Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 11

Capítulo 5: Encuentro Casual

Parte 1

A la mañana siguiente, Rio y las demás se mudaron de la casa de piedra en la que habían estado viviendo y partieron hacia el territorio del Conde Claire en el extremo oriental del Reino de Beltrum.

Rio, Aishia y Orphia volaron con sus artes espirituales del viento mientras Celia, Miharu, Latifa, Sara y Alma cabalgaban a lomos del espíritu de contrato de Orphia, el águila gigante Ariel. Al viajar así, llegaron al dominio del Conde Claire antes de la puesta del sol.

La capital del dominio que habían visitado antes se llamaba Cleia, donde naturalmente se encontraba la casa de la familia de Celia. El plan que se había decidido con Celia era descender al bosque cerca de la ciudad y establecer la casa de piedra como base, luego esperar a que anocheciera antes de atravesar la oscuridad y colarse en los terrenos de la propiedad como antes.

Aproximadamente media hora después de entrar en el dominio, la ciudad capital podía verse a lo lejos, pero—

“Haruto”. Aishia de repente llamó a Rio.

“Lo sé. Todos, todavía hay un poco de distancia hasta la ciudad, pero ahora vamos a descender al bosque debajo de nosotros”, dijo Rio de inmediato.

“¿Q-Qué pasa?” Celia preguntó, preocupada por el repentino descenso.

Sara tenía una sólida comprensión de la situación, por lo que le explicó el motivo a Celia. “Hay algo volando cerca de la ciudad. Nos descubrirán si nos acercamos así, así que vamos a descender”.

“¿Es un barco encantado o algo así?”

“No, probablemente sea algún tipo de criatura. Vi a una persona de espaldas, por lo que probablemente era un grifo…”

“… ¿Era uno de los grifos que tenía en mi casa?” Celia se preguntó con una inclinación de cabeza. Mientras lo hacía, el grupo aterrizó en el bosque. Estaban rodeados de árboles densamente crecientes, por lo que no era probable que la persona que montaba sobre el grifo los notara.

“Me gustaría ver qué está pasando, entonces, ¿pueden todos montar la casa de piedra y esperar aquí? Podría perderme en el camino de regreso, así que Aishia debería quedarse aquí también. La profesora Celia puede venir conmigo, ya que probablemente conoce bien la ciudad”, dijo Rio, dando sus instrucciones enérgicamente.

“Seguro, pero ¿no nos verán si volamos?” “Es por eso que correremos por el bosque”.

“Umm, puedo usar el encantamiento para la habilidad física, pero no podré seguir tu ritmo…”

Celia era una típica persona no atlética. Como hechicera completa, podía usar todo tipo de magia, pero incluso con sus habilidades físicas mejoradas, no podía seguir el ritmo de las mejoras artísticas espirituales inhumanas de Rio.

Pero el mayor problema era el hecho de que el cerebro no podía seguir el ritmo del impulso físico de la magia. No bastaba con mejorar la capacidad física; también eran necesarios los sentidos atléticos para controlar los movimientos del cuerpo mejorado. Celia carecía por completo de esa cualidad. Correr en un bosque con una base tan inestable estaba fuera de discusión. Sin embargo—

“Está bien. Te llevaré y correré. Sin embargo, será más inestable que volar por el cielo”. Problema resuelto.

“L-Lo tengo”. Escuchar que Rio la llevaría hizo que un leve rubor apareciera en las mejillas de Celia.

***

Menos de una hora después, Rio y Celia llegaron a la capital de Cleia.

“… ¿Eh? Son los Caballeros Aéreos del Reino de Beltrum. Me pregunto por qué están aquí”.

Después de acercarse lo suficiente a la ciudad, salieron a la carretera principal, donde Celia se detuvo y miró al cielo. Circulando sobre ellos estaban los Caballeros Aéreos de Beltrum, montados en sus grifos. Los grifos eran conocidos como los leones de los cielos, famosos por ser los otros gobernantes de los cielos además de los dragones, y eran extremadamente inteligentes.

Algunos reinos los domesticaron para usarlos como monturas, pero tenían temperamentos volátiles y la mayoría vivían en hábitats de montaña. La parte superior de sus cuerpos era como aves rapaces, por lo que sus chillidos agudos les eran característicos.

“Si han enviado las valiosas fuerzas aéreas, entonces algo grande debe haber sucedido… Por ahora, entremos en la ciudad y recopilemos información”.

“Si.” Celia asintió con una expresión rígida. Así, los dos partieron hacia la ciudad.

***

Por el momento, Rio y Celia se encontraban en la plaza del distrito residencial fuera de los muros exteriores de Cleia. Vestían túnicas sencillas y escondían sus rostros bajo capuchas mientras caminaban.

“No es muy animado, eh…”

“Hay mucha gente que no parece tener un hogar donde vivir… Los desempleados y los migrantes. Y aunque estamos fuera de los muros, hay muchos soldados patrullando”.

Dado que las áreas fuera de las murallas de la ciudad estaban en gran parte exentas de impuestos, en cualquier ciudad normalmente estaban llenas de puestos y llenas de actividad bulliciosa. Sin embargo, por lo que Rio y Celia podían ver, había pocos puestos e incluso menos compradores deambulando. Familias y grupos de personas que habían perdido sus hogares estaban sentados en los bordes de la plaza.

De un vistazo, había más personas sin hogar de lo esperado.

“Y los soldados que patrullan no son de este territorio. Todos llevan el uniforme del ejército del reino. Qué está pasando…”

Parecía que la atmósfera actual de Cleia era muy diferente a la que Celia conocía. Tenía una expresión hosca, conmovida por el cambio en el aire de su ciudad natal.

En primer lugar, era extraño que el ejército del reino estuviera estacionado en la tierra de un señor local. Con la excepción de durante la guerra, la defensa de cada ciudad era responsabilidad exclusiva del señor. Normalmente sería imposible que interviniera el ejército del reino.

“Tiempo de guerra… en el que no estamos ahora. Lo que significa que el ejército está aquí para algún tipo de investigación, o como precaución para algo…” dijo Rio, ofreciendo algunas posibilidades.

“Eh, tú. El hombre y la mujer de allí. Quítese las capuchas”. Un soldado solitario se les acercó con una orden.

“¿Eh? ¿Y-Yo…?” Celia se estremeció sorprendida, pero Rio se quitó la capucha.

“…Todo está bien. Haz lo que él dice”. “Okay…”

Celia se quitó la capucha con nerviosismo. Su cabello rubio alterado por artefactos se reflejó en los ojos del soldado.

“… Tch. Sal de aquí.” El soldado solo parecía estar prestando atención al color del cabello, mientras chasqueaba la lengua y se iba.

Parece que están buscando a alguien, supuso Rio por el intercambio de hace un momento.

Una posibilidad sería la hija del señor: la profesora. Pero ha pasado bastante tiempo desde que Celia desapareció. No fueron tan estrictos la última vez que estuvimos aquí, así que dudo que lleven a cabo una investigación a tan gran escala en este momento…

Lo que hacía muy probable que estuvieran buscando a otra persona.

“Puede que nos vuelvan a interrogar si nos volvemos a poner las capuchas. Dudo que se sospeche de nosotros sin motivo, pero puede que sea mejor movernos con nuestras caras reveladas por ahora. ¿Dejamos nuestras capuchas abajo de aquí en adelante? Puede encontrarse con alguien que conoce, así que trata de mantenerte alejada del distrito noble. Yo iré en tu lugar “, sugirió Rio.

Le preocupaba que la apariencia superior a la media de Celia atrajera la atención de extraños, pero parecía mejor que ser interrogado por soldados en todas partes. El distrito noble estaba ubicado en lo profundo de las murallas de la ciudad, por lo que había pocas posibilidades de encontrar a un conocido, y el cabello de Celia estaba actualmente alterado con un artefacto mágico para que nadie la reconociera de un vistazo. Los riesgos estaban en un nivel aceptable.

“Muy bien.”

“No parece que a las afueras les vaya bien en este momento, así que vayamos al interior de las paredes”.

“…Correcto.”

Y así, los dos entraron dentro de las murallas de la ciudad.

***

Rio entró en las murallas de la ciudad y escoltó a Celia a un acogedor café antes de aventurarse más cerca de la finca del señor solo. Miró a su alrededor para ver el estado de las cosas durante unos treinta minutos antes de regresar inmediatamente a Celia.

“La seguridad alrededor de la propiedad parece bastante estricta. Como era de esperar, también estaba rodeado de soldados. ¿Qué debemos hacer? ¿Deberíamos colamos esta noche como estaba planeado?”

“… Si es posible colarse, entonces eso es lo que quiero hacer. Pero no hay necesidad de esforzarnos si existe un alto riesgo de ser descubierto”, dijo Celia de mala gana. Basado en lo que había visto de la ciudad hasta ahora, definitivamente había algo que la molestaba.

“Es posible. Si usamos el mismo pasadizo subterráneo secreto que la última vez, deberíamos poder mezclarnos con la oscuridad de la noche. Y, en la remota posibilidad de que nos vean, todavía no se dan cuenta de nuestra presencia aquí, y hay innumerables rutas de escape por la noche. El riesgo puede ser un poco alto, pero creo que vale la pena colarse”, dijo Rio, a favor de la infiltración para evitar que Celia muestre reserva.

“Gracias. Entonces contaré contigo, Haruto.” Celia esbozó una sonrisa de dolor e inclinó la cabeza.

***

Poco después, Rio y Celia regresaron a la casa de piedra para recoger a Aishia antes de regresar a Cleia una vez más. Miharu y las chicas espirituales continuarían vigilando la casa. Rio, Aishia y Celia se registraron en una habitación en una posada y esperaron hasta altas horas de la noche antes de finalmente comenzar su intento en la propiedad del Conde Claire.

Las hogueras ardían alrededor de la mansión, que estaba ubicada en la cima de una pequeña colina. Los soldados patrullaban el perímetro a cada paso, lo que hacía imposible que un intruso típico llegara siquiera al jardín.

Sin embargo, para Rio, que podía volar por el aire usando artes espirituales, mezclarse con la oscuridad de los cielos que los guardias no estaban mirando no fue tan difícil. Sabía cómo entrar desde la última vez que vinieron a entregar la carta de Celia después de huir de su boda, por lo que llegaron al pasaje subterráneo sin ningún problema.

Después de jugar con el suelo cerca de la fuente y agarrar la manija oculta que apareció, Rio levantó la puerta de un tirón. La escalera que bajaba al pasillo estaba frente a ellos.

“Vámonos.” “Okay.”

Los dos bajaron las escaleras. Mientras Rio estaba devolviendo la apertura a como estaba antes, Celia activó los artefactos mágicos que actuaban como lámparas a lo largo de la pared.

Una vez que se iluminó el pasadizo subterráneo, prosiguieron. Después de un rato, salieron a un espacio abierto debajo de la mansión. Frente a ellos había una escalera que se dirigía hacia arriba, mientras que a izquierda y derecha había varias puertas. Rio y Celia se detuvieron ante ellos.

“Hagamos que Aishia revise el estado de la mansión en su forma espiritual.

¿Hay algún artefacto de detección de esencia instalado en tu casa?”

“Los hay, pero probablemente estén apagados. Investigamos mucho sobre la magia utilizando esencias mágicas como fuente de energía, por lo que se activarían constantemente si las dejáramos”.

“Ya veo.”

Como hija, como familia, parecía. En cuyo caso, Aishia podría adaptarse a la situación a medida que avanzaba. Pero, justo cuando Rio terminó de pensar, una puerta en la habitación subterránea se abrió de repente. Rio inmediatamente se movió delante de Celia para cubrirla, poniéndose la capucha de su túnica negra que normalmente no usaba.

La persona que apareció en la puerta era una hermosa niña. Su cabello de color violeta claro era largo y lacio, sus pupilas eran de un violeta intenso y sus rasgos faciales tenían una elegancia refinada que era claramente de una calidad diferente a la belleza simplista que producían las chicas comunes. Parecía tener una edad similar a Rio.

… ¡¿Princesa Christina?!

Fue la primera princesa del Reino de Beltrum, Christina. Él acababa de conocerla en el banquete el otro día, así que no había duda. Llevaba ropa noble y encantadora que se diseñó alrededor de una base púrpura, debajo de un poncho blanco puro. Tan pronto como vio al Río encapuchado en el pasillo, palideció.

“¡V-Vanessa!” gritó en voz alta, y otra mujer apareció en medio de la puerta. Parecía tener unos veintitantos años; vestía uniforme de caballero y tenía una espada envainada en la cintura.

Su nombre era Vanessa Emarle, y ella era el caballero que una vez trajo al huérfano Rio desde los barrios bajos al castillo a punta de espada. Tan pronto como Rio entró en la vista de Vanessa, una mirada aguda apareció en su rostro.

“¿Quién va allá?” gritó, adoptando una postura de batalla.

¿Qué hacemos?

¿Deberían revelarse o deberían correr por ahora? Fue difícil tomar una decisión en el acto. En contraste, Vanessa no mostró ninguna vacilación mientras atacaba a Rio.

No parecía que tuviera la intención de matar, ya que no desenvainó su arma, pero una luz peligrosa brilló en sus ojos.

No hay tiempo para pensar.

Rio avanzó para contraatacar inmediatamente, y los dos hicieron contacto. Vanessa agarró a Rio en un intento por reprimirlo.

¡Slap!

Paró su brazo a la ligera. Rio procedió a agarrar ese brazo e inmovilizar sus movimientos.

“¡Tch!”

Vanessa lo sacudió de su brazo a toda prisa, empujando su otra mano en el abdomen de Rio. Pero Rio lanzó un puñetazo para desviar el puño de Vanessa, cambiando su trayectoria.

“¡Vuelve al pasillo!” “¡Muévete, Vanessa!”

Rio y Christina gritaron a la vez, sus voces resonando en la habitación. Vanessa fue la primera en reaccionar, saltándose a un lado cuando Christina levantó la mano derecha y cantó un hechizo.

“¡Photon Projectilis!”

Un pequeño círculo flotó sobre su palma y tres balas de luz volaron sucesivamente.

Las balas de alta velocidad de energía mágica vinieron volando hacia Río. Incluso para un humano normal, existía una baja probabilidad de muerte en el impacto, pero cada bala tenía la fuerza suficiente para romper un hueso si el contacto se hacía en el lugar correcto. Rio usó sus artes espirituales para mejorar su cuerpo físico y sus habilidades. Enfocó más esencia mágica en sus manos para fortalecerlas. Las balas que soltó Christina eran visibles para él. Su brazo, hombro, cuerpo, estaba claro que fueron disparados con el objetivo de sellar los movimientos de Rio.

Sería bastante fácil esquivarlos, pero hacerlo significaría que Celia, que estaba detrás de él, sería golpeada en su lugar. Rio siguió el camino de las balas y movió sus manos.

“Qu…”

Las balas de fotones que Christina había disparado se dispersaron y dispersaron con el sonido de un impacto. Fue una hazaña inhumana, incluso Celia se sorprendió por lo que sucedió.

Mientras tanto, Christina sintió una fuerte sensación de deja-vu ante la hazaña. Se dio cuenta de que el chico al que había visto hacer lo mismo en el banquete dos semanas antes estaba aquí, por eso se retiró.

Sin embargo, Vanessa de repente pateó el suelo y se acercó a Rio una vez más. Rio no se perdió ninguno de sus movimientos, en realidad estaba un paso por delante cuando se dio la vuelta detrás de Vanessa en un momento y la sujetó inmovilizándola con los brazos detrás de ella.

Rio luego giró a Vanessa para enfrentar a Christina como un escudo.

“¡Princesa Christina! ¡Olvídate de mí y atrapa a este hombre!” Vanessa le gritó a Christina con voz de pánico. Probablemente elegiría la muerte antes que ser rehén. Era la mentalidad más admirable de un caballero, pero…

Rio vaciló por un momento antes de hablar con Christina. “…Por favor, espere un momento. Solo me moví en defensa propia, no tengo intención de lastimar a ninguna de las dos”. Miró a Celia para confirmarlo.

¿Está bien? Estaba preguntando.

La princesa de su reino escondida en las habitaciones subterráneas de la casa de su familia no era un asunto que pudiera ignorarse. Además del ejército que buscaba a alguien en un frenesí afuera, estaba claro que algo problemático estaba sucediendo. Esa fue la conclusión a la que había llegado.

Celia ya era consciente de que la otra persona era Christina y asintió a Rio. “Por favor, acércate”, animó Rio a Celia.

Clic. Una de las puertas que habían estado cerradas hasta ahora se abrió repentinamente, revelando a dos chicos en la adolescencia. Para sorpresa de Rio, sus rasgos raciales eran muy similares a los de los japoneses.

“… ¿Q-Qué? ¿Qué está pasando…?”

Los chicos de ojos soñolientos aún no se habían dado cuenta del todo de lo que estaba pasando y parecían perplejos. Los ojos de Rio se agrandaron al verlos.

“No salgas. Solo harás las cosas más complicadas”, regañó Christina a los chicos.

“Ah bien…”

Los chicos se retiraron a la habitación, pero dejaron la puerta abierta para ver lo que pasaba desde adentro. Entonces, Celia caminó hacia delante pasando a Rio.

“Princesa Christina”. Se arrodilló respetuosamente ante ella. “… ¿Quién eres tú?” Christina preguntó confundida.

“Es Celia Claire. Mucho tiempo sin verte.” Celia se quitó la capucha y bajó la cabeza en otra muestra de respeto.

“¿Profesora Celia…? ¿Eres realmente tú…? ¿Qué pasa con ese color de pelo? ¿Pensé que te habías perdido?” Cuando Celia se reveló y expresó su respeto, la hostilidad desapareció por completo de la expresión de Christina y fue reemplazada por una confusión extrema.

“Después de que rompí el arreglo de la boda con Charles Arbor, me escondí de la sociedad. Esperé a que todo se enfriara antes de colarme aquí a través del pasaje subterráneo para encontrarme con mi padre nuevamente, pero…” explicó Celia, dando una versión vaga de la verdad.

En ese momento, Rio soltó a Vanessa. “Pido disculpas por mis acciones. Por favor, perdona mi descortesía”.

“N-No, yo fui el que atacó primero. En realidad, no estamos en condiciones de ser descubiertos por nadie en este momento. Mis disculpas.” A pesar de su confusión, Vanessa devolvió la disculpa de Rio. En ese tiempo, Celia se había puesto de pie.

“¿Así que fue por su voluntad que se suspendió la ceremonia de la boda, profesora?” Christina preguntó en estado de shock.

“Bueno, sí…” Celia asintió con firmeza para enfatizar que había dejado la boda por su propia voluntad, pero se encontró sin palabras a la hora de explicar los acontecimientos que la condujeron.

“Si puedo ser tan presuntuoso al hablar, Su Alteza, fui yo el que ayudo”. Rio se quitó la capucha. Él había determinado con certeza a partir de su situación que ella estaba actualmente en oposición a la facción del Duque Arbour que controlaba el Reino de Beltrum.

“Así que  eres Sir Amakawa… ¿Pero por qué  estás con la profesora Celia…?”