Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen Cero

Capítulo 2: Shizuku Bebe por Primera vez

Parte 3

Shizuku habló sobre sus verdaderos sentimientos.

—Alice… yo, yo estaba muy feliz el día de hoy. Stella-san reconoció como igual a Ikki en frente de todos. Nadie jamás había hecho eso antes. Nadie lo había mirado directamente y reconoció lo maravilloso que es…

Shizuku se estaba refiriendo a la pelea entre El Peor y El Cazador. Durante la pelea, El Peor había caído en un abismo, pero Stella, desde los asientos de la audiencia, refutó todos los abucheos de los demás devolviéndolo a la vida. Sin miedo a la opinión pública, Stella reconoció como igual a Kurogane Ikki. Nunca le había pasado eso a Ikki, quien fue rechazado por sus propios parientes de sangre. Shizuku conocía el valor de su hermano más que cualquiera y quería que los otros también lo reconocieran, así que ella estaba feliz.

Pero…

—Creo que… Onii-sama estaba muy feliz por las palabras de Stella. Shizuku recordó la cara de Ikki. Ella nunca lo había visto así antes. No importa cuánto lo halagara, ella jamás le había dado una alegría como esa. Se alegró por él, pero a la vez se dio cuenta de los límites de una hermana. No importa cuánto pensara en él, solo la vería como una hermana menor… Ella no podía convertirse en la mujer que él amaba.

—Onii-sama siempre, siempre ha tenido recuerdos amargos, porque fue criado sin amor de nadie. Así que… quiero amarlo mucho. Quiero hacerlo feliz. Eso es lo que siempre he pensado. Lo más importante es la felicidad de Onii-sama. Así que… así que, si Onii-sama es feliz, si Stella-san puede hacer más feliz a Onii-sama que yo… yo…

Ella tendría que apartarse.

Antes de que esas palabras peligrosas salieran de la boca de Shi-zuku…

—Shizuku.

El dedo índice de Alicin tapó la boca de Shizuku.

—Alice…

—No necesitas forzarte. Sé cómo te sientes.

Diciendo eso, Alicin movió su dedo hacia la esquina de sus ojos y limpió la pequeña lágrima que se encontraba ahí.

—Has estado pensando sobre esto por un tiempo, ¿cierto?

Shizuku asintió pesadamente. Si Stella podía hacer a su hermano feliz, ¿ella tendría que hacerse a un lado? ¿Tendría que renunciar al amor que sentía hacia su hermano? Después de ver el encuentro, esta pregunta se clavó en su corazón. Había muchos sentimientos conflictivos dentro de ella. Felicidad porque alguien apreciaba a su hermano, y complicados sentimientos sobre la mujer que sería la única de Ikki. Ella amaba a Ikki como un hermano y como a alguien del sexo opuesto, por eso estaba en un dilema. Shizuku estaba confundida sobre lo que debía hacer, pero…

Ante la pregunta de Shizuku, Alicin no le pudo dar una respuesta clara.

—Una pregunta bastante difícil, ¿no es así? Honestamente, esto dpende de cómo te sientes tú. El camino correcto no es algo que otros puedan decidir por ti.

—Supongo que sí…

Repentinamente, Alicin cambió el tono de su voz.

—Pero definitivamente hay dos cosas que te puedo decir.

—Dos cosas…

—Sí.

—¿Cuáles son?

Viendo la expresión confundida de Shizuku, Alicin sonrió gentilmente.

—En este mundo, la persona que más lo ama eres tú. Así que la mujer que no pueda llevarse a Ikki de tu lado no importa cuánto intente, no tiene el derecho de tenerlo. El camino que elijas depende de ti, pero tus sentimientos, tu amor, no son mentiras, por eso no tienes que renunciar a ellos. En cambio, sé más honesta con tus sentimientos, actúa de acuerdo a como tu corazón diga. Todas las chicas tienen ese derecho.

Las palabras de Alicin atravesaron el corazón de Shizuku.

—Ahh… es cierto.

Su corazón dio una sola respuesta, no había razón para que se rindiera. No había necesidad de sacrificar sus sentimientos por la felicidad de su hermano. Era obvio que ella no podía confiar a su hermano a cualquier mujer con una devoción menor a la de ella. Así que… no había necesidad de ceder. ¿Eran los sentimientos de Stella lo suficientemente fuertes para tomar a Ikki del lado de Shizuku? La sinceridad de Shizuku brillaba como una gema. ¿Será Stella lo suficientemente brillante para opacarla? La única que podía comprobarlo era ella misma.

—Lo comprobaré. Iré tan profundo como sea necesario. Si Stella puede hacer más feliz a Onii-sama de lo que yo puedo…

Al llegar a esa conclusión, el corazón de Shizuku se liberó.

***

—Gracias, Alice.

La cara de Shizuku estaba radiante, Alicin sonrió levemente… maravillado al pensar que ella había encontrado una respuesta.

Qué increíble, el amar a alguien tan profundamente…

Ella podía amar a su hermano hasta el punto de renunciar a sus preciosos sentimientos. Alicin… ya no podía hacer tal cosa. Amar a otros, amar a cualquier humano… Estaba lejos de sus posibilidades.

Todo lo que podía hacer era mantener las apariencias.

Un cuervo entre cisnes. Él no podía tener una buena voluntad ni abrir su corazón. Es por eso por lo que él consideraba los sentimientos de Shizuku como preciosos y no quería que desaparecieran.

—Soy innecesariamente sentimental, ¿cierto?

Tal vez es el alcohol. Una pequeña sonrisa amarga apareció en sus labios, tomó el último sorbo que quedaba en su vaso.

—Está bien, ya es hora de volver.

Pero no hubo respuesta. Cuando miró al lado de Shizuku…

*Thump*.

Ella cayó suavemente sobre su brazo.

—Zzz… zzz…

—Oh, querida.

Ella finalmente se quedó dormida. La preocupación que tenía desapareció una vez que encontró la respuesta. Sin otra opción, Alicin pagó la cuenta, y puso el pequeño cuerpo de Shizuku sobre su espalda. Dejó la tienda; Shizuku era tan ligera como una pluma, que no era una carga para nada.

—O… nii-sama…

Quizás en sus sueños su hermano era el que la cargaba. Murmurando eso, ella se aferró más fuerte.

—Sheesh… qué hombre tan terrible eres, Ikki.

Alicin de repente levantó su vista hacia las brillantes estrellas e hizo un único deseo. Deseó que los anhelos de esta amable chica terminaran de la mejor manera.