Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Capítulo 3: ¿Signos De Los Perseguidores?

Parte 2

Después de ese encuentro, aseguraron un lugar en la posada de la ciudad.

Rio ordenó a los demás que esperaran en la posada antes de irse solos para investigar la ciudad, creyendo que era importante recopilar información con calma primero.

Se detuvo en los puestos de comida para comprar bocadillos y conversar con los dueños de las tiendas, confirmó lo que decían los avisos de buscados en el tablero de anuncios de la ciudad y luego regresó a la posada 30 minutos después. Todos se reunieron dentro de una de las habitaciones que alquilaron para discutir.

“Primero, parece que pasa un soldado de la ciudad cercana una vez a la semana. Pero hoy no es ese día, y tampoco parece que el grupo de búsqueda haya llegado antes que nosotros”, dijo Rio.

“Lo que deja el problema del aviso de búsqueda y esos hombres groseros”, dijo Sara con un puchero.

“Hay algo de lo que me di cuenta del aviso y me molesta. El aviso que tenía el hombre no existía en el tablón de anuncios de la ciudad”.

“… ¿No es eso porque ese hombre lo tenía?” Alma ladeó la cabeza.

“Eso es exactamente lo que me molesta. Ese aviso de búsqueda no tenía un sello de publicación. Un simple aventurero en una ciudad como esta no debería tener la copia original de un aviso de búsqueda, por lo que probablemente era una copia transcrita. Pero si es así, ¿no le parece extraño? No hay ningún original en la ciudad, pero hay una copia”.

“En efecto. Quitar un aviso original del tablero de anuncios se considera un delito grave para ayudar a los delincuentes a evitar el arresto. Los únicos que pueden llevarse consigo son copias”, explicó Vanessa.

“Sí, lo que significa que existe la posibilidad de que el aviso de búsqueda esté falsificado”.

“La falsificación de documentación oficial es un delito capital…” dijo Vanessa, frunciendo los labios con solemnidad.

“También es posible que se tomaron todas las copias preparadas, por lo que el original se eliminó temporalmente para hacer nuevas copias. Bueno, no hay forma de confirmar eso en este momento, así que veamos algunos de los otros puntos”.

“¿Te refieres al contenido del aviso de búsqueda?”

“Así que también lo notó, Su Alteza,” dijo Rio. En ese momento, los únicos que miraron el aviso fueron Rio y Christina.

“¿Había algo extraño en eso?” Preguntó Celia.

“Si ese aviso de búsqueda era realmente para nosotros, entonces estaba demasiado bien informado sobre nuestros números y los detalles de nuestras edades y géneros. Charles Arbour, el líder del grupo de búsqueda, no debería haberse dado cuenta de que otras cinco personas se han unido para escoltar a Su Alteza”.

Rio, Celia, Sara, Orphia y Alma. Estos cinco aún no habían sido presenciados junto con Christina por el grupo de búsqueda. Y, sin embargo, el aviso de búsqueda había indicado que había alrededor de diez, probablemente nueve.

“Ah…” Celia entendió.

“… ¿Cree que ese aviso de búsqueda se preparó para nosotros, Sir Amakawa?” Christina le preguntó a Rio.

“Para ser honesto, no puedo asegurarlo. La cantidad de personas, géneros y edades encajan perfectamente con nosotros, pero los nombres de los criminales no estaban escritos. La única persona que notó su apariencia en detalle fui yo. En base a esto, parece que el aviso fue escrito por alguien que no conocía los antecedentes de quién estaba escribiendo… por lo que podría ser solo una coincidencia. El hecho de que el crimen haya sido catalogado como el secuestro y asesinato de una figura importante también me molesta”, respondió Rio.

“Bien, eso tiene sentido. Pero me molesta que haya demasiada información que coincida”. Christina parecía un poco inquieta.

“También estoy estancado en ese punto. Hay una persona en la que puedo pensar que podría haber hecho tal aviso, pero es posible que esté pensando demasiado en las cosas”.

“Podría esa persona ser…”

“Reiss. Ni siquiera el Conde Claire se da cuenta de que Sara, Orphia y Alma acompañan a Su Alteza, y Reiss es el único que nos vio a los nueve juntos después de la batalla en el bosque. Habría podido confirmar nuestros números y géneros

“N-No me digas… ¿Apareció ese hombre en ese momento para hacer este aviso de búsqueda?” Vanessa tartamudeó.

“¿Reiss podría estar cooperando con Charles…? Él es la persona que puede ser el embajador del Imperio de Proxia”, agregó Celia. Ambas tenían caras ansiosas.

“¿Quién sabe? Si Reiss está trabajando con Charles, sería extraño que no hubiera descripciones más detalladas de Su Alteza, Vanessa, Kouta y Rei en el aviso”.

Además de eso, si Reiss estuviera detrás de esto, habría mencionado los antecedentes de Rio, pero no lo dijo en voz alta.

“Soy de la misma opinión que Sir Amakawa. Si Charles y Reiss están colaborando, entonces esa debería ser la figura importante que se menciona en el aviso, pero no creo que Charles inventaría mi muerte incluso en un crimen falso, no a menos que yo estuviera realmente muerto, claro. Si intentaba algo tan impertinente y luego se encontraba con una contradicción, no podría explicarse”, dijo Christina de acuerdo con Rio.

“… ¿Lo que significa que Charles no estuvo involucrado en la elaboración de ese aviso de búsqueda, y fue simplemente una falsificación hecha por Reiss?” Celia preguntó en confirmación.

“Sí, eso es posible. Sin embargo, no tenemos medios para confirmarlo en este momento, y aún es posible que este aviso no tenga ninguna relación con nosotros. Es extremadamente preocupante”, respondió Rio.

“¿Pero no es tan malo? Si es cierto, entonces deberíamos dejar este pueblo lo antes posible…” sugirió Celia con una rígida mirada de miedo.

“No lo recomendaría ahora. Después de que pusimos a los hombres detrás de nosotros en la puerta de la ciudad, corrieron tras nosotros y nos siguieron hasta aquí. Estoy seguro de que hay gente vigilando fuera de la posada en este momento. ¿No es así, Sara?” Dijo Rio.

“Si. No son las personas que se acercaron a nosotros en la puerta, pero son dos”, dijo Sara mientras miraba por un hueco entre las cortinas.

“Reiss no usaría hombres tan obvios para levantar la guardia a propósito, así que podemos asumir que no está en esta ciudad por ahora, al menos. En ese sentido, no hay necesidad de salir de la ciudad de inmediato”.

“Lo que significa que nuestro problema actual son los aventureros de este pueblo que sospechan de nosotros”, dijo Vanessa con el ceño fruncido.

“De hecho lo hacen. El sol ya se ha puesto, así que si nos vamos de la ciudad ahora, seremos sospechosos de actuar a la sombra. En cambio, deberíamos irnos audazmente a primera hora mañana por la mañana”, sugirió Rio. Luego, agregó: “Sin embargo, no saldremos por la puerta este hacia Galarc, sino por la puerta oeste por la que pasamos originalmente”.

“Espera, espera un minuto. ¿No causaría más sospechas si volvemos por el camino por el que vinimos?” Vanessa interrumpió apresuradamente.

“Tienen gente vigilándonos fuera de la posada, por lo que ya sospechan de nosotros de una forma u otra. También quiero confirmar si están asociados con Reiss, por lo que sería mucho mejor si atacan. Aunque no me puedo imaginar que Reiss usaría a alguien que hizo un movimiento tan fácilmente”.

Pero era posible que eso fuera lo que ellos también querían que pensara. Sin embargo, una vez que comenzó a analizar las posibilidades, los límites eran infinitos, por lo que tomó nota de ello en su mente.

“¿Y si no se mueven?”

“En ese caso, seguiremos hacia el oeste hasta que los perdamos, luego dejaremos la carretera y regresaremos al este. Se traducirá en una pérdida de tiempo, pero podemos subir por encima del valle que rodea esta carretera y rodear la ciudad. De esa manera, pensarán que nos retiramos al oeste”.

“Ya veo… es atrevido, pero efectivo”, tarareó Vanessa.

“No tengo objeción. Vayamos con ese plan”, aprobó Christina. Así, terminaron su discusión y se dedicaron a preparar las comidas y descansar para lo que vendría al día siguiente.

***

Mientras tanto, en un pub de la misma ciudad, el grupo de aventureros que habían llamado a Rio y a los demás se reunieron en un grupo de aproximadamente veinte personas.

“¡Que se joda ese bastardo engreído de pelo gris!”

Entre ellos había un gran aventurero, reclinado en su silla mientras maldecía con odio al recordar su encuentro con Rio. Golpeó su jarra de madera de cerveza barata contra la mesa, provocando que los platos cercanos rebotaran ligeramente.

Intenta volver a preguntar con la palabra ‘por favor’.

Estaba enfurecido por lo arrogante que había sido la orden repentina.

¿Quién se creía ese mocoso que era? El hombre se encasilló, haciendo que su irracional ira se hiciera más intensa.

“Cálmate, amigo”, dijo un aventurero más pequeño que no había estado allí.

“No puedo. Eso me cabrea.”

“No sirve de nada pedírtelo”. El hombre más pequeño negó con la cabeza, volviéndose hacia los demás que estaban allí.

“… Entonces, ¿cómo fue realmente?”

“Bueno, sus características coincidían exactamente con lo que estaba escrito en el aviso”, dijo un hombre, con aspecto bastante sombrío.

“¿Qué, pasó algo?”

“No, es difícil precisar si son  las mismas personas o no basándose únicamente en la información de este aviso. Sin embargo, estábamos demasiado sorprendidos por la recompensa como para darnos cuenta al principio”.

“Bueno, sí”, asintió el pequeño aventurero.

“¡Tienen que ser ellos! Su edad, género, número… ¿Tres hombres jóvenes y seis mujeres jóvenes en la mitad de la adolescencia? ¡Es demasiado perfecto! ¡No hay forma de que alguien más que cumpla con los requisitos con tanta precisión pueda pasar!” gritó el hombre grande que guarda rencor contra Rio.

“En otras palabras, ¿esos niños son los delincuentes en el aviso de búsqueda?”

“¡Sí, son los sucios criminales! ¡Deberían conocer su lugar! Maldita sea, no puedo perdonarlos”. El hombre grande se enfureció en una muestra firme de afirmación.

“Dices eso, pero ¿qué puedes hacer? Todo lo que tenemos que hacer es informar al hombre que nos dio esta solicitud y nos pagarán una bonificación, ¿sabes? Incluso recibimos un pago por adelantado considerable”.

“¡Esos mocosos no son la gran cosa! ¡Tres niños y seis niñas, frente a los veinte adultos físicamente hábiles! Incluso si recibimos una bonificación, solo serían unas pocas piezas de oro como máximo. Eso no es nada una vez que se divide entre todos nosotros. En lugar de aceptar una miseria, ¡podemos atarlos y entregárselos a los funcionarios nosotros mismos por 500 de oro! Es obvio cuál es la mejor opción”.

500 monedas de oro. El número era realmente tentador. Lo suficientemente tentador como para abandonar la razón, incluso.

“¿Cierto? Pensé lo mismo. Si no es un trabajo que tengamos que pasar por la ciudad para aceptar, entonces tampoco habrá una penalización del gremio”.

El pequeño aventurero parecía estar esperando que la conversación tomara esa dirección.

“Hehe”.

“Las mujeres también eran hermosas bellezas”.

“Sí, eso fue una locura”.

“Si son criminales, entonces no importará lo que les hagamos”.

“Cierto. Solo son criminales”.

Y así. Las voces de acuerdo surgieron en voz alta.

“Heh, parece que está decidido”. El hombre grande sonrió satisfecho. “Lo que significa que necesitamos un plan. Si vamos a hacer esto, entonces obviamente debe estar fuera de la ciudad. ¿Qué tal si llevamos a cabo esto mañana, una vez que se hayan ido de la ciudad?” sugirió el hombrecillo con una sonrisa maliciosa.

“Has estado pensando en deshacerte de la solicitud desde el principio, ¿no es así?”

“Vaya, eso va para los dos”.

“Hmph. Enseñemos a esos mocosos lo aterrador que puede ser el mundo”.