Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Interludio 1: Charla Secreta

Más temprano esa mañana, justo cuando Rio y los demás redujeron el paso a una caminata…

La ubicación actual era el distrito oriental del Reino de Beltrum. En lo profundo del bosque donde muchas personas habían desaparecido recientemente, había una cabaña aislada. No era de ninguna manera un establecimiento elegante, pero claramente se mantenía con regularidad y no mostraba signos de edad.

Una figura flotó suavemente hacia la cabaña. Fue Reiss. Aterrizó en silencio e inmediatamente comenzó a caminar hacia la puerta de la cabaña, luego llamó a la puerta con un ritmo particular. Una vez que lo hizo, crujió: la puerta se abrió.

“Esto es una sorpresa, Maestro Reiss…”

Dentro había tres hombres de unos treinta años, uno de ellos había abierto la puerta. En el momento en que confirmó el rostro de Reiss, sus ojos se agrandaron cuando la mano que había agarrado alrededor de su espada se relajó. Los otros dos hombres en la habitación también bajaron sus espadas y se relajaron un poco.

“Mucho tiempo sin verte, Arein. Lucci y Ven también. ¿Han estado bien?”

Los tres le sonrieron a Reiss de manera amistosa. “Sí, somos los mismos de siempre. Estábamos a la espera de nuestra próxima misión, pero no esperábamos que viniera directamente, maestro Reiss. Por favor, entre”, respondió Arein cortésmente.

Reiss se sentó en una silla de la habitación y comenzó a hablar con un suspiro dramático. “Las cosas  han tenido un desarrollo bastante problemático. Todo sucedió tan de repente, y ahora necesito su fuerza”.

Arein, Lucci y Ven también se habían sentado en sillas para escuchar a Reiss hablar, pero sabían que cuando Reiss comenzaba con este tono, las cosas solían ser tan problemáticas como él decía.

“… ¿Qué pasó?” Arein preguntó con una mirada rígida.

“La princesa Christina ha escapado del castillo y se dirige a Rodania”, reveló Reiss con calma.

“… ¿Eh?” Arein y los demás estaban con los ojos muy abiertos, pero él fue el primero en recomponerse y burlarse.

“Sé que hemos estado corriendo entre las sombras para agitar las cosas, pero parece que este reino se acerca a su límite”.

El grande y musculoso Lucci se burló de disgusto.

“Toda la razón. ¿Qué diablos estaban haciendo los chicos del castillo?”

“Un reino es un ser vivo que no perecerá tan fácilmente. Debió haber tenido ayuda para escapar del castillo, probablemente obra del Conde Claire o algo por el estilo. La princesa y su grupo se estaban escondiendo de los grupos de búsqueda de Charles Arbour en Cleia, pero han escapado de la ciudad de manera molesta al amanecer de hoy”, dijo Reiss, incluyendo sus propias suposiciones.

“¿Entonces nuestra misión es tratar con la princesa Christina?” le preguntó el taciturno Ven a Reiss.

“Si. Dado que se han escapado del castillo a pesar de todos los riesgos, deben tener algún tipo de plan en marcha. Teníamos planes de eliminar a la princesa Christina eventualmente, por lo que hacer que se uniera a Rodania en este momento sería extremadamente inconveniente. La facción Arbour ya perdió suficiente influencia por el incidente de la boda”. Reiss se encogió de hombros y suspiró con tristeza.

“Ya veo. Y ahí es donde entramos nosotros, ¿eh?” Lucci sonrió con malicia.

“El grupo de búsqueda a gran escala de Charles Arbour está actualmente buscando su paradero, pero algunas personas extremadamente molestas se han unido al lado de la princesa Christina como guardias. A este ritmo, llegarán a Rodania sin ninguna resistencia”.

“¿Alguna gente extremadamente molesta, dices?” Arein ladeó la cabeza.

“Aún no conozco los límites de sus habilidades, pero digamos que hay cuatro portadores de espadas encantadas que pueden enfrentarse a minotauros sin ningún problema”, dijo Reiss.

Los tres hombres se pusieron rígidos. “… En ese caso, ¿no sería difícil para los cuatro enfrentarlos de frente?” Ven dijo un poco vacilante.

“¿Oh? El equipo que usas está al mismo nivel que las espadas encantadas,

¿no? Tampoco tienes problemas para enfrentarte a los minotauros, ¿no? Y nuestro objetivo es la Princesa Christina, así que no hay necesidad de derrotarlos a todos de todos modos”. Reiss sonrió con atrevimiento, como si los estuviera desafiando.

“… ¿El objetivo es el asesinato, entonces?” Arein entrecerró los ojos.

“Si es posible, preferiría que el grupo de búsqueda la detenga y la envíe de regreso a Beltrum, pero… Dependiendo de la situación, será necesario matar a la princesa Christina antes de que llegue a Rodania”.

“¿No podemos ocuparnos de la princesa cuando llegue a Rodania? Eso suena mucho más  fácil que tener que lidiar con múltiples enemigos formidables”. Lucci se rascó la cabeza.

“No, su muerte después de unir fuerzas con la Restauración tendrá un significado muy diferente a su muerte antes de que tenga la oportunidad de hacerlo”, respondió Arein antes de que Reiss pudiera hacerlo.

“Exactamente. La princesa Christina es una persona excepcional, después de todo. No será una mera marioneta del Duque Huguenot, no como la princesa Flora, sino una representante de la Restauración tanto en nombre como en realidad, difundiendo su nombre por los reinos vecinos. Si eso sucediera, la Restauración ganaría impulso y debilitaría aún más el poder de la facción Arbor. Intenta asesinarla en esa situación. Le darías a la Restauración la justificación de la venganza en sus acciones; hay un tipo de poder que solo se obtiene a través de la muerte, ¿sabes?”

Es por eso que Christina tuvo que ser eliminada antes de convertirse en parte de la Restauración. Después de todo, la muerte de alguien no afiliado a su organización no podía convertirse en una justificación para la venganza. Por el contrario, si la mataran camino a Rodania, las cuestiones de responsabilidad no quedarían claras y darían lugar a una lucha entre ambos bandos.

“Ah… ya veo”, gruñó Lucci con molestia, aceptando el punto de Reiss.

“El Duque Huguenot probablemente prepararía un guion de este tipo con alegría. Incluso si se tratara de un asesinato, debe morir de una manera que no deje sospechas de ello, por lo que no será un asunto simple”.

No dejar evidencia atrás era elemental cuando se trataba de un plan como este, pero no sería suficiente con matar a Christina si se uniera a la Restauración. Si Christina era asesinada, el Duque Huguenot podría fabricar una justificación para tomar represalias contra la facción de Arbour, razón por la cual tuvo que morir de una manera que no dejara sospechas.

Si dejaban alguna evidencia para sospechar un asesinato, las posibilidades de un escenario eran infinitas. Incluso podrían preparar un sacrificio al azar y afirmar que el asesino estaba afiliado al Duque Arbor.

En ese sentido, el método más eficaz para evitar la sospecha de asesinato sería hacer que monstruos, criaturas que aparentemente no pudieran ser manipuladas por humanos, mataran al objetivo.

“Sin embargo, el asesinato es un último recurso. Uno de los cuatro es una persona particularmente molesta, no alguien con quien me gustaría involucrarme, si es posible. Desafortunadamente, siempre parece aparecer en lugares que obstaculizan nuestros planes, por lo que ha sido un gran problema… Solo entre nosotros, Lucius también casi fue golpeado hasta la muerte por él”.

“Qué… ¿El Capitán fue qué?”

Cuando apareció el nombre de Lucius, los ojos de los tres hombres se abrieron como platos. Eran miembros de los Leones Celestiales, pero no parecían saber que Rio y Lucius lucharon en Amande.

“Es por eso que, para decirlo honestamente, los cuatro solos puede que no tengamos suficiente poder de combate para ir contra él. Si se trata de un asesinato, tendremos que reunir a más personas de nuestro lado y evitar una confrontación directa. Tengan en cuenta que solo debemos intentar ganar tiempo”.

“…”

Escuchar a Reiss hablar tan bien de alguien hizo que Arein y los demás tragaran saliva, con expresión rígida.

“Bueno, ese plan es simplemente un último recurso. El objetivo principal es que el grupo de búsqueda de Charles detenga a la princesa Christina. Hacerlo significa que podemos contar la Espada del Rey y el héroe como activos de lucha de nuestro lado, así que hagan tu mejor esfuerzo”.

“La Espada del Rey es con la que el Capitán luchó por la posición del espadachín más fuerte del reino, ¿verdad…?” Ven preguntó con los ojos muy abiertos.

“Si. La habilidad tanto de la espada encantada como del hombre mismo es excepcional. El héroe con el arco divino también tiene un buen brazo, por lo que nuestro plan tendrá muchas más posibilidades de éxito con su cooperación”.

“Entonces, ¿se dirigirá primero a Charles, maestro Reiss?” Preguntó Arein.

“No, me acercaré a ellos para ver si cooperan después de haber señalado la ubicación de la princesa Christina. Sería un problema si les entregara información sin la ubicación de la princesa y se movieran por su propia cuenta. Charles es un hombre interesado en sí mismo, por lo que probablemente aceptaría un intercambio de información por su cooperación”.

“Entendido.” Arein y los demás asintieron con expresiones tensas.

“Y entonces, nuestra máxima prioridad en este momento es localizar a la princesa. Comencemos por dividir las rutas entre nosotros. Tráeme un mapa de esta zona”.

“Aquí tienes…” Ven se levantó de su asiento y trajo un mapa de papel del estante de la habitación. El mapa fue dibujado a mano con todo tipo de detalles geográficos completados, claramente diferente de los mapas aproximados de las carreteras principales que estaban en circulación en el mercado.

Reiss extendió el mapa y tarareó, mirándolo de cerca. “Charles no es consciente de que cuatro espadachines encantados se han puesto del lado de la princesa Christina, por lo que su rango de búsqueda se centraría en áreas dentro de uno o dos días de caminata. Pero pueden avanzar mucho más mediante el uso de mejoras corporales físicas para transportar personas. Podemos dejarles la búsqueda cerca de Cleia y extender nuestra red más allá”.

“En términos de puntos a los que se puede llegar en una caminata de tres a cinco días desde Cleia hacia Rodania… estos caminos aquí, y estas ciudades y pueblos postales aquí parecen probables”. Arein movió el dedo y rodeó los puntos correspondientes a lo largo de las carreteras. Los caminos se dividieron a lo largo del camino, por lo que había cinco posibilidades.

“… Entonces ustedes tres pueden manejar dónde se unen estas carreteras, en esta, esta y esta ciudad postal. Si todo va bien, quedarán atrapados en nuestra red en unos días”. Reiss señaló tres ciudades ubicadas más adelante en la carretera desde donde señaló Arein, aproximadamente a una semana de distancia a pie. Dos de ellos estaban conectados directamente a la carretera a Rodania, mientras que uno estaba a lo largo de la carretera al Reino de Galarc.

“Entendido.” Los hombres se mantuvieron alerta y asintieron.

“Les diré la composición del grupo que viaja con la princesa Christina para ayudar en su búsqueda. Son un grupo de nueve personas en la mitad de la adolescencia, por lo que deberían destacarse”.

Así, en un lugar desconocido para Rio y Charles, comenzó la búsqueda de Christina.