Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 20

Capítulo 1: Un Cuento De Hielo Y Fuego

Parte 3

Nunca antes había interactuado con Dauburn o Zadonia, así que decidí encontrar un tercero para cerrar la brecha entre ellos y yo. Me decidí por la Teocracia Allent, ya que limitaba con ambas naciones. Además, Allent era una nación que veneraba a los espíritus como divinos, y ha tenido una larga historia de adoración a ellos. Sin embargo, el país nunca había tenido ningún contacto directo con espíritus pilares.

“Ah, sí, tenemos una historia de aceptar refugiados de Zadonia y Dauburn. Las lecciones que trajeron con ellos nos han enseñado a tener mucho cuidado al tratar con la santidad de los grandes espíritus. P-Pero… Touya,

¿eres realmente capaz de convocar a los grandes pilares?” “Sí, claro que sí. ¿Quieres que lo haga ahora?”

“¡N-No! ¡E-Eso está bien! ¡Eso está bastante bien!”

El rey sagrado de Allent palideció en la cara mientras yo hablaba. No me sorprendió que él se sorprendiera tanto. Los  espíritus de los  pilares estaban muy por encima de los regulares, después de todo.

Íbamos en un carruaje Gollem directamente hacia la ardiente capital de Dauburn, Burn. Miré por la ventana y no vi nada más que desierto por millas y millas. Era solo un tramo interminable de arena. Hubo oasis ocasionales, probablemente el resultado de que el poder residual del espíritu es más débil en esa área.

El carruaje de Gollem en el que estábamos tampoco se volcó. Era un carruaje especializado de múltiples patas, como el que utilizó el Sr. Sancho cuando lo conocí. Era un vehículo todo terreno que hacía que viajar por la arena fuera una brisa total. Las puntas de sus patas habían sido equipadas con partes planas para evitar que se hundieran, pero los empujones para todos los que estaban adentro honestamente se volvieron bastante malos a veces.

Me detuve brevemente en Dauburn y Zadonia antes a través de mi hechizo [Fly], por lo que fácilmente podría habernos deformado allí… Pero no pensé que aparecer de repente en las naciones sería bueno desde una perspectiva de introducción diplomática.

Aunque realmente no pensé que el viaje sería tan malo… creo que voy a vomitar…

“[Refresh]… Hrk…”

{¿Estás bien, mi señor?}

{Sí, estaré bien… Solo tengo que seguir aplicándome [Refresh] a mí mismo…}

Kohaku, en su forma de cachorro de tigre, parecía feliz como siempre mientras estaba sentada a mi lado. Al parecer, las bestias convocadas no se marearon.

“Debo admitir, Gran Duque Touya… No estoy del todo seguro de si seremos bienvenidos calurosamente. Tenemos una relación con Dauburn y Zadonia, pero no diría que somos amigables”.

Otros dos carruajes Gollem viajaban con nosotros. Uno estaba delante y otro detrás. Era natural traer escoltas con nosotros, ya que éramos dos líderes mundiales que se dirigían hacia un país que podría describirse como neutral en el mejor de los casos. Aparte de Kohaku, había traído a Nikola de nuestra orden de caballeros, así como a cinco caballeros. Todos estaban en el carruaje detrás de nosotros, aunque temía que también se marearan.

“No me importa si no son amigables, solo necesito hablar con su rey. Todo lo que sucede a partir de ahí depende de ellos, de verdad. Sin embargo, prometo que no le causaré a Allent ningún problema con esto”.

“Estoy seguro de que estará bien… Después de todo, eres el héroe que venció a ese dios malvado. No puedo decir que el Rey Dauburn sea el más complaciente de los hombres, pero supongo que en el peor de los casos simplemente aplastarías al país o algo así… ”

Amigo, vamos… ¡No asumas que lo manejaría tan fácilmente! No es que simplemente los elimine con un par de pequeños insultos o algo así.

Aun así, definitivamente había algunos líderes mundiales que necesitaban un buen pie, como ese rey cerdito de Sandora. Esperaba que el líder de Dauburn no fuera como ese imbécil.

Finalmente llegamos a Burn, la ciudad ardiente, antes de pasar por un arco fantasioso y dirigirnos hacia el castillo. La ciudad se parecía bastante a la capital de Mismede. Todos los edificios fueron construidos en un estilo de adobe similar. Pero si tuviera que comparar los dos lugares, diría que la gente de aquí parecía mucho más letárgica. Todos tenían bolsas debajo de los ojos, un símbolo del costo psicológico que el conflicto de generaciones en contra de Zadonia debió haberles afectado.

Niños vestidos con trapos se sentaron a la sombra de los edificios, mirando tristemente a  sus propios pies.  Si me  preguntaste, la  falta de  niños sonrientes era una acusación condenatoria de las fallas de esta nación.

El castillo real de Dauburn fue construido a orillas de un gran oasis. Parecía muy antiguo y estaba construido con ladrillos en capas, sin agujas elegantes ni nada de eso. No era especialmente llamativo ni bonito, pero la construcción robusta emitía una vibra poderosa.

Una vez que atravesamos la puerta del castillo, continuamos un rato antes de detenernos frente a una fuente. Dejé que el rey sagrado saliera primero, luego salí del carruaje con Kohaku. ¡Estaba loco del calor! El carruaje Gollem tenía aire acondicionado, por lo que era casi como salir del cielo directamente al infierno. Tampoco era un calor húmedo como el de Japón. Era un calor seco.

Decidí usar en secreto un hechizo de agua llamado [Cooling] en mí mismo; Eso definitivamente ayudó. Un hombre corpulento con armadura de cuero rojo vino a saludarnos. Junto a él estaba un anciano con una túnica roja. Los soldados de Dauburnia empuñando lanzas rojas se pararon junto a sus Gollems rojos, todos alineados a ambos  lados de nosotros mientras subíamos los escalones de adobe. Se sentía como si estuvieran poniendo una exhibición, como pavos reales. Me preguntaba si el espectáculo rojo llamativo tenía la intención de intimidarnos o algo así.

“Bienvenida a Dauburn, Santo Rey Allent. Y… debes ser el gran duque de Brunhild, ¿sí?”

“Así es. Mi nombre es Mochizuki Touya. Es un placer reunirme con usted, y gracias por permitirnos pasar”.

El tipo blindado fornido, que probablemente era algún tipo de líder general o militar, levantó una ceja sorprendida mientras hablaba.

“¿Hay algo mal?”

“No, yo uh… solo hablas humildemente para ser un rey… Uh, perdón por la grosería”.

“Comencé como aventurero, así que realmente no siento la necesidad de mantenerme por encima de otras personas. Tal vez debería disculparme por no actuar con la realeza suficiente, haha.”

El militar casi se quedó boquiabierto ante mi respuesta, pero me lanzó una sonrisa. Aparentemente, le gustaba mi estilo.

Parecía tener casi cuarenta años. Tenía el pelo corto y negro y ojos marrones claros, y una cicatriz le recorría la  línea  de la mandíbula. Definitivamente parecía ser una especie de veterano militar, no me pareció alguien de alto rango. Probablemente había subido de rango con un trasfondo común.

“Bueno, déjame darte la bienvenida a Dauburn. Soy Glenn, general del ejército principal de Dauburn”.

“Encantado de conocerlo, General Glenn”.

No mencionó su apellido, lo que significaba que definitivamente no era un noble. Después de un momento de pausa, el viejo al lado de Glenn inclinó la cabeza hacia mí.

“Y yo soy el primer ministro de Dauburn, Rosso Phoenix. Un placer conocerte.”

El viejo, Rosso, parecía que estaba a punto de perder sus anteojos cuando inclinó la cabeza. Los empujó hábilmente por la nariz. Era claramente de noble cuna, lo que tenía sentido para un primer ministro. No pude leer mucho de las expresiones del viejo. No había sonrisa en su rostro o calidez en sus acciones. Simplemente parecía estar actuando fuera de servicio.

“Ahora, si me siguen. Su Alteza Real está esperando.” El santo rey y yo seguimos a Rosso y Glenn, mientras Kohaku me seguía un poco. Detrás de ella estaban Nikola y mis caballeros, junto con los santos caballeros de Allent y sus Gollems de plata.

El interior del castillo era muy parecido al exterior, construido sólidamente y sin ostentación. Fue bastante encantador, con toda honestidad… Pero no pude evitar sentir que el lugar estaba un poco deteriorado y desgastado. Te hizo pensar que tal vez el lugar debería estar cerrado por renovaciones, o al menos te recordó su antigüedad.

El país definitivamente se sintió como uno que lucha con la pobreza, lo cual tenía sentido. Entre las constantes escaramuzas, el calor abrasador y las malas relaciones internacionales, era obvio que no florecerían. No importa cómo resultaron las cosas entre mí y el rey, iba a conseguir que el espíritu de la llama hiciera algo sobre los desastres ambientales aquí.

Llegamos a una puerta en lo profundo de las salas del castillo, donde estaban dos Gollems rojos. Abrieron la puerta y Glenn se detuvo para apoyarse en una pared cercana. Aparentemente, esto fue lo más lejos que pudo llegar.

La gran sala tenía una larga mesa en el centro, adornada con candelabros y flores. Me di cuenta de que algunos hombres vestidos de noble estaban de pie junto a un gran trono, junto con algunos hombres más rudos que usaban una armadura similar a la de Glenn. Probablemente fueron los principales ejecutivos de la nación.

En el otro extremo de la sala, encima del trono, había un hombre. Parecía tener cuarenta y tantos años, y tenía vello facial que le cubría tanto el labio superior como la mandíbula. Su cabeza estaba adornada con un paño atado por una banda. Si recordaba correctamente, era un tocado árabe conocido como keffiyeh. Su ropa era claramente de buena confección, una túnica fluida bordada con costuras rojas y doradas, junto con una correa para calentar el estómago atado alrededor de su vientre rotundo. Una daga chapada en oro descansaba sobre su cintura.

El hombre no era otro que el rey de Dauburn, Jaharade Bier Dauburn. Sentado justo a su lado había un hombre más joven vestido con un atuendo similar. Si tuviera que adivinar, diría que tenía alrededor de veinte años. Tenía un keffiyeh en la cabeza, y su piel era oscura, aunque no tan oscura como sus ojos. Al igual que el rey, llevaba una daga dorada alrededor de su cintura. Probablemente era el príncipe.

“Una cálida bienvenida a Dauburn, Santo Rey de Allent y Gran Duque de Brunhild. Lo poco que tenemos para ofrecer en términos de hospitalidad es todo tuyo”.

El rey Dauburn nos indicó que nos sentáramos. Tenía una sonrisa en su rostro, pero me di cuenta de que estaba tratando de determinar nuestras intenciones. Podía entender sus sospechas; Era bastante joven para gobernar un país, después de todo.

El rey santo y yo nos sentamos en el otro extremo de la larga mesa, que dejó bastante espacio entre nosotros y nuestro anfitrión…

“Ahora bien, ¿qué podemos hacer por ti? ¿Asumo que has venido con un propósito?”

El rey de Dauburn inmediatamente fue al grano. Claramente quería saber cuáles eran mis intenciones con él, y era bastante obvio que solo me estaba entreteniendo porque había venido con el respaldo de Allent.

De cualquier manera, no olvidé mi propósito. Comencé a explicar el relato de Shuraf y la verdad que había descubierto sobre el conflicto entre Dauburn y Zadonia. Mientras continuaba hablando, pude ver a los funcionarios del gobierno cada vez más enojados conmigo. Finalmente, uno de los hombres, un líder militar con un bigote grueso, estrelló su puño contra la mesa y me miró con ojos furiosos.

“¡Cómo te atreves! ¡¿Has venido aquí para burlarte de nosotros?! ¡Nuestra tierra está maldita porque esos monstruos en Zadonia robaron nuestra ofrenda a nuestro dios! ¡Cómo te atreves a venir aquí y actuar como apologista de ellos! ¡¿Te enviaron con este material sedicioso?!”

“No, escucha. Es un malentendido, eso es lo que estoy diciendo. El rey de entonces simplemente no entendió los deseos del dios y pensó que quería un sacrificio vivo, es solo que…”

“¡Basta de este sacrilegio! ¡Cómo te atreves a insultar a la ascendencia de nuestro líder! ¡¿Crees que algún duque atrasado puede cargar aquí e intentar avergonzarnos para que nos sometamos?! ¡¿Creíste que te dejaríamos ir ileso por semejante afrenta?!”

El hombre furioso alcanzó su cimitarra enfundada, lo que provocó que Nikola y mis caballeros alcanzaran los suyos.

Rápidamente levanté una mano y les dije a mis soldados que se retiraran. Volví a mirar al enojado militar. Me estaba mirando intensamente, pero yo también estaba un poco enojado. No apreciaba que me llamara atrasado o que actuara como si fuera un líder no apto.

“Déjame comenzar de nuevo desde arriba. No había dios, era un espíritu poderoso. El gobernante de este país en ese entonces malinterpretó sus demandas, trasladó la culpa al otro país y engañó a la gente. No voy a responsabilizar a ninguno de ustedes por eso, no es su culpa. Zadonia hizo exactamente lo mismo. Quería traerte la verdad, con la esperanza de que los dos países aprendan a llevarse mejor”.

“¡Pah! ¿Sugieres que nos unamos a las alimañas Zadonias? ”

“¡No nos hagas reír, hijo! ¡¿Por qué querríamos unir las conexiones con esos seres inferiores?!”

“Como si alguna vez perdonaríamos a esos ladrones”.

Los rugientes miembros del gobierno dieron paso gradualmente al rey, que se levantó de su asiento.

“Gran Duque… Debo admitir que hoy me sorprendió y me interesó tu tema. Sin embargo, has cruzado una línea. Hay un dicho en nuestro país que dice que el nuevo recluta que habla demasiado no tendrá una larga carrera. Aquellos que sacan el cuello para entrometerse pueden encontrar esa hendidura en el cuello. ¿Entiendes?”

Definitivamente lo entendí. Había algunas frases como esa en casa. En general, había seguridad en silencio.

“Zadonia es nuestro enemigo más viejo. No podemos hacer las paces con ellos. Solo cuando Zadonia, el país de los ladrones que nos robaron, sea vencido, podremos conocer la paz”.

“¿Y cuándo será eso? ¿Diez años? ¿Un centenar? ¿Tu historia de guerra ha traído a cualquier nación algo más que tragedia? Si sigues así, tus dos países se arruinarán”.

“¡Basta de tu insolencia, muchacho!”

El hombre con bigote se paró frente al rey, rugiendo furioso mientras sacaba su espada y cargaba hacia mí.

“General Jhaghil, ¡pare esto de una vez!”

El general ignoró las palabras de su joven príncipe y me lanzó su espada imprudentemente.

“Kohaku”.

{Como usted ordene.}

Kohaku, que se había acurrucado a mis pies, se transformó instantáneamente en su verdadera forma y dejó escapar un grito de guerra inmensamente intimidante.

“¡¿Gh-Gheeh?!”

El general de carga fue lanzado hacia atrás por la onda expansiva de Kohaku. La verdadera forma de Kohaku generó temor en los funcionarios del gobierno, quienes se levantaron de sus sillas en pánico. Glenn, que había estado esperando afuera, entró en la habitación después de escuchar la repentina conmoción.

“Tu general sacó su arma primero. Todo lo que hice fue tomar represalias, y no letalmente. No me disculparé por lo que acaba de suceder”.

“¡Esto solo sucedió por tu provocación, muchacho!” “¡Padre, para esto de una vez!”

Las palabras del príncipe causaron que el rey volviera brevemente a sus sentidos, y sacó su frustración golpeando la mesa con el puño. No podía creer lo malos que eran sus modales. ¿Intentaban iniciar una guerra intercontinental? El príncipe claramente tenía una mejor comprensión de la situación que su padre y los demás.

“No vine a provocarte. Solo dije la verdad que descubrí. Incluso si esta historia sobre el malentendido es falsa, ¿crees legítimamente que mantener constantemente a tu país en guerra con Zadonia es lo correcto?

¿Entiendes que tu gente está luchando solo para sobrevivir? ¿No te das cuenta de que si Allent quisiera invadir tu territorio y tomarlo, probablemente podría hacerlo sin resistencia alguna?”

“H-Hey, no me entrometas en esto, Gran Duque…”

El santo rey sonrió suavemente y sacudió la cabeza. Sin embargo, definitivamente no sería difícil para Allent conquistar Dauburn. Todo lo que tendrían que hacer es decirle a Zadonia que haga un ataque conjunto y que básicamente sea manejable con poco esfuerzo. Lo contrario también sería cierto para el caso de Zadonia. Por eso era dolorosamente obvio que mantenían una relación neutral con Allent para aplacar al santo rey. El país apestaba a desesperación.

“Ghhh…”

La realidad de la situación se reflejó en la cara del rey Dauburn. Claramente no estaba ciego a las cosas que le había dicho. Silhouette me había dicho que era un hombre de mal genio y miope que no pensaba en las consecuencias futuras. Dado que sus reuniones con Zadonia siempre se convirtieron en concursos de gritos, era probable que el rey de Zadonia fuera el mismo tipo de hombre.

Si yo fuera el rey, castigaría al general que intentó cortarme y disculparme formalmente por el incidente. Pero tenía la sensación de que haría algo más estúpido, como señalarme y gritar…

“¡Arresten a estos intrusos!”

Que fue exactamente lo que hizo. Me preguntaba si él también tenía la intención de arrestar al santo rey.

“[Prison].”

“¡¿Gwuh?!”

“¡¿Buh?!”

Los soldados de Dauburnia se estrellaron contra la pared de la barrera mágica a mí alrededor y cayeron al suelo. Los caballeros de Allent se sorprendieron al encontrarse encerrados en la barrera, pero Nikola y mis caballeros estaban perfectamente tranquilos al respecto. Fue divertido cómo se habían acostumbrado a este tipo de cosas.

“En cualquier caso, nos vamos a Zadonia ahora. Le agradecería si tomara en cuenta lo que acabo de mencionar”.

“¡¿Hm?! ¡¿Vas a invadir nuestra nación junto a Zadonia y Allent, entonces?!”

“Amigo, ¿tienes ladrillos de barro donde debería estar tu cerebro? Solo les contaremos la misma historia que les contamos. Intente centrarse en el bienestar de su propio país antes de preocuparse por las actividades de los demás”.

“Grr… ¡Pequeño mocoso…!”

El rey Dauburn apretó los dientes con furia mientras sus puños se apretaban con fuerza. Era todo un personaje. El santo rey dejó escapar un pequeño suspiro mientras observaba el silbido del Rey Dauburn.

“Rey Dauburn, tómalo de mí. Harías bien en escuchar sus palabras. No tenemos la intención de hacerle daño a su nación, pero las cosas dependen de usted en este momento. ¿Serás conocido como un líder sabio o tonto en los libros de historia? Ahora es el momento de que eso se decida”.

Con eso, nos levantamos de nuestros asientos y salimos de la habitación. La [Prison] que nos rodeaba solo bloqueaba a las personas hostiles o Gollems, así que salimos sin problemas.

Después de salir de la habitación, el general Glenn nos siguió para inclinar la cabeza. Parecía que el país todavía tenía algunos hombres buenos, al menos. Para mí, eso hizo que detener esta guerra fuera aún más importante.

Justo cuando estaba a punto de regresar al carruaje Gollem, me volví hacia la voz de pasos apresurados detrás de mí.

“¡P-Por favor espere un momento!”

Por un breve segundo, pensé que estábamos siendo perseguidos por soldados, pero era solo el joven príncipe. El general Glenn estaba a su lado.

“¿Si?”

“Por favor, debo pedirte que perdones a mi padre por su actitud. Tengo una petición que hacerte. ¡Si te diriges a Zadonia, llévame!”

“¿Huh?” Alcé la ceja antes de mirar al santo rey. Su ceja también se levantó. Asumí que todos los altos mandos de Dauburn verían a Zadonia como un enemigo, por lo que pedirle ir allí era peculiar.

“Príncipe Hakim, nos dirigimos a Zadonia para discutir el mismo tema que acabamos de mencionar con tu padre. ¿Estás seguro de que deseas venir con nosotros, incluso sabiendo que el rey de Zadonia puede tener la misma reacción que tu padre?”

“Estoy seguro, Santo Rey. Quiero poner fin a esta guerra. Para hacer eso, debo entender el otro lado. Debe haber personas en Zadonia que sienten lo mismo que yo. Espero poder acompañarte para conocerlos.”

Eso fue definitivamente interesante. El príncipe era claramente más progresista que su padre. Miré a Glenn, quien me dio un pequeño asentimiento. Los dos ciertamente parecían serios, al menos.

“Dime uh… Santo Rey, ¿Dauburn no afirmará que secuestramos a su príncipe o algo así?”

“¿Por qué preocuparse por eso ahora, Gran Duque? Los Dauburnianos efectivamente nos declararon la guerra justo ahora, de todos modos.”

El santo rey planteó un punto justo. De todos modos, no me importaba exactamente forjar relaciones pacíficas con Zadonia en ese momento. Necesitaban tiempo para refrescarse la cabeza antes de hablar de paz con ellos.

“Bien entonces. General Glenn, ¿quiere venir como su guardia? No dejaré que se lastime, pero pensé que lo ofrecería de todos modos”.

“Sí, si eso está permitido”.

Entonces se resolvió. Estaba un poco preocupado de que una formación de soldados nos siguiera, así que chasqueé los dedos y abrí una [Gate] debajo de nuestros pies, llevándonos junto con los carruajes Gollem a otro lugar.

Después de un momento de caída, nos encontramos en un entorno muy parecido al extenso desierto en el que habíamos estado no hace mucho tiempo. Excepto que todo era nieve en lugar de arena.

Maldición,  eso  es  sorprendentemente  brillante…  Hombre,  mis  ojos—

¡Aaagh! ¡Es muy frio!

Rápidamente lancé el hechizo [Warming] sobre todos, porque nuestros traseros estaban a punto de congelarse.

Fue un shock bastante repentino que el calor abrasador se convirtiera en un frío abrasador en el lapso de un segundo, pero ahora estábamos en territorio Zadoniano. Habíamos contactado a Zadonia por adelantado, así que ahora todo lo que teníamos que hacer era subirnos a los carruajes Gollem y dirigirnos a la ciudad capital, Zado.

***

“¡¿Gwuh?!”

El general calvo fue lanzado hacia atrás por la onda expansiva de Kohaku. Una parte de mí comenzó a pensar que Zadonia y Dauburn probablemente podrían llevarse muy bien; Eran sorprendentemente similares.

“¡Mocoso! ¡Cómo te atreves a hablar mal de mi gran país!”

El rey de Zadonia era tan delgado como un grano de frijol, lo que lo hacía en gran medida intimidante a pesar de sus gritos. Tenía el pelo blanco, un bigote y una barba igualmente blancos, y llevaba un estoque plateado alrededor de la cintura. Una capa voluminosa fluía por su espalda, bordada con finos hilos azules y plateados. El príncipe de Zadonia, Frost, se sentó a su lado con el ceño fruncido. Era un joven de piel pálida que vestía la misma capa que su padre. Tenía el cabello plateado y penetrantes ojos almendrados. Honestamente, él era la visión misma de un príncipe de cuento de hadas… en todas las formas en que el príncipe de los pantalones de calabaza de Panaches no lo era.

El Príncipe Frost, por cierto, fue quien nos guio a la sala de reuniones. Era un muchacho bastante amable y estrechó calurosamente la mano del Príncipe Hakim al enterarse de su identidad. El gesto amistoso ciertamente había conmocionado al general Glenn.

Le pregunté acerca de su sorprendente amistad en el camino para encontrarse con su padre, y me explicó que se sentía de manera similar al Príncipe Hakim y que quería poner fin a la guerra que había afectado a sus naciones durante cientos de años. Pero no importa cuántas veces le aconsejó a su padre que pusiera fin a la guerra, nunca escuchó. Aparentemente, el rey simplemente le gritó al respecto y terminó la conversación.

Por eso podía entender el ceño fruncido que llevaba en este momento. Después de todo, uno de sus generales acababa de intentar acusarme, a pesar de que yo era un enviado amigable de otro país. Su padre tampoco había hecho nada para calmar la situación. Yo también estaría avergonzado.

“¡Padre! ¡¿No lo ves?! ¡Debemos hacer las paces con Dauburn! Seguramente debes saber que solo los nobles ancianos se preocupan por mantener el rencor en este momento. Nuestra gente pasa hambre, mueren de frío en sus hogares, ¿y para qué? ¿Nuestro orgullo? ¡Incluso si conquistamos Dauburn, Zadonia terminará muriendo de todos modos!”

“¡Basta,  hijo!  Te  escuchas  ¿Dónde  está  tu  orgullo  Zadoniano,  eh?

¡Nuestros antepasados se avergonzarían de ti, muchacho! ¡Sin agallas para hablar!”

“Pero si el gran duque está diciendo la verdad, ¡todo esto es culpa de esos antepasados para empezar! ¡Estoy avergonzado de ti, padre! ¡Por dejar que nuestra gente sufra por tu orgullo!”

“¡Hijo tonto! ¡Pensar que los materiales sediciosos te dejarán llevar tan fácilmente!”

… Maldición, seguro que están discutiendo mucho aquí. ¡No hay nada sedicioso en lo que dije en absoluto!

El rey de Zadonia, al igual que el rey de Dauburn, tenía muy mal genio. Había agarrado a su hijo por el collar y parecía que estaba a punto de golpearlo. El hijo claramente tenía un temperamento similar. Estaba mirando a su padre como para incitarlo a golpear. Realmente no sentía que fuera mi lugar entrometerme, pero no quería ver a nadie lastimado en mi cuenta.

“[Teleport]“.

“¡¿Qué?!”

El golpe del rey se encontró con el aire, lo que lo hizo tropezar hacia adelante después de que su hijo desapareció. El Príncipe Frost estaba igualmente confundido, habiendo sido deformado a mi lado en un instante.

Se suponía que [Teleport] no era un hechizo que pudiera afectar otras cosas además del lanzador, pero recientemente había desarrollado la capacidad de usarlo en objetos y personas en mi línea de visión, siempre que no se movieran demasiado con rapidez. Sin embargo, este poder también era algo limitado. Solo podía mover una cosa a la vez y no podía moverlas muy lejos. El poder probablemente provenía de mi despertar como un dios apropiado, o al menos eso era lo único que podía pensar como la causa.

“Parece que Zadonia también es una causa perdida. Sin embargo, no puedo decir que me sorprenda”.

“¿T-Tal vez todavía hay una posibilidad?”

El santo rey intentó animarme, pero pude sentir la derrota en su tono.

“No hay mucho que hacer aquí. Los reyes claramente no se preocupan tanto por su ascendencia. Simplemente lo están utilizando como excusa para justificar sus rencores personales. Probablemente se deba a que han estado en constante conflicto desde que eran jóvenes”.

Personalmente, lo habría apreciado si simplemente se golpearan uno a uno en lugar de mantener a todos sus países en guerra. Sin embargo, el odio que tenían el uno por el otro claramente era profundo. Era bastante obvio que ninguno de los dos quería detenerse hasta que el otro fue completamente aplastado… Por lo que había oído en oídas, las escaramuzas entre Dauburn y Zadonia habían aumentado desde que los dos hombres tomaron sus respectivos tronos.

Zadonia y Dauburn tuvieron muchos conflictos históricos, pero también hubo períodos de alto el fuego o incluso algo similar a la neutralidad entre los dos. Durante estos períodos, hubo un tipo de paz tensa, y aunque no se firmaron tratados reales, estaba claro que los gobernantes en ese entonces no habían querido mantener la guerra mientras sus propios ciudadanos sufrían.

Sin embargo, a estos muchachos no les importaba lo que le sucediera a su gente; Fue un desastre total. Eran como un gato y un perro.

“Son un poco como Kohaku y Luli, en realidad…”

{Por favor no me compares con esto…}

Kohaku me envió una protesta telepática cuando murmuré mis pensamientos. Me sentí mal, pero no estaba exactamente equivocado. De cualquier manera, el rey de Zadonia estaba en medio de un ataque, por lo que no podía verlo hablando con nosotros pronto. Por eso decidí hacer lo mejor.

“Hey Príncipe Hakim, Príncipe Frost. ¿Les gustaría discutir el futuro de sus países conmigo? Estableceré un lugar para que hablemos”.

Los dos príncipes me miraron, luego se miraron, y asintieron.

“¡Nos encantaría!” los dos respondieron al unísono. Con eso, decidí que mi negocio en Zadonia había concluido. Además, estaba empezando a enojarme con los soldados de Zadonia y los Gollems que atacaban a los lados de la [Prision] que había erigido. Eran ruidosos como el infierno.

“¡Espera! ¡¿Qué piensas hacer con mi chico, hm?! ¡¿Venderlo a Dauburn?!”

“Padre, eres claramente incapaz de formar oraciones adecuadas en este momento. Si no mira hacia el futuro de este país, lo haré en su lugar”.

“¡Silencio, pequeño cachorro egoísta! ¡Harías bien en mantenerte callado y hacer lo que te mando! ”

“¡Cállate, viejo! ¡Tienes que dejar de tratarme como a un niño!”

El dúo comenzó a discutir nuevamente. Definitivamente sentí por el príncipe, pero también entendí la perspectiva del rey. Su hijo siempre, al menos un poco, sería su niño en sus ojos.

“El tiempo para hablar claramente ha terminado. Gran Duque, Santo Rey,

¡llévame contigo!”

El Príncipe Frost se volvió gruñonamente y salió por la puerta. Claramente también tenía un fusible corto… De tal padre, tal hijo.

“Coldie, puedes acompañarnos”. “Sí.”

El Príncipe Frost asintió mientras hablaba con un hombre con una armadura azul plateada. El hombre inclinó la cabeza y siguió al príncipe. Era el caballero personal del príncipe, Coldie. Había estado con el príncipe cuando nos guio a la sala de reuniones. No hablaba mucho y parecía tener unos cuarenta años. Emitía la vibra de un anciano tranquilo, pero según el general Glenn, era un espadachín brutal conocido como la Espada de Zadonia. Sin embargo, parecía preocuparse más por el príncipe que por el rey.

Todos salimos de la sala de reuniones. No quería que nadie nos persiguiera, así que lancé la [Prision] que había lanzado y creé una nueva con un rango ampliado. Cubría toda la habitación que acabábamos de dejar, evitando que nos siguieran. El hechizo fue sin duda uno de mis más versátiles, me encantó usarlo tanto para mantener a los enemigos fuera como para mantener a los enemigos atrapados dentro de él. Lo había configurado para desaparecer después de diez minutos, pero tenía la sensación de que los Gollems y los soldados continuarían golpeando contra él hasta que finalmente se desactivara.

Mientras caminábamos, el Príncipe Hakim comenzó a hablar con el Príncipe Frost.

“Er… ¿Está bien dejar a tu padre en ese estado?”

“Lo es, sí. Mi padre basa cada una de sus acciones en su odio hacia tu padre. Me niego a tomar parte en ello, no cuando está arruinando a mi gente”.

Las palabras del Príncipe Frost causaron que el Príncipe Hakim reaccionara con una pequeña risa.

“… ¿Dije algo gracioso?” El Príncipe Frost entrecerró los ojos ligeramente, claramente algo molesto por la extraña respuesta.

“No, mis disculpas. Es solo que sentí una estrecha conexión contigo en este momento. Mi propio padre es impulsado únicamente por su odio hacia el tuyo, así que me siento similar a ti”.

“Supongo que tienes razón… Ambos hemos soportado circunstancias difíciles”.

Frost le devolvió la sonrisa a Hakim. Me alegró ver que los hijos de dos enemigos amargos aún podían sonreír entre ellos. Aun así, no era como si pudiera retrasar el final de la guerra hasta que murieran los reyes actuales.

Cuando volvimos a nuestros carruajes Gollem, el rey sagrado me llevó a un lado para hacer una pregunta.

“Dijiste que estarías estableciendo un lugar para ellos. ¿Sería eso Brunhild?”

“Sí, parece el lugar más fácil para eso. Ni Dauburn ni Zadonia podrían llegar hasta allí. Además, puedo abrirles la sala de juegos, darles la oportunidad de unirse y todo eso”.

“En ese caso, Gran Duque… me gustaría imponerle un poco con una solicitud…”

El Santo Rey Allent se inclinó y susurró lo que quería en mi oído. Me sorprendió un poco lo mezquino que parecía su pedido en el gran esquema de las cosas, pero no dije nada. A veces ser un líder mundial significaba tolerar las tonterías de los demás.