Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Capítulo 5: Gobernante Del Campo De Batalla

Parte 2

Rio corría a toda velocidad en dirección a Celia. El área era montañosa con una perspectiva despejada, lo que facilitaba la detección del enorme ejército de soldados a aproximadamente un kilómetro de distancia. Cargó hacia ellos sin dudarlo.

Los caballeros que montaban los grifos en los cielos parecían haber centrado su guardia en la dirección de donde venía Rio, ya que lo descubrieron de inmediato. Rio miró desde lejos mientras uno de ellos descendía apresuradamente al suelo. Unos segundos más tarde, docenas de bolas de fuego de un metro de ancho se precipitaron hacia él; había 500 metros entre ellos.

A esta distancia, deberían haberlos despedido para mantenerme bajo control.

Su objetivo estaba por todos lados. Si continuaba acercándose a su velocidad actual, la primera ola aterrizaría muy detrás de él. Rio miró una vez la lluvia de fuego, luego dirigió su atención al suelo.

Eso es…

Justo antes de que los caballeros formaran su muro de escudos, Rio vio a Orphia presionando su estómago y Celia rodando por el suelo. Su expresión inmediatamente se volvió helada. Al mismo tiempo, la primera oleada de Ignis Iecit aterrizó muy por detrás de Rio. Ahora estaba a 200 metros de distancia.

“¡Magicae Displodo!” “¡Photon Projectilis!”

Los caballeros que formaban el muro antes de que Charles disparara su magia de ataque. Un latido después, una gruesa flecha de relámpago se disparó hacia el cielo. Fue el ataque de Rui.

“¡Ignis Iecit!”

Los caballeros grifos también dispararon su segunda ola de bolas de fuego. Esta vez, su objetivo se ajustó a la velocidad de movimiento de Rio.

“…”

Rio observó el aluvión de magia de ataque sin emoción. Normalmente, uno elegiría saltar hacia un lado para evadirlo, pero Rio cargó a propósito hacia adelante, acelerando.

Lo que presenciaron los caballeros que sostenían sus escudos fue la vista de su magia de ataque atrapando a Rio uno tras otro. Photon Projectilis eran balas de fotones que tenían la fuerza suficiente para hacer retroceder a una persona desprotegida, mientras que Magicae Displodo era un cañón

mágico que tenía la fuerza suficiente para acabar con un grupo de personas. Y todavía—

“Qué…”

Los caballeros se quedaron sin habla. Su magia de ataque se desvió de Rio un momento antes de que debieran haber hecho contacto. Era como si hubiera una pared invisible o un camino que los desviaba, simplemente no chocarían. La lluvia relámpago que cayó con un ligero retraso también cayó como si estuviera evitando el contacto con Río.

Por lo tanto, Rio cargó contra la pared de caballeros sin dudarlo en absoluto.

“¡¡Aagh!!”

Los cortó como si estuviera ahuyentando moscas, fue suficiente para enviar a los caballeros volando hacia los lados.

En ese momento, Rio hizo una pausa. Sus ojos se encontraron con los de Rui, que había estado detrás de los caballeros. Pero Rio no le prestó atención, su mirada se movió hacia Orphia, Celia y Vanessa, que estaban tendidas en el suelo.

“… ¿Están vivas?” preguntó a nadie en particular.

“S-Sí. Están simplemente noqueadas”, respondió Christina nerviosamente. Ella entendió que en este momento, Haruto Amakawa, quien solo había mostrado su lado amable hasta ahora, estaba enojado. Ella se sintió abrumada por su presencia y se estremeció.

“… ¡¿Tu hiciste esto?!” Rio miró a Charles y caminó hacia él lentamente.

“Qué… ¡N-No! ¡Él lo hizo!” Charles se estremeció, señalando a Alfred mientras retrocedía.

“Tú lo ordenaste”.

Rio continuó acercándose, luego sostuvo su espada lista y la balanceó.

“¡Eek…!” Abrumado, Charles no pudo moverse. Sin embargo, Alfred se paró frente a él y detuvo el golpe de la espada de Rio.

“Charles, retírate si no quieres morir”, dijo Alfred con una expresión severa.

“¡¿Q-Qué?! ¿Te atreves a ordenarle a tu comandante…?”

“¡De prisa! ¡¿No fuiste testigo de lo rápido que llegó aquí?!”

Incluso en un momento como este, Charles respondió bruscamente, pero Alfred rechazó su objeción a la fuerza.

“¡Guh…!”

Rio balanceó su espada por completo y envió el cuerpo de Alfred volando hacia atrás, chocando con Charles en el camino.

“¡C-Cómo te atreves! ¡M-Mátalo! ¡Alguien! ¡Nadie! ¡Date prisa y maten a ese hombre!” Charles rodó por el suelo y permaneció allí mientras gemía sus órdenes. Los caballeros grifo en el aire se movieron inmediatamente en respuesta, pero Rio empujó su espada hacia arriba. Justo cuando lo hizo, estalló una ráfaga de viento similar a un tornado. Con un solo golpe de su espada, envió a todos los caballeros del cielo a la dispersión.

“Qué…” Charles estaba con los ojos muy abiertos y sin habla.

“¿Entiendes ahora? Los números y las tácticas ya no decidirán el resultado de esta pelea”, le dijo Alfred a Charles mientras se enfrentaba a Rio.

“¡Entonces haz algo con él! ¡Usa esa espada tuya! Flash Judgment, ¿no es así?”

“Ya lo hubiera hecho si pudiera… te ganaré tiempo. Toma a los soldados y retírate”.

“… ¡Guh!” Charles se dio la vuelta y comenzó a correr hacia los soldados en la colina.

“¡Haruto!” Sara y Alma finalmente se habían llegado y estaban llamando el nombre de Rio detrás de él.

“¿Puedo dejarles esto a ustedes? Necesito capturar al comandante del enemigo”. Rio fijó sus ojos en Alfred, quien se interponía en el camino de Charles que huía.

“¡Sí!” vino la respuesta desde atrás, y Rio corrió hacia adelante, pero fue interceptado por Alfred.

La espada de Alfred inmediatamente comenzó a brillar, luego disparó luz para cortar el área mientras cortaba con ella. Sin embargo, Rio lanzó una ráfaga de viento similar a un tornado para contrarrestar el ataque de Alfred. Alfred continuó disparando rayos de luz uno tras otro. Rio hizo lo mismo con su viento. Fue un intercambio de luz y viento de los dos guerreros.

Los rayos de luz consumían mucha esencia mágica, por lo que no era algo que uno normalmente usara imprudentemente, pero este fue el último recurso de Alfred después de que sintió la brecha en sus habilidades con su primer ataque. Si se enfrentaba a Rio solo con su espada, perdería.

Sin embargo, no hubo cambios en el hecho de que las habilidades físicas de Rio superaban con creces las suyas. Alfred fue empujado gradualmente hacia la colina.

“Ugh…”

En algún momento, Rui se había dirigido a la colina donde Charles había huido. Disparó una flecha relámpago hacia Rio.

Rio dio un paso atrás y cortó la flecha, luego se detuvo y miró a Rui. “…

¿Te vas a interponer en mi camino?”

“Cuánto tiempo sin verte, Haruto, no te he visto desde el castillo real de Galarc, ¿creo?” Rui saludó a Rio.

“De hecho”, respondió Rio brevemente.

“No quería volver a verte así, si es posible…” admitió Rui un poco incómodo.

“Yo tampoco. Si no te interpones en mi camino, no tendré que atacarte”.

Rui le dio una sonrisa de dolor y negó con la cabeza lentamente.

“Desafortunadamente, no puedo permitir eso. Después de todo, soy el héroe de su reino”.

“… Entonces haré todo lo posible para no matarte”, dijo Rio con un suspiro, su agresión menguando-