Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Ittetsu

Parte 8

# Perspectiva de Keima

 “Oye, Keima… ¿Qué tal si hacemos un trato?” Ittetsu se puso en contacto conmigo mientras daba órdenes al gólem que llevaba el escudo de cristal del gólem. Un trato, ¿eh?

“Depende del trato”.

“Quiero que nos des esa estatua de cristal. Si lo haces, te dejaremos pasar el quinto piso”.

En otras palabras, no les importa perder si les doy la estatua.

“Y le agradecería que no hiciera más trucos que hagan imposible que Redra lo ataque.”

“No me importa entregar la estatua para pasar del piso cinco, pero esa segunda parte es un poco excesiva. Haré que funcione si nos llevas directamente a la planta baja sin interponerte en nuestro camino”.

“¿Aaah? Ah…. Redra no puede luchar así. Al menos déjanos pelear en el último Boss Room”. Espera, ¿en serio? Sólo dije que, por el amor de Dios, no puedo creer que lo hiciera. En realidad, algo de lo que acaba de decir se siente mal de alguna manera…. Ah. Debe estar bajo la influencia de la Autoridad Absoluta ahora mismo. Redra acaba de gritar: “No puedo pelear, haz algo al respecto”.

“Mejor esto que tú inundando nuestro Dungeon y haciéndonos abrir un montón de agujeros. Llevemos esto al verdadero Cuarto del Jefe y arreglemos las cosas allí. ¿Trato hecho?” Ah, sí, eso tiene sentido. La inundación debe ser muy dura para él. Difícil para los monstruos y otras cosas en este Dungeon de fuego para sobrevivir a una inundación masiva de agua. Sabía que inundar su Dungeon era la decisión correcta.

“… De acuerdo, lo que significa que no se interpondrán en nuestro camino mientras viajamos al Cuarto del Jefe. Abre todas las puertas de tu Dungeon

y desactiva las trampas. …y ese tiempo no cuenta en el límite de veinticuatro horas”.

“¡Vale! Trato hecho. ¡Hey, Redra! ¡Habrá un alto el fuego de una hora!” Así, nuestra victoria fue asegurada y completar las condiciones de la bonificación se hizo mucho más fácil.

“…Um, ah… ¿Keima? No estoy muy segura de lo que acaba de pasar…

¿pero ganamos? ¿Le ganamos al núcleo 112? ¿Y el dragón?” Rokuko me miró con una expresión de asombro en su cara.

“Sí, supongo que sí. Acabamos con el dragón. Ahora sólo tenemos que tocar el Dungeon core en el piso 50 para la victoria completa. Y por supuesto, eso es lo que vamos a hacer”. Los ojos de Rokuko se abrieron de par en par.

“¿Hablas en serio? Espera, de qué estoy hablando, por supuesto que hablas en serio…”

“Puedes apostar que sí. La única razón por la que negocié con Ittetsu fue para preparar esto, ¿sabes?”

“…Pero ya no podemos usar la estatua como escudo, y no podemos usar estrategias que la hagan incapaz de luchar… ¿Cómo vamos a vencerla?”

“Bueno, naturalmente, tengo un plan. El que me diste”.

“¿El plan… que te di?” Rokuko ladeó la cabeza, confundida.

***

# Perspectiva de Ittetsu

 “Grrrrrrrr…”

“¿Por qué esa cara larga? Hice algo al respecto, Redra.”

“Pero ahora perdimos la Dungeon Battle… ¡Lo siento, 112! ¡Si no hubiera sido tan egoísta…!” Redra estaba actuando tímidamente de una forma muy distinta a ella misma, pero Ittetsu se rio.

“Eso no es lo que diría la Redra que conozco. ¿Y a quién le importa? Tenemos la segunda estatua de cristal, esa podría ser nuestra victoria. Aunque no recibirá las monedas de oro”.

“Pero ahora tenemos que dejarlos en el piso 50…”

“¿Y qué? No vas a perder, Redra. Keima habría llegado al piso cincuenta sin importar qué pasara si pasara del quinto piso, todo es lo mismo”. No sólo eso, sino que, si hubieran continuado los ataques de las inundaciones, todo el Dungeon habría acabado bajo el agua con graves daños a todos sus monstruos y trampas. Ittetsu lo descubrió y sabía que los costes de reparación resultantes serían muy superiores a 500.000 DP.

“Y ahora tenemos una promesa de que tendrás una buena y divertida pelea. Bastante seguro de que somos nosotros los que ganamos aquí. Tienes mi confianza, Redra”.

“¡Sí…! ¡Le voy a dar una paliza!”

“Cuento con ello. Puedes luchar todo el día sin necesidad de descansar,

¿no? ¡Enloquece todo lo que quieras!”

“¡Sí!” Redra se animó inmediatamente mientras Ittetsu frotaba su cabeza con satisfacción.

***

# Perspectiva de Keima

 Un pelotón de gólem bajó por las escaleras, guiados por un Minotauro Rojo mientras Lagartos Rojos y Sabuesos de Fuego observaban desde lejos. Era un espectáculo verdaderamente surrealista.

“Redra está lista para pelear. Te guiaré hasta el fondo, así que date prisa,

¿de acuerdo?” Apenas podía creer lo que oían mis oídos después de que Ittetsu me dijese eso. La Autoridad Absoluta debe haber estado jugando con su cabeza o algo así. Seguí al minotauro que me envió y realmente me guio a la escalera de  abajo. Incluso había construido un montón  de escaleras nuevas para llevarnos directamente a la parte inferior. Se sentía más como una escalera de un edificio de apartamentos que como una escalera de un Dungeon. Pasamos los primeros cuarenta y nueve pisos después de sólo una hora de caminata. La confianza en uno mismo está bien, pero ¿no es demasiado? Aunque supongo que esto es mejor que inundar todo su Dungeon.

…aún nos quedaban más de doce horas. Redra probablemente tenía la intención de luchar todo ese tiempo. Los Dragones Rojos eran dragones especializados para la batalla, y uno podía fácilmente luchar durante más de un día con todo su potencial. Básicamente eran tramposos en el sentido de que, aunque tenían que inhalar primero, podían exhalar todo el fuego que quisieran. Además, todo mi conocimiento sobre dragones vino de Rokuko. Según ella:

“¡Todos los dragones son muy fuertes, pero los Dragones Rojos están hechos para el combate! ¡Su aliento de fuego y sus garras son de primera clase! Los Dragones Blancos de Haku son más como jotas de todos los oficios, por lo que pueden perder en una pelea cara a cara. ¡Pero escucha, escucha! Los Dragones Blancos son…” Y así, aunque le pregunté sobre Dragones Rojos, Rokuko malgastó mi tiempo durante una hora hablando de Dragones Blancos. Gracias a ella, sabía más sobre dragones de lo que nunca quise. Aparentemente, soñaba con seguir los pasos de Haku y convocar a muchos dragones. Como no podía permitirse ninguno en este momento, pasó su tiempo aprendiendo más sobre ellos. Si tanto te gustan los dragones, por qué no te gastaste tu propina de 100.000 DP en uno…

¿eh? Si vas a comprar un dragón, no quieres una subespecie, ¿quieres uno de los más fuertes? Hahahaha, que lindo. ¿Cuánto crees que cuestan los dragones de verdad? Incluso un bebé cuesta millones de DP.

“Entonces, ¿cuál es su punto débil?”

“¡Aparentemente lo mejor que puedes hacer es arrodillarte y rogar clemencia! O ¡huye!” Rokuko sonrió con confianza. Uh…. Eso no es realmente luchar contra ellos. O ganar. Al final no aprendí nada sobre un punto débil o algo similar. La información de que a los dragones les encantaban las cosas brillantes estaba resultando más útil que cualquier cosa que Rokuko supiese. Esa es Haku para ti, la diosa de la buena fortuna de nuestro Dungeon.

El pelotón de Gólem llegó a la Sala del Jefe. La hora de descanso casi había terminado.

“¡Está bien, Keima! ¡Es hora de una batalla completa con un dragón! ¡No te preocupes, acabo de usar el baño!”

“Espera. Ahora que lo pienso, ¿no dijiste que los Dungeon Cores no necesitan usar el baño?”

“…soy del tipo humano. Si como, bueno, saldrán cosas”. Eso es nuevo para mí.

Niku e Ichika usaban el baño mientras podían, y por supuesto, yo también.

¡Ahora ya no tengo que preocuparme de mearme cuando Redra empieza a escupir fuego por todas partes!