Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 11

Capítulo 4: La Decisión De Celia

Parte 2

“Ella está justo en frente de mí. Mi importante amiga de la infancia en este mundo es usted, profesora”.

“… Q-Qué… ¡N-No me tomes el pelo así!” Totalmente sorprendida, Celia tartamudeó sin palabras antes de sonrojarse y gritar.

“No te estoy tomando el pelo. Estuviste conmigo entre los siete y los doce años, ¿sabes? Si es una cuestión de años que pasamos juntos en este mundo, entonces te conozco desde hace más tiempo”, dijo Rio con confianza.

“P-Pero… soy tu profesora. Llamarme amiga de la infancia es…” La hizo feliz. Pero, ¿tenía ella derecho a tal cosa?

“¿No te dije en el pasado que la considero mi amiga, profesora? ¿Lo has olvidado?” Rio se rio entre dientes.

“¿Soy tu amiga?” Celia preguntó inquieta.

“Si. ¿No lo eres? Por supuesto, yo también te considero mi maestra. Espera, ¿no tuvimos esta conversación en la Academia también?” Rio inclinó la cabeza ante la extraña sensación de deja-vu. Estaba seguro de que habían tenido una conversación similar en el antiguo laboratorio de investigación de Celia en la Academia, pero no podía recordarlo con claridad. Pero a pesar de eso—

“En cualquier caso, es cierto que Miharu es importante para mí. Pero usted también es importante, profesora Celia. Si la amiga de la infancia de Amakawa Haruto es Miharu, entonces la amiga de la infancia de Rio es Celia Claire. Eso es lo que creo, al menos”, dijo Rio con resolución.

“Uhh…” Celia se quedó sin habla y enrojecida por el hecho de que Rio le había hablado con tanta franqueza. Estaba bastante segura de que era la primera vez que la llamaban por su nombre completo.

“Usted es una persona importante para mí, profesora. Por eso no podía pasar por alto tu matrimonio con Charles Arbour cuando sabía que solo te haría infeliz. Por eso te extendí mi mano. Lo tomaste. Nada ha cambiado en la situación desde entonces. No es necesario que te reprimas”. Rio le tendió la mano derecha a Celia.

“¿Q-Qué…?” Celia miró la mano que Rio le ofrecía nerviosamente.

“Podemos ir a la casa de su familia cuando lo desee. Incluso podemos irnos tan pronto como hoy o mañana, si lo desea. Solo tienes que tomar mi mano”.

Con la mano aún extendida, Rio animó a Celia a tomar una decisión. Una sola lágrima rodó por la mejilla de Celia.

“H-Haciendo esto por alguien como yo… No me culpes si no sale bien”. Ella comenzó a llorar mientras tomaba suavemente la mano de Rio.

***

Después de su conversación, Rio salió de su habitación y se dirigió a la sala de estar. Celia se encerró en la habitación de Rio, diciendo que no quería que la vieran llorando.

Al llegar a la sala de estar, Rio presenció la vista de Latifa, Sara, Orphia y Alma rodeando a Miharu, persiguiéndola en busca de respuestas. Aishia se sentó sola a poca distancia, bostezando somnolienta.

“¿E-Entonces le preguntaste? O mejor dicho, ¿… te las arreglaste para confesarte?” Sara preguntó a Miharu nerviosamente.

“¡N-No fue una confesión! No se lo dije directamente, así que no contó”. Miharu agitó las manos en negación.

“Pero es cierto que le transmitiste tus sentimientos, ¿verdad?” “Si. A este ritmo, Miharu estará un paso por delante…”

Alma y Orphia también parecían estar un poco asustadas.

“¡Hmph! ¡Así que amabas a Onii-chan, después de todo, Miharu!” Latifa hizo un puchero con tristeza.

“… Umm”, dijo Rio a la habitación con torpeza. “¡Espera, ¿Rio?!”

Habían estado tan absortas en su conversación que nadie se dio cuenta de que Rio había estado en la sala de estar por un tiempo. Todas las demás menos Aishia se estremecieron.

“… Err, ¿de qué estaban hablando todas?” Casi se había dado cuenta de lo que estaban discutiendo, pero era tan incómodo que decidió fingir ignorancia.

“¡N-No es nada!” Miharu gritó con la cara sonrojada.

“De todos modos, ¿qué pasó con Celia?” Sara se aclaró la garganta y preguntó.

“Estábamos hablando de visitar la casa de su familia. Estoy pensando en irme mañana para dirigirme al Reino de Beltrum al oeste, así que quería informar a todas de eso. Deberíamos tener suficientes manos con Aishia, así que si el resto de ustedes quieren quedarse aquí, es una opción…”

Sara y las demás intercambiaron miradas antes de ofrecerse con entusiasmo a ir juntas.

“¡Por supuesto que iremos!”