Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 11

Capítulo 1: Después Del Alboroto

Parte 3

La llegada de Aki y Masato se anunció diez minutos después. Satsuki y Lilianna salieron mientras Masato ocupaba su lugar en la habitación con Rio y Miharu.

“Haruto, Miharu, ¿qué diablos pasó? Aki parecía un fantasma todo el tiempo antes de que la llevaran a otra habitación”. Masato se había encontrado con Satsuki mientras intercambiaban habitaciones y le dijeron que les preguntara a Rio y Miharu los detalles, dejándolo confundido desde el momento en que entró en la habitación.

“Te lo explicaremos todo. Siéntate primero”, le dijo Rio a Masato con la mayor calma posible.

Francois, que todavía estaba presente en la sala de reuniones, se puso de pie. “Hmm. Entonces Charlotte y yo te dejaremos esto a ti, Haruto”.

“Gracias por su consideración, Su Majestad”.

Rio inmediatamente se puso de pie e inclinó la cabeza hacia Francois, con la mano derecha sobre el corazón. Miharu se apresuró a ponerse de pie e inclinar la cabeza hacia Rio.

“Está bien. Haré que Charlotte me cuente sus heroicas hazañas antes. Vámonos.” Francois sonrió feliz y salió de la habitación con Charlotte, dejando a Rio, Miharu y Masato solos en la habitación.

“¿Qué tal si te sientas aquí, Masato?” Miharu sugirió que Masato tomara el asiento en el que ella había estado y se movió para sentarse junto a Rio.

“Claro…” Masato se sentó frente a Rio y Miharu, observando sus expresiones con atención.

“Entonces, umm. Esto puede ser una sorpresa para ti, pero…” Miharu comenzó vacilante.

“Miharu, yo puedo explicarlo”, ofreció Rio. Pensó que era cruel para Miharu tener que hablar de eso, ya que ella era la víctima de la situación.

“¿Q-Qué es…?” Masato podía sentir el inusual estado de ánimo en el aire y se puso rígido con cautela.

“Estoy seguro de que será un shock escuchar esto, así que lo diré de la manera más simple posible. Takahisa hizo un intento fallido de secuestrar a Miharu. Aki cooperó con él,” dijo secamente Rio.

“… ¿Qué?”

Efectivamente, Masato se congeló en estado de shock.

“Takahisa y Aki nos convocaron a ese jardín con el pretexto de despedirse, cuando en realidad tenían la intención de secuestrar a Miharu. Después de que todos se separaron y Miharu se quedó con Takahisa, él la secuestró. Ahora, Satsuki y la princesa Lilianna están hablando con los dos de al lado”.

“… ¿En serio?” Masato murmuró aturdido.

“Si hablo en serio. Algunas personas en el castillo los vieron e hicieron una conmoción, y la propia princesa Lilianna testificó tan pronto como se enteró de sus planes. Sin mencionar que fui yo quien sacó a Miharu del barco encantado”, dijo Rio, enumerando los hechos con voz rígida.

“Argh… Maldita sea, qué están haciendo esos dos…” Masato murmuró, su rostro se arrugó al borde de las lágrimas.

“Masato…” Miharu se mordió el labio.

“Lo siento, Miharu. Por mi hermano y mi hermana…” Masato se disculpó con Miharu como si fuera su propio error.

“No te disculpes, Masato. Yo también tuve la culpa. A pesar de que yo era el más cercano a Aki, continuamente ignoraba el problema que tenía en su corazón…” Dijo Miharu con una expresión agonizante, sintiendo culpa en su corazón.

“Si bien no puedo decir con certeza que tus pensamientos estén equivocados, ¿no crees que están un poco fuera de lugar? Quienes deben soportar la carga del crimen son los criminales solos. Incluso soportar una parte de la carga de alguien que cometió un delito no les beneficiará. Por eso no es culpa tuya. Por supuesto, no tengo la intención de negar lo importantes que son para ustedes dos, pero si no se separan, solo estarán contribuyendo a un círculo vicioso”, dijo Rio lógicamente.

“Pero… ¿Qué debo hacer, entonces…?” Masato susurró, su voz apenas audible. Las palabras de Rio parecían haber llegado a su corazón, pero aún se sentía desorientado.

“Lo que importa es lo que quieres hacer, no lo que debes hacer. Piense en lo que quiere hacer, luego calcule a la inversa lo que puede hacer al respecto. Es posible que la realidad no funcione tan bien, ya que es posible que tengas muchas cosas que quieras hacer y algunas de ellas pueden contradecirse entre sí… ¿Por qué no lo piensas un poco? Tómate un tiempo para enfrentarte a la verdad primero, luego piénsalo”. Una tenue sombra se proyectó sobre el rostro de Rio mientras aconsejaba a Masato con voz suave.

“Haruto…” Masato murmuró. Estaba profundamente conmovido.

“Por lo menos, no creo que la culpa deba recaer sobre ti, Masato. Lo mismo ocurre con Miharu. Tampoco crees que Miharu tiene la culpa. ¿Verdad, Masato?”

“¡S-Sí! ¡Por supuesto no!”

“En ese caso, deja de culparte. Puedes empezar por ahí”. “Está bien…” Masato asintió con la cabeza obedientemente. “Igualmente.” Rio miró a Miharu a su lado.

“E-Está bien”. Miharu estaba tan absorta en las palabras de Rio que se estremeció cuando de repente se dirigió a ella.

“Por favor, no asuma más responsabilidades de las que necesita. Si realmente los atesoras a los dos, en lugar de soportar el peso de sus crímenes, conviértete en su apoyo, incluso si eso significa que debes ser duro y alejarlos. Por eso sería mejor mantenerse alejado de ellos por un tiempo, ¿no crees?”

“… Sí, eso es correcto”.

“Así que por favor deja de culparte. Eso es todo lo que quería decir “, dijo Rio en conclusión, encogiéndose de hombros con un suspiro.

… Haruto es tan maduro.

Era natural, considerando que había vivido en Japón hasta que era un estudiante universitario antes de agregar sus años viviendo aquí, pero Miharu sintió eso con más fuerza después de escuchar sus palabras.

¿Cómo era ella en comparación? Sería exagerado decir que ella podría estar a su lado por igual.

Ella todavía era una niña, después de todo… Si bien Miharu podía decir cuán confiable era Rio, al mismo tiempo, estaba frustrada con su propia inmadurez.

***

Mientras tanto, un poco antes…

“Vamos a entrar”. Satsuki entró en la sala de reuniones donde Takahisa y Aki estaban esperando. Lilianna la siguió.

“S-Satsuki… y Lily…” Takahisa desvió la mirada con un rostro terriblemente lleno de culpa. No había forma de que pudiera mirarlos a los ojos directamente.

“…”

Aki estaba tan pálida como una sábana, encogiéndose hacia atrás en su asiento.

Satsuki suspiró. “Estoy segura de que sabes el significado de por qué los trajeron aquí, ¿verdad? No solo el perpetrador, sino también Aki”, dijo mientras estaba de pie.

“Ah, eso es…” Aki se estremeció, mirando a Lilianna parada detrás de Satsuki.

Satsuki siguió su mirada y sintió la ira y la exasperación surgir dentro de ella. “¿Qué estaban tratando de lograr ustedes dos?” preguntó ella claramente.

“…”

Ninguno de los dos respondió. Takahisa estaba mirando a la distancia con una expresión amarga mientras que los ojos de Aki estaban fuertemente teñidos de culpa mientras recorrían el lugar.

“A juzgar por su reacción, ¿Aki finalmente se dio cuenta de la magnitud del desastre irremediable que se hizo, parece? Takahisa todavía parece estar descontento con la situación actual”.

“… ¿Lily te contó todo?” Takahisa preguntó malhumorado.

“Obviamente, obligaste a la princesa Lilianna a cooperar bajo ciertas condiciones. El héroe de su reino estaba a punto de provocar un alboroto en un reino extranjero. Ese es un problema internacional, ¿te das cuenta? Ella trabajó desesperadamente para asegurar una posición lo más favorable posible para ustedes dos y el reino tan pronto como se enteró. Y sin embargo, ¿qué pasa con tu actitud en este momento, Takahisa?

¿Entiendes siquiera que te aprovechaste de Miharu y causaste problemas a tanta gente debido a tu propio egoísmo?” Satsuki espetó después de ver la actitud de Takahisa.

“…” Takahisa se mordió el labio con amargura.

“Además de eso, incluso arrastraste a Aki solo  porque ella dijo que cooperaría… Si eres su hermano, ¿no deberías ser tú quien la detenga?”

“…” Takahisa se quedó en silencio con un rostro hosco. Aki lo vio ser regañado con una mirada de reojo antes de verse aún más triste ella misma.

“¿Es esa una mirada para decir que ni siquiera sientes el más mínimo atisbo de remordimiento? ¿O es una mirada para decir que no quieres aceptar tus fallas?”

“No es ni…” Takahisa respondió malhumorado.

“Ya veo. Suficiente de esto, entonces. Parece que no quieres escuchar, así que empezaré con la conclusión”. Satsuki suspiró profundamente. “Lo que ustedes dos hicieron fue un crimen. No es algo que se pueda perdonar fácilmente. Si lo fuera, no sería de ninguna ayuda para ninguno de los dos. Es por eso que Haruto, Miharu y yo discutimos las cosas y decidimos que no te saldrás del apuro. Los dos le están explicando la situación a Masato ahora, pero hemos decidido que sería mejor para ellos evitar verte por un tiempo. No dejaré que ustedes dos los conozcan ahora mismo”.

No serían perdonados fácilmente. Ni siquiera se les permitiría ver a Miharu o Rio. Escuchar las palabras firmes de Satsuki hizo que Aki se pusiera aún más pálida. “Ah…”

“Pero incluso si lo que hicimos fue un crimen, ese hombre, ¡él también es un criminal innegable! ¡Y un asesino para rematar! ¡Y todavía…!” Las violentas emociones que se arremolinaban en el pecho de Takahisa estallaron, haciéndolo escupir sus palabras con una expresión desesperada.

“… Eso es irrelevante. No, eso es patético”. El rostro resentido de Satsuki se convirtió inmediatamente en una mirada de lástima.

“¿Patético?” Takahisa miró a Satsuki, como para desafiarla.

“Porque lo es, ¿no? Estás usando el hecho de que Haruto ha matado antes como un medio para un fin. Simplemente no puedes aceptar el hecho de que Miharu esté enamorado de alguien más que tú. Por eso te volviste loco de celos y cometiste un crimen. Había una parte fácil de Haruto que podrías criticar, así que te aferras a ella para arrastrarlo contigo. Si eso no es patético, ¿entonces qué es?” Satsuki dijo claramente.

“Q-Qu…” Takahisa se quedó sin habla. Trató de replicar, pero no salieron palabras. Su rabia y vergüenza se confundieron hasta que su visión se oscureció.

“No podrías convertirte en el que amaba Miharu. Haruto fue el elegido. Eso se había decidido desde el principio. ¿Pensaste que si lo arrastrabas hacia abajo, te moverían hacia arriba?” Preguntó Satsuki, agitando a Takahisa para revelar su feo ser interior.

“¡E-Eso no es cierto! Si tan solo… ¡Si tan solo Miharu hubiera sido convocado conmigo en su lugar…!”

“Incluso si Miharu hubiera sido convocada contigo, no se habría enamorado de ti. Mientras te niegues a aceptar eso, tu relación con nosotros no progresará más que esto. No quiero creerlo, pero lo hago”, dijo Satsuki, una sombra oscura cayendo sobre su rostro. Luego se volvió hacia Aki e hizo un puchero con sus labios bien formados. “Tú tampoco vas a ser una niña para siempre, Aki, así que es hora de actuar más adulta. ¿Ibas a lloriquear como un bebé y atar a Miharu contigo para siempre?”

“Yo-yo solo… yo solo…” Aki susurró con una voz apenas audible. Solo quería recuperar la relación que tenían antes. Pero antes de que ella se diera cuenta, esa relación se había derrumbado por sus propias manos.

“Eso también se aplica a Haruto. Tienes que enfrentarte a él correctamente y decirle lo que quieres. Por eso le pregunté durante nuestro encuentro de ayer; le pedí que se enfrentara a ustedes dos sin contenerme, de lo contrario no podemos avanzar. Por eso fue a visitarte anoche solo, pero ustedes dos fueron y trataron de secuestrar a Miharu…” Satsuki hizo una mueca de tristeza, las emociones llenaron su pecho.

“…” Aki no pudo decir nada. Incapaz de mirar directamente a Satsuki, bajó la mirada y palideció de culpa.

“Aki, podrías considerar a Haruto como un desalmado, pero ¿quién es el desalmado ahora? Ustedes dos pisotearon los sentimientos de Miharu con el fin de cumplir con sus demandas malcriadas, usando medios despreciables para devolverle el favor a Haruto con algo tan horrible”.

“…”

“Has creado un incidente tan grande que ya no serás tratado como un niño. No creas que permanecer en silencio hará que Miharu se mueva en tu nombre y te extienda la mano. Piense tú misma en lo que deberías hacer a partir de ahora”.

Si realmente quería ser perdonada, entonces debería reflexionar sobre sus acciones antes de disculparse sinceramente con Miharu y Haruto. Satsuki quería agregar eso, pero no lo hizo. Quería que Aki pensara si ella misma quería ser perdonada.

“Uhm…” Aki bajó la cabeza mientras las lágrimas llenaban sus ojos. Ella apretó los puños.

“Mis disculpas por la perorata, princesa Lilianna. Si tiene algo que agregar, por favor, adelante”. Satsuki suspiró y le pasó la conversación a Lilianna después de ver a Aki quedarse en silencio.

“Lady Satsuki ha dicho todo lo que hay que decir en este momento, pero agregaré un poco”, comenzó Lilianna. Sus palabras salieron con fluidez, como si las hubiera memorizado. “Sir Takahisa. Te dije de antemano que no había ninguna posibilidad de éxito. Debes saber lo que pasa ahora sin que yo lo diga en voz alta, ¿no?”

“… Regresar a Centostella y aceptar mi castigo mientras juego al héroe, sí”, dijo Takahisa, enfurruñado.

“Si. Saldremos dentro de unos días a más tardar. Lady Aki, también vendrás a nuestro reino, así que prepárate para irte en cualquier momento”.

“… Ah, c-correcto.” Aki se estremeció y respondió tartamudeando. No podía decir si los varios días hasta la salida le parecerían cortos o largos.

A este ritmo, estaría separada de las personas que le importaban sin la posibilidad de hablar con ellas correctamente. La comprensión de repente se elevó dentro de ella y la llenó de miedo. En momentos como este, siempre había confiado en Miharu y, sin embargo…

“Por supuesto, ni Miharu ni Haruto vendrán a despedirte. Escucharé primero si hay algo que tengas que decir, así que llámame antes de irte”.

“Uhm…” Aki sintió como si hubiera caído de un acantilado. Miharu ya no se acercaría a ella. Ni siquiera la vería.

Qué horrible de Miharu… fue lo que no pensó. La espantosa era ella. Ella cargó hacia adelante sin pensar, y al final perdió todo.

Aki se calmó a un grado casi inquietante, su mente se quedó completamente en blanco. No tenía idea de qué hacer y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. “M-Mmm… wah…”

“… Me voy ahora”. La expresión de Satsuki se volvió severa ante el llanto de Aki. Se mordió el labio y se armó de valor antes de darse la vuelta.

“Entonces los llevaré a los dos a sus habitaciones. Adelante, vete primero, Lady Satsuki.  Vendré a hablarte de nuevo más  tarde,” dijo Lilianna, animando a Satsuki a que se fuera antes de que se levantara y se acercara a Aki.

“Perdóneme.” Satsuki se inclinó ante Lilianna antes de abrir la puerta para salir de la habitación. Pero-

“Masato”.

Parecía que había estado esperando a que terminaran, ya que estaba afuera con los guardias.

“Quería hablar con ellos dos. ¿Puedo entrar? Haruto y Miharu ya han estado de acuerdo,” preguntó Masato, su expresión era una mezcla conflictiva de muchas emociones.

“Claro, adelante”. Satsuki abrió la puerta que aún no había cerrado por completo. Takahisa y Aki eran hermanos de Masato; si él deseaba conocerlos, entonces no había razón para evitar que lo hiciera.

“Gracias. Haruto y Miharu todavía están en la puerta de al lado,” dijo Masato antes de entrar, permitiendo que Satsuki cerrara la puerta.

“… Supongo que volveré con ellos dos, entonces”.

Satsuki suspiró profundamente y se dirigió a la sala de reuniones con Rio y Miharu.

***

Lo que importa es lo que quieres hacer, no lo que debes hacer. Piensa en lo que quiere hacer, luego calcule a la inversa lo que puede hacer al respecto.

Después de que Rio dijo eso, lo primero que le vino a la mente a Masato fue extremadamente simple.

“Quiero hablar con Takahisa y Aki”.

Después de decirle a Rio y Miharu sus sentimientos, se dirigió a la habitación de sus hermanos. Por lo tanto, lo primero que vio Masato después de intercambiar lugares con Satsuki fue la visión de su hermano haciendo una mueca hosca y hosca mientras Aki lloraba a su lado, Lilianna le daba palmaditas en la espalda tranquilizadoramente.

“¿Qué es esto…?” Masato murmuró, con una mueca amarga en su rostro. Era una visión tan patética y vergonzosa que no pudo evitar sentirse arrepentido por todos los que los cuidaron desde que llegaron a este mundo.

“Sir Masato… Lady Aki no parece sentirse bien, así que estaba pensando en llevarla a las habitaciones una vez que se calme…”

Aki estaba llorando demasiado como para hablar, y Takahisa estaba de mal humor. Masato había querido darles una parte de su mente antes de escuchar su explicación, pero ahora sus palabras no salían. Sus hermanos eran tan patéticos de ver…

Estaba claro que Lilianna tenía el extremo más corto del palo en esta situación. Takahisa era el héroe de su país, por lo que no podía abandonarlo sin importar qué. Esto significaba que tenía que limpiar su desorden por él. Como su hermano menor, Masato se sintió increíblemente arrepentido por la situación.

“…Lo siento. Llevaré a Aki a la habitación. ¿Podrías encargarte de mi hermano?” Masato inclinó la cabeza hacia Lilianna y se acercó a Aki.

“¡Hic! Uuh…”

“Vamos, levántate, Aki”, dijo Masato sin rodeos al llorando Aki. La tiró del brazo y ella se puso de pie tambaleándose.

“Si ibas a llorar por eso, entonces no deberías haber hecho esto en primer lugar…” murmuró impotente.

***

Mientras tanto, en la oficina del rey, Francois y Charlotte estaban teniendo una discusión cara a cara. El tema fue, por supuesto, Río. Para ser más precisos, Charlotte acababa de terminar de informar de los eventos que habían tenido lugar cuando Rio rescató a Miharu.

“Por lo tanto, creo que Sir Haruto debe ser recibido con tanta hospitalidad como Lady Satsuki para poder formar una relación más favorable con él”.

“Fue un informe bastante apasionado viniendo de ti. ¿Qué causó este cambio?” Francois preguntó con una sonrisa.

“Es natural sentir pasión por esto. Voló por los aires sin montura y abordó el barco encantado solo para rescatar a un rehén, ¿sabes? Ahora estoy segura de que la historia del aliento del semidragón no fue simplemente un rumor. ¿Tenemos a alguien en este reino que pueda lograr las mismas hazañas que Sir Haruto? No tenemos figuras heroicas como la Espada del Rey en el Reino de Beltrum, así que estoy segura de que puede comprender el valor de Sir Haruto, padre”.

“Soy más que consciente del valor de Haruto, pero… ¿No me digas que te has enamorado de él?”

“Sí, creo que sí”, asintió Charlotte con gracia sin un momento de vacilación.

“…” Los ojos de Francois se abrieron en una muestra de rara sorpresa. Hizo una mueca de duda, como si cuestionara su sinceridad.

“Vaya, no hay necesidad de ser tan claro en tu sorpresa. Nunca me había enamorado antes, así que no estoy muy familiarizado con él, pero todavía soy una joven doncella. Sí, creo que esto es amor. Cuando pienso en Sir Haruto, mi corazón no puede evitar latir más rápido. Puedo sentir mi deseo por él”. Charlotte infló sus mejillas tiernamente mientras le contaba sus sentimientos a su padre.

“Lo siento. Pensé que eras una villana que solo se alegraba de atraer hombres para hacerlos bailar en la palma de tu mano mientras veías cómo se rompían las relaciones. No puedo evitar mi sorpresa”. En lugar de una disculpa, las palabras que Francois dijo sobre su propia hija fueron increíblemente duras.

“Si bien es cierto que siento alegría por esas cosas, esta vez sentí que mi corazón latía como nunca antes en un caballero. Me llenó del impulso de hacer mío a ese caballero algún día”. Charlotte no mostró ninguna ofensa mientras le dedicó una coqueta sonrisa de alegría.

“… Incluso para mi hija, eres una persona retorcida”, Francois suspiró cansado con su mano derecha presionada contra su cabeza.

“¿Oh? ¿No fuiste tú quien me crio en tal ambiente?” Charlotte miró a su padre con una risita traviesa.

“¿Y? ¿Cuál es tu objetivo al decirme esto?”

“Una razón es porque de todos modos me verías a través de mí, así que quería informarte yo misma antes de tiempo. Otra razón es porque los nobles de nuestro reino seguramente vendrán a la puerta con ofertas de matrimonio para Sir Haruto pronto, así que me gustaría pedirle que use su poder para reprimirlos. Y, finalmente, me gustaría pedirle que me presente como candidato”.

“… Incluso si es un caballero honorario, ¿pensaste que sería tan fácil aprobar su matrimonio con la realeza?”

“¿Oh? Pero padre, ¿no estabas pensando en unir a Lady Satsuki y Sir Haruto en algún momento?”

“¿Qué te hace pensar eso?”

“Vaya, padre, siempre es rápido para ir al grano, sin embargo, omitió mi solicitud de que suprimiera las ofertas de la nobleza para discutir esto primero. Lo que significa que tenía la intención de hacerlo desde el principio incluso sin mi solicitud, ¿no? y ¿por qué seria eso? Lady Satsuki—”

“Suficiente. Dios mío, tener una hija con demasiada inteligencia es otro problema en sí mismo”, se lamentó Francois, agitando la mano molesto.

“Hehe. Ni siquiera trataste de ocultarlo”. La dulce sonrisa de Charlotte no vaciló. Incluso en contra de su propio padre, mantuvo tranquilamente su comportamiento astuto, parecido a un zorro. Si no lo hiciera, Francois no la nombraría ninguna responsabilidad.

“Pero es cierto que el matrimonio de la realeza no se puede aprobar fácilmente. Teniendo en cuenta  que el héroe no está sujeto a tales costumbres y es una existencia sobrenatural en sí misma, ¿no serían mayores las posibilidades para ella?”

“No creo que eso sea un problema. Si continúa construyendo su relación con nuestro reino, es solo cuestión de tiempo antes de que Sir Haruto logre hazañas militares aún mayores. Esos nobles testarudos atados por la tradición tendrán que ceder”.

“¿Tienes alguna base para esa confianza tuya?” “Si. Mi ojo para los hombres es mi fundamento”. “Heh…” Francois se rio entre dientes.

“Incluso si Lady Satsuki se casara con Sir Haruto primero, yo simplemente apuntaría al puesto de segunda esposa, supongo. Sería seguro asumir que mis claras rivales en este momento son Lady Miharu, y quizás Liselotte también. Bueno, el mayor problema es el hecho de que Sir Haruto no parece tener ningún interés en casarse con alguien en este momento…” Charlotte comenzó un monólogo, sus ojos brillando con pensamientos sobre el futuro.

Dejando a un lado las intrigas y las predicciones, nunca imaginé que esta chica pudiera mostrar tanto interés en un hombre soltero…

No se sabía lo que podía pasar en este mundo. Ese solo pensamiento hizo que fuera difícil descartar por completo el mapa del futuro de Charlotte como poco realista.

Francois observó a su inesperadamente apasionada hija con ojos vacíos mientras consideraba el futuro del Reino de Galarc.

***

Después de que Satsuki intercambió lugares con Masato y dejó a Aki y Takahisa, regresó a la habitación donde estaban Rio y Miharu. Ella les informó de lo que les dijo a Takahisa y Aki y cómo habían reaccionado, antes de discutir varias cosas sobre el incidente.

“… ¿Puedo hacerte una pregunta, Haruto?” Miharu miró nerviosamente a Rio sentado a su lado.

Rio asintió de inmediato. “Sí, por supuesto.”

“Umm, ¿qué te dijo Takahisa para hacerte aceptar ese duelo?” Preguntó Miharu.

Rio miró al techo y pensó un poco. “… Me pidió que te rechazara si ganaba. Pero tenía la intención de enfrentarlo sin importar lo que dijera, así que lo que dijo no tuvo relevancia para que yo aceptara el duelo”, respondió mientras miraba a Satsuki.

“Antes de nuestro encuentro, le pregunté algo a Haruto. Le dije que había cosas que no se podían transmitir sin enfrentarlas de frente, y le pedí que se enfrentara a Takahisa y Aki. Pero eso resultó en esta situación actual, así que todo fue por mi culpa. Lo siento…” Satsuki se disculpó, mordiéndose el labio.

“No seas tonta”. Rio sonaba un poco exasperado. “¿Eh…?”

“Hubo cosas que solo entendí porque nos enfrentamos allí. Debido a que discrepamos tanto entre nosotros, nuestro problema no pudo resolverse en una sola partida, lo que hizo que el descontento explotara. Ese sentimiento se transmitió correctamente. ¿Me equivoco?”

Satsuki parpadeó hacia Rio sentado frente a ella. “…No, tú no eres.”

“De ser así, era mejor chocar cabezas que seguir cargando con ese problema latente sin avanzar. Bueno, no soy de los que hablan, después de evitar a Miharu hasta que Satsuki tuvo que hacerme su pedido”, dijo Rio, riéndose un poco de sí mismo. “Le dijimos lo mismo a Masato, pero puedes pensar en lo que quieres hacer desde aquí. Si cree que se puede salvar, puede darles un poco de tiempo para que se enfríen antes de enfrentarse a ellos de nuevo hasta que esté satisfecho. El optimismo te sienta mejor que el pesimismo, después de todo”, agregó con una risita divertida.

“Qu… ¿qué? De repente estás tranquilo y sereno como un adulto. Hablando como si me conocieras,” Satsuki hizo un puchero, sonrojándose de vergüenza.

“¿En serio?” Rio ladeó la cabeza con curiosidad.

“En serio. ¿Verdad, Miharu?” Dijo Satsuki, buscando el acuerdo de Miharu.

“Si. Por alguna razón, parece que el aire a tu alrededor se ha vuelto más suave… creo”.

Miharu miró el perfil lateral de Rio. Pero en el momento en que Rio miró hacia atrás y la miró a los ojos, se sonrojó y miró hacia otro lado.

“… Oye, ¿pasó algo entre ustedes dos?” Satsuki miró a Rio y preguntó.

“¿Por qué me estás preguntando?” Rio preguntó de vuelta con el ceño fruncido.

“Porque ella está así”. Satsuki le dio a Miharu, todavía sonrojada, una mirada mordaz.

“Nada en concreto. Solo le pedí que se llevara bien conmigo de ahora en adelante. No específicamente como Amakawa Haruto, pero… ”

“Hmm…”

No estaba claro si Satsuki estaba convencida o no mientras miraba de cerca los rostros de Rio y Miharu. Parece que tendré que acorralar a Miharu cuando esté sola y pedir más detalles.

Miharu tuvo un mal presentimiento y apartó la mirada de Satsuki. En ese momento, alguien llamó a la puerta.

“Ah, ¿ese es Masato?”

Miharu se levantó primero para abrir la puerta. Masato estaba de pie más allá, pero su expresión era oscura. En realidad, fue una expresión muy seria.

“Umm, tengo algo que decir”, dijo, mirando a Miharu de pie frente a él.