Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 15

Interludio 1: Los Guardianes De Brunhild

Parte 3

Figuras sombrías se movían bajo la cubierta de la noche. Se movían por las calles y callejones más tranquilos, lejos de cualquier otra persona que pudiera estar despierta a esta hora tan tardía. En sus manos había trozos de madera seca.

Uno de los hombres se paró en un callejón detrás de una tienda y aplastó parte de la madera con un pequeño martillo.

Según su jefe, sería mejor encender pequeños pedazos. Llamarían menos la atención de esa manera.

Uno estaba de guardia mientras el otro se ponía a trabajar. Pero de repente, oyeron un ruido que los hizo permanecer firmes.

“Meooow…” Un gato negro salió inocentemente de un arbusto cercano.

“…Sólo un gato…”

“Los gatos me asustan… Date prisa con el fuego.”

“…lo tengo.”

El segundo hombre corrió a encender las piezas pequeñas. Pero de nuevo se detuvo después de escuchar un sonido.

“Meooow!”

“Guau… ¿Otro gato? ¿Por qué este pueblo tiene tantos?”

“H-Hey… ¿No es esto un poco raro…?”

El hombre que inició el fuego se levantó y miró a su alrededor con inquietud. Algo se sintió mal. Aunque no había nadie alrededor, podía sentir los ojos sobre él.

“Miau…”

“Meooow…”

“…. Meeew…”

“Meeew…”

Varios ojos brillaban en la oscuridad de la noche. Desde debajo de los porches, desde las copas de los árboles cercanos, desde las alturas de los tejados cercanos y desde los arbustos cercanos.

Blanco. Negro. Atigrado. Calico. Jugueteros. Todo tipo de gatos emergieron y comenzaron a mirar a los hombres.

“H-Hey… ¿Qué demonios está pasando?”

“¡No me gusta esto…!”

“¿Están asustados, canallas?”

Una voz resonó desde la oscuridad, haciendo que los hombres desenvainasen sus espadas. Miraron a su alrededor, pero no pudieron identificar la fuente. No sabían a quién pertenecía la voz, ni de dónde venía.

“¿Saben para qué son esos trozos de madera?”

“¿Quién eres tú? ¡Sal!”

Bajo la pálida luz de la luna, los gatos reunidos se separaron a diestra y siniestra. Desde el centro de la multitud caminó un pequeño gato blanco. Parecía casi un bebé tigre.

Aunque parecía infantil y sin imponer, los hombres sintieron una inmensa oleada de temor.

Podrían haber estado enfrentándose a un dragón.

“…No hay respuesta, ¿hm? Eso está muy bien. Tendrás mucho tiempo para responder en prisión”.

“¿Un gato que habla?”

“¡Qué atrevido eres al asumir que soy un gato, libertina!”

Una nube de humo blanco se expulsó al aire, y de entre la neblina surgió una enorme y gruñona tigresa blanca. Los dos hombres trataron de gritar, sólo para encontrar sus voces atrapadas en sus gargantas.

“Escuchen bien, mortales. ¡Me llamo Kohaku! Soy una Bestia Celestial, sirviente directa del más estimado Mochizuki Touya, ¡gran duque de Brunhild! Soy una de las guardianas de esta nación, ¿me oyes?”

“¿!Qué… ¡?”

“Encárguense de ellos, gatitos”.

Una cacofonía de silbidos y aullidos resonó en la noche. Los hombres no podían hacer nada, ya que estaban apiñados por más de cien gatos salvajes. Estaban tan inmovilizados por el miedo que ni siquiera podían desenvainar sus espadas. Cayeron al suelo y fueron mordidos, arañados y zumbados agresivamente.

Como si estuviera en el momento justo, un caballero gato saltó del tejado, su estoque destellando a la luz de la luna mientras descendía.

“¡Son las cortinas para ustedes, amigos! ¡Es hora de golpear las patas en toda tu operación!”

“¿Gwah?”

“¿!Hngh¡?”

Los dos hombres dejaron de moverse completamente una vez que fueron golpeados por su espada. Había sido encantada con [Paralizar].

La multitud de gatos dejó de atacar a los hombres y se dispersó en la oscuridad.

Se oían innumerables pasos de gatito marchando a lo lejos. Sólo quedaban la tigresa blanca y el gato caballero.

“¡Kohaku! ¡Sir Mittens!”

“… ¡Me llamo D’Artagnan!”

El Sr. Mittens se puso las manos en las caderas y miró a Lanz, el caballero que había llamado a su alrededor y la tigresa que estaba a su lado. Gruñó un poco en dirección a Kohaku, pero se calmó al cabo de un rato.

“Kohaku… ¿Qué está pasando aquí?”

“Ah, bueno. Estos hombres estaban intentando encender esta madera de bestia, habría causado que todas las bestias mágicas cercanas arrasaran y rodearan la ciudad. Es probable que otros hagan lo mismo en otras partes de la ciudad, pero los otros caballeros gatos han sido enviados para cuidar de ellos. Voy a eliminar a su líder, un comerciante. ¿Te gustaría venir conmigo?”

“¡Muy bien! Ustedes tres, pongan a estos dos hombres bajo custodia. ¡Ustedes dos, diríjanse a los otros lugares! ¡El resto de nosotros se dirigirá con Kohaku y Sir Mittens para capturar al cabecilla!”

Los dos hombres fueron arrastrados. Kohaku regresó a su estado de gatita y llamó a los demás caballeros.

“¡Escúchame ahora! ¡Somos los Guardianes de Brunhild! ¡No podemos perdonar a aquellos que buscan dañar nuestro hogar! ¡Los capturaremos y los obligaremos a arrepentirse!”

Todos los hombres respondieron animando, siguiendo en la noche a la tigresa blanca.

Tiempo después, el comerciante sandoriano y todos sus compañeros fueron arrestados. La noche se volvió pacífica una vez más.

***

Soy una tigresa. Mi nombre es Kohaku. Ese nombre significa “noble protector”. No siempre significó eso, pero significa eso ahora. Eso es lo que decidí que significa. Hmm…. Y hoy me quedé dormida. El incidente de anoche me sacó mucho de quicio, después de todo…. Pero esto sigue siendo algo impropio.

Sumergí mi cara en la fuente de agua fría del patio. Me froté una de mis patas delanteras contra los ojos. Sería muy grosero si me presentase ante mi señor con la cara soñolienta.

Ya está, eso debería bastar. Estoy bastante despierta ahora.

Fui al comedor y encontré algo raro. Mi maestro y todas sus prometidas estaban juntas al mismo tiempo. Era inusual que todos ellos estuvieran allí a la vez.

“Buenos días, mi señor. Buenos días, señoritas”.

“¡Buenos días, Kohaku!”

Una vez que mi maestro me saludó, todas las chicas le siguieron. Hm…. Todos se veían bien, yo estaba feliz.

Renne trajo mi comida, y me senté en una mesa más pequeña al lado de su mesa principal.

Ooh…. Hoy es carne asada, ¿verdad? Me encantan los platos como éste….

Bueno, entonces… ¡Hora de comer!

“Oh cierto, Kohaku. Escuché que ayer ayudaste mucho”.

Justo cuando estaba a punto de meter mi delicioso bistec asado, mi maestro me llamó.

“¿Hm? A-Ah, ¡sí! Había gente tratando de hacer algo malo en la ciudad, así que lo manejé. Hice arrestar a todo el mundo, están en la cárcel ahora mismo.”

“Eso es genial, gracias Kohaku…. Estoy muy orgulloso de ti, estoy seguro de que seguirás así”.

Se acercó y suavemente me dio una palmadita en la cabeza. Sus novias le siguieron, bañándome en alabanzas.

No me gustaba mucho que me acariciasen, pero mentiría si dijera que no me gustaba la atención positiva de la gente que significaba tanto para mí.

Sin embargo, todo lo que había hecho era cumplir con la tarea que se me había asignado….

Pero si querían elogiarme por eso, difícilmente me iba a quejar.

Ayer debí mi victoria a los esfuerzos del señor Mittens y sus compañeros mosqueteros, así que decidí que les daría una buena comida. La orden del caballero también, y no podía olvidarme de los descarriados que ayudaron a someter a los dos hombres. Estaba segura de que estarían felices de recibir reconocimiento por sus acciones.

Mientras planeaba mi día con anticipación, me metí en ese delicioso tazón de carne asada.

Estaba tan rico como esperaba.

KJun: Revisado y corregido.