Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen Cero

Capítulo 2: Shizuku Bebe por Primera vez

Parte 2

Una hora después…

—Y entonces, Onii-sama se lanzó al río durante el invierno para evitar que me ahogara, nadó frenéticamente hacia donde estaba. Él abrazó mi frío cuerpo y dijo: “Gracias a Dios”. Ambos estábamos empapados así que debimos habernos congelado, pero Onii-sama estaba muy cálido. Fue en ese entonces que me di cuenta de que estaba con un chico maravilloso y nunca me gustarían los chicos de mi clase. Comparados con Onii-sama, ellos eran vulgares, nada caballerosos. Eran como monos, ¡monos! De todos modos, la segunda cosa más maravillosa es su gentil cara llorosa. Y la primera es volverlo a ver después de tanto tiempo, ya que se volvió alto y sus brazos fuertes… Pero todavía me gusta la linda figura de Onii-sama cuando era niño, con esos ojos gentiles… Aun así, el perseverante y cool Onii-sama es el mejor… Oye, Alice, ¿me estás escuchando?

—Sí, lo estoy haciendo. Después de todo, es la tercera vez que me lo cuentas.

Shizuku estaba totalmente borracha. Su original blancura era ahora un rosado que se extendía hasta sus orejas. Había estado alabando a Ikki por ya un largo tiempo una y otra vez. Y como era de esperar, incluso Alicin ya se había cansado de escucharla.

—Uuu~ ahora adivina qué historia te voy a contar.

—Una en la que Ikki te salva de ahogarte en un río, ¿cierto?

—Mmu~… ¿Huh? ¿De qué estaba hablando?

—Ahh…

—Hey Shizuku, ¿Cuántos dedos ves?

Alicin levantó tres dedos y Shizuku hizo una cara molesta en respuesta.

—¿Acaso estás diciendo que estoy borracha?

—No importa cómo lo mires, estás borracha.

—No es cierto. No te burles de míiiii… Hay seis dedos, ¿cierto?

Ah, no tiene remedio.

El martini seco fue el golpe fatal. Después de todo, gin no era algo que un novato podía beber directamente. Solo podía decirse que era natural.

—Y hubo una vez que Onii-sama era un Jedi…

—¡¿Estamos en Star Wars?!

Ella ya estaba mezclando la realidad con la ficción. Tal vez era momento de regresar a su dormitorio. Alicin trajo a Shizuku aquí para distraerse de Ikki y Stella, teniendo un tiempo a solas. A pesar de que Shizuku fue la que eligió eso, decidir eso le debe haber costado mucho. Alicin, que sabía que Shizuku en verdad amaba a Ikki, entendía esto. Seguramente si ellos se hubieran quedado en el dormitorio, la tristeza la habría consumido. Todos tienen noches en las cuales no quieren pensar en nada. Viendo a Shizuku ahora, él podía decir que eso era verdad. Shizuku parecía haberse divertido contando sus recuerdos de Ikki. Habiendo cumplido su objetivo, Alicin decidió regresar al dormitorio.

En ese momento, él vio un poco de crema del milhojas que ordenaron en su mejilla.

—Oh, mi… ¿acaso esto no pasó antes?

Recordando cuando salieron con Stella e Ikki juntos, también había crema en la mejilla de Shizuku, probablemente porque su boca es muy pequeña.

Por su puesto, Alice no lamería la crema en la manera que hizo Ikki. Alicin no era el tipo de persona que no respetaba el espacio personal de esa manera. Tomando una servilleta, gentilmente limpió la crema de la suave mejilla de Shizuku.

—Nnn…

—Me rindo… Tu piel es tan lisa como la de un bebé, Shizuku. Estoy celoso.

—Eres como una hermana mayor, Alice.

—¿Hermana mayor? ¿Yo?

—Sí, yo estaba pensando que quiero una hermana mayor como tú.

—Oh, por Dios, ¿es acaso una solicitud para que me case con Ikki y me convierta en tu hermana por ley?

—¿Huh?

—Lo siento, fui muy lejos.

Sabiendo que había pisado una mina, Alicin reflexionó en cómo Shizuku no tomaría nada en broma cuando se trataba de Ikki.

—Aun si eres tú, Alice, Onii-sama está fuera de los límites.

—Eso es correcto. Ya que Ikki te pertenece.

—No, no creo que sea así…

En ese instante, el rostro de Shizuku se oscureció y pronunció esas palabras.

—¿Shizuku?

Preocupado, Alicin trató de adivinar lo que afectó a Shizuku. Viendo su mirada, Shizuku cerró sus ojos.

—Hey, Alice, hay algo que quiero decirte.