Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 15

Capítulo 3: Un Feliz Giro Del Destino

Parte 8

“¡Soy yo, chico Mochizuki Takeru! Soy el tío de Touya, así que vamos a llevarnos bien, ¡deportistas!”

El dios del combate… O, mejor dicho, el tío Takeru, se rio bulliciosamente mientras saludaba a los demás. Sólo lo miraron en un silencio atónito. Para ser honesto, podría haber pasado fácilmente por mi hermano mayor, pero Karen y Moroha se negaron. Dijeron que preferían morir o irse a casa que tener un hermano tan irritante como él. Y así, se convirtió en mi tío. En resumen, estaba asumiendo el papel de hermano menor del dios de la agricultura.

“…es tu tío, ¿Touya? Así que eso significa que él es… uno de esos, ¿verdad?” Elze me susurró en voz baja.

“Oh… Sí… Él es… Es el dios del combate. Él cubre la lucha, básicamente…. Combate sin armas, artes marciales…. Ese tipo de cosas”.

Vi los destellos en los ojos de Elze y me di cuenta de que no debería haber dicho nada de eso, pero ya era demasiado tarde. Era demasiado tarde. Elze inmediatamente atacó al tío Takeru y le saludó.

“Oho…. Esos son unos guantes bien usados. Eres una luchadora como yo, ¿no?”

“Así es. Soy Elze, una de las prometidas de Touya. ¿Puedes enseñarme algunos movimientos nuevos?”

“¡Fwahahahahahaaaa! ¡Increíble! ¡Bueno, eso te convierte en mi sobrina! Entrenaré a mi discípulo después de esto, para que puedas asistir a nuestra lección”.

“¡Gracias!”

Augh…. Supongo que debería haber considerado esto. Yae e Hilde aprendieron mucho de Moroha, pero Elze lucha de una manera totalmente diferente, así que no es como si hubiera aprendido tanto…. Sólo es obvio que un dios artista marcial le atraería desde una perspectiva de entrenamiento. Bueno, Ende…. bien por ti. Tienes una compañera de entrenamiento.

“Siéntete libre de entrenar con él, pero no exageres.”

“No lo haré. ¡Gracias!”

Elze sonrió al juntar sus manos en puños. Ella estaría bien, estaba seguro. Debido al hecho de que ella estaba siendo influenciada por mi divinidad como las otras, no podía imaginarla herida ni nada.

“¡Muy bien, ustedes dos! ¡Lo primero es una habilidad especial! ¡Es un uppercut especial imbuido con el poder de un dragón! ¿!Quién está listo para sentarse bajo una cascada¡?”

“¡Lo estoy, lo estoy!”

“U-Uh… Lo estoy, supongo…” Ende miró fijamente, con una expresión de horror. Me preguntaba si estaría bien, ya que no lo parecía.

El tío Takeru puso sus manos sobre sus hombros, y desaparecieron en el aire.

Probablemente los había alabeado hasta llegar a una cascada lejana. Incluso en un cuerpo humano, no estaba restringido por leyes de la lógica.

“…Dios mío, Su Alteza. Pensé que me había acostumbrado a verlo, pero tu familia es realmente…. Especial”. El Primer Ministro Kousaka estaba allí, agitando la cabeza, obviamente todavía tambaleándose por la batalla entre Takeru y Moroha que había presenciado antes.

Honestamente, ese duelo era difícil de describir. Se enfrentaron como fuerzas elementales primarias. Estaba bastante seguro de que sólo yo y los otros dioses podíamos captar sus movimientos. Iban más allá de la velocidad del sonido. El combate terminó después de que Karina intervino y notificó a los combatientes que si continuaban luchando se arriesgaban a destruir todo el campo de entrenamiento.

No podía entender cómo desvió los ataques de espada de Moroha con sólo las ataduras de tela en sus manos…. Claro que eran espadas de entrenamiento entorpecidas, pero…. los dioses daban miedo.

“Me pregunto si estará bien…” Linze murmuró en voz baja, preocupada por su hermana mayor. Karen le dio una palmadita en el hombro con una sonrisa.

“Estará bien, ¿sabes? Ese tipo puede ser un cabeza dura, pero sabe de todo el cuidado y consideración que hay que tener en el entrenamiento, ¿sabes? Elze estará bien.”

“En realidad le gustan mucho las chicas. Por otro lado… es muy duro con los hombres. En todo caso, estoy preocupada por el chico.” Moroha se entrometió y terminó la explicación de Karen. La información que nos había dado era un poco inquietante.

…Buena suerte, Ende…. Por favor, regresa respirando.

***

“Nunca esperé que vinieras al mundo de los mortales… Pero supongo que no es la primera vez que apareces, ¿eh?” Mochizuki Karina, diosa de la caza, estaba sentada en un bar con un hombre de aspecto rudo, charlando con él.

“Quiero decir, ¡solo estoy aquí para recuperar el arma robada! Supongo que mentiría si dijera que no estoy un poco interesado en el chico nuevo…”

El dios del combate, o mejor dicho… Mochizuki Takeru, sonrió un poco mientras bebía la taza de cerveza en su mano.

“Mmh…. ¡Esto es genial! Hace mucho tiempo que no pruebo el alcohol mortal, pero debo decir que me gusta mucho más que el vino sagrado”.

“¡Nyahaha! ¡Ese es el espíritu, Takeru! A mí también me gusta mucho. ¡Hic! El vino sagrado es bueno y todo para ofrecer, pero este tipo de bebida es inmejorable. Hay más atractivo en la variedad, y el reino de los mortales seguro que el infierno tiene un montón de eso, ¡hic!”

La chica que le murmuraba al hombre de aspecto mayor no era otra cosa que Mochizuki Suika, la diosa del alcohol siempre borracha. Estaba tendida en el suelo junto a Karina y Takeru.

El sonido melódico de las cuerdas venía de cerca, cuando Mochizuki Sosuke tocaba el laúd. Karina venía a menudo a verle jugar, ya que era su hermano en este mundo. Frecuentemente tocaba música en la taberna por la noche, y mucha gente venía sólo para escuchar sus melodías.

Mientras la música seguía sonando de fondo, apareció un hombre con una gran bandeja en las manos. La bandeja había salido de la cocina de la taberna y tenía una variedad de platos frescos.

“Muy bien, está hecho. ¡Tengo un montón de arroz, con mis verduras! Oh, hey, uh… ¿Takeru? Puede que sea un poco picante para tu sangre, pero debería ser bueno, ¿no?”

“Mm. A mí me parece que está bien”.

El dios de la agricultura, Mochizuki Kousuke, colocó un tazón de verduras y arroz frente a Takeru.

Takeru cogió su cuchara y luego se llevó una cucharada de la comida a la boca. Sus ojos se abrieron de golpe.

“¡Increíble! ¡Santa mierda! Esto es delicioso… ¡Viejo, es tan picante! ¡Pero es delicioso! ¡Esta fuerza, tal poder! ¡Maldita sea, eso es bueno!”

“Heh…. Me alegra que te guste”. Kousuke sonrió suavemente mientras Takeru seguía devorando la comida. El dios del combate no podía permitirse el lujo de perder en una pelea, incluso si esa pelea era contra las especias. Siguió metiéndose la comida en la boca mientras sus ojos lloraban.

En poco tiempo, su plato había sido limpiado completamente. Se bebió una taza de cerveza fresca y dio un suspiro de satisfacción.

“¡Whew! Comida y bebida, ¡qué más podría pedir un hombre! ¡Gracias, reino de los mortales!”

“¡Oh! Todos ustedes empezaron sin mí, ¿saben? Deberías haber esperado un poco más, ¿sabes?”

“Ohh, se ve bien. ¿Dónde está mi parte?”

Las dos últimas integrantes del panteón de Brunhild entraron en el bar. Uno era la alegre diosa del amor, Mochizuki Karen. Siguiendo su estela estaba Mochizuki Moroha, la diosa de las espadas.

Eran siete en total. Siete dioses, manifestados en forma humana, comiendo y divirtiéndose.

“¡Celebremos nuestra unión, entonces! ¡Hic! ¡Salud!” Gritó Suika, incitando a los demás a chocar sus tazas. Kousuke consultó a las camareras para pedirles bocadillos y bebidas adicionales, mientras que Moroha se giró hacia Takeru.

“Y… ¿cómo están tus dos discípulos?”

“Mm… ¡Son bastante buenos! Ende tiene mucha intuición a su favor, mientras que Elze tiene ese tipo de tenacidad que yo no puedo odiar. ¡Ambos me enseñaron sus propios caminos, e inmediatamente tomaron las lecciones que comencé a impartirles! Estoy deseando trabajar con ellos…. ¿Pero no se supone que debemos apoyar al dios novato? ¿Qué pasa con esto?”

“Ehh…. Creo que haciendo lo que estamos haciendo, estamos ayudando lo suficiente. Personalmente, entreno a Yae, a Hilde y a la orden de los caballeros. Acaban aumentando el poder de Touya, así que es suficiente para mí”.

“Mm… Supongo que está bien, entonces. Dios Todopoderoso me dijo que ayudara lo mejor que pudiera, así que seguiré entrenando a esos dos”. Dijo Takeru, sonriendo mientras rellenaba una vez más su jarra de cerveza.

“Sólo ten cuidado. Estamos aquí principalmente para apoyar a Touya, así que no podemos hacer cosas a medias todo el tiempo”.

“No hay problema, ¿sabes? Tú y yo, Moroha, lo estamos apoyando como sus hermanas mayores, ¿sabes?” El optimismo de Karen superó al realismo de Moroha. En su mayor parte, Karen era la representante vocal de los otros dioses. A menudo presidía sus relaciones personales y ayudaba a facilitar la comunicación entre las personas de Brunhild. A su manera, se aseguraba de que las cosas también fueran bien para Touya.

“¡Además, muchos de ustedes hacen lo que quieren! ¡Como tú, Suika! Todo lo que haces es beber, ¿sabes?”

“¡Hey! Es, hic, mi trabajo ser la linda hermanita, ¿verdad? ¡Hic! ¡Puedo beber todo el tiempo porque soy una mascota! Yo, hic, ¡hago cosas de apoyo moral!”

“… ¿No le vomitaste en la nuca a Touya? ¿Qué tiene eso de ser un apoyo moral?”

“Ghh…. ¿Cómo te enteraste de eso?” Suika refunfuñó para sí misma, sirvió algo de sake de Eashen, y bebió un poco más. Su cara estaba roja, pero el alcohol no era la única razón.

Aunque era la diosa del alcohol, no tenía la oportunidad de beber con tanta frecuencia.

Estaba aprovechando al máximo su oportunidad de beber libremente. Durante ese incidente en particular, había bebido más de lo que se sentía cómoda, y no pudo contener el repentino vómito. Dado que ella era la diosa del alcohol, era una cuestión de vergüenza personal que no pudiera contener su licor.

Kousuke repentinamente habló, rompiendo el incómodo aire.

“Vamos, vamos… Estamos todos en espera, ¿no? Tenemos mucho tiempo libre ahora mismo, así que no es gran cosa. No hay que avergonzarse de relajarse de vez en cuando, ¿verdad?”

Como si respondiera al comentario de Kousuke, Sosuke comenzó a tocar una melodía más suave y relajante. Era una canción famosa que había sido interpretada por varios artistas y que ayudó a crear el ambiente para la situación en general.

En última instancia, correspondía a Touya enfrentarse al malvado dios. Los propios dioses sólo estaban aquí para apoyarlo. Aunque estuvieran tomando forma humana, no sería bueno que derrotaran al malvado dios en nombre de Touya. Si no, no aprendería nada. Sería como si un padre se metiera en la disputa de un niño y golpeara al abusador.

“Por eso lo ayudamos entrenando a la gente que le importa. Además, no lo subestimaría, con toda honestidad… Está favorecido por Dios Todopoderoso, también…. No creo que caiga tan fácilmente…” Moroha parecía tener confianza en su hermano sustituto.

“Mm… Pero hay que tener cuidado de no dejar que la confianza se convierta en arrogancia. Estoy bastante impresionado por sus capacidades, sin embargo. Creo que el muchacho tiene un buen combate en marcha”.

El dios del combate asintió mientras comía algo de carne roja. Desde su punto de vista, Touya tuvo mucha suerte de contar con el apoyo que le habían dado. La gente que había encontrado en su viaje hasta ahora era una bendición para el niño, y probablemente lo sabía.

“Touya se ha hecho muchos enemigos, pero ha hecho excelentes amigos, ¿sabes? Incluso tiene el apoyo de algunas chicas excelentes…. Sé que una, en particular, se toma todas sus molestias con calma, ¿sabes?”

“¿Yumina? Sí, ella es buena. Ayuda a que también pueda leer las intenciones de la gente…. Es una de las mejores compañeras que podría haber conocido”.

Moroha y Karen empezaron a hablar entre ellas. Había personas con intenciones maliciosas, que querían utilizar el estatus de Touya para su propio beneficio social. Pero el ojo místico de Yumina los detuvo antes de que se acercaran.

Gracias a eso, era fácil decir que Touya estaba rodeado de buena gente. Pero todavía era posible que la gente cambiara…. Mientras tanto, sin embargo, Yumina dejó de preocuparse por la desconfianza.

Las otras ocho prometidas también eran capaces a su manera y podían hacer cosas que Touya no podría lograr por sí solo. Tuvo suerte de tenerlas.

“Así que no tenemos que ayudar mucho, ¿verdad? Parece que ya tiene el apoyo de grandes humanas”.

“No. Un mundo de humanos es mejor dejarlo a los humanos, al final. Podemos seguir siendo sutiles al ayudar al muchacho…” Kousuke siguió rápidamente la postulación de Karina.

“¡Bueno, vamos a celebrarlo por ahora! Touya va a estar bien, así que tomémoslo con calma y ayudémoslo cuando nos necesite”.

“¡Salud por eso!” Los siete dioses le desearon buena suerte al novato en ciernes al que habían sido llamados para ayudar. Los dioses en carne mortal, vigorizados por sus buenas noches juntos, se comprometieron a apoyarle en todo lo que pudieran.

“Si Touya pierde ante el dios malvado, este mundo no será destruido por el dios de la destrucción, ¿verdad? Preferiría que pudiéramos evitar ese resultado”.

KJun: Revisado y corregido.