Sword Art Online

Volumen 22

Capítulo 2: El Día Siguiente

Parte 5

Mientras que la ilusoria sensación de flotación la abrumaba, el paisaje a su alrededor cambió con ella.

La cámara del jefe de mármol negro se desvaneció gradualmente y una cámara completamente diferente se proyectó vagamente ante ella.

Una pared se formó de un patrón aleatorio de bloques marrón claro y un suelo del mismo color. Los alrededores estaban infestados de una gran cantidad de monstruos… Elementals de minerales, rocas ennegrecidas esculpidas en forma de humano, y Dwarves oscuros, pequeños y corpulentos con un arma que parecía ser un pico en mano. A pesar de cómo pudo sentir que había visto este espectáculo que titilaba como un bochorno en alguna parte antes, no pudo recordar el momento o lugar. Era exactamente igual a esa extraña sensación que la sorprendió anoche mientras contemplaba el paisaje nocturno por la ventana.

En otras palabras, ¿este recuerdo no le pertenecía a Asuna, sino a aquella persona que estaba llamándola…?

Vio la habitación fantasma y a los monstruos por un breve instante. Cuando se desvanecieron, su consciencia también retornó a su avatar. Sus ojos que se abrieron rápidamente avistaron la persistente cola de Wadjet the Flaming Serpent que volaba hacia ella de la misma manera que una segadora de césped, casi tocando el suelo.

Sus camaradas dentro del rango del ataque saltaron verticalmente de inmediato. Sin embargo, Asuna fue la única que se impulsó del suelo a una velocidad leve, pero fatalmente lenta. «Es inútil, no lo lograré…»

—¡Asuna!

Junto con ese grito abrupto, un impacto provino no por su delante sino desde su costado. Su cuerpo fue levantado rápidamente y la cola de Wadjet rozó las puntas de sus botas inmediatamente después de eso. Olvidando revisar su propio medidor de HP, Asuna miró el rostro del Spriggan vestido de negro que la abrazaba firmemente.

—Ki-Kirito-kun, por qué…

¿Por qué sabías el tiempo de la «separación»? Kirito susurró en respuesta a la única palabra con esa implicación.

—Yui la detectó antes.

Continuando, la pixie sentada sobre el hombro de Kirito remarcó con una cara seria.

—Hace ocho segundos, una especie de señal fue dirigida a Mama. El análisis tomó un poco de tiempo.

—Realmente hay alguien que…

Murmurando con confusión, Asuna notó finalmente que había estado suspendida en el aire por varios segundos. Tras mirar atentamente, pudo ver que una tenue fosforescencia se emitía de las alas grises que brotaron de la espalda de Kirito.

Las nueve razas de hada de Alfheim estaban equipadas con la capacidad de volar sin excepciones, incluso los Gnomes y los Leprechauns que parecían incompatibles con los cielos. La restricción del tiempo de vuelo que existió durante la era de RCT Progress también fue abolida en la actualización de mayo, así que, ahora, uno podía volar por horas consecutivas si lo deseaba, pero existían las excepciones. El helado mundo subterráneo, Jötunheimr, y los Dungeons de varias naciones. Por supuesto, las torres de los Dungeons del renovado Aincrad también fueron incluidas en la lista de áreas que restringían el vuelo.

Sin embargo, había otra excepción. Solo los Spriggans, que sobresalían en la cacería de tesoros, poseían una Skill avanzada única para volar temporalmente, incluso cuando estaban bajo tierra. Dependía del nivel del dominio, pero la duración era corta y Kirito utilizó esta excepción secreta para salvar a Asuna.

—Gracias, Kirito-kun…

Lo siento; las palabras con las que Asuna trató de continuar fueron interrumpidas por una sacudida de la cabeza de Kirito.

Casi veinte jugadores saltaron continuamente de manera coordinada para esquivar el segundo y tercer ataque de cola del suelo. Cuando el ataque de área físico de Wadjet concluyó, Kirito descendió al suelo mientras abrazaba a Asuna. La duración de la Skill expiró y sus alas grises se desvanecieron en silencio. Si no estaba equivocada, esta habilidad debía tener un periodo de enfriamiento que superaba por encima de los quinientos o seiscientos segundos, así que tardaría un rato hasta que pudiera volar otra vez. Ella no recibiría ninguna ayuda si el fenómeno de separación atacaba una vez más antes de entonces.

Quizá adivinando los pensamientos internos de Asuna, Yui voló desde el hombro izquierdo de Kirito hacia el hombro derecho de Asuna con un rebote. Colocando su boca cerca del oído de Asuna, susurró.

—Mama, grabé el patrón aproximado de la señal, así que seré capaz de advertirte más rápido la próxima vez.

—Bien, te lo encargo, Yui-chan.

Después de responder con una voz susurrante, Asuna volteó hacia sus camaradas y gritó.

—¡Lo siento, tropecé un momento! ¡Me aseguraré de evadirlo la próxima vez!

Lisbeth levantó su mano izquierda con un “¡No te preocupes!” sin dudarlo. Durante eso, Kirito dejó el lado de Asuna y corrió hacia Wadjet que estaba en un estado de retraso.

Mirando la espalda de Kirito mientras él oscilaba su espada junto con Klein quien estaba gritando “¡Uoryaaa!”, Asuna frunció el ceño repentinamente.

De alguna manera, sentía que Kirito permaneció más tranquilo durante toda esta batalla del jefe de lo habitual. No, él tal vez ya había empezado a hablar menos desde el momento en que le confió a Klein la posición del líder del party. Pensó en confirmarlo con Yui sobre su hombro derecho, pero cerró su boca inmediatamente que acababa de abrir. Tenía que enfocarse en la batalla en este momento.

El medidor de HP de siete etapas de Wadjet se adentró en la zona roja de su segunda barra por los ataques simultáneos de los atacantes quienes evadieron el ataque de la cola sin lastimarse. La deidad con el cuerpo de una serpiente emitió un furioso grito mientras oscilaba la antorcha de bronce que su brazo inferior derecho sujetaba.

—¡¡Invocación de minions, iniciando!!

Asuna ya había retrocedido un poco y comenzó a entonar el hechizo «Purified Surface» un poco antes de que Klein gritara. Los dos parties que se dirigieron a la retaguardia no serían capaces de lidiar con los Fire Elementals que aparecieran en todo el vasto espacio por sí solos. El party de Asuna debía dejarle el jefe al party de los Salamander y al party de los Sylphs mientras enfrentaba a los minions.

Klein también tomó esa decisión probablemente. Pensó darle una señal a Asuna y voltear, pero se percató de que ya estaba entonando un hechizo y sonrió.

—¡Bieen, volvamos y encarguémonos de los Fire Eles… ¡espera, oye, Kirinoji!

Tras desplazar su visión al escuchar la voz inquieta de Klein, ella vio que Kirito se mezcló con los otros dos parties y se alejó una buena distancia. Quizá habiéndose percatado de la voz de Klein tras correr unos pocos pasos, se quedó inmóvil.

Asuna continuó su entonación mientras miraba fijamente el rostro de Kirito mientras regresaba con su mano izquierda levantada como si se disculpara. El él de siempre nunca cometería ese error en medio de una batalla de jefe.

¿Perdió la concentración por preocuparse demasiado por el fenómeno de Asuna? O —¿había otro motivo…

Pensando en eso en un rincón de su cabeza incluso mientras terminaba de entonar el hechizo a toda velocidad, Asuna encajó su báculo de su mano derecha en el suelo con un ruido agudo. Sintiendo el frío del agua sagrada que empapaba sus botas, no pudo evitar susurrarle a Yui sobre su hombro derecho. De una forma u otra, no podía hacer nada mientras mantenía esta magia.

—Oye, Yui-chan, Kirito-kun ha estado…

Con eso, la pixie asintió como si hubiera estado esperando esas palabras todo el tiempo.

—Sí, Papa es un poco diferente de lo habitual.

—Eso pensaba… Me pregunto por qué…

—Yo tampoco lo sé…

Yui, quien albergaba mucha más información sobre el humano conocido como Kirito que Asuna en cierto sentido, fue la que lo dijo, así que él realmente estaba actuando «diferente de lo habitual» hoy. Ciertamente, parecía impensable que la razón para ello no estaba relacionada al fenómeno de separación de Asuna.

Cuando esta batalla termine, hablaré apropiadamente con Kirito-kun otra vez. Acerca de todo, incluyendo esas misteriosas escenas que vi anoche y antes.

Decidiéndolo en su corazón, Asuna sujetó firmemente su báculo y enfocó su consciencia en la batalla en su vista.

***

Aproximadamente treinta minutos más tarde—

Habiendo soportado hasta el final los dos solos aparentemente, Kirito y Klein fueron trasladados al punto de guardado en la primera planta del Dungeon. En el instante en que sus avatares se materializaron, el usuario de katana presionó ambos puños y gritó.

—¡Kuwaaaaaaaaaaaah, estuvo cercaaaaaa! ¡Y también solo quedaba uno de esos medidoreeeeeeeeees!

Con eso, Agil, quien «retornó de la muerte» al mismo tiempo que Asuna y los demás, respondió con una sonrisa amarga.

—Aunque esa barra es la parte difícil. Escuché que los patrones de ataque de Wadjet cambian cuando está en su último medidor como los jefes de abajo.

—Ya lo seeé, pero ¿no creen que pudimos haber hecho algo con la motivación si llegábamos a la última?

—¡Por supuesto que no! ¡Más bien, no lo hiciste cuando llegamos a ella!

Lisbeth y Leafa no fueron las únicas que estallaron de risa por el diálogo que parecía una sátira de comedia, los cuatro parties que conformaban la incursión también rieron.

El «fenómeno de separación» no había ocurrido desde entonces y Asuna centró todo lo que tenía en la batalla, pero el desafío para derrotar al jefe del octavo piso terminó con una total aniquilación. Sin embargo, todos tenían caras animadas. El que reclutó para la incursión, el líder Sylph, se acercó mientras sus grebas de acero resonaban y llamó a Klein con una sonrisa aún en su rostro.

—No, honestamente, sí creo que estuvimos muy cerca de algo. ¿No crees que pudimos haberlo vencido con una incursión completa?

—¡Oh, por supuesto! Nuestra cooperación también fue muy buena, si tan solo la tasa de aparición de los Eles de fuego no hubiera aumentado extrañamente en ese momento…

—Bueno, habríamos sido aniquilados por el láser antes de eso si ustedes no estuvieran aquí. En serio, ustedes se mueven genial.

Klein rio con un “Hehe” mientras sostenía la mano derecha extendida del Sylph con pasión.

Tras soltar su mano, el líder de la incursión asumió un rostro levemente pensativo antes de desplazar su vista hacia Agil, Lisbeth y el resto mientras hablaba.

—Oigan, si están de acuerdo, ¿no lo desafiarían otra vez con nosotros después de volver a la ciudad? Tal vez seamos capaces de encontrar otros dos parties a esta hora.

—¡Claro, no nos molestaría! ¿Qué hay de ti?

El objetivo de la pregunta de Klein, Agil, respondió en inglés con un “Why not” y los cuatro miembros del escuadrón de las chicas expresaron su afirmación cuando el par volteó hacia ellas.

El usuario de katana vestido con una armadura de samurái roja sonrió y empezó a gritar “Bien, entonces es…” antes de que una de sus cejas se torciera hacia arriba debajo de su bandana. Se percató que el que debió haber concordado inmediatamente con él habitualmente había estado en silencio. Girando sus ojos hacia Kirito, de pie a una corta distancia, gritó con una expresión perpleja aún en su rostro.

—Oyeeeee, tú también vienes, ¿cierto, Kirinoji?

El rostro del Spriggan vestido de negro saltó al escucharlo. Como si la conversación de antes lo hubiera atravesado, mostró una sonrisa, aunque también parecía un tanto rígida para los ojos de Asuna, y habló.

—S-Sí, por supuesto…

Pero, en ese momento, su visión permaneció en el vacío. Sus labios débilmente fruncidos se movieron cautelosamente poco después.

—No, tengo algo que hacer después de esto. Lamento arruinar el ánimo, pero tengo que irme.

—B… Bien, aunque no tengo problema con ello…

Klein pensaba decir algo más después de eso, pero frotó su mentón peludo como si se contuviera. Formó una sonrisa otra vez y sonrió.

—¡Bieeen, me encargaré del resto! ¡Me aseguraré de enviarte una foto cuando llegue al noveno piso!

Prosiguiendo desde allí, Agil también expresó una línea que parecía un tanto familiar.

—También te escribiré un ensayo de ochocientas palabras o menos sobre lo que pienso de los tesoros que consigamos de Wadjet.

—Lo estaré esperando.

Kirito mostró una breve sonrisa burlona y se inclinó lacónicamente ante el líder Sylph antes de voltear su cuerpo. Sus ojos se encontraron momentáneamente con los de Asuna, pero solo dejaron lo que parecía ser un guiño de disculpa mientras comenzaba a caminar hacia la salida de la torre en el sur a una velocidad rápida.

Ella sintió que Yui, sentada sobre su hombro derecho, se tensó demasiado. Asuna también dirigió un pie adelante sin pensarlo en ese instante, pero detuvo su pisada. Asuna era la única maga del party. No podía irse…

—Asuna-san, ve por favor.

Repentinamente, escuchó eso. Asuna no supo cuándo, pero Leafa estaba detrás de ella cuando miró hacia atrás con sorpresa; ella levantó su mano derecha con una leve sonrisa y tocó su espalda con un palmoteo.

—Le preguntaré a otros dos, así que está bien. Cuento contigo por Onii-chan.

—Pero…

Después de murmurar eso mientras desplazaba su rostro hacia ambos lados, Lisbeth, Silica, incluso Agil y Klein, asintieron con sonrisas en sus rostros.

Inhalando un gran respiro y reafirmando su corazón, Asuna inclinó intensamente su cabeza. Levantando la parte superior de su cuerpo, le gritó a sus camaradas y a los miembros de la incursión.

—¡Lo siento mucho! ¡Permítanme retirarme ahora por favor!

“¡Gracias!”, “¡Hasta la próxima!”, “¡No entiendo lo que ocurre, pero buena suerte!”; varias voces emergieron de las decenas de personas que observaron la conversación tras eso. Ella se inclinó otra vez y volteó con fuerza.

La presencia de Kirito ya había desaparecido del camino que continuaba por decenas de metros hacia el sur desde la habitación segura. Sin embargo, Yui reportó claramente desde su hombro.

—¡Papa está volando hacia el extremo en este momento!

—Gracias, Yui-chan.

Respondiendo con un susurro, Asuna depositó el báculo de su mano derecha en una ventana que abrió rápidamente y comenzó a correr con la salida del Dungeon como meta.