Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 11

Capítulo 6: Escape

Parte 2

Al mismo tiempo, en otras partes del distrito civil de la ciudad…

A lo largo del interior de las murallas de la ciudad del bloque norte, Rio corrió por los tejados con su cuerpo físico mejorado.

“¡De prisa! No deberían haber ido muy lejos todavía. Pueden intentar escapar por la puerta norte. ¡Busque en el área a fondo!”

Las calles estaban repletas de soldados que corrían nerviosos. Habían sido atraídos por el desvío creado por Aishia, reuniendo una gran cantidad de soldados en el bloque norte.

Rio vio a algunos soldados moviéndose en parejas y saltó con gran fuerza. Hábilmente manipuló sus artes espirituales del viento para borrar el sonido de su aterrizaje y asestó el primer golpe a los soldados antes de que se dieran cuenta de su presencia.

“¡Gwah!”

“¡Gah!”

Los dos soldados quedaron inconscientes instantáneamente y cayeron al suelo. Los bastones de hierro con los que estaban equipados rodaron a su lado. Rio tomó un bastón y lo sostuvo en su mano derecha, balanceándolo un par de veces para familiarizarse con el sentimiento. Después de que su mano se familiarizó con el bastón, saltó a los tejados una vez más.

Después de eso, procedió a noquear a pequeños grupos de soldados que se movían juntos para aumentar la conmoción, luego se dirigió a la puerta norte.

Aishia, voy a derrotar a los guardianes del norte y abrir la puerta. Debes escapar por la puerta norte y asegurarte de que la gente te vea. Ese es el final de tu trabajo, le ordenó a Aishia cerca.

Entendido, respondió Aishia de inmediato. Temeroso de un escape por la puerta norte, el área antes de la puerta estaba llena de muchos soldados. Sin embargo—

Muy bien, voy a atacar la puerta ahora, declaró Rio mientras observaba a los diez soldados cerca de la puerta. Corrió hacia la puerta sin dudarlo en absoluto, sosteniendo los dedos de su mano derecha como una pistola.

Al momento siguiente, se dispararon balas de luz de Photon Projectilis. Los proyectiles se movieron como si fueran succionados hacia los cuerpos de los soldados.

“¡Guh!”

“¡¿Argh?!”

“¡Gah!”

“Ugh…”

No había forma de que pudieran evadir las rápidas balas de luz en la oscuridad, por lo que los soldados gritaron uno tras otro mientras volaban.

“Hah, hah… ¿Qué…?”

Los soldados no tenían idea de lo que acababa de pasar y miraron a su alrededor.

“¡Gah!”

Se dispararon nueve tiros en el tiempo que le tomó a Rio alcanzar a la última persona en pie. Todos ellos golpearon los cuerpos de los soldados y los hicieron volar.

“¡Eek! Uuh… ”

Se reveló a la última persona que quedaba y agitó la batuta. Un golpe sordo sonó antes de que el soldado cayera al suelo.

Los controles de la puerta deben estar dentro de la oficina.

Rio dejó atrás a los diez soldados inconscientes y se dirigió a la puerta de la oficina. Entró como si estuviera abriendo su propia puerta.

Otro soldado estaba en espera adentro, pero también fue noqueado rápidamente antes de que Rio jugara con los controles de la puerta. Después de un momento, la puerta norte comenzó a crujir al abrirse. El ruido en las cercanías aumentó inmediatamente con el sonido de la puerta abriéndose.

Un grupo de cuatro figuras llegó ante la puerta. Los soldados de otros lugares se acercaron a la puerta justo cuando estaba a punto de abrirse por completo.

“¡H-Hey, la puerta se está abriendo!”

“Los porteros están caídos. ¡Deben estar aquí mismo! ¡Es la princesa Christina!”

Los soldados gritaron nerviosos cuando vieron al grupo de cuatro, pero al mismo tiempo, la puerta norte se abrió por completo, permitiendo que el grupo la atravesara corriendo. Las granjas de cereales estaban ubicadas fuera de las puertas norte y sur, por lo que los cuatro continuaron cargando por el camino hasta que desaparecieron en la noche.

Eso es suficiente, Aishia. Gracias. Me dirigiré a la puerta sur ahora. Me pondré en contacto contigo cuando termine.

Rio había subido por encima de la puerta en algún momento y estaba hablando con Aishia a través de su enlace telepático. Dos soldados colapsaron a su lado.

Está bien, lo tengo.

Aishia se detuvo varios cientos de metros por la carretera. Los otros tres que corrían a su lado también se detuvieron.

“¿Es esto suficiente, Lady Aishia?” preguntó la mujer con la espada en la cintura.

“Sip. Nuestro trabajo termina aquí. Haruto se dirige a la puerta sur,” respondió Aishia.

“Uf, eso fue estresante”, dijo una persona encapuchada mientras revelaba su rostro. Fue Orphia. Sus largas orejas de elfo alto se habían transformado con un artefacto, pero el color de su cabello era el mismo de siempre.

“Fue una experiencia bastante emocionante”. La otra persona encapuchada también se bajó la capucha. Era el enano mayor, Alma. Como Orphia, sus características orejas habían estado ocultas, pero su color de cabello era natural.

“Celia estaba destinada a escapar por la puerta sur para que pareciera que fue al sur, luego se dirigió hacia el este, ¿verdad? Es posible que todavía surja algo, así que ¿debemos dar una vuelta por la ciudad y estar atentos a la situación?” Dijo la mujer de la espada, Sara, haciéndose pasar por Vanessa. No llevaba capucha, pero sus orejas plateadas de hombre lobo se habían transformado y su cabello había cambiado al mismo color que el de Vanessa.

“Sí, hagamos eso”, asintió Aishia.

Por lo tanto, las cuatro se dirigieron hacia la puerta sur por si acaso.

***

Muy por encima de los cielos de la ciudad, había un hombre que miraba la serie de eventos que ocurrían debajo. Fue Reiss. Había estado observando a Rio y a los demás desde que el destello de luz se disparó al aire y causó una conmoción en la ciudad. Sus ojos rastrearon sus ubicaciones de cerca, como si pudiera ver a través de la oscuridad.

“Ya veo ya veo. Así que fingen huir por la carretera norte mientras se dirigen hacia la puerta sur, donde la seguridad se aligera. Qué plan tan maravilloso”, se dijo Reiss a sí mismo con asombro, mirando a Rio saltando de azotea en azotea. Un grupo de cuatro personas se movía a escondidas cerca de la puerta: eran Christina y los demás.

Mmmm, si la que está huyendo es la princesa Cristina, sería problemático si el gobierno principal de Beltrum perdiera más poder. Entonces no hay forma de evitarlo.

Reiss suspiró en silencio y comenzó su descenso. Una vez que aterrizó cerca de la puerta norte, se acercó a algunos soldados.

“Disculpe”, comenzó.

“¿Quién es? ¡¿Por qué te escabulles?!” Los soldados levantaron sus armas y exigieron que Reiss se identificara.

“Vaya, con el escándalo que están haciendo todos, no pude evitar despertarme y ver qué estaba pasando afuera. También hay otras personas mirando por la ventana, ¿no lo ves?” Reiss dijo, mirando las casas cercanas. De hecho, había varias personas asomándose por las ventanas para observar la situación.

“… Tch. Estás en el camino. Vete a casa.” El soldado chasqueó la lengua y ahuyentó a Reiss.

“Vamos, vamos, no seas así. Vine con lo que podría ser información útil para usted”.

“¿Qué…? Entonces dilo ya”.

“Vi un grupo sospechoso de cuatro que se dirigía hacia el sur, y me preguntaba si estaba relacionado con este incidente que estaba ocurriendo ahora”, dijo Reiss, sonriendo.

Los soldados se congelaron.

“… ¿Un grupo de cuatro, dices?”

“Sí, eso es correcto. Iban por el camino hacia la puerta sur. Eso fue todo lo que tenía que decir, así que si me disculpas ahora,” dijo Reiss, partiendo rápidamente. Entonces, como para reemplazarlo, dos nuevas personas se acercaron al área antes de la puerta norte. Fueron Rui y Alfred.

“Soy el comandante de la Guardia Real del Reino de Beltrum, Alfred Emarle. Alguien, por favor, explique qué está pasando aquí”.

***

Mientras la ciudad estaba alborotada, Celia y los demás se escabulleron del sótano subterráneo,  treparon el muro y escaparon a salvo de la propiedad del Conde Claire. Ahora habían llegado cerca de la puerta sur y estaban escondidos en las sombras.

“Hay guardianes, pero nunca esperé acercarme tanto a la puerta con tanta facilidad. Realmente es hábil… —murmuró Christina asombrada mientras observaba a los soldados que patrullaban la puerta sur. Apenas se habían encontrado con ninguno de la propiedad de Claire hasta este punto, moviéndose con facilidad a pesar de que varios de su grupo no tenían experiencia en ningún tipo de táctica de sigilo. No pudo evitar sonreír al ver que todo salió mejor de lo que jamás hubiera imaginado.

“Haruto siempre hace su trabajo de manera confiable”, dijo Celia con orgullo.

Christina la miró con curiosidad. “… Parece que confías mucho en él”. “No tengo ninguna razón para no hacerlo”. Celia sonrió avergonzada.

¿Quién es realmente Sir Amakawa? Todo lo que sé de él es que recientemente fue nombrado caballero honorario de Galarc. Si conoce a la profesora Celia, ¿quizás sea un antiguo noble…?

Christina sentía mucha curiosidad por su historia. No podía imaginar que alguien tan capaz como él se hubiera vuelto completamente desconocido hasta ahora. Celia posiblemente podría proporcionar algunas respuestas, pero no había pasado mucho tiempo desde que se conocieron, y fisgonear en tales cosas en medio de esta situación sería bastante descortés.

Se verían todos los días en su viaje, por lo que habría muchas más oportunidades para hablar en el futuro. Sería una tontería hablar demasiado ahora y ser descubierta por alguien, así que decidió esperar hasta que llegara Rio, como estaba planeado.

“Lo siento, llego tarde”.

“…!”

De repente, una voz habló detrás de ellos. Todos en el grupo de Christina se estremecieron y se volvieron para ver a Rio de pie con su túnica negra.

“No me di cuenta de ti en absoluto. Qué espléndido juego de pies. Incluso tomaste a Vanessa por sorpresa…” comentó Christina asombrada. Vanessa frunció el ceño, un poco molesta.

“Me disculpo por sorprenderte”, dijo Rio torpemente.

“No, es bastante tranquilizador. Ahora, ¿hay alguna forma de pasar esta puerta?”

La muralla que rodeaba la ciudad tenía fácilmente diez metros de altura. No era una altura sobre la que pudieran saltar incluso con Augendae Corporis, por lo que tuvieron que abrir la puerta para salir.

Sin embargo, había cinco guardias parados frente a la puerta.

“Cargaremos desde el frente. Hay menos guardias que en la puerta norte, así que todo terminará rápidamente”.

“… Entonces, si puede, por favor.”

“Sí, déjamelo a mí”. Rio asintió con la cabeza, luego se alejó como si se fuera a ir de compras todos los días.

“Um, espera…”

“Haruto estará bien.”

Sus acciones fueron tan audaces que Christina perdió la oportunidad de hablar. Pero Celia inmediatamente dio su sello de aprobación, lo que provocó que Christina tragara saliva nerviosamente y se apartara para mirar.

Entonces, Rio aceleró repentinamente y se acercó a la puerta sur. Christina lo perdió de vista en un instante, sus ojos se abrieron con sorpresa.

“Ugh…”

Tan pronto como Rio se acercó a un guardia, golpeó su estómago con el codo.

“¡Gah!”

“¡Uf!”

Giró su cuerpo y dio una patada a dos guardias, enviándolos a volar. Tres de los guardias quedaron inconscientes en un instante.

“¡¿Quién diablos eres tú…?!”

Uno de los guardias restantes finalmente se dio cuenta de la llegada de Rio, pero recibió un rodillazo en el abdomen y lo envió volando también. Su fuerza se agotó y se derrumbó en el suelo.

El último guardián observó la escena aturdido.

“T-Tú bastar… ¡Gah!”

Antes de que pudiera terminar de gritar, una palma fue golpeada contra su torso, enviándolo a volar. Como resultado, los cinco guardias fueron eliminados en solo unos segundos. Christina y los demás habían observado desde las sombras.

“Ah…”

Se quedaron sin palabras.

“Él es fuerte…”

“Quién es él…”

Rei y Kouta murmuraron en estado de shock.

Rio entró a la oficina y confirmó que no había guardias antes de hacerse cargo de los controles de la puerta. Pronto salió de la habitación y les indicó a los demás que se acercaran.

“¡H-Hey! ¡¿Por qué está abierta la puerta?!” Los guardias en la parte superior del muro notaron que la puerta se abría y comenzaron a armar un escándalo. En el tiempo que Christina y los demás tardaron en llegar a la puerta, Rio saltó fácilmente a la pared de diez metros y noqueó a los dos soldados allí. Luego saltó al suelo de nuevo.

“Es como si no hubiera seguridad en absoluto cuando él está aquí…” Christina se encontró sonriendo ante lo ridículamente hábil que era.

“La puerta se abrirá completamente en los próximos diez segundos. Activa tus encantamientos de habilidad física con tu magia o artefactos mágicos, luego corre a través de la puerta a toda velocidad en mi señal”. El fuerte estruendo de la puerta al abrirse ya había hecho eco en sus alrededores, por lo que Rio explicó las cosas en voz alta.

“…Entendido.” El grupo asintió con la cabeza con firmeza.

“Ustedes dos tomen estas espadas. Úselos para protegerse si llega el momento”. Rio tomó dos espadas enfundadas de los porteros y se las entregó a los dos chicos japoneses de cabello negro.

“E-Está bien…” Probablemente nunca antes habían matado a nadie; los chicos aceptaron las espadas con expresión rígida. Finalmente, la puerta se abrió por completo.

“¡Vamos! ¡Ahora!”

A la orden de Rio, Christina y los demás comenzaron a correr. Rio los siguió en la parte trasera, y seis pares de pasos resonaron a través de las tierras de cultivo.

Desafortunadamente, su momento no fue el mejor, ya que el sol comenzaba a salir. El cielo del este comenzaba a aclararse levemente. Peor aún, los campos de trigo crecían fuera de la puerta sur, y actualmente era la temporada justo antes de sembrar las semillas. Los campos eran planos y abiertos, lo que facilitaba que los perseguidores los detectaran de inmediato.

No importa cuánto se mejoraron sus habilidades con magia o hechicería, su resistencia base no había mejorado. Rio y Vanessa entrenaron sus cuerpos con regularidad, pero los demás gradualmente se volverían más agotados y perderían fuerza.

Los soldados probablemente sabían que la puerta sur ya estaba abierta, y ahora que estaba aclarando afuera, los perseguidores probablemente los seguirían fuera de la ciudad, ya que podían usar caballos y monturas voladoras en la luz.

Me quedaré aquí y ganaré más tiempo, por si acaso.

Habiendo decidido eso,  Rio  llamó a Christina.  “Voy a detener a  los perseguidores. Reunámonos antes del primer pueblo por la carretera sur al mediodía. Debe haber una pequeña calle lateral que conduzca a un manantial. Vanessa, por favor protege a todos”.

“¡Entendido!” Vanessa respondió rápidamente. Los otros cuatro tenían las manos ocupadas corriendo y no pudieron responder. Entre ellos, Christina parecía estar pasando el mejor momento.

“¡Cuídate!” Rio dijo, deteniéndose y dándose la vuelta.

“H-Haruto… ¡T-Tienes que presentarte en el punto de encuentro, pase lo que pase! Hah… hah… ¡Por favor! Si no lo haces, yo… hah…” La voz de Celia se podía escuchar detrás de él; estaba sin aliento y gritaba desesperadamente. Rio respondió con un gesto de su mano derecha y se dirigió hacia la ciudad.

No mucho después, vio caballeros saliendo por la puerta sur. Había diez de ellos.

Caballeros, ¿eh?

Rio notó que todos llevaban uniformes de caballero. Las capacidades de sus cuerpos entrenados se habían incrementado hasta sus límites a través de mejoras de habilidades físicas a través de magia y artefactos mágicos.

Naturalmente, los soldados de carrera que habían recibido entrenamiento podían sacar mucha más resistencia que los que no lo estaban, así que si hubieran seguido corriendo así, eventualmente habrían alcanzado a Celia y a los demás.

Parece que quedarse atrás fue la elección correcta, pensó Rio, bajándose la capucha sobre la cara. Recuperó dos dagas y varios cuchillos arrojadizos de su alijo espacio-temporal y los equipó. En poco tiempo, los caballeros llegaron antes que Río.

“¡Detente!” El caballero a la cabeza ordenó a los demás.

“…” Los ojos de Rio se abrieron levemente bajo su capucha. Su líder fue Charles Arbour.

“Parece que para mí fue la elección correcta liderar la retaguardia y comprobar el sonido de la puerta sur abriéndose yo mismo. Realmente tuve suerte”, dijo Charles con una mueca salvaje.

“¡¿Quién diablos eres tú?! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Quítate la capucha!” preguntó con voz amenazadora.

“… ¿Por  qué debería responderte?”

Rio  respondió provocativamente, negándose a responder la pregunta.

“¿Que acabas de decir? ¿Tienes un deseo de muerte?” Charles miró a Rio con desprecio.

“Lo que sea. Te mostraré un mundo de dolor al que seguramente me rogarás por la muerte. Ahora sería el momento de hablar”.

“No tengo nada que decirte.” Rio apuntó con su daga al hombre con una sonrisa sádica para desafiarlo. Una arruga apareció en la frente de Charles.

“…Háganlo.” Ordenó que la batalla comenzara con voz fría. Los caballeros detrás de él se movieron todos a la vez.

Rio bajó su postura y pateó desde el suelo. Cargó contra los caballeros mientras metía la mano izquierda en el bolsillo del pecho, sacaba los cuchillos arrojadizos que escondía allí y los lanzaba. La tenue iluminación ralentizó las reacciones de los caballeros, y el cuchillo arrojadizo atravesó limpiamente el muslo del caballero que estaba al frente.

“Guh…”

El caballero que fue apuñalado perdió el equilibrio y cayó. Sin embargo, los otros caballeros no mostraron señales de detenerse; deben haber tenido experiencia en combate. Rio los analizó con calma.

“¡Rodearlo!”

Los caballeros optaron por la táctica infalible y se dispersaron para rodear a Rio. Pero Rio aceleró, saliendo del círculo antes de que los caballeros pudieran encerrarlo y en su lugar se acercaron a los caballeros.

“Qu…”

Los caballeros fueron tomados por sorpresa por la inesperada velocidad, a pesar de su experiencia. Rio corrió entre los caballeros como si estuviera saltando, sus movimientos eran casi acrobáticos, como si fluyera o bailara.

No les dio la oportunidad de rodearlo. Tanto sus manos como su hazaña bailaron cuando pasó junto a ellas, causando un  daño seguro a los caballeros. Los caballeros intentaron devolver el ataque blandiendo sus espadas, pero la trayectoria que dibujaron sus espadas no pudo alcanzar a Rio.

“¡Maldición! ¡¿Qué pasa con este tipo?!”

“¡E-Él es fuerte!”

Los movimientos acrobáticos de Rio estaban jugando con los caballeros, lo que hizo que su inquietud saliera a la superficie. Con solo hacer que Rio los pasara una vez, un caballero sería cortado con una daga mientras que otro fue enviado volando con una patada; la mitad de los caballeros habían sido cortados. Los caballeros restantes, incluido Charles, miraron a Rio, pero un momento después, saltó a un lado sin previo aviso.

“¿Q-Qué?”

Era casi como si Rio hubiera desaparecido, provocando una reacción tardía entre Charles y los otros caballeros. Entonces, Rio reapareció, cargando contra ellos desde un lado. Saltó a través del espacio entre dos caballeros alineados y los pasó, volteándose en el aire y derribándolos a ambos con un solo golpe en las rodillas.