C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 12

Epílogo: Confesión

Parte 2

Impotencia. Arrepentimiento. Culpa.

Cargada por estos sentimientos, Kirika corrió.

Odiaba su propia estupidez. Siguiendo la corriente sin darse cuenta. Empezando su camino a casa aturdida, había llegado de forma muy natural a la casa de los Yachi. La repentina sensación de realidad en aquel entonces ahora también la reprendía. Superada por la vergüenza, Kirika no tuvo más remedio que marcharse como si huyera.

Todos pensaron que ella se quedaría a cenar como si fuera la cosa más natural del mundo. Esa familia también la había aceptado con mucha naturalidad. Pero este hecho la llenó de sufrimiento.

Claramente ella no había hecho nada. No, no sólo eso…

“¡Representante de clase! ¡E-Espera, por favor, para…!”

“¿?”

La voz que entraba en sus oídos hizo que Kirika se detuviera por reflejo. Pasó un tiempo sintiendo innumerables emociones que sacudieron su cerebro mientras giraba para mirar hacia atrás con temor. Él, Yachi Haruaki, se inclinaba ligeramente hacia delante, jadeando fuertemente sin aliento. Un brazo estaba suspendido en un cabestrillo mientras que la otra sostenía una familiar bolsa de papel. Al darle la bolsa de papel, dijo:

“Huff… Huff… Esto… Olvidaste llevarlo contigo… Hombre, realmente me falta ejercicio.”

“Oh… Lo siento… Gracias…”

Esa voz era superficial. Dentro de su mente, la voz que susurraba en su corazón estaba diciendo una respuesta diferente. Absolutamente ridículo, absolutamente ridículo, absolutamente ridículo.

Kirika tomó la bolsa de papel a la ligera. “Bien.” Haruaki contuvo el aliento y enderezó la espalda. Casualmente, el teléfono celular en su bolsillo hizo un sonido. Aparentemente era un  mensaje  de  texto.  Haruaki  dijo:  “Discúlpame  un  momento.”  Luego  leyó  el  texto rápidamente.

Después, con una sonrisa recatada, cerró el teléfono.

“Increíblemente, es de Kururi. Solo una frase. Ella dijo: ‘Decidí comprar un sombrero de pesca’… Jaja, creo que mis sugerencias no se desperdiciaron. Pero todavía no entiendo por qué su reacción es tan fría.”

“¿Eso es así?”

Kirika bajó los ojos y solo concurrió a medias. ¿Por qué?

“Sí,  aunque  perdió  mucha  sangre,  las  lesiones  que  sufrió  aparentemente  no  fueron  lo suficientemente graves como para ser fatales… Gracias a Dios.”

“¿Gracias a dios?”

“Uh, por supuesto, no es como si todo estuviera bien, pero creo que definitivamente hubo algunas cosas buenas. Es una pena que no hayamos podido obtener el Disco de Indulgencia, pero Hinai Elsie volverá a su lado.”

“… Absolutamente ridículo.”

Ella ya no podía soportarlo. Su voz se deslizó fuera de su boca. Mirando su brazo, Kirika continuó. ¿Por qué, por qué, por qué?

“¿Estás diciendo… gracias a Dios? ¡Absolutamente ridículo, argh, absolutamente ridículo! ¿Cómo es posible que las cosas sean buenas? Por supuesto que no. ¡No son buenas en absoluto! ¿Por qué estás diciendo algo así? Claramente tú… tú… ¡También fuiste herido!”

“Uh… ¿Qué dijiste… representante de clase…?”

Mierda, pensó. Pero su voz no pudo detenerse.

Algo se había salido de control. La aguja de su calibre emocional había pasado el límite.

“Todo esto es mi culpa.”

“¿Eh?”

“Toda la culpa de que te lastimaran es mía.”

Tan pronto como Kirika terminó de hablar, Haruaki agitó frenéticamente su brazo móvil y habló con una expresión seria, ansiosa y desconcertada:

“¡E-Esto no es tu culpa, representante de clase! En ese entonces, me estabas salvando, representante de clase. Si no hubieras usado «Trágico» para atraparme, ¡Kururi y yo nos habríamos caído del todo!”

“¡Eso no es a lo que me refiero! ¡No es eso!”

Ella no podía apartar la mirada de su brazo herido.

Impotencia. Arrepentimiento. Culpa. Estas emociones seguían chocando repetidamente en las profundidades de su corazón.

Se sentía impotente porque no había hecho lo que se suponía que debía hacer. No importaba cuánto se arrepintiera, no había final para sus lamentos. Por lo tanto, se convirtió en un sentimiento de culpa donde parecía que alguien la estaba azotando con un látigo.

Estas emociones la reprendían con dureza. Torturándola como una maldición. Como resultado, Kirika movió sus labios en arrepentimiento:

“Si… Si hubiera recogido la llave que me lanzaron en ese momento, si lo hubiese hecho, si la hubiera agarrado con fuerza… ¡No habría hecho que te hicieran daño! Todo es culpa mía. También, desde el principio conocía la meta de Pakuaki. Así es, es porque lo sabía, ¡por eso no me acerqué en ese momento!”

“¿Q-Qué estás diciendo?” Mierda.

Cállate.

Date prisa y detente.

“¡Si hubiese sido yo quien lo sostenía, seguramente, seguramente, seguramente! ¡Habría abierto la caja en un instante! Konoha-kun y Fear-kun podrían haber pensado lo mismo,

¡pero sé que soy diferente a ellas! ¡Las he superado! No, creo que sí, siempre lo he creído, así que definitivamente habría abierto la caja. ¡Claramente, si eso sucediera, no te habrías lesionado! Pero vacilé. Porque ese hombre estaba en frente. ¡Yo, vacilé!

Ah, sí.

Desde luego que sí. Absolutamente. Puedo abrir la caja en un instante. Kirika movió su mirada para ver su cara.

Como siempre…

Un poco desconcertado y confundido

A pesar de sufrir una lesión, actuando como si hubiera olvidado esa lesión… Pareciendo estar sinceramente preocupado por mi extraño comportamiento… Mirando como si estuviera tratando de entender mi incomprensible despotricarían…

Su extrema bondad. Con solo mirarlo, mis emociones pueden calmarse, las profundidades de mi corazón se calientan, haciéndome desear estar junto a él por toda la eternidad.

Su rostro.

Por alguna razón.

Tan pronto como vi su cara, las lágrimas brotaron de mis ojos.

Lo miró con los ojos abiertos de sorpresa. Aun así, todavía estaba preocupado por mi estado actual.

Déjame admitirlo de nuevo. Estoy segura de poder activar la llave que acumula emociones en un instante. Estoy segura de proporcionar a la llave las emociones necesarias en un instante. Es por eso que estoy llena de arrepentimiento y culpa.

Estas emociones implicaban una cosa: el orgullo.

Respecto a él, comparada con cualquier otra persona en el mundo. Yo…

Esta chica llamada Ueno Kirika y este chico llamado Yachi Haruaki… “… Porque… te amo…”

De hecho, en la medida en que no perderé ante nadie en el mundo, estoy segura desde el fondo de mi corazón, que soy la que más lo ama.

Este orgullo que siento por amarlo. Nada más que eso.

“…”

Después de unos segundos de retraso, finalmente…

Finalmente me di cuenta de que esas palabras se habían escapado de mi boca al mundo real. También noté que me miraba, enraizado en el lugar.

“Ah…”

Date prisa y detente. No.

No te detengas.

Sintiendo sus mejillas en llamas, sintiendo el calor de las inexplicables lágrimas, sintiendo su mirada sobre ella, sintiendo la falda que estaba agarrando con fuerza…

Ueno Kirika repasó las cosas en su mente. Ella ya había decidido pelear.

Como ya había llegado tan lejos, no podía hacer nada como escapar.

Suponiendo que él se diera cuenta de sus sentimientos por las palabras que descuidadamente acababa de dejar escapar… No, esta suposición ya no tenía sentido. Teniendo en cuenta su expresión, era casi seguro que el mensaje fue entregado. Precisamente por eso, precisamente por eso, no tenía más remedio que hacer esto.

¡Vamos, vamos, vamos!

¿Ese ‘Te amo” estaba bien por sí solo? Falta de voluntad y de sentido, este tipo de confesión decepcionante que simplemente se escabulló en un momento de descuido, ¿estaba realmente bien? No está bien, ¿verdad, Ueno Kirika? Como ya se habían hecho disparos para declarar la guerra, la ofensiva no debía detenerse en absoluto. Esto no debe ser tratado como si nunca hubiera ocurrido. En ese caso…

No importa lo que pueda resultar.

No estoy siendo controlada por otros. Las circunstancias tampoco me obligan a decirlo. En lugar de por el bien de los demás, deseo mantener la cabeza en alto con orgullo para mí, haciendo una confesión en la que simplemente estoy siguiendo mis propios sentimientos.

Esta vez, tengo que usar mis propios medios, debo usar mi voluntad sin distorsiones, debo utilizar palabras para expresarme de forma genuina.

Entonces no hay más remedio que borrar… esa confesión a medias que acabo de hacer,

¿verdad?

Ella lo entendió claramente, muy claramente.

Por lo tanto, una vez más Kirika miró directamente a Haruaki.

Tratando desesperadamente de mantener el control de su voz que estaba a punto de temblar. Entendiendo claramente que no había necesidad de echarse atrás debido a los demás.

Sosteniendo su cabeza en alto con orgullo, ella declaró:

“Siempre te he… considerado como un miembro del sexo opuesto… y te he amado, Yachi.” Podía sentir su mano temblando sin parar, agarrando su falda con fuerza por todas partes.

Podía sentir su cuerpo y su mente aún congelados.

Así como detrás de él…

Podía ver a Konoha de pie, congelada con una expresión de shock total. Entonces la bolsa de la compra en la mano de Konoha cayó a sus pies. “¡Konoha-kun…! ¡Espera…!”

Antes de que la voz de Kirika pudiera alcanzarla, Konoha ya se había girado y había echado a correr.

***

Oh, vaya… Qué gran sorpresa. Este tipo de cosas pasan, ¿no? De vuelta a la escuela media, Haruaki-kun era tan lindo la primera vez que recibió una carta de amor y estaba preocupado por ello… Creo que rechazó a la chica, citando que estaba ocupado con las domésticas, ¿no?

¡Bien hecho, así se hace, sí…! Dejando eso a un lado, bolso, bolso, bolso. Hablando de eso, volví para buscar mi bolso. ¿Termine por pedirle a Fear-san que comprara veinte paquetes de galletas de arroz? Sólo come todo lo que quieras, lo que sea. ¿Dónde está mi bolso? ¿En este agujero de árbol? ¿No hay ninguna ardilla aquí…?

“Huff… H-Huff… ¿Huff…?”

No sé por qué estoy sin aliento y cubierta de sudor. ¿Corrí todo el camino hasta aquí?

¿Dónde estoy ahora? Oh, es el bosque detrás de la casa Yachi. Actualmente estoy apoyando mi frente con fuerza contra uno de los troncos de los árboles. ¿Por qué estoy aquí? Se siente como, en mi mente, no entiendo, hay vagos recuerdos de correr locamente a toda velocidad. Mi conciencia es extremadamente confusa. ¿Qué pasó? Parece que sucedió algo que no puedo aceptar de inmediato mientras conservo mis sentidos de compostura, ¿o es algo que necesita un poco de tiempo para reaccionar con calma? Sí. Está bien. Algo sucedió. Pero antes déjame esperar. Mi corazón está latiendo con fuerza, locamente, así que primero déjeme calmarme. Cálmate. Vamos a olvidarlo por ahora. Respira hondo, inhala, exhala…

En este momento, se escuchó el ruido de pasos en las hojas. Konoha miró hacia atrás.

“Oh, vaya, hola.”

Fue Sagisaki-sensei quien había llegado, así que Konoha la saludó.

-Por supuesto, a la Konoha normal le habría parecido muy poco natural aparecer aquí, en el bosque detrás de la casa de los Yachi. Pero en este momento, definitivamente no era normal y absolutamente diferente de lo habitual.

Por lo tanto, Konoha le permitió acercarse a ella. Konoha permitió que la pequeña profesora recién nombrada, vestida con un traje con medias de liga negras, pero que actualmente no mostraba nada de su habitual cobardía, timidez o fragilidad, solo exudando el aura de un guerrero trascendental, Sagisaki-sensei, se dirigiese paso a paso hacia ella.

“Originalmente tenía la intención de esperar hasta la hora de dormir para hacer mi movimiento. Pero debido a que la fortuna ha presentado una apertura aún mejor, no hay razón para dejarla pasar.”

Hablaba muy diferente de su habitual diálogo a la ligera que siempre tenía una voluntad débil, pero que trataba de actuar como una maestra apropiada. Más bien, fue todo lo contrario. Susurrando suavemente, pronunció palabras que exudaban certeza y un sentido del pasado.

A continuación, sacó una extraña máscara del bolsillo interior de su chaqueta y se la puso en la cara.

Esta era una máscara glamorosa que cubría solo la mitad superior de su cara, pareciendo que uno la usaría para actuar en una ópera. Se instalaron cuentas rojas de vidrio en las partes de los ojos. Cordones cortos extendidos desde las sienes de la máscara, conectados a dos dispositivos delgados que se balancean hacia adelante y hacia atrás.

A estas alturas, Konoha finalmente notó alarmada que las cosas no estaban del todo bien. Pero fue demasiado tarde.

Su ritmo de entendimiento fue lo suficientemente lento como para ser fatal.

Una nueva presencia apareció por detrás cuando se utilizó una fuerza bruta asombrosa para sostener sus brazos detrás de su espalda, inmovilizándola.

“Tú eres… ¡Kotetsu!”

“Los preparativos están completos, Nirushaaki-sama.”

“Precisamente. Los preparativos están completos, ahora que hay dos Discos de Indulgencia para aligerar la maldición combinados con mi entrenamiento como usuario. ¿Ninguno de los tuyos lo ha notado? Durante la excursión de la escuela, me he estado entrenando para controlar este Wathe. Por eso estaba constantemente enferma, descansando en mi habitación de hotel. Este fue un entrenamiento que mató dos pájaros de un tiro… satisfaciendo la maldición de Kotetsu que necesitaba beber sangre mientras manejaba las secuelas, usando este  Wathe  para  manipular  los  recuerdos  de  las  víctimas  desmayadas.  Pero  los  tontos

humanos, incluyendo a tu facción, aparentemente consideraron estos sucesos como nada más que anemia o golpe de calor.”

La mujer enmascarada se estiró y agarró la cabeza de Konoha. Konoha luchó violentamente pero Kotetsu selló sus movimientos con toda su fuerza. Le era imposible luchar como quería.

“¿¡Nirushaaki…!? ¡Eres la de última vez! Ustedes dos… ¿qué pretenden… hacer conmigo…?”

“Está bien decírtelo. Se trata de «Bartolomey Oblivion», un Wathe tomado de un auxiliar del Dominio de los Caballeros. El daño causado a la mente del usuario por la maldición es directamente proporcional a los efectos de la activación. Por lo tanto, se equivocaron. Esta no es una herramienta que pueda borrar un máximo de treinta minutos de recuerdos. ¡El límite de treinta minutos es simplemente porque el usuario insignificante, un ser humano ordinario, no puede soportar los efectos durante más tiempo! Este límite puede ser superado siempre que no se esté satisfecho con ser ordinario, recurriendo a medios extraordinarios. Por ejemplo, yo, una que vive simplemente buscando la fuerza suficiente para convertirse en dragón, simplemente creyendo en la fuerza, amando la fuerza, confiando en la fuerza.”

Ella luchó pero no pudo escapar. Siendo demasiado descuidada Konoha rechinó los dientes con angustia.

“La fuerza de un dragón no se limita sólo al cuerpo. ¡Naturalmente, la fortaleza mental también cuenta! Con mi implacable entrenamiento, he obtenido plenamente la fuerza que requiere una fuerza de voluntad inquebrantable para resistirla! Y ahora, he instalado dos Discos de Indulgencia! Por lo tanto, ahora es posible! Mi objetivo… Ah, de hecho, esos caballeros también se equivocan en las propiedades de este Wathe. Estrictamente hablando esto no es algo para borrar recuerdos…”

Los labios de la mujer se torcieron hacia arriba de una manera muy ominosa. “… ¡Este es un Wathe para volver la mente al pasado!”

Al instante, una horrible sensación cruzó por la mente de Konoha. Instintivamente, ella estaba  a  punto  de  comprender  cierto  asunto.  ¿Imposible?  ¿Cómo  podría  ser  posible?

¡Imposible! “¡E-Espera…!”

“¡No puedo esperar más! ¡He esperado tanto tiempo este momento que me he vuelto impaciente! ¡Sera mía, Muramasa, el arma más poderosa! No es una imitación falsa como

esos instrumentos de tortura, ¡sino el rey de las armas creada para la batalla! Actívate ahora

¡«Bartolomey Oblivion»! ¡Vuelve su mente a hace doscientos años!”

Mientras gritaba, la mujer aplicó mayor fuerza a sus manos sujetando la cabeza de Konoha.

Algo se estaba vertiendo dentro, algo se fue perdiendo gradualmente. Su cerebro se sentía como si estuviera siendo agitado por la fuerza. Todos sus sentimientos retumbaron mientras se arremolinaban en un vórtice, tragando todo desde el centro de su cuerpo. ¡Tan abrasador, tan frío, tan sombrío, tan oscuro, tan doloroso, tan rápido, tan cómodo, tan duro, tan despreciativo, tan feliz, tan triste, tan delicado, tan intenso, yo misma, yo misma, yo misma!

“¿Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh?” “¡Guh, a-aoooooooaaaaaaaa!” “¿Nirushaaki-sama?”

“¡Continúa…! ¡Kotetsu! Ga-ahhhhhhh… No debería… perder… Yo que debería convertirse en un dragón, yo… no debería… perder ante este nivel de… ¡Maldición! ¡Urghhh, gah, ja! Geh, huff… No… me subestimes… Ahhhhhh… Oh, maldición, oh, maldición, ¿¡esto es todo lo que tienes!? ¡Inclínate… ante mí…!”

Como una reacción en cadena, se oían gritos. Crujidos que suscitaban dolor. El hedor de la sangre. El mal olor de los jugos gástricos. Girando, girando, girando, girando, girando, girando, girando.

¿Están mis ojos abiertos? ¿O están cerrados? Konoha poco a poco no pudo decir nada en absoluto.

Absolutamente todo, todo, todo. Incluso se olvidó de quién era ella. (Haru… aki…-kun…)

Quedo inconsciente.

***

En un bosque desolado.

En silencio, una figura estaba de pie, ligeramente baja en estatura, pequeña en construcción, vestida con un atuendo de estilo japonés.

Sin decir una palabra, esta persona estaba mirando a las dos personas que se derrumbaron en el suelo. La figura simplemente observa sin moverse en absoluto. Poco después, una de las figuras colapsadas se incorporó.

Esa persona sostuvo su cabeza, frunció el ceño y se limpió la sangre que goteaba de su nariz. Ella escupió la sangre persistente en su boca, mezclada con jugos gástricos. Luego, tambaleándose inestablemente, intentó levantarse. Kotetsu frenéticamente se acercó para apoyarla por sus axilas.

“¿Estás bien?”

“Hmm… Realmente no puedo describirlo como que ocurrió según planee. El daño sufrido es más grave que en cualquier batalla contra enemigos formidables en el pasado. Pero como este daño no es físico, debería recuperarme con bastante rapidez.”

Dejando eso a un lado… Ella inclinó la cabeza para mirar a la otra persona. “La pregunta es, ¿sabe cuál es el resultado?”

Luego pasó un poco más de tiempo.

Tirada en el suelo, lentamente la chica levantó la parte superior de su cuerpo. Sus ojos parecían adormecidos, pero también como una hoja recién blandida. Nada podía ocultar el brillo en sus ojos.

Con pereza, ella examinó sus alrededores y dijo:

“¿Hmm…? Parece que… he dormido mucho tiempo. ¿Dónde… qué lugar es…?” Nirushaaki sonrió. Entonces poderosamente y concisamente, susurró.

“Éxito.”

La chica recién despertada bostezó y miró a las dos que estaban de pie.

“Bostezo… Aunque no lo entiendo muy bien, la pequeña muchacha de allá, cubierta por el hedor de la sangre fresca y el campo de batalla, desprendes un olor entrañable. ¿Eres mi dueño actual?”

“En efecto.”

“Sí, ahora entiendo.”

Luego, mientras se estiraba y se levantaba, de repente su mirada se detuvo en Kotetsu, quien apoyaba los hombros de Nirushaaki.

“¿Y ahora qué, tú también eres una espada?” “¡Sí…!”

Se acercó y examinó a Kotetsu atentamente de cerca.

“Oh… Pareces ser un excelente espécimen, toda una cuchilla mordaz. Además, parece que has ocupado tu lugar, colgando de la cintura del maestro, antes que yo. Hmm, ¿cómo haremos ahora? ¿Tendremos un concurso de esgrima? ¿Para decidir quién merece ser la espada principal del maestro? Fufufu, pero prepárate, incluso como compañeras espadas poseídas por el mismo maestro, no tienes la garantía de sobrevivir a una batalla contra mí. Si intentas cruzar espadas con Muramasa, debes poseer gran resolución y preparación…”

Estaba tan cerca que podía sentir su aliento en la cara de Kotetsu. La chica emitió un aura como una bestia carnívora que evaluaba a su presa, incluso emitiendo intención asesina, así como la presencia de una espada que parecía que cortaría todo y cualquier cosa al contacto.

En medio de esta atmósfera, Kotetsu mostró una expresión de alegría.

La cara de Kotetsu se sonrojó como si estuviera en llamas, mirando la espada frente a ella con ojos de admiración idolizante.

“A-Ahhh… ¡M-Muramasa-sama! ¡La espada entre espadas, una verdadera espada hecha para la masacre…! ¡Siempre te he considerado como mi objetivo, Muramasa! También le he dicho a Nirushaaki-sama que me contento con ser una espada secundaria si puedo permanecer al lado de Muramasa-sama!”

“¿Eso es así?”

“De hecho. Esa es también mi intención.”

“¡Tu humilde servidora, Nagasone Kotetsu Nyuudou Okisato, cree sinceramente que poder luchar a tu lado, Muramasa-sama, es una felicidad suprema y sin paralelo! ¡Ah, por fin la verdadera Muramasa-sama ha regresado, finalmente has regresado…!”

“Hmph, qué denominación tan escandalosamente larga. Dicho esto, no tengo idea de lo que quieres decir con que regrese… ¿Oh, vaya?”

En este momento, ella frunció el ceño ligeramente y dio un paso adelante.

… Llevando su mano a la falda de Kotetsu. “¿¡A-Ahhhh, hyah, Muramasa… -sama…!?”

Después de sentir alrededor de la falda por un rato, ella inclinó la cabeza y dijo perpleja:

“¿Qué es esto? Estaba pensando que eras una chica, pero realmente eres un chico. ¿Por qué vestirte como una chica?”

“A-Ahhh, umm… Un antiguo maestro… Umm… ¡Nnnn!”

“Hmm, ahora lo recuerdo. Entre los generales que solían manejarme, la pederastia era una práctica bastante de moda. No hay nada de qué sorprenderse.”

Ella retiró su mano con comprensión instantánea. Jadeando y sonrojándose intensamente, Kotetsu la miró aturdida, también pareciendo un poco arrepentido.

“Bueno,  entonces,  el  campo  de  batalla  nos  espera,  aunque  no  estamos  partiendo  de inmediato. En cualquier caso, primero debemos restaurar nuestra energía.”

“Como tú lo dices, obedeceré… Además, el hambre está a la mano. Por cierto, mi comida favorita es la carne.”

A pesar de ser un poco inestable, pero probablemente debido a su orgullo como maestra, Nirushaaki apartó a Kotetsu y empezó a caminar sola. Kotetsu la siguió.

Ella, Muramasa, también siguió a su nuevo maestro, avanzando. Justo en este momento, vio un cierto objeto en el rabillo del ojo.

En medio de los árboles, medio enterrados en un montón de hojas caídas: La luz se reflejaba en los lentes de un par de gafas.

“…”

Por supuesto, ella en absoluto tenía algún recuerdo de esas gafas. No les dio más que una mirada, pasó directamente a su lado.

-FIN DEL VOLUMEN 12-