Rakudai Kishi no Eiyuutan (NL)

Volumen 2

Capítulo 1: Discípulo

Parte 4

 

 

Era un pequeño, cuarto privado melancólico. La única fuente de luz era la pequeña lámpara de escritorio encima de la mesa. Y en el cuarto, había una chica sentada sobre la silla y cuatro hombres robustos rodeándola.

Todos los hombres tenían serias expresiones y cuestionaron a la chica mientras gritaban.

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– ¡Da una respuesta directa! Estabas acosando a la víctima, ¡Kurogane Ikki!, ¿no es verdad?

– ¡Fuiste atrapada con las manos en la masa! ¿No vas a soltar mierda como que tú no lo hiciste, verdad?

Las voces urgentes interrogadoras y la luz de la lámpara de escritorio las cuales parecían demasiada tontas. Mientras prevaleciendo sobre todo esto, la chica frenéticamente respondió.

– ¡N-No! ¡Eso no era realmente acosar…!

– ¡Basta con las excusas!


– ¡Hii…!

– ¡Es obvio que lo has estado siguiendo por una semana!

– Y después de todo eso, ¿estás tratando de inventar cosas?

– ¡Si! ¡Es tiempo de tortura! ¡Tortura te dije!

– ¡P-Para eeeeesto…!

– ¿Ha…?

Y finalmente, la chica salió de su pesadilla. Un techo blanco cubrió su campo de visión. Por el olor de los medicamentos, se dio cuenta que esto era la enfermería. Parece que estaba durmiendo sobre el lecho de enfermo de aquí.

Ante ese hecho, la chica se relajó.

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– Gracias a Dios, eso era un sueño…

– Castigo de cera, golpiza, desmembrar, esclavizar, arrodillarse sobre una piedra ponderada…

Cuando giró su cabeza, vio una chica de cabello plateado suspirando sugerencias cerca de su oído.

– Estacar y quemar, muerte por ahogamiento, clavar, hacer caminar alrededor de la ciudad desnuda, el caballo de Troya de forma triangular… ah, ¿estás despierta?

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– Esas cosas que has estado susurrando cerca de mis oídos… Eso…

– Me pregunto. Quizás solo tuviste un mal sueño. Onii-sama, ella se ha despertado.

La chica de cabello plateado, Shizuku, llamó hacia el otro lado de la cortina privada. Después de oír esa voz, Ikki, Stella y Arisuin entraron.

– ¡Oh! Ya estas levantada. Eso fue un golpe duro así que estaba preocupado. Como se esperaba de la magia curativa de Shizuku.

– Ya que no fue una herida causada en un encuentro, no pudimos utilizar la cápsula, pero menos mal Shizuku estaba ahí. Entonces, ¿todavía duele?

Después de mirar izquierda y derecha, la chica completamente entendió la situación. Cayó de cabeza en el estanque y golpeó su cabeza y esos sujetos la llevaron todo el camino a la enfermería y la trataron.

– N-No, eso está… Estoy bien. Gracias… por cuidar de mí.

Mientras se levantaba lentamente de la cama, ella se inclinó y mostró su gratitud hacia Ikki y los otros.

Realmente era una amable acosadora. ¿Pero por qué no estaba haciendo contacto visual con nadie y se mantenía evitándolos?

– Bueno, Estaba muy sorprendido por esa herida. Es bueno que no hay sido serio. Pero… ¿Por qué sigues evitando tus ojos?

– P-Por favor no lo tomes en cuenta. H-Hay realmente una razón personal para esto.

Ella parecía bastante nerviosa mientras respondía. Y ahora incluso el estado de su cuerpo estaba obviamente tenso y no podía calmarse. Quizás, realmente estaba siguiendo a Ikki por algún resentimiento y ahora no lo miraría a los ojos. Bueno, probablemente es hora que el pregunte eso. Primero…

– Si estás bien ahora, entonces me gustaría preguntarte unas pocas cosas… Primero de todo ¿podrías decirnos tu nombre?

– S-Soy Ayatsuji Ayase. Una estudiante de último año.

«¿Un alumno de último año? Eso es un poco inesperado.»

Quizás porque ella metió la pata cuando ellos se conocieron. O quizás porque simplemente no se podía calmarse a sí misma. Él no podía imaginarla como alguien mayor. Pero ya que era mayor, no podía permitirse echarse para atrás o hablar sin reservas ahora. El cambió al uso de honoríficos y preguntó por la cosa que lo molestaba más.

– Entonces Ayatsuji-sempai, Voy a repetir lo que pregunte antes: ¿Por qué Sempai estaba siguiéndome alrede… ¿Err… Sempai?

– ¿Q-Qué?

– No solo estás mirando al otro lado, sino que tu cabeza está completamente girada en la dirección opuesta… honestamente, ¿Qué le pasa?

Antes que lo note, Ayase había girado hacia la pared en el lado opuesto. Su cuello estaba doblado a su límite, él podía entender con solo mirar la nuca de su cuello.

– No importa. N-No es nada.

– No, ¡claro que me va a importar! ¡Esta es la primera vez en mi vida que alguien a quien estoy hablando se está esforzando tanto para no mirarme! ¿De qué se trata? ¿Hay algo sobre la pared de allá?

– L-Lo que quiero decir… E-Es… embarazoso.

Lo dijo, con una voz tan suave que podía ser confundida por el zumbido de un mosquito.

– ¿…Huh?

– H-Hablando con un chico que no conozco, mientras lo miro a los ojos… eso es muy vergonzoso.

Mirando detenidamente, el rostro de Ayase estaba completamente rojo hasta sus orejas, como si estuviera en llamas.

– ¿P-Por qué Kurogane-kun es capaz de hablar tan fácilmente cara a cara con una chica que recién conoció?

– Eh… ¿Por qué? Incluso si lo preguntas, pienso que es normal mirar a la cara de la persona a la que estoy hablando en una conversación.

– N-Normal… E-Es eso entonces… Sorprendente… Eso es imposible para mí. Aunque sé que es irrespetuoso, No puedo mirar de frente cuando estoy siendo mirada tan fijamente…

Ikki nunca pensó que sería elogiado por algo así.

Ciertamente, Ayase lo miró de una forma como si lo espiara varias veces, pero tan pronto se encontraba con la mirada de Ikki, sus ojos inmediatamente escapaban. Parece que ella misma estaba tratando de mirar a este lado, pero ya que estaba tan avergonzada, no parece que tendría éxito. Y eso no parecía actuación. Parece que Ayase era una sempai muy tímida.

«… Es inquietante, Si es posible, me gustaría hablar cara a cara pero…»

Si no, sería difícil ver si ella mentía. Ikki reflexionó sobre qué hacer.

– Bien, ¿si es solo nosotras las chicas entonces estaría bien?

De repente, Stella y Shizuku se pararon imponentemente ante Ayase y la hablaron con un tono criticador.

– Voy a hacerte confesar. ¿Por qué Sempai estaba siguiendo a Ikki? ¿Cuál es su objetivo?

– E-Eso… Eso es…

– No es obvio porque una chica acosaría a un chico, o un chico acosaría a una chica. Ella obviamente estaba espiándole con ojos llenos de deseos carnales.

– ¿Es eso verdad?

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– ¡Eso está mal! ¡En serio!

Como se esperaba, parece que la razón por cual Ayase estaba siguiendo a Ikki no era ni malicia ni afecto. Entonces, ¿Por qué rayos seguiría a un estudiante repetido como…?

«… ¿Hmm?»

En ese momento, Ikki notó algo en las palmas de las manos de Ayase, quien las estaba agitando rápidamente mientras negaba a Stella y Shizuku. Callos, un resultado de balancear un Shinai varias miles, cientos de miles de veces. Al ver eso, Ikki inmediatamente pensó en una posibilidad.

«…Esos callos y el apellido Ayatsuji… ¡Imposible!»

– Sempai. ¿Podría ser que Sempai es un familiar de Ayatsuji Kaito-san?

Siendo preguntada eso, Ayase inmediatamente abrió completamente sus ojos y giró hacia Ikki.

– Así es, Ayase Kaito es mi padre… p-pero, ¿Cómo puedes saberlo?

– Los callos en las palmas de Sempai. Esa es la mano de un espadachín. Y además, para que seas capaz de seguir el ritmo del trote de Stella y yo, eso no sería posible a menos que tengas un cuerpo considerablemente entrenado. Y el apellido de Sempai era Ayatsuji… entonces solo quizás, pensé. Pero quien hubiera pensado que realmente eras su hija y que tú estudias en la misma escuela. Eso fue una gran sorpresa.

Stella inclinó su cabeza, viendo al emocionado Ikki y preguntándose que podría ser tan excitante acerca de eso. Y ella preguntó a Arisuin…

– Hey, ¿Quién es Ayatsuji Kaito?

– ¿Quién sabe? No estoy familiarizado con ese nombre.

– Un no-Blazer quien es también llamado ‘El Último Samurái’. En vez de Arisuin, Shizuku fue la que respondió.

– Ya que la mayoría de los blazers no están muy interesados en las artes marciales, no me sorprende que Alice no lo sepa. Pero para las personas quienes han estudiado la espada incluso por un poco, no hay ni una sola persona que no sepa el nombre de ‘Ayatsuji Kaito’. Él es en gran parte un maestro.


La competencia de los Dragones Celestiales.

El Torneo del Este y del Oeste.


La Copa Musashi.

El enfrentamiento del Décimo Dan.

Él era un espadachín genio que participaba y ganaba en todas las competencias famosas mundiales de espada. Había también un registro sobre el dominando a varios Blazers criminales en su plenitud, a pesar de no ser un Blazer.

– Normalmente, incluso una pistola no haría mucho en contra de un Blazer protegido por magia. Pero ante su espada, esa desventaja no era nada. Él probablemente era la persona quien más se apenaba de no nacer como Blazer… pero ya que era demasiado fuerte a pesar de no ser un Blazer, parecía que ha comprado el resentimiento de los Mage-Knights, entonces su fama no llego muy lejos en el mundo de los caballeros.

– Pero Shizuku lo conoce.

– Porque a diferencia de la mayoría de los Mage-Knights, La casa Kurogane sabe los méritos de las artes marciales.

Porque ella se enfermó de la casa Kurogane la cual la alejó de su amado hermano, no siguió el camino de las artes marciales que la casa Kurogane sostenía. Pero aun recordaba sobre el último Samurái. Y no había forma que Ikki que siguió el camino de la espada con mucha más seriedad, no supiera sobre el nombre del gran pionero.

– Cuando era un niño, miraba los videos de los enfrentamientos de Kaito-san y decidí estudiar el manejo de la espada. Durante la secundaria, incluso fui al dojo para desafiarlo directamente.

– ¿Eh? Es eso entonces…

– Sin embargo, fui rechazado ¿sabes? Dijeron que no hacían enfrentamientos no autorizados como ese. Pero en serio estoy feliz de ser capaz de conocer la hija de Kaito- san de este modo, ¿Y cómo está? No he oído sobre él últimamente, así que me estaba preguntando que pudo haber pasado.

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Ikki preguntó con una voz emocionada. Pero ante esa pregunta. La expresión de Ayase se nubló.

– … Actualmente, debido a una herida durante un enfrentamiento… él está hospitalizado en este momento.

– Eh… L-Lo siento. Pregunté algo irrespetuoso.

– N-No, tienes que disculparte. No hiciste nada malo. Para alguien sorprendente como Kurogane-kun tener a mi padre tanto respeto, me hace muy feliz. Y-Y esta conversación tiene relación porque te estaba siguiendo a todas partes.

– ¿Qué quieres decir con eso?

– … Después de que mi padre, quien era también mi mentor, fue hospitalizado, he estado entrenando el estilo Ayatsuji de una sola hoja, pero recientemente parece que he caído en un bajón…

Se angustió sobre cómo seguir los pasos de su padre, su mentor.

– Pero entonces, escuché rumores sobre Kurogane-kun, un estudiante de primer año que usaba una extraña técnica de espada. Entonces pensé, si consultaba con Kurogane-kun… Podría entender algo pero…

A ese punto, la voz de Ayase se disipó y ella evitó mirar los ojos de Ikki.

– Pero, además de mi padre y los estudiantes en el dojo, no he hablado con ningún chico desde que era una niña… Eso… Estaba pensando de como acercarme a ti y…

– ¿Estabas… estabas siguiéndome a todas partes toda esta semana mientras pensabas de cómo hablarme?

– Eso es tan embarazoso…

«… Uwah, que persona tan reservada.»

Casi como un panecillo laminado dejado encima de la mesa que crece moho sin que nadie lo note. Además de Ikki, las tres personas detrás de ellos estaban mudos por su razón para acosarlo.

En aquel entonces, Ayase una vez más se inclinó ante Ikki.

– ¡… Realmente lo siento! Te he estado acosando por tanto tiempo. No se puede evitar si piensas que soy una mujer desagradable. P-Pero juro que no me acercare de nuevo hacia ti… así que no llames a la policía.

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– No, no es que estoy pensando en entregarte a la policía.

Más bien, se sintió atraído hacia la extraña espadachín que conoció hoy. Y además, era la hija del Último Samurái. ¿Qué tipo de técnicas usa ella? Estaba muy curioso.

– Erm, Ayatsuji-sempai. Si te parece bien, ¿Te gustaría entrenar conmigo después de esto?

– … ¿Eh?

– Ambos somos profesionales de la espada. Quizás podríamos aconsejarnos el uno al otro. Y además, quiero experimentar la espada del Último Samurái de primera mano. Solo verlo tiene sus límites.

– ¿Realmente está bien?

Ayase inmediatamente saltó de la cama y agarró la mano de Ikki con sus dos manos y sonrió como una flor floreciente.

– ¡Muchas Gracias! ¡Estoy realmente feliz!

Los ojos confundidos que tenía hace un momento ahora estaban mirando directamente a Ikki. Pero pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo e inmediatamente se separó y se alejó aproximadamente tres metros.

– Ah, ¡L-Lo siento! ¡P-Para mí agarrar tu mano de esa manera, que grosería…!

– Ajaja, no tienes que alarmarte solo porque agarraste mi mano…

Después de todo, había hermanas menores por ahí que besan a su hermano en una reunión y princesas que se meten el baño usando un bikini…

– ¿Entonces deberíamos entrenar juntos desde ahora? Los encuentros de hoy ya terminaron, así que tenemos tiempo hasta la cena.

– Si, voy a estar bajo tu cuidado… y ¿podrías hablarme casualmente? Ya que voy a ser la que va a aprender, se sentiría raro para el profesor, ser el que use honoríficos.

– Eso es, no soy tan sorprendente para ser llamado profesor, ¿sabes?

– Eso no es verdad. Hace un momento Kurogane-kun dijo que podríamos aconsejarnos el uno al otro, pero honestamente, creo que no hay ni una sola cosa que pueda enseñar a Kurogane-kun. Así que el discípulo aquí soy yo.

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Ikki mostró una sonrisa amarga a eso. Era como lo dijo, aunque Ikki pudiera enseñarla cosas, no había nada que ella pudiera enseñarlo a cambio. Él podía robar la mayoría de sus técnicas solo con verlas. Más humildad acabaría siendo sarcástica.

Confirmando eso, Ikki aceptó la sugerencia de Ayase.

– … Okay, entonces voy a dejar los honoríficos. Pero a cambio, también háblame normalmente. Llamarme tu maestro, eso me pondría en una situación difícil.

– Si, por favor, Voy a estar bajo tu cuidado.

Y de este modo, la acosadora Ayatsuji Ayase se convirtió en la discípula de Ikki.

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