Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 11

Capítulo 3: Adiós, Hacia Un Nuevo Viaje

Parte 2

Había pasado una semana desde que Takahisa, Aki y Masato partieron hacia el Reino de Centostella. Durante la semana, se despidieron de Liselotte cuando regresaba a Amande para ocuparse de su trabajo en el Gremio Ricca, visitaron a los padres de Liselotte para saludarlos e informaron formalmente a Francois sobre sus planes de continuar viajando. El tiempo había pasado en un abrir y cerrar de ojos.

“Aww… Primero Masato y los demás se van, y ahora Haruto y Miharu se van. ¡Estoy tan sola! ¿Cuándo nos volveremos a encontrar? También quería comerme la comida de Haruto… Liselotte está ocupada, así que también se fue temprano…”

Finalmente fue el día en que Rio y Miharu debían dejar el castillo. Los tres, incluido Satsuki, estaban sentados alrededor de la mesa del comedor en la sala de estar desayunando por la mañana cuando Satsuki había hablado con dramática tristeza. En lugar de estar de mal humor, parecía que suplicaba volver a verlos pronto.

“Intentaré llevar a Miharu de regreso al castillo con regularidad. Si hay una posibilidad, te sacaremos del castillo por la noche para que vengas a la casa de piedra; deberías haberlo dicho antes”.

“No puedo hacer eso. Nos prometiste a Liselotte y a mí en el banquete, así que no sería justo para ella, ¿verdad? De todos modos, sería más divertido comer juntos “, dijo Satsuki, sonriendo tiernamente.

“Entiendo. Si tengo la oportunidad de volver a ver a Liselotte, se lo informaré. Siéntete libre de transmitir el mensaje si también puedes ver a Liselotte primero”, dijo Rio con una sonrisa.

“Hurra. Entonces lo estaré esperando. Las comidas en el castillo son deliciosas, pero todas son bastante aceitosas y abundantes en condimentos. Mucho sabe grasoso, así que les pedí que lo ajustaran a un sabor más ligero, pero tenía muchas ganas de comer arroz, sopa de miso y alimentos en escabeche”, enfatizó Satsuki con los puños cerrados.

“Estoy de acuerdo. Podría comer una comida japonesa todos los días mientras vivía en esa casa con Haruto, pero después de dos semanas en el castillo también comencé a extrañarlo mucho”, asintió Miharu con una risita.

“¿Cierto? Es por eso que ambos deberían volver pronto. ¡Estaré esperando! Quizás Aki y Masato también comiencen a perderse las comidas japonesas y regresen”, dijo Satsuki con una sonrisa.

Rio y Miharu intercambiaron miradas antes de asentir suavemente. “Quizás.”

“… Y entonces, estaré esperando a que ustedes dos regresen. Masato se fue de una manera tan fría, y a mí tampoco me gustan las despedidas emocionales. Si hablo con ustedes dos por mucho tiempo antes de que se vayan, terminaré llorando frente a la gente en el castillo, así que voy a decir esto ahora”, dijo Satsuki con un poco de tristeza, mirando a Rio y Miharu. Respiró hondo para calmarse. Luego—

“Cuídense ustedes dos”. Ella sonrió desde el fondo de su corazón cuando los vio desaparecer.

***

Después del desayuno, antes de que Rio y Miharu dejaran el castillo, se reunieron con el rey Francois con Satsuki a cuestas.

“¿Realmente saldrás de la capital a pie?” Los ojos de Francois se agrandaron cuando escuchó el método de transporte que Rio había elegido. Como Haruto Amakawa, caballero honorario del Reino de Galarc, era un noble de clase alta a la par con un conde. Normalmente sería impensable que alguien así saliera de la ciudad sin guardias.

Sin embargo, los guardias inferiores solo representarían una carga en el caso de Rio…

“Sí, esto es a lo que estamos acostumbrados. Si ocurre lo peor, puedo correr mientras llevo a Miharu, que sería más rápido que un carruaje”.

“Bwahaha. Ya veo, bien, entonces. Después de todo, no encajas bien con los estándares”, asintió Francois con una sonrisa. “¿A dónde te diriges ahora?”

“Le hice una promesa a un amigo cercano, así que por el momento dejaré el área bajo el control de Su Majestad y me dirigiré a una ciudad al oeste. Sin embargo, no he decidido nada más allá de eso… ”

Rio le informó de sus planes generales, indicando que sus planes aún eran bastante vagos. Dicho esto, su respuesta no fue necesariamente una mentira. Con la situación de Miharu arreglada por el momento, él quería hacer algo para ayudar a los problemas de Celia a continuación, pero dependía de ella si quería que él hiciera algo al respecto tan pronto después de que se reunieran.

Todavía tenía que decirle a Celia que su ex prometido, Charles Arbour, había asistido al banquete, por lo que necesitaba informarle de las noticias del Reino de Beltrum que había obtenido.

“El oeste, ¿eh? Con la lengüeta para el cuello que les he dado, todas las áreas de este reino se adaptarán a ustedes. Las naciones extranjeras amigas deberían tratarte como noble. Aunque puede resultar un poco extraño llamarte noble de nuestro reino cuando no estás obligado por ningún deber… En cualquier caso, ven al castillo con regularidad. Lady Satsuki y Charlotte estarán felices de verte”, dijo Francois riendo.

“Sería un honor. Miharu también lo disfrutaría, así que prometo visitarlos regularmente”. Rio bajó la cabeza respetuosamente.

“…Bueno. Ahora, no debería retenerte más. Charlotte, llévalos a la puerta con Lady Satsuki.” Francois asintió.

“Entiendo, padre.  Por favor ven por aquí.” Charlotte  se puso  de pie inmediatamente, frente a Rio, Miharu y Satsuki sentada frente a ella. Los tres se levantaron y se despidieron de Francois antes de seguir a Charlotte fuera de la habitación.

Después de eso, los cuatro caminaron por los pasillos del castillo y salieron a los jardines. En poco tiempo llegaron a la puerta.

“Hasta luego, Miharu. Haruto”. Satsuki les habló como si estuviera despidiendo a su familia mientras salían por un momento. No le gustaban las despedidas emocionales, por eso mantuvo sus palabras breves y dulces. Como les había informado de antemano, no tenía mucho que decir.

“Si. Volveremos pronto “, respondió Miharu, sonriendo un poco con tristeza. “Vamos a encontrarnos de nuevo pronto”, dijo Rio después de Miharu.

Satsuki agachó un poco la cabeza y asintió, luego se giró para mirar a Charlotte a su lado. “Sí… ¿Tú también tienes algo que decir, Char?”

“Veamos. Ambos, cuídense. Y una cosa más, Sir Haruto”, dijo Charlotte, dirigiéndose a Rio.

“¿Si, que es eso?” Rio inclinó la cabeza y preguntó.

“Escuchaste lo que Padre dijo antes, ¿no? Que venir al castillo nos haría felices a Lady Satsuki y a mí.”

“Sí…” Ciertamente había escuchado eso, pero no podía decir qué pretendía Charlotte con sus palabras, así que solo asintió vagamente.

“Entonces, ¿no le haría feliz, Sir Haruto?” Charlotte infló las mejillas un poco y le preguntó a Rio en un tono lindo.

Rio esbozó una sonrisa incómoda. “Por supuesto, nada me haría más feliz que verlos a ustedes dos”.

“Oh, ¿es eso cierto?” El rostro de Charlotte brillaba de felicidad. “Sí,” Rio asintió con una leve sonrisa.

“En ese caso, ¿qué tal tener una cita conmigo la próxima vez que me visite? Sin embargo, tendrá que estar dentro del castillo”, dijo Charlotte con indiferencia.

“… ¿Eh?” Incluso Rio no pudo evitar sorprenderse por eso, su honesta confusión escapó de sus labios. Satsuki y Miharu estaban con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

“O-Oye, oye. ¿No dijiste que admirabas a Haruto como a un hermano mayor? ¿Está bien que digas cosas así como princesa?” Satsuki preguntó con nerviosismo.

“No está tan bien, pero solo estamos nosotros aquí. Ninguna de ustedes va a parlotear sobre eso, ¿no?”

Porque confiaba en ellas. Era como si Charlotte estuviera diciendo eso con un rostro verdaderamente complacido. De hecho, no había nadie más en los alrededores. Había un portero junto a la puerta, pero estaban lo suficientemente lejos para estar fuera del alcance del oído.

“Por supuesto que no… Pero aun así… ¿No crees que tener una cita sin alguien a quien consideras tu hermano mayor es demasiado?” La voz de Satsuki era extrañamente aguda, su rostro un poco presa del pánico.

“Hehe. Es cierto que lo consideraba un hermano mayor, pero resulta que estaba equivocada”. Charlotte se tocó la boca con el dedo índice y miró a Rio con una sonrisa coqueta. “Parece que he empezado a sentir cariño por Sir Haruto personalmente”.

Su explosiva declaración dejó a Rio y a las demás sorprendidas.

“¿Qué… qué estás diciendo, justo cuando están a punto de irse?” Satsuki casi se quedó sin habla, pero de alguna manera logró hablar.

“Es porque están a punto de irse. De esta manera, Sir Haruto no se olvidará de mí hasta que nos volvamos a encontrar, hm”.

Charlotte se rio tiernamente y miró a Rio, Miharu y Satsuki a su vez. Miharu y Satsuki se sorprendieron y se quedaron sin palabras. En cambio, miraron a Rio para ver su respuesta.

“Umm…” Rio estaba bastante ansioso, inseguro de cómo responder correctamente a una princesa como Charlotte.

“Por favor déjeme escuchar su respuesta la próxima vez que venga al castillo. Incluso me siento un poco tímida en este momento, así que me despido de ti aquí”, dijo Charlotte, acercándose a Rio y Miharu y empujándolos suavemente en la espalda. Una vez que cruzaron la puerta de afuera, ella los despidió con una sonrisa.

“…Si. Entonces, umm… Disculpe”.

Animados por la sonrisa de Charlotte, Rio y Miharu intercambiaron miradas y caminaron hacia adelante. Después de un rato, escucharon a Satsuki interrogando a Charlotte con una voz algo nerviosa detrás de ellos. Sin embargo, inseguro de cómo respondería si regresaba de todos modos, Rio comenzó a caminar hacia adelante mientras se sentía un poco indeciso.

“¿Q-Qué vas a hacer, Haruto?” Miharu estaba un poco asustada, molesta por lo que había sucedido.

Rio desvió la mirada de Miharu y respondió con sentimiento de culpa. “Qué hacer… Estoy confundido, también. Tendré que pensar en ello antes de la próxima vez que nos veamos”. No era como si estuviera saliendo con Miharu, así que no era como si fuera una trampa. Pero todavía se sentía extrañamente incómodo.

Mientras tanto, muy por encima de ellos, un hombre solitario flotaba en el aire, observándolos. Desde el suelo, era tan grande como una mota, prácticamente mezclado con el fondo del cielo, lo que le permitía evitar la atención de los demás. ¿Quién sabía cuánto tiempo había estado mirando?

“Finalmente… se van”.

El hombre, Reiss, fue testigo de cómo Miharu acorralaba a Rio para responder a su pregunta sobre Charlotte y sonrió levemente.

“Ahora, procederé con la exploración”.

Para aprovechar la oportunidad de descubrir involuntariamente a Rio en el banquete, comenzó a seguirlos en secreto.