprometo con Roanna mientras lo hago?” Hiroaki sonrió, mirando el rostro de Roanna a su lado.

“… O-Oh, no digas cosas tan tontas de la nada”. Roanna se sonrojó tímidamente y apartó la cara.

Haha, que adorable.

Hiroaki sonrió satisfecho, volviéndose hacia el Duque Huguenot. “… Entonces, de los principales nobles del Reino de Galarc, ¿qué casas han enviado propuestas actualmente?”

“Las principales son la tercera princesa del Reino Galarc, la princesa Rosalie, y Lady Lisette del Duque Gregory, creo”, respondió el duque Huguenot. No se mencionó el nombre de Liselotte.

“Aparte de Lisette, Rosalie solo tenía doce o trece, ¿verdad? Ah, pero supongo que eso es justo al comienzo de la edad esperada para contraer matrimonio en este mundo”.

Hiroaki recordó a la chica llamada Rosalie que conoció en una fiesta de té no hace mucho. Para que conste, también era la hermana pequeña de Charlotte.

“De hecho.”

“Hmm, ya veo… ¿Alguien más?” Preguntó Hiroaki.

“En términos de los más destacados, esos dos están muy por delante de los demás. El estatus familiar de las otras mujeres es un poco más bajo en comparación”.

“Hmm…” Hiroaki tarareó vagamente.

Entonces no hubo propuesta de Liselotte, ¿eh? Incluso si Flora fuera mi primera esposa, Liselotte definitivamente llegaría al segundo o tercer asiento. Pero supongo que está ocupada, se fue justo después del banquete para ir a trabajar, después de todo.

Todavía era posible que llegara una propuesta de Liselotte en cualquier momento, pero aun así le decepcionó un poco que no hubiera ninguna propuesta de ella en este momento.

“¿Nos quedaremos en Galarc por mucho más tiempo?”

“Aún quedan varios eventos a los que asistir, pero una vez que hayan terminado, deberíamos poder regresar a Rodania”.

“Bien… Ah, entonces regresemos lentamente a Rodania una vez que hayan terminado. También me gustaría pasar por la casa de Liselotte en nuestro camino de regreso; no pude despedirme correctamente de ella en el banquete”.

Si ella no se mostraba a sí misma fácilmente, entonces tendría que ir con ella. Honesto con sus deseos, Hiroaki sugirió que regresaran solo para poder ver a Liselotte. Probablemente, el Duque Huguenot y la astuta Roanna que estaban a su lado entendieron ese hecho fácilmente.

Dicho esto, el Duque Huguenot agradecería con mucho gusto un matrimonio entre Hiroaki y Liselotte. Honestamente, el matrimonio de Liselotte por sí solo superaría abrumadoramente al matrimonio con Rosalie y Lisette en términos de beneficios.

“Entendido,” El Duque Huguenot se rio entre dientes con una sonrisa, inclinando la cabeza respetuosamente.