Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen Cero

Capítulo 4: Una Señora Caballero

Parte 3

Los pensamientos de Ikki se detuvieron ante la inesperada pregunta.

—No, no, no seas tan modesta. Aquí es donde un rango A como tú debería avanzar grandiosamente hacia adelante. Usualmente, este tipo de fenómenos misteriosos serían el trabajo de organizaciones como Plasma o Go●gom. Y con mi control sobre los rayos, soy mejor contra los ataques sorpresas que provengan de la retaguardia. Te dejo el frente, ya que tu poder supera al mio. Estarás bien. ¡He comprobado que no hay ningún humano usando como radar mis ondas electromagnéticas!

—Si ya lo comprobaste, no hay necesidad de entrar, ¿cierto?

—E-Eso no es verdad. Necesitamos ver si hay una pequeña posibilidad de que sea un fantasma real

—¡Viéndolo así, decir que todo estará bien está completamente equivocado! ¡Y estás diciendo que protegerás nuestra espalda, pero solo me estás usando como escudo!

—¡Y si hay un fantasma me dejarás atrás para huir sola!

—¡N-No voy a hacer eso!

—¡Estás mintiendo! Todo tu cuerpo está rígido y temblando. ¡Mi Reverse Sight no dejará pasar tales mentiras! (NT: Reverse Sight. Vista Inversa.)

—Grr… Qué habilidad tan molesta…

Las dos paseaban ruidosamente frente a un baño. Al parecer, alguien tenía que revisar el interior, pero ellas estaban discutiendo quién debía ir primero.

Realmente no son buenas con las cosas de terror…

Ver esto era bastante interesante, pero no calmar su ansiedad fue un poco malvado. Pensando eso, Ikki quería llamarla, pero…

—¡Hmrgh!

De repente, Kanata le tapó la boca por detrás. Mirando hacia atrás, vio una cara bastante enojada, pidiéndole que permaneciera callado.

—¡Ssh!

—Pwah… ¿Qué pasa, Tokoubara-san?

—Eso no es bueno, Kurogane-san. No puedes hablar con un tono tan ordinario.

Kanata habló irónicamente en un volumen que las otras dos chicas no puedan escuchar.

—¿P-Por qué?

—Porque estamos en una prueba de coraje, ¿no? ¿No es aburrido hablar normalmente? Tenemos que asustarlas. No, mi deber como la anfitriona de este evento es hacer más que simplemente asustarlas.

—E-Err… pero ellas están realmente asustadas. Sería malo llevarlo más lejos.

—No es así. Honestamente, si a Stella-san y Touka-san no les gustaran los monstruos o historias de fantasmas, no se habrían unido a la fiesta en primer lugar, ya que les dijimos que se trataría de asustarnos unos a otros.

—B-Bueno, eso es verdad…

—Incluso cuando las chicas están diciendo “Tengo miedo, tengo miedo”, siguen yendo a las casas embrujadas y miran películas de terror mientras gritan: “Eek”. En otras palabras, esas dos actualmente están disfrutando la prueba de coraje. No debemos apagar ese sentimiento.

—Entonces, así es como es…

La explicación de Kanata fue ciertamente convincente, y era razonable que las historias de terror dieran miedo al oyente. Como ella dijo, llamarlas como un gesto de amabilidad podría reducir su diversión, y eso podría ser indeseado. Ikki criticó su propio pensamiento y evitó unirse con las dos chicas.

—¿Pero cómo deberíamos asustarlas? ¿Haciendo un gran ruido desde atrás?

Al haberle preguntado, Kanata hizo una sonrisa maliciosa.

—Jeje… bueno, por favor, déjame eso a mí, la anfitriona.

***

—N-No te rendirás, ¿verdad, Stella…? Kuh.

—P-Por supuesto que no. Entrar primera… no te burles de mí. Guh…

Las dos habían estado paradas ahí discutiendo durante unos tres minutos, pero todas las peleas no habían decidido nada. Ir en círculos por tanto tiempo solo empeoraba el humor. Ninguna de las dos tenía la energía para continuar este improductivo argumento, por lo que Touka, de un año mayor de edad, hizo una sugerencia.

—B-Bien. Entonces, ¿qué tal esto? Ambas gritaremos “¿Hay alguien ahí?” fuera del baño. Si no hay respuesta, entonces, ¿no significa que no hay fantasma?

—¡Bien! ¡Hagamos eso!

No tenía ningún sentido en absoluto, pero las dos estaban tan desanimadas que ignoraron la razón completamente. Ambas chicas se dirigieron al lavabo de color negro y preguntaron a la vez:

—¿Hay algún fantasma aquí~?

Bueno, no existían tales cosas como los fantasmas, y tal como dijo Touka, ya habían usado sus ondas electromagnéticas para comprobar que no había personas dentro, por supuesto no hubo ninguna respuesta, así que…

—Ninguno~

Les dieron una respuesta.

En un instante, sus ojos se agrandaron y goteaba sudor desde la frente de las niñas.

—D-Dijo que no, ¿cierto?

—E-Es cierto. Ah… bueno. Me estaba preguntando qué haríamos si lo hubiera.

—S-Sí. Me gustan las historias de fantasmas, pero la realidad es… no es broma, ¿no…?

—A-Así parece. Ahaha…

Tiembla, tiembla, tiembla. Sus rodillas golpearon, y el color en sus rostros se desvaneció. Algo indescriptiblemente extraño acababa de suceder, haciéndoles difícil ignorar lo paranormal como lo habían hecho hasta ahora.

—P-Por cierto… aunque no hay nada adentro, nosotras solo escuchamos una respuesta…

—Lo hicimos… no lo hicimos. Justo detrás de nosotros.

—Y-Yo… me pregunto de quién fue esa voz…

—¡T-Tiene que haber sido el eco sofocado y distorsionado de nuestras voces, diciendo una cosa u otra…!

—S-Sí, ya veo, una cosa u otra.

—¡Es correcto! Comparado con una explicación no científica como los fantasmas, ¡eso es mucho más realista! Así que… a la cuenta de tres, ¡demos una vuelta y veamos!

—¡Entendido! Entonces, contaré… uno, dos, ¡tres!

A esa señal, las dos se armaron de valor, y giraron para ver sobre sus hombros…

Un pasillo vacío, lleno de ventanas que aquí en el tercer piso de la escuela, solo mostraban la oscuridad de afuera.

—Así que en realidad solo fue el eco…

No había nada, fantasmas de otra manera… Por supuesto que no.

—Te encontré…

Excepto por la figura de una mujer, vestida de blanco y negro relejada por la ventana, parada detrás de las dos chicas.

—¡¡¡GYAAAAAHHH!!!

Stella y Touka gritaron como gallinas atrapadas, y huyeron del edificio escolar con la velocidad de un torbellino.

—H-Hehe… ¡ahahaha!

De vuelta en el pasillo, el fantasma arqueó la espalda y estalló en carcajadas.

—¡Q-Qué sonido tan increíble! “Gya”, ¡aunque sean chicas! ¡jajaja! El fantasma de pelo negro se rió a carcajadas y agarró su propio cabello, despegándolo para revelar uno rubio que brillaba en la tenue luz. Solo era Kanata con una peluca. Mientras las dos chicas miraban hacia abajo desde el pasillo, ella se puso la peluca y usó su habilidad Diamod Dust para controlar pequeños trozos de su hoja, dispersándolos en el aire. Usando los difusos reflejos de esos fragmentos, hizo su imagen detrás de las dos chicas. (NT: Diamod Dust. Polvo de diamantes.)

—¿Podría ser esta la razon por la que preparaste la peluca?

—Pero por supuesto. Tomó mucho trabajo para que esta prueba de coraje sucediera, así que como la anfitriona quise que tuvieran un momento interesante. Además… también fue divertido para mí. ¡Hehehe…! ¡Ahaha!

Esas palabras le permitieron entender a Ikki por qué Kanata había provocado que Stella se uniera a ellos en la sala del consejo estudiantil. Ella había planeado asustar a las asustadizas Touka y Stella, hasta el punto de hacer preparativos anticipadamente.

Wow, qué terrible hobby.

Era refrescante lo meticulosa que era. Y, además, Ikki no tenía idea del lado bromista de Kanata, justo como él no había esperado que ella le preguntara acerca de besar. La diferencia de su usual imagen de adulta le recordó nuevamente que las personas no pueden ser comprendidas sin interactuar con ellas lo suficiente.

—Ah… me duele el estómago… ¿oh? Kurogane-san, ¿qué pasa? ¿Hay algo en mi cara?

—N-No. No es eso.

—¿Estabas pensando en que sería más como una adulta?

—¿Eh?

Ikki se estremeció porque sus pensamientos internos fueran entendidos con tanta presición, y Kanata no se perdió esa reacción. Su expresión se volvió eufórica.

—Hehe. Di en el blanco, ¿cierto?

—¿Es tan obvio?

—No, tengo este malentendido a menudo. En casa, soy entrenada para parecer eso, y por mi estatura, soy llamada Scharlach Frau. Pero en realidad, no soy como una dama, ¿sabes? Me encanta hacer bromas. En el pasado, siempre le seguía los trucos a Utakata-kun.

—¿Trucos?

—Cambiar el té oolong en el refrigerador por salsa de fideos, por ejemplo.

—¡Q-Qué simple! ¡Simple, pero malvado!

—Y así como Utaka-kun, Touka-chan me azota a menudo. ¡Su palma duele mucho~!

Riéndose, Kanata habló alegremente de los días pasados, dejando que Ikki aprendiera algo nuevo sobre ella. Su imagen de Kanata había sido sido alterada, pero a pesar de su aire elegante en vida habitual, tendía usualmente a ser una bromista. Él estaba sorprendido, pero tal vez esta sorpresa era en sí misma la prueba de que ella siempre fue así.

—Qué inesperado. Al menos, es muy fácil ver al vicepresidente Misogi en una escena así.

—Hehe… ¿Estás decepcionado, viéndome como una mujer tan infantil?

—N-No, solo creo que es… un poco más fácil hablar contigo.

Dando esa honesta respuesta, los labios de Kanata se relajaron felizmente.

—Eso es bueno. Solo puedo estar aquí con todos por un año más. En mi tiempo restante, quiero ser amiga de todos y pasar el tiempo divirtiéndome.

—Ahh, ya veo. Todos ustedes son de tercer año, así que se graduarán.

—Sí, esto es verdad también, pero…

El tono de Kanata se oscureció.

—En realidad, una vez que me gradúe de la escuela, me casaré.

—¿C-Casarte?

Ikki estaba sorprendido de esta repentina exclamación. Y al mismo tiempo… él notó algo extraño en él.

—¿Pero no dijiste que no has estado en una relación con nadie?

—Sí, no lo he estado.

—Si no, ¿con quién te casarás?

—No lo sé.

—¿Hu-Huh?

Ikki estuvo confundido solo por un momento por esa respuesta.

—No, no puedo ser…

También había escapado de una familia famosa, y así es como lo entendió al instante.

—Significa que es alguien que tu familia decidió, ¿no es así?

Kanata asintió y habló en voz baja.

—El matrimonio entre familias ricas, compromisos para crear lazos y atraer jóvenes industriales prometedores, es bastante común entre la clase alta. Mi matrimonio será uno de estos… tal vez un extranjero del sudeste asiático, o un hombre de negocios de Francia, creo. Cualquiera que sea es probable que emigre al país de mi esposo, así que quiero divertirme como pueda mientras todavía tengo días despreocupados antes de graduarme en Japón.

—Es así… como es…

—Hehe, y por eso estoy muy agradecida contigo.

—¿Conmigo?

—Sí. Hoy pude tener una conversación muy valiosa. Dada mi posición, no puedo ser libre para amar. Pero sigo siendo una chica, así que siempre quise saber cómo es estar enamorada, cómo se siente. Y…, gracias a ti, ahora sé lo feliz y maravilloso que es.

Ikki no pudo responder ante la brillante sonrisa de Kanata. Debido a su temprana vida, una pregunta le vino a la mente. ¿No estaba siendo obligada a obedecer a su familia, sin seguir sus propios sentimientos? Y… el matrimonio era una parte importante de la vida. Para que sea elegido por su familia…

Kanata no era una amiga cercana, su relación… podría ser descrita como bastante superficial. Este fue un comentario que quizás debería guardar para sí mismo. E igualmente…

—¿No estás… triste por eso?

Estaba preocupado por esta chica, quien había escuchado hablar sobre su relación y la de Stella con los ojos brillantes. ¿No se estaba sacrificando por su familia?

—¿Triste…? Bueno, eso es…

¡Crac!

Pero, cuando Kanata estaba a punto de responder a su pregunta, un sonido agudo hizo eco, y la ventana del aula frente a la que estaban parados se abrió.