Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 7

Capítulo 8: La Sala Medica Alborotada

Parte 4

— ¡Estoy tan enojada! ¿Qué pasa con ese tipo?

Stella gritó sin reserva y tiró una almohada a la puerta que Itsuki cerró.

Y entonces miró fijamente a Ikki con los ojos inyectados en sangre.

— ¡Ikki! ¿Ese es realmente tu padre? ¿No tienes un antecedente complicado como ser el hijo de una amante?

— Pero nuestros rostros son similares, y creo que somos parientes de sangre. Probablemente, debería ser.

No tenía la confianza suficiente para responder, considerando su tratamiento hasta ahora.

— Bueno, no es que no entienda lo que dijo mi padre. Puesto que está en la posición de dirigir a los Caballeros en Japón, sería terrible que todos los miembros comenzaran a actuar rebeldes como yo.

Ikki añadió esas palabras, como si entendiera a su padre y explicándolo a Stella, que estaba hirviendo de rabia.

Stella hizo una expresión obviamente disgustada escuchando eso.

— ¿Qué te pasa, Ikki? ¿No estás muy tranquilo aquí? Aunque sugirió cortar tu relación con él.

Ikki miró a Stella con ojos llenos de amor por sus palabras, y respondió.

— Supongo. En el pasado, estaría deprimido, pero ya tengo una chica que me dijo que ahora “se convertirá en mi familia” a mi lado.

Es verdad. Ya era diferente del momento en que fue secuestrado por el Comité de Ética.

Incluso si su padre rompiera su relación, todavía tenía una persona que había jurado ser su familia.

Por eso se sorprendió al oír la sugerencia de Itsuki, pero él no se asustó.

Porque había confirmado que un lugar al que pertenecía estaba junto a la chica que estaba a su lado.

— Ah, uu~~~~.

Por otro lado, Stella volteó su rostro ruborizado de su confianza directa.

Ella era consciente de que estaba mostrando una cara realmente tonta en ese momento.

Ikki miró a esa Stella con una sonrisa y habló.

— Y también, para ser honesto, creo que ese día finalmente vendrá… no, esencialmente, esto es algo que tendría que plantear con mi padre, acerca de dejar la familia Kurogane. Este es un problema que no puedo evitar, no, no puedo huir de de él.

Así sería si continuara en ir en contra de los Kurogane, algo que tendría que resolver al final.

— ¿… Ikki tienes la intención de romper tu relación con ese tipo?

— Eso es lo que pretendía.

— ¿Pretendías?

Sus palabras ambiguas hicieron que Stella inclinara la cabeza.

— Estaba decidido a hacer eso… pero para que mi padre lo mencione…

No podía dar una respuesta inmediata.

Aunque comprendió claramente que no había otra respuesta.

Como tal, Ikki se burló de sí mismo.

— ¿Por qué es…? Incluso ahora, realmente no puedo odiar a ese tipo. ¿Es esto lo que significa ser incapaz de separarse de los padres?

— Ikki…

— Pero está bien. Tengo la intención de darle mi respuesta en un futuro… no, la respuesta ya está allí. Lo que queda es transmitirlo. Mi camino y el de mi padre nunca se encontrarán. Ya que seremos paralelos no importa hasta dónde caminemos, necesito llegar a una conclusión apropiada.

— ¿En serio?

— — !….!

La voz de una tercera persona provino de la abertura de la puerta que se abría entre el impacto de la almohada que Stella había lanzado.

Era la chica que había salido de la Sala Médica antes, cuyos puros rasgos faciales eran desperdiciados por su ropa, Sara Bloodlily, de pie frente a la puerta.

— ¿Volviste?

— Esperé afuera porque parecía que estaban hablando de cosas complicadas.

—… Desearía que utilices ese sentido común un poco más en tu TPO para la ropa.

Echando una ojeada al cuerpo de Sara con sus pechos al aire, Stella suspiró resignada.

— Sara-san. ¿Quieres decir algo ahora mismo?

—… Realmente no.

Sara silenciosamente sacudió su cabeza a la pregunta de Ikki.

Definitivamente murmuró: “¿En serio?” Cuando entró por la puerta.

Eso significaba que probablemente tenía alguna opinión sobre el problema de Ikki.

Sin embargo, no parecía entusiasmada para expresarla.

En ese caso, Ikki no preguntaría más.

No eran íntimos hasta el punto de pedir su opinión sobre sus propios asuntos, porque ella no era alguien a quien él abriría su corazón.

No más que eso

— En lugar de eso, Otro.

— Me rehúso.

— Yo-yo no he dicho nada~…

— ¡Aunque no hayas dicho nada todavía, lo sé por tus ojos!

Aunque su cara era inexpresiva como una muñeca, esas pupilas brillaban con deseo y curiosidad.

Esas pupilas eran las mismas que los ojos de una bestia salvaje, como cuando se habían encontrado en la fiesta el día anterior.

Como tal, Ikki rechazó a Sara antes de que pudiera decirlo.

Al quitarle la iniciativa, Sara estaba perdida.

Sin embargo, no persiguió a Ikki con un poco interés.

Ella tenía sus propios asuntos que ella no comprometería.

— En realidad, quería decir que está bien si no quieres ser mi modelo. Pero lo rechazaste. Lo que significa…

— ¡No significa que no, incluso si sacas una excusa de la escuela primaria!

Sin embargo, Ikki no cedió.

Más bien, no podía retroceder.

Por muy famosa que fuera su artista, estaba demasiado avergonzado como para estar completamente desnudo frente a los demás.

No era una cuestión que pudiera aceptar con un rostro intacto.

— ¡No importa lo que digas, nunca seré un modelo al desnudo!

—……… Uu~.

— Aunque me muestres una mirada de reproche, no.

— Uu~uu~.

— No importa cuánto lo hagas, ¡no!

El hombro de Sara se inclinó ante la total negación de Ikki.

—… Entiendo.

— ¿Finalmente te rendiste?

— Volveré cuando estés dormido.

— ¡No entendiste nada! ¡Aunque ya lo sabía!

Ikki sostuvo su cabeza e hizo un grito triste.

Eso no podía continuar.

A causa de ella, incluso si él cerraba la habitación… no, incluso si estaba dentro de un bloque de hormigón armado, era un usuario que tenía la habilidad de hacer una puerta y entrar.

Cuando esa persona lo atacaba, no podía dormir tranquilamente, aunque estaba en medio de un evento tan importante.

Su relación con su padre, Itsuki, era una cuestión, pero también tuvo que terminar su extraña relación con esa chica.

Tenía que hacerla renunciar, lo antes posible.

Por lo tanto, agarró el hombro de Sara, que estaba saliendo de la sala médica para “volver cuando este dormido”, y tiró de ella.

— ¡Espera un minuto, Sara-san! No importa cuántas veces vengas, yo……

Sin embargo…

—…… Eh.

Sus palabras se congelaron.

La razón era que en el instante en que Sara se volteó, el tirante de su delantal, que era la única cosa que cubría la parte superior de su cuerpo, cayó…

Boing.

Las dos enormes pechos blancos que eran como melones rebotaron.

— Ah.

— ¿¡¿¡Kyaaaaaaaaaaaa!?!?

El que levantó un grito agudo no fue Sara, sino Stella.

Rápidamente se zambulló detrás de Ikki y se cubrió los ojos con las manos.

Y se quejó.

— ¡I-Ikki! ¿Qué estás haciendo?

— ¡N-No! ¡No lo hice a propósito! ¡Después de que agarré su hombro, sólo…!

— Ah ~, el tirante de mi delantal se ha roto…

Además de las dos personas que estaban haciendo un alboroto con las caras enrojecidas, Sara no se estremeció en lo más mínimo, y murmuró mientras recogía el delantal caído.

Mirando de cerca, la correa del delantal estaba rota.

— Creo que probablemente se desgarró cuando estabas tirando al azar hace unos momentos. Por eso es culpa tuya.

— Uu. De-De alguna manera cuando dices eso, tengo la sensación de que podría haber tirado de la correa.

Entonces fue probablemente su culpa.

No, no importaba como lo piense, Sara estaba equivocada al usar ropa que se caería si un tirante se rompía.

Sin embargo, Stella juzgó que la situación no era adecuada para quejarse de eso.

— ¡De todos modos, cúbrete con esa sábana primero! ¡Entonces dame las llaves de tu habitación en el hotel! ¡Ya que es mi culpa, te voy a llevar un cambio de ropa!

— No tienes que hacerlo.

— ¿Lo has perdido? Entonces dime tu número de habitación y le informaré a la recepción.

— No es eso, no tengo otra ropa.

— ¿¡Por qué!? ¿No es extraño para una chica?

— Es porque lavar es problemático.

— ¡Ese no es el nivel de ser simplemente perezosa! ¡Y te llamas a ti misma delicada! ¡Eres la que es como un gorila! ¡Ah, cielos! ¡Entonces te daré uno de mis vestidos como compensación, ponte eso!

— Tomar un vestido como compensación por este tipo de delantal desgastado me hace parecer una mujer codiciosa; Es demasiado vergonzoso, así que no.

— ¡Hay una montaña de otras cosas de las que debes avergonzarte! ¡Estoy segura de que no puedes participar en el siguiente encuentro con algo así! ¡Provocará un accidente de transmisión!

— Está bien. Dado que el tirante esta sólo un poco roto, se puede utilizar después de atar un nudo como tratamiento de emergencia.

Diciendo esto, Sara, descuidadamente, ató un nudo con la correa rasgada, volviéndola a conectar y se la puso de nuevo.

—… ¿Ven?

Y ella mostró una mirada presuntuosa a Stella.

Al mismo tiempo, Stella sintió un fuerte dolor de cabeza.

«¡N-No está bien…! ¡Esta chica echó a perder el punto importante……!»

El problema no era si todavía podía usar ese delantal rasgado.

El problema era que esa ropa causaría un accidente de transmisión de lo más trivial.

No parecía entender eso en lo absoluto.

Probablemente usaría ese delantal desgarrado sin preocuparse y aparecería para el encuentro con Ikki.

¿Y si ahí hace algún movimiento fuerte?

Por supuesto, el delantal con sólo un tratamiento de emergencia descuidado no sería seguro.

En primer lugar, sin duda sería expuesta.

Si fuera sólo eso, todavía estaría bien.

Si la tontería de esa chica se transmitiera a todo el país, sería bueno para Stella.

Sin embargo, ¿qué pasaría si, una de cada diez mil posibilidades, la exposición causara que la espada de Ikki se opacara, y afectara el resultado del encuentro…? Si eso le hacía perder…

«¡No aceptaré absolutamente un resultado tan estúpido!»

No era broma.

Fue ella quien indirectamente hizo que Ikki estuviera en una tercera ronda desventajosa.

No podía dejar que el factor de ansiedad aumentara.

Por lo tanto…

— He decidido… Ikki y yo vamos a llevarte un sueter, así que usas eso primero. Luego, vas a la tienda departamental usando eso.

— ¿La tienda departamental? ¿Tú y yo?

— También traeré a un amigo que esté bien versado en la moda. Vamos a comprar tu ropa allí.

— ¿¿¿…??? ¿Por qué? Ya está reparado, por lo que no…

En ese instante, junto con un insólito boom sonoro, algo con un enorme peso pasó junto a la oreja de Sara, y apuñaló en la pared del pasillo.

Era Lævateinn.

Sorprendida de la súbita hostilidad, Sara se encogió.

Stella mostró una sonrisa de primera clase hacia ella.

— Si saltas con esas ropas desgastadas, también saltarán varias cosas, ¿sabes ~? ¿Bien? ¿Si insistes? Si sigues intentando llevar eso al ring en el partido contra Ikki, a pesar de que te estoy pidiendo muy bien esto, para evitar que ocurra un accidente de transmisión en la más pequeña posibilidad… quemaré el delantal en tu piel hasta que se pegue para que nunca se puede quitar, ¿prefieres eso?

Los ojos de Stella no sonreían al decir eso.

Sara fue incapaz de gritar, sacudiendo desesperadamente la cabeza.

— Muy bien. Sé una buena chica y espera, ¿de acuerdo? Mi rostro sonriente es muy lindo por lo que no puede saberlo, estoy actualmente en el peor estado de ánimo posible, así que no sé lo que podría hacer si huyes, ¿sabes? ¿Lo entiendes?

*¡Asentir, asentir, asentir!*

Sara asintió con un rostro pálido.

Después de que Stella confirmó su consentimiento, salió de la sala médica con Ikki, quien estaba sudando frío debido a su intimidación.